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El Dublín de los dublineses

En esta ocasión os vamos a mostrar un Dublín más genuino: el Dublín de los dublineses.Nos apartamos de las rutas turísticas, que sabemos que podrás encontrar en cualquier post de la blogosfera, para ofreceros una visión más actual.

Moverse por la ciudad es muy fácil porque está muy bien conectada, pero nosotros os aconsejamos descubrir la capital irlandesa a pie; a la mayoría de lugares que os vamos a recomendar, se puede llegar andando con un agradable paseo a orillas del río Liffey.

Nuestra primera parada es en una antigua Mansión Georgiana, la Casa de Richard Wingfield, Conde de Powerscourt (1730-1788), y de su esposa Lady Amelia. Convertida actualmente en un centro comercial de lo más cool, el Powerscourt Shopping Center. Una joya del pasado en la actualidad; bajo el mismo techo, podrás descubrir la transición del estilo barroco al neo-clásico. Su interior ofrece al visitante tiendas únicas de diseño, moda, gastronomía, arte etc. Entre sus seis restaurantes destacamos: The Pepper pot que ofrece una amplia carta de comida orgánica, y Pymalion, conocido por sus tapas y desayunos preparados con alimentos locales.

Muy cerca, siguiendo la calle George´s Street, está uno de los mejores pubs de gays y lesbianas: The George, perfecto para escuchar música en directo y tomarte una buena pinta ¡Cómo no!. Gírate al entrar, y en la puerta, verás dibujado uno de los murales más bellos de toda la ciudad, realizado por el artista Joe Caslin. La zona Gay de Dublín, poco a poco, va cogiendo fuerza y crea un camino alternativo en la ciudad, que bien merece una visita.

En la calle que lleva el nombre del mítico guitarrista, músico, compositor y productor irlandés Rory Gallangher está Meeting House Square. Una plaza, que en verano es un hervidero de eventos musicales, y que todos los sábados del año se convierte en el paraíso de los foodies; un mercado orgánico, muy intimista, lleno de puestos gastronómicos take away, de máxima calidad. En este lugar, se encuentra un puesto llamado Temple Oyster Bar, si eres amante de estos moluscos bivalvos, simplemente, do it!

Ya sumergidos en el famoso área de Temple Bar, pero alejándonos de la ruta convencional, nos vamos a la calle Essex Street East, donde se encuentra una de las tiendas más chulas de moda masculina de todo Dublín, Índigo and Cloth.

Si te gusta el arte de la fotografía no dejes de entrar al The National Centre for Contemporary Photography ¡Sus exposiciones siempre son buenísimas! Descubrirás temáticas sobre el Dublín antiguo, la campiña irlandesa y los recuerdos de la hambruna.

En la ciudad, existe un cine muy peculiar, punto de encuentro de bohemios y amantes del séptimo arte, donde además podrás disfrutar de un buen menú del día, hablamos del Irish Film Institute. 

Pero, si quieres tener una experiencia extrasensorial y gastronómica única, haz una reserva en el restaurante de moda en la ciudad Sophies restaurant, situado en la terraza del recién estrenado Hotel The Dean. Nos quedaríamos cortos hablando sobre el glamour y el estilo que tiene su decoración y servicio; incluye unas increíbles vistas 360 grados de la ciudad.

Por último, si eres goloso, no dejes de regalarte un homenaje en Queen of Tarts, un café & pastisserie, abierto a finales de los 90, por las hermanas Fallow; entre los dublineses es un secreto a voces que sus tartas y los cakes son insuperables.

Si has seguido esta ruta, obviamente, te has alejado de la más tradicional. Pero si tienes tiempo  también te recomendamos que dediques un día a recorrer la city, en el típico autobús turístico Hop on- Hop Off ¡Te garantizamos que en un fin de semana has rematado Dublín!

Nosotros volveremos a Dublín pronto, ya que 2015 es el año del diseño Irlandés, pero eso te lo contaremos en otro post … Si quieres más información entra en la pagina de Turismo de Irlanda.

Corre a reservar tus billetes con Vueling ¡Estás más cerca que nunca de Dublín! 

Texto de Tensi Sánchez de actitudesmgz.com

Fotografía de Verónica García

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Una Barcelona de miedo

Barcelona es una ciudad pequeña pero matona, con una oferta de entretenimiento que poco tiene que envidiar a la de urbes que la superan en espacio y habitantes. Buena prueba de ello es la multitud de actividades prevista para el día de Halloween. Sí, el 31 de octubre la Ciudad Condal se transforma en una de las capitales europeas de las brujas, las calabazas y los monstruos. Una noche que, ojo, también se puede combinar con la ya tradicional Castanyada, una fiesta popular catalana en la que se consumen castañas, boniatos, panellets y vino moscatel en familia. A continuación, van cinco planes ideales para vivir el mejor Halloween posible en Barcelona.

Ruta Vampírica y otras leyendas

Una ciudad milenaria como Barcelona tiene en su historia toda clase de leyendas relacionadas con lo sobrenatural. Pues bien, hay una ruta organizada por la gente de Go Bcn que repasa algunas de ellas. Y lo mejor de todo es que se puede realizar el día 31 de octubre por la noche. La historia de Enriqueta Martí (protagonista de la crónica negra barcelonesa de principios de siglo pasado), o el significado telúrico de algunos edificios y espacios de Barcelona, son solo algunos de los atractivos de esta ruta de dos horas ideal para Halloween que te llevará, principalmente, por la zona centro y el casco antiguo de Barcelona.

Hotel Krüeger en el Tibidabo

Situado dentro del recinto del Tibidabo, el emblemático parque de atracciones de Barcelona (con unas vistas privilegiadas de la ciudad), el Hotel Krüeger es uno de los pocos pasajes del terror que aún siguen activos en tierras españolas. Una experiencia de miedo en directo, divertida y trepidante, donde actores disfrazados de famosos personajes del cine de terror asustan al personal. Para Halloween siempre preparan situaciones y sustos nuevos, así que una visita al Hotel Krüeger el día 31 de octubre es más que obligada.

Maratón de terror en el Phenomena

Un Halloween sin películas de terror, no es un Halloween como dios manda. Y eso en el Phenomena, uno de los mejores cines de la ciudad, lo saben muy bien. Por eso han preparado una maratón para el día 31 de octubre en la que se aconseja venir disfrazado y con chucherías para hacer el imprescindible truco o trato. Las películas que protagonizarán la noche son un par de clásicos de los ochenta, El muñeco diabólico y El cementerio viviente, más una película sorpresa que se anunciará minutos antes de la proyección. Por cierto, el cine está casi al lado de la Sagrada Familia, así que antes puedes aprovechar para visitar la obra maestra de Gaudí.

Razzhalloween

Razzmatazz no necesita presentación, pues el club de baile más famoso de la Ciudad Condal y centro neurálgico del pop-rock independiente y la música dance más actual y fresca. Esta discoteca situada en el Poblenouse transformará el 31 de octubre en el Razzhalloween, una noche donde los diferentes espacios que la forman presentarán decoraciones que celebrarán los motivos de Halloween y las películas de terror. Dos ejemplos: la emblemática sala Lolita tendrá el nombre de Horror Camp, y el Pop Bar el de Psycho Fan.

Cementerios de Poblenou y Montjuïc

Están separados por varios quilómetros pero unidos en antigüedad y encanto. Uno cercano al mar (Montjuic) y otro en uno de los barrios emblemáticos de la ciudad (Poblenou). En ellos encontrarás lápidas, mausoleos y nichos centenarios que repasan la historia de la ciudad. Ambos cementerios están abiertos al público (la entrada es gratuita) y… ¡atención!: el cementerio de Poblenou ofrece una visita guiada la noche del 1 de noviembre para celebrar el Día de Todos los Santos. El tour es gratuito y lo realizan actores disfrazados de famosos personajes históricos de Barcelona.

Reserva tu Vueling a Barcelona aquí, y aventúrate a disfrutar de su faceta más terrorífica.

Texto de Xavi Sánchez para Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de Laurabtanti, Sarah_Ackerman, Nikodem Nijaki, Leticia Manzano, Rober

 

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Cardiff para principiantes

El próximo 3 de junio Cardiff acogerá la final de la Champions League. Eclipsada por otras ciudades más populares de Gran Bretaña como Londres, Edimburgo, Manchester o Liverpool, Cardiff, antigua fortificación romana viviendo en la actualidad uno de sus mayores momentos de esplendor, amaga atractivos de sobra como para que os animéis a visitarla tanto si vuestro equipo está sobre el césped del Millennium Stadium como si no. Os descubrimos los rincones más iconográficos de la capital galesa.

Bahía de Cardiff
Es uno de los centros vitales de la ciudad. Motor económico de la capital galesa a inicios del siglo XX, con el declive del negocio de la exportación del carbón, los viejos muelles de Cardiff se tornaron en un territorio desahuciado y olvidado. Fue en la década de los 90 cuando el consistorio de Cardiff decidió recuperar la Bahía de Cardiff convirtiéndola en un espacio abierto a la ciudadanía. Actualmente, enclave favorito de los locales, es una de las zonas más atractivas de la ciudad, espacio en el que disfrutar de algunas de las mejores ofertas de ocio y gastronómicas de Cardiff.

Catedral de Llandaff
Es una de las edificaciones religiosas más representativas de todo Gales. Erigida en el siglo XIII, la Catedral de Llandaff es una magna y mesmerizante construcción de estilo gótico, aunque en algunos rincones se pueden percibir vestigios normandos y añadidos posteriores, como el imponente Cristo modelado por el escultor estadounidense Jacob Epstein que pende suspendido de la nave central. Para aquellos a los que les interesen los fenómenos paranormales, sobre la Catedral de Llandaff circulan todo tipo de leyendas fantasmagóricas. Tal es así que incluso se ha creado un “Ghost tour” que descubre aquello rincones en los que se dice que se esconden los fantasmas. Por cierto, no muy lejos de la Catedral, en la escuela de Llandaff fue donde cursó sus estudios el escritor Roald Dahl.

Castillo de Cardiff
Como el Coliseo romano, la Acrópolis ateniense o la Torre Effiel parisina, el Castillo de Cardiff es de visita imprescindible en todo viaje a la ciudad. Erigido sobre los cimientos de una antigua fortificación romana, sus orígenes se remontan al siglo XI. Aunque conserva gran parte de su estructura inicial, en el siglo XIX el Marqués de Bute ordenó su remodelación encargando las obras de remodelación al arquitecto William Burges, que lo convirtió en una de las moradas más fastuosas del momento, remozando el castillo a partir de las líneas de los estilos victoriano y neogótico.

Cardiff City Hall
Flanqueado por el  Cardiff Crown Court y el National Museum of Cardiff, nos topamos con el Cardiff City Hall o lo que es lo mismo, el ayuntamiento de Cardiff, uno de los edificios más imponentemente bellos de la ciudad. Construido a inicios del siglo XX, ya sus exteriores, acentuados por la pureza de la piedra caliza blanca, son de un extraordinario atractivo arquitectónico. Que la apariencia imponente no os corte a la hora de entrar en el consistorio. Preguntad en recepción, pero habitualmente se pueden visitar todas aquellas estancias que os encontréis abiertas. Si tenéis suerte podréis disfrutar de espacios como la Sala de Mármol, con su colección de esculturas de figuras ilustres de la historia galesa, la Sala de Actos o la Sala del Consejo.

Museo Nacional de Cardiff
Justo al lado del Ayuntamiento de Cardiff daréis con el Museo Nacional de Cardiff, el más importante de la ciudad. Como sus vecinos Cardiff Crown Court y Cardiff City Hall, se trata de un formidable edificio eduardiano cuya edificación se inició en 1912 pero, debido a la Primera Guerra Mundial, no pudo terminarse hasta 1927. De entrada gratuita (como casi todos los museos británicos), en sus dependencias podréis disfrutar de una variedad de exposiciones que van desde el arte -destacando su colección de pinturas impresionistas con genios como Van Gogh, Monet o Cézanne- a las diferentes disciplinas de las ciencias naturales.

Wales Millennium Centre
A las puertas de la Bahía de Cardiff os toparéis con el Wales Millennium Centre, sede de la Ópera Nacional de Gales. Inaugurado en 2012, este moderno edificio reluce en pizarra, metal, madera y vidrio, elementos todos ellos de procedencia galesa. Su fachada está coronada por dos sentencias de la poetisa galesa Gwyneth Lewis. La primera, en galés, reza “Creando verdad como el cristal en el horno de la inspiración”, la segunda, en inglés,   “En estas piedra el horizonte canta”. En el interior, el Teatro Gordon Donald, con capacidad para 1900 personas, y dos salas adyacentes, que a lo largo de todo el año acogen recitales y espectáculos de ópera, música sinfónica, ballet, teatro o música moderna.

Techniquest
Es el mayor museo de la ciencia, la tecnología y el conocimiento del Reino Unido. Situado en Stuart Street, a dos pasos de la Bahía de Cardiff, reconocible por su característica estructura de vidrio y acero, es el mayor museo de ciencia y tecnología de Reino Unido. Conjugando lo divulgativo con el entretenimiento, más allá de las exposiciones permanentes y temporales, el Techniquest cuenta con un teatro desde el que se realizan diferentes espectáculos siempre con la ciencia como protagonista, un planetario y un centro del conocimiento y la tecnología destinados a la enseñanza de los principios científicos mediante experimentos lúdicos.

Y Mochyn Du
Tras tanta visita, siempre es necesario reponer fuerzas. Para ello nada mejor que un típico pub galés, y ninguno más recomendable que el Y Muchyn Du (el cerdo negro en galés). Se encuentra a unos 20 minutos del centro de la ciudad, justo en la entrada de los Sophia Garden, junto al principal estadio de cricket de la ciudad, pero una vez ahí veréis como habrá merecido la pena el desplazamiento. Paredes recubiertas de memorabilia rugbística, clientela hablando galés, una oferta gastronómica de aroma tradicional y un buen surtido de cervezas locales. En definitiva, uno de esos locales que transpiran autenticidad. 

El escenario de la final
El próximo 3 de junio el fútbol será el protagonista, pero el Estadio Nacional de Gales, también conocido como Millennium Stadium, es uno de los grandes templos del rugby, el deporte que despierta más pasiones entre los galeses. Orgullo de Cardiff, el recinto fue construido en 1999 con motivo de la Copa del Mundo de Rugby, en el que se celebró la ceremonia de inauguración, el primer partido y la final que proclamó a Australia como campeona. Con una capacidad para 74.500 espectadores se trata de uno de los estadios más grandes del mundo con techo retráctil, además de uno de los más imponentes y arquitectónicamente elegantes del mundo. Sede de las selecciones de rugby y fútbol de País de Gales, será aquí donde se corone el nuevo campeón de Europa de clubes de fútbol.

Texto de Oriol Rodríguez

Imágenes de John Greenaway, David Ip, Michel Curi, John Mason, Jon Candy

 

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Poblenou de barrio industrial a distrito creativo

¡Bienvenidos al Poblenou! El distrito creativo más vibrante de Barcelona. Un barrio de esos de toda la vida, alejado del centro pero próximo al mar, donde el carácter popular se mezcla con las tendencias de última generación. Un espacio en continua transformación, de pasado industrial y presente cosmopolita, que combina a la perfección la modernidad y la tradición de la capital catalana.

Con un paisaje urbano en mutación constante y proyectos vanguardistas que florecen en cada esquina, el Poblenou vive su momento. Recorremos sus calles en busca de sus secretos ¡Empezamos!

Plaça de les Glòries, km 0

Ni la plaza Catalunya, ni las Ramblas, ni el paseo de Gràcia. Cuando en el siglo XIX Ildefons Cerdà ideó el trazado de la Barcelona moderna marcó ‘les Glòries' como su centro geométrico. Allí se han trasladado Els Encants Vells que con más de siete siglos de historia es uno de los mercados de pulgas más antiguos de Europa ¡y donde regatear aún es posible!. A pocos metros se alza ‘La Grapadora’, un edificio de piel gris que alberga el Disseny Hub, parada más que obligada para los amantes del buen diseño.

El pene, el supositorio, el torpedo… No hay motes suficientes para describir la Torre Agbar. Y es que este rascacielos diseñado por Jean Nouvel es motivo de un sinfín de comentarios. Dice Nouvel que sus formas rinden culto a la Sagrada Familia y a las montañas de Montserrat. No sabemos qué hay de cierto en todo ello, lo que está claro es que desde su construcción el skyline de Barcelona es un poco más ‘masculino’.

Arte, diseño, música y mucho más

Desayunamos en el Espai Joliu, una concept store que combina plantas y amor por el buen café; aquí sirven el de Nomad Coffee, tostado a pocos metros y con punto de venta en el Røaster's Home. En el local vecino, una antigua imprenta hace las veces de galería de arte; se trata de La Plataforma un espacio en el que las propuestas artísticas maridan con experiencias gastronómicas de todo tipo.

Los adictos al shopping pueden comprar muebles escandinavos en el Noak Room; renovar el armario con los estampados coloristas de Brava Fabrics, y añadir vinilos a su colección en el Ultralocal Records, punto de encuentro de los melómanos locales especializado en sellos independientes.

Si lo vuestro es el consumo cultural, la Sala Beckett programa lo último en teatro contemporáneo en un entorno modernista de primer nivel. De corte más urbano son las propuestas de La Escocesa, una antigua fábrica destinada a talleres de artista que cada año celebra el festival de murales, inundando con graffitis sus muros centenarios. Las tendencias más innovadoras se concentran en Hangar, un centro vanguardista en artes visuales ubicado en unos de los complejos industriales más destacados de la ciudad.

No podemos terminar el día sin entrar en Razzmatazz. Institución del clubbing barcelonés, cualquier joven que se precie ha pasado más de una noche en sus míticas salas. Sea indie, electrónica o conciertos en directo, en el Razz la buena música nunca cesa.

Y con los beats en la cabeza, abandonamos el Poblenou industrial para dirigirnos al corazón de la vida del barrio. ¡Nos vamos a la Rambla del Poblenou!

La Rambla del Poblenou

Punto neurálgico indiscutible, su ritmo pausado y la gente charlando al sol nos dan la pista de que esto fue y sigue siendo un pueblo. Los fines de semana se llena hasta la bandera con grupos de amigos tomando cañas en sus terrazas y en septiembre, la fiesta mayor invade las calles con verbenas, comidas populares y pasacalles. También aquí se concentran los locales con más solera de la zona y en los que nos detenemos para recobrar fuerzas.

Primera parada, un clásico entre los clásicos: Can Recasens, una charcutería fundada en 1906 que por la noche se convierte en un restaurante de cocina catalana. Su surtido de quesos, embutidos y vinos es espectacular, y además te puedes llevar a casa los productos degustados durante la cena.

No menos popular es la Orchateria El Tio Che, el palacio de la chufa. Estos horchateros de pura cepa preparan horchata 100% artesana siguiendo la misma receta desde hace 5 generaciones. En verano las colas crecen sin cesar con gente buscando alivio contra el calor en este refresco natural.

Y de la esquina más dulce a la esquina con más historia. Cruzando la calle se alza el Casino l’Aliança del Poblenou, un centro de reunión que nos transporta a los tiempos de los ateneos obreros y las luchas asociativas. Si estás por allí, entra; entre sus paredes se respira un pedazo de la historia reciente de Barcelona.

Los que quieran mojarse las pantorrillas que sigan Rambla abajo y en pocos minutos se plantaran en las playas del Bogatell y de la Mar Bella, las menos masificadas de la ciudad. En verano los chiringuitos invaden la arena y los runners recorren la orilla al ritmo de brisa marina.

El Poblenou marinero

Tomamos rumbo a tierra firme en dirección a la Plaça Prim, lugar de residencia de los pescadores en los siglos XIX y XX, esta pequeña plaza se resiste al paso del tiempo. En una ubicación privilegiada se encuentra Els Pescadors, antigua taberna marinera y unos de los restaurantes de pescado con más historia de la ciudad; aquí las especialidades son los productos del mar traídos a diario de las lonjas vecinas.

Detenidas en el tiempo también permanecen las calles cercanas, donde reina la calma propia de los pueblos costeros. Una calma que contrasta con el ajetreo de la calle Marià Aguiló, eje comercial por excelencia y donde nos topamos con La Pubilla del Taulat, un bar bodega abierto en 1886 (¡el más antiguo del Poblenou!) en el que se puede tapear y tomar unos vinos a cualquier hora del día.

No menos mítico es el bar El Timbal. Situado junto a la antigua fábrica textil de Can Felipa, la fama de sus bravas es conocida en toda la ciudad; las hacen al horno, con su piel y coronadas con unall-i-olipara chuparse los dedos. Las puedes acompañar con platos caseros a precios ajustados mientras tomas unas cañas en su concurrida terraza.

De Palo Alto al Fórum: pasado industrial, presente creativo

Una chimenea de ladrillo rojo nos da la bienvenida a Palo Alto. Esta antigua fábrica textil es una isla urbana única en su especie. Convertida en hub creativo, hoy multitud de diseñadores, arquitectos y artistas ocupan sus naves inyectando nuevas tendencias. Pasea por su selvático jardín y prueba el menú de La Cantina, un restaurante de cocina tradicional que los viernes sirve un arroz buenísimo. Además, Palo Alto es sede del concurrido Palo Alto Market, un mercado mensual donde se reúne la ‘gente guapa’ de la ciudad para conocer las últimas propuestas de los diseñadores locales.

Si las energías escasean, hacemos parada y fonda en el Bar Tras-paso, un local bohemio, colorista y de sabores afrancesados en el que terminar la noche con un magret de pato y charlar hasta las tantas con una copa de vino en la mano.

Pero si todavía os queda aliento, subimos a la Torre de les Aigües del Besòs, testigo del pasado industrial de la zona y donde a mediados de los 90 la banda británica Blur grabó el videoclip On Your Own. Desde su mirador a 60 metros de altura las vistas de la ciudad son impresionantes.

Y desde las alturas, con el mar a pocos metros, los rascacielos de Diagonal Mar, el Tibidabo, Montjuïc y la explanada del Fórum en el fondo, nos despedimos. Hemos llegado a los márgenes de la ciudad y es hora de tomar un nuevo rumbo.

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Texto de Núria Gurina 

Fotos de: Matt Cornish, filippsh, Adrià Goula, Joanbrebo, Espai Joliu, Santmarti.info, Selbymay/Wikicommons, Mathieu Thouvenin

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