Descubriendo la cara modernista de Valencia
No todo es Calatrava ni paella en Valencia, como tampoco todos los edificios de época modernista españoles se encuentra ubicados en Barcelona. Alguien lo tenía que decir. Tópicos y bromas aparte, si hay algo que suele sorprender al que visita por primera vez la capital de la Comunidad Valenciana es el volumen y la calidad del patrimonio modernista del que se puede disfrutar paseando por sus calles, encontrándose localizado la mayor parte de éste en el centro histórico y en el ensanche.
A finales del siglo XIX en Valencia tuvo lugar un fuerte crecimiento urbanístico, fruto del buen momento económico que gozaba, que llevaría a la expansión de la ciudad más allá de los límites de las antiguas murallas, dando lugar al nacimiento de su ensanche. Dicha ampliación coincidiría en el tiempo con uno de los movimientos artísticos en boga del momento, que sobre todo hacía furor entre la burguesía europea, como era el modernismo, también conocido como Art Nouveau, Modern Style, Jugendstil,Liberty o Floreale, dependiendo de la zona. Como no podía ser menos, los burgueses valencianos no pudieron resistirse ante este nuevo estilo que pretendía romper con la tradición academicista, y que llevaría a sus autores a inspirarse en la naturaleza, y en el que se aplicaría un nuevo uso del hierro y el cristal en la arquitectura.
En el caso del modernismo valenciano destaca el uso de la cerámica vidriada en las fachadas y en los interiores, en los que suelen aparecer motivos naturales de la región, como las naranjas y las flores de azahar. Entre los edificios más relevantes y que no deben faltar en tu ruta para conocer el patrimonio modernista de Valencia están los siguientes:
- El Mercado Central. Construido en 1914 por Francesc Guàrdia i Vial y Alexandre Soler, formados ambos en la Escuela de Arquitectura de Barcelona, es uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad, y no es para menos. En su interior, el blanco con el que está pintada su estructura metálica hace que resalte aún más el colorido de los productos de sus paradas. Su espectacular cúpula central no pasa desapercibida para el visitante, llenando de luz el espacio. Si a lo arquitectónico le añadimos el buen ambiente que se respira, entenderéis que sea un must para todo visitante a la ciudad.
- El Mercado de Colón. Inaugurado en 1916 y obra del arquitecto Francisco Mora Berenguer, fue construido para cubrir las necesidades del ensanche. A destacar su fachada de ladrillo ornamentada, como no, con múltiples figuras realizadas en cerámica. Restaurado en 2003, en la actualidad contiene en su interior diversos comercios, y cafeterías o bares donde tomar un refrigerio.
- La estación de trenes del Norte. Llegar en tren a Valencia tiene como premio el disfrutar de su maravillosa estación. Inaugurada en 1917, cuenta con espacios tan bellos como su vestíbulo, magníficamente decorado con madera, cerámica vidriada y mármol.
- La Casa Ordeig.Situada al lado del Mercado central, es obra de Francisco de Mora i Berenguer, que se inspiraría en La Lonja de la Seda a la hora de diseñarla, de ahí la presencia de los motivos neogóticos de su fachada.
- El edificio Suay. Este gran edificio de blanca fachada, ubicado en la esquina que forma la calle Correos con la Plaza del Ayuntamiento, es también obra del arquitecto de la Casa Ordeig.
- El edificio de los Dragones. Situado en la esquina de la calle Sorni con la calle Jorge Juan,fue construido en 1901, obra del arquitecto José María Manuel Cortina Pérez. No pasa desapercibida su decoración, de inspiración neogótica en la que no faltan los animales fantásticos, como los dragones que habrían acabado dándole el nombre.
Además de a estos espacios, te recomendamos que te acerques hasta la calle de la Paz, donde encontrarás un buen número de casas modernistas como el edificio Camaña Laymon, el edificio Sancho, la Casa Sagnier I y la Casa Sagnier II, y la Casa Gray.
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Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS
Imágenes de Jocelyn Kinghorn, Marja van Bochove, Carquinyol, Pleuntje, Paul Thompson
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Gastronomía a flote en Venecia
Venecia es melancólica, abrumadora, luminosa y envolvente. Y también reconfortante. Si te dejas llevar por ese sinuoso canal que domina la ciudad, tu visita fluirá. Date cuenta de que no hay coches y de que, pese a la afluencia de turistas que recibe a diario, es un destino silencioso. Sobre un puente, en una encrucijada de calles, en mitad del Campo o en un angosto pasaje, allá donde te asalte el hambre te sentirás a salvo. No ya sólo porque con góndola llegas rápido a cualquier lado sino porque la capital de Véneto está llena de rincones para gozar de la gastronomía. Sobre el asfalto, pero también en lo alto, con esas vistas que tanto marcaron y enmarcaron intelectuales y escritores de todas las épocas. A continuación os detallamos esos locales con un destello particular y una oferta singular.
El pescado
Por su eminente carácter marinero es muy recomendable comprar y saborear pescado fresco en la ciudad. Una dirección imprescindible para tomarlo casi de la lonja al plato por su proximidad al Mercado de Rialto es el restaurante Antiche Carampane. Un establecimiento sencillo y familiar al que acuden venecianos que saben dónde encontrar entre lo bueno lo mejor y celebrities bien guiadas. Aquí encontrarás respeto por el producto y por la tradición culinaria veneciana más típica dentro y fuera de la carta.
Street food
En Venecia es inevitable callejear para conocer sus entrañas. Si tienes poco tiempo para comer de forma pausada, opta por las opciones de street food. Un tramezzino (sándwich de corte triangular generalmente de pan de molde) en alguna cafetería o una pizza al taglio (pizza al corte) del Antico Forno pueden ser dos buenos bocados. Pero si prefieres algo más auténtico sin necesidad de tomar asiento, decántate por Acqua & Mais, un coqueto local que saca partido del recetario veneciano en propuestas para llevar en un práctico packaging. Se te irán los ojos ante las frituras de pescado, las croquetas, la polenta y el clásico bacalao mantecado.
Los dulces
En este apartado hay dos direcciones imperdibles por históricas. Dos pastelerías distanciadas la una de la otra que han sabido convivir con éxito siendo ambas de referencia en la ciudad. Cada una, eso sí, ha evolucionado de forma diferente con el paso de los años. En Rosa Salva aún sirven pastelitos individuales clásicos, bollería y helados en un ambiente de bar. En Colussi es célebre la focaccia veneziana, una especie de panettone (pan dulce) por su forma con sabor a ensaimada realmente buena. Resulta ideal acompañarla con un chocolate caliente en el mismo local, donde se amasa y hornea a diario en el obrador contiguo.
Vinos y copas
Estro - Vino e Cucina es un gastrobar y enoteca modernos con mucha personalidad donde podrás comer platos típicamente italianos y pescado crudo como seña de identidad del chef italo-japonés Mashiro Homma, maridados con el vino que tú elijas entre una amplia muestra a la vista de las mesas. El vino tiene “doble etiqueta” y también podrás comprarlo.
En la histórica Osteria ai Pugni apuestan por el aperitivo, las tablas de embutidos de la región, las croquetas de sabores variados y los típicos tramezzini de insólitos rellenos. Destaca su bodega por copas, y el poder disfrutar de la bebida en un ambiente distendido junto al puente dei Pugni, en pleno Dorsoduro.
Paradiso Perduto
Puedes optar por la barra o por una de las múltiples mesas de este enorme y bullicioso local que las noches de los lunes ofrece música en directo para amenizar las copas de la sobremesa. Su propuesta: recetas caseras en generosas raciones. Recomendables el pescado fresco con sus correspondientes contorni (acompañamientos como verduras, setas o patatas al horno), la lasaña, los fagioli (judías) y el tiramisú, el postre originario de Venecia. Una vez, Keith Richards tocó el piano aquí…
La pista vegetariana
Uno de los mejores piropos que puede hacerse a La Zucca es que es obligatorio reservar para encontrar mesa. Los artífices del local consiguieron mantener los orígenes del negocio e hicieron de la calabaza su principal reclamo. Con esta hortaliza surten gran parte de los platos de una carta de corte casero y precios populares.
El alojamiento
Si puedes permitírtelo, el Hotel Danieli es de esos lugares que dejan huella. A la altura de la belleza de Venecia, este lujoso hotel es historia viva de la ciudad. A dos minutos a pie de la plaza San Marco, sus bien diferenciados edificios –las habitaciones de uno y otro apenas se parecen— recrean el esplendor del pasado perdido con una atmósfera evocadora que casa bien con los servicios propios del siglo XXI. Célebre es su regio baile de Carnaval junto al lounge y nueva su Wine Suite, donde puedes vivir una experiencia enogastronómica única. También puedes hacerlo en el restaurante con terraza Danieli, un espacio que seduce por sus vistas sobre el Gran Canal y el mar Adriático y por la propuesta creativa de Dario Parascandolo, el chef ejecutivo. Clásicos de siempre y platos propios elaborados con productos de la zona.
El recuerdo
Si aprecias los detalles y el trabajo bien hecho, pásate por Fontegoart y regálate un punto de libro, una libreta, una litografía, una postal o uno de los recetarios pintado a mano por el artista Nicola Tenderini. No puedes irte de Venecia sin un recuerdo que te devuelva a la ciudad por lejos que estés.
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Texto y fotos de Carme Gasull y Belén Parra de Gastronomistas
+ infoUna fiesta de muerte en Santa Marta de Ribarteme
Cada 29 de julio, a las 12 del mediodía, en una pequeña iglesia del pueblo pontevedrés de San Xosé de Ribarteme se inicia una las procesiones más curiosas del mundo: la Romaxe dos cadaleitos (procesión de ataúdes) de Santa Marta de Ribartemeo. San Xosé de Ribartemese encuentra en el municipio de As Neves, una zona a unos 30 kilómetros de Vigo que durante siglos quedó aislado y apartado de las influencias del catolicismo más ortodoxo y tradicional.
En la procesión de Santa Marta de Ribartemedesfila la imagen de Santa Marta, protectora de los desahuciados y de los casos imposibles, y una de las vírgenes más veneradas de la comunidad. Es también hermana de María Magdalena y de Lázaro, resucitado este último por Jesús cuando llevaba tres días muerto. Junto a ella, además de la cruz y las imágenes de San Benito y de la Virgen del Carmen, le acompañan un cortejo de féretros abiertos con personas vivas en su interior, que son llevados a hombros por familiares y amigos. Es un acto de profunda fe, en el que religión y simbología se unen, y con el que los devotos buscan cumplir la promesa que contrajeron con Santa Marta, de agradecimiento por seguir vivos tras haber sufrido una experiencia cercana a la muerte. A su paso, los demás peregrinos cantan sobre las bondades de los poderes de curación de la virgen, acompañados por el redoblar de los tambores y el repicar constante de las campanas: “Virgen de Santa Marta, Estrella del Norte, te traemos a los que vieron la muerte”.
La escena transpira la espiritualidad y la devoción típica de la Galicia más profunda, que puede ser un tanto impactante para aquellos que no conozcan la tradición; sin embargo, cada año son más los devotos, turistas y curiosos que se acercan hasta este pequeño pueblo gallego para vivir de cerca este momento tan especial.
Galicia es un tierra llena de leyendas, en las que muerte y resurrección muchas veces son las protagonistas; historias que transcurren por brumosos paisajes, como el de la Santa Campaña -la procesión de difuntos en pena que, en su tétrico recorrido, visitan las casas en las que en breve habrá un difunto-. Este misticismo es parte del encanto de la tierra y para conocer la esencia de la Galicia profunda es necesario conocer también sus costumbres ancestrales.
Foco de interés internacional
Esta procesión causa cada vez más interés en turistas y periodistas de todo el mundo. Incluso el diario británico The Guardian se fijó en ella para calificarla como la segunda festividad más curiosa del mundo, lo que le ha dado más renombre si cabe. Otros encantos de la zona tampoco han pasado desapercibidos para el prestigioso periódico, que calificaba la playa de Rodas de las Islas Cíes, en el archipiélago del mismo nombre de la provincia de Pontevedra,como la más bonita del mundo.
La revista National Geographic también ha fijado los objetivos de sus cámaras en las Rías Baixas en un documental sobre tradiciones y comunidades culturales de toda Europa. Para su rodaje, el presentador de televisión escocés Darren McMullen se involucró al máximo, introduciéndose en uno de los ataúdes de la procesión.
«El Concello de As Neves»
Estrechamente ligada al río Miño, que durante 10 kilómetros hace de frontera natural con Portugal, el Concello de As Neves es un lugar apacible en el que reencontrarse con el pasado, que ha quedado fijado en lugares como A Pedra da Moura en Taboexa y el Monte das Carboeiras en Liñares, o en los yacimientos castreños de Cividá, Rocha y Altamira. Los bellos paisajes de As Neves pueden descubrirse recorriendo diversas rutas que pasan por los márgenes del río Miño, como el Sendeiro dos Pescadores de As Neves, que trascurre por la orilla gallega del río, o la Ruta do Patrimonio Natural e Histórico-Artístico, una ruta circular que pasa por las trece parroquias del Ayuntamiento de As Neves.
El Concello de As Neves también presume de su buena gastronomía, con productos típicos de la zona como la lamprea, la angula, carnes de la montaña, miel y el queixo (queso) das Neves, que se complementan perfectamente con vino blanco cultivado en las riberas del Miño, como Condado y Albariño, o el tinto de Rubios.
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Texto de Scanner FM
Imágenes de Ricardo Grobas para Vivir Galicia Turismo, Galicia Maxica, Un paseo o una foto
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Tres espacios imprescindibles de Gran Canaria
Pero no todo acaba ahí, también está el inagotable abanico de lugares qué visitar y diferentes actividades que se pueden hacer. Pero entre tantas opciones hemos intentado buscar aquellas propuestas que no te debes perder.
Todos sabemos que las playas de Gran Canaria son uno de sus mayores reclamos, pero limitarnos a ellas sería del todo injusto para una isla que dispone de una oferta prácticamente ilimitada. A continuación os vamos a ofrecer una selección de tres visitas indispensables -a parte de sus playas, claro- que deberías hacer en tu próxima escapada a la isla. La elección la hemos hecho siguiendo diferentes criterios, y no sólo nos basaremos en su atractivo turístico. Aquí va nuestro ranking:
3) Museo y parque arqueológico Cueva Pintada
El Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada es uno de los yacimientos más singulares de la isla de Gran Canaria y se encuentra en pleno núcleo urbano de Gáldar, en el norte de Gran Canaria (Calle Audiencia, 2), por lo que los accesos son los mismos que utilizaremos para llegar al centro histórico.
Fue descubierta en 1862 cuando, tras una serie de trabajos agrícolas, se produjo el hallazgo fortuito de la Cueva Pintada. Se trata de un amplio espacio con paredes ricamente ornamentadas con todo tipo de símbolos geométricos. Actualmente el conjunto arqueológico lo forman seis cuevas excavadas por los antiguos pobladores de Gran Canaria, en dónde aún se conservan restos del almagre que decoraban sus muros y techos.
Durante estos años se han realizado distintos proyectos arqueológicos entorno a la Cueva Pintada, que han servido para poner al descubierto un caserío de forma escalonada. Estas edificaciones conectan el fondo del barranco con el centro histórico de la ciudad y constituyen uno de los barrios que formaban parte del Agáldar prehispánico..
2) Casco antiguo de Teror
El origen del núcleo de Teror es anterior a la conquista de la isla por parte de la Corona de Castilla en el s. XV. Su nombre, de hecho, deriva del topónimo aborigen Aterura, Therore o Terori, del que se desconoce su significado.
La historia y desarrollo del pueblo siempre ha estado ligada a la aparición de la imagen de la Virgen del Pino y la existencia de su primera ermita, datada en el año 1514. Sin embargo no es hasta casi dos siglos después de su construcción, cuando se encuentran escritos que hacen referencia a esta devota tradición.
La Villa Mariana de Teror fue declarada Conjunto Histórico Artístico en 1979, convirtiéndola en uno de los centros turísticos más importantes del interior de la isla. En sus calles se combinan a la perfección las tradiciones populares con una cuidada y hermosa arquitectura, en el que destacan sus característicos balcones canarios.
Un recorrido a pie por el casco histórico debe iniciarse, inevitablemente, en la plaza de Nuestra Señora del Pino, junto a la basílica. A ella se llega rápidamente desde el aparcamiento, atravesando la plaza superior del mismo y tomando la calle Obispo Marquina. Si llegas a la villa en bus, éste te dejará en la zona oriental del casco, de forma que sólo deberás seguir hasta el final la calle Real de la plaza.
1) Barranco de Guayadeque
El barranco de Guayadeque se encuentra situado entre los municipios de Agüimes e Ingenio, al Este de la isla de Gran Canaria. Se trata de una zona de gran valor medioambiental y patrimonial, lo que le ha servido para ser declarada Monumento Natural y Bien de Interés Cultural, con categoría de Zona Arqueológica, otorgada por la ley de Patrimonio Histórico de Canarias.
La carretera que recorre el barranco serpentea entre unos exuberantes acantilados, en dónde podemos encontrar una gran variedad de yacimientos y espacios arqueológicos prehispánicos, entre los que destaca el poblado de Cueva Bermeja.
Allí se encuentra El Centro de Interpretación del Barranco de Guayadeque , que puede ser visitado todos los días -excepto los lunes-, y en el cual encontraremos información sobre los conjuntos arqueológicos de la zona, así como muchas e interesantes particularidades de este bellísimo entorno. El visitante también podrá conocer, en este espacio, la riqueza natural de la flora y la fauna del barranco.
Casi al final de la carretera que recorre Guayadeque encontraremos acogedores restaurantes labrados en la propia roca de la montaña. El más popular es el restaurante El Centro, conformado por un conjunto de cuevas que ofrecen al cliente un entorno único, en donde poder saborear una extensa carta de platos representativos de las gastronomía canaria. Entre sus especialidades están la carne de cerdo frita, la parrillada y el cochino asado.
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Imágenes de Patronato Turismo Gran Canaria
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