Carta de amor de una italiana a Barcelona
Tres años en Barcelona, la ciudad que cada año atrae a más expatriados de todo el mundo. La experiencia de una italiana en la capital de Cataluña, repasada a través de algunas de sus barrios más significativas: el Raval, Gràcia, Poblenou y el Born.
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Londres, Milán, Berlín, A Coruña, París, Barcelona o Estocolmo son nuestras ciudades favoritas para el turismo de compras. ¡Imprescindibles para amantes del shopping!
+ infoTres rutas imprescindibles para practicar senderismo en La Palma
La Palma es una de las islas más bonitas de todo el Atlántico, a diferencia de sus hermanas del archipiélago canario, cuenta con un riquísimo ecosistema en el que se reúnen excepcionales valores naturales que hacen de ella una isla paradisíaca. La fauna y la flora autóctonas forman parte de sus espectaculares paisajes que destacan por su diversidad. Su cuidado entorno natural permite disfrutar de unas vacaciones de forma alternativa y divertida, realizando actividades en contacto con la naturaleza y practicando todo tipo de deportes.
Sin duda La Palma es un edén para el caminante y ofrece un gran número de opciones para practicar senderismo. Antes de emprender la ruta os recomendamos consultar los partes meteorológicos, no caminar nunca solo, dejar constancia a alguien de la ruta que se va a hacer así como de la hora de regreso, llevar una pequeña mochila individual con algo de ropa de abrigo un chubasquero, comida y agua abundante, no olvidar elementos fundamentales como gorro, crema solar y gafas de sol, llevar siempre un teléfono móvil con la batería cargada, un mapa y, a poder ser, una brújula, respetar la señalización del sendero y no salir de sus márgenes y sobretodo equiparse con botas de trekking o similares. También te recomendamos que consultes tanto el perfil como la distancia y la duración de la ruta en la web www.senderosdelapalma.com. Entre todas las rutas posibles os hemos hecho una selección de tres con diferentes niveles de dificultad que, además, te permitirán admirar la ya citada diversidad de paisajes de la Isla Bonita: y sobretodo equiparse con botas de trekking o similares. Entre todas las rutas posibles os hemos hecho una selección de tres con diferentes niveles de dificultad:
Puerto de Tazacorte – Roque de Los Muchachos
Este itinerario cuenta con una dificultad alta, y está pensado para ser practicada por deportistas experimentados. Su principal dificultad es sobretodo su gran desnivel. Se recomienda no realizarlo en época de verano o días calurosos y en invierno tener en cuenta que discurre por zonas altas, siendo posible, incluso, encontrar nieve y hielo en el Roque de los Muchachos. Se trata de una ruta con una distancia total de 17,16 Km, con un desnivel ascendente acumulado de 2.600 m. La salida se hace desde el Puerto de Tazacorte, al nivel del mar. Y a partir de aquí empieza un ascenso progresivo que nos lleva a El Time (Km 3.8). Luego pasamos por Hoya Grande y por el Risco de las Pareditas. Aquí os recomendamos hacer una parada para reponer fuerzas mientras disfrutáis del maravilloso paisaje, a una altura de 1.500 m. Desde aquí quedan casi 7 km. para alcanzar la conclusión de la ruta. Pero antes pasaremos por Hoya del Estrabito, Pinos Gachos y la Degollada de Las Palomas, donde la pendiente empieza a suavizarse hasta el final. A destacar de esta ruta las impresionantes vistas sobre el Barranco de las Angustias y las que se obtienen desde el Roque de los Muchachos sobre la Caldera de Taburiente.
Cubo de la Galga
Se trata de una ruta de nivel bajo, muy propicia para hacerla con niños, a través del PR LP 5.1 El recorrido se inicia y se acaba en La Galga, Puntallana, en la caseta de información de Medioambiente que se ve a lo largo de la carretera LP 1, una vez atravesado el túnel que se encuentra tras pasar el barrio de La Galga, en dirección San Andrés y Sauces. La distancia total es de 12, 4 km, con un desnivel acumulado de tan solo 750 metros, y el tiempo estimado para realizar ida y vuelta es de 3 horas. La ruta transcurre por parte del Parque Natural de Las Nieves, un espacio natural protegido tan espectacular que no permite que apagues tu cámara fotográfica. Tienes dos opciones: o bien entrar hasta el mismo Cubo de la Galga y regresar o bien subir al mirador de Somada Alta para luego volver, o continuar el camino hasta la iglesia de San Bartolomé para, después, seguir por la carretera hasta el punto en el que dejaste el vehículo. La primera de ellas es un recorrido circular por la zona más vistosa e interesante del sendero: la laurisilva del Cubo de La Galga, que es una selva templada o bosque laurifolio, propio de la Macaronesia y que en la Isla Bonita sólo se encuentra en la zona Noreste de La Palma, en las Islas Canarias. Se caracteriza por sus grandes árboles, frondosos y espectaculares helechos y vegetación de laurisilva. Tendrás la sensación de estar en una selva tropical. Presta especial atención al sonido de los pájaros y al tímido rayo de sol que intenta penetrar en la espesura. Todo un espectáculo con todas las variedades de verde. La segunda es una continuación de la anterior subiendo hasta el Mirador de Somada Alta desde el que obtendrás impresionantes vistas sobre la zona para luego descender de la manera explicada.
Valencia– Pico Bejenado - Valencia
Y para poder ir en familia os recomendamos este paseo. Se trata de un sendero circular, que si se hace entero es de, 10 kilómetros pasando de un desnivel de 1.100 a 1.800 metros. El tiempo estimado para realizarlo es de 3 horas La ruta transcurre En los límites del Parque Nacional de La Caldera de Taburiente. Podemos llegar en coche hasta el final de la pista del barrio de Valencia. Desde allí veremos la señalización del sendero PR LP 13.3 que nos lleva al Bejenado. Una hora y media de ascensión en zigzag entre pinos nos llevará a la cumbre de este pico. Soberbias son las vistas que desde allí se obtendrán tanto hacia el interior del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente como hacia la Ruta de los Volcanes y todo el Valle de Aridane. Ah, no te olvides firmar en el libro de visitas que encontrarás allí mismo. Después la vuelta será todo un bálsamo, ya que es en bajada hasta el punto de inicio. Seguro que llegamos con incontenibles ganas de comer y reponer fuerzas.
Éstas tan solo han sido tres rutas de las muchas posibles –con diferentes niveles de dificultad- con las que poder extraer el máximo rendimiento a la diversidad paisajística de esta isla, con propuestas que pasan por los sitios más emblemáticos: Pinar, Parque Nacional, Laurisilva, Puerto Tazacorte, volcanes, dragos, pueblecitos por los que no ha pasado el tiempo, almendros en flor, costas acantiladas, etc. Más información en el Patronato de Turismo de La Palma.
¿A qué esperas para descubrir La Palma, la Isla Bonita? Consulta nuestros vuelos aquí.
Texto y fotos del Patronato de Turismo de La Palma
+ infoDe paseo por la Marsella alternativa
Primero las malas noticias: Marsella no es París. A diferencia de su histórico rival, la segunda ciudad más grande de Francia no tiene museos de primer orden, monumentos despampanantes u hordas de japoneses haciendo colas en Louis Vuitton. ¿Las buenas noticias? Pues que Marsella no es París. Acariciada por el Mediterráneo, esta ciudad de sol brillante, población multicultural y suburbios en pleno centro, es un rara avis de tal calibre que se ha ganado a pulso el apodo de Planète Mars (Planeta Marte).
Con uno de los puertos más importantes del Mediterráneo, un urbanismo caótico y una reputación de capital decadente que la persigue desde hace décadas, Marsella es sobre todo el enfant terrible de Francia; una ciudad ruidosa, dinámica y llena de contrastes, dónde los mercados callejeros inundan la calzada, los graffitis cubren las paredes, el olor a salitre impregna la ropa, y el Olympique de Marsella es la argamasa que lo une todo.
Apartada de los destinos turísticos habituales, las tornas han cambiado desde que en 2013 fuera elegida Capital Europea de la Cultura. Zaha Hadid, Jean Nouvel y Norman Foster, todos tiene sus edificios vanguardistas en el flamante frente marítimo. Pero la vida bohemia se encuentra tierra adentro, y es allí dónde nos dirigimos. Con un mapa en el bolsillo, ¡empezamos un tour urbano-bobo-alternativo por la capital de la Provenza!
En La Friche la Belle de Mai
Una antigua fábrica de tabaco en la estación Saint-Charles es el centro cultural más activo de Marsella. ¡Hemos llegado a La Friche! Espacios de exposición, residencias de artistas, teatro, rampas de skate, e incluso una guardería se mezclan aquí. Un todo en un uno híbrido y en flujo constante, volcado en la creación actual dónde el espíritu comunitario está a la altura de su extenso programa.
Sube a la azotea, las vistas de la ciudad son espectaculares, y su inmensa terraza se llena hasta la bandera en verano, acogiendo fiestas con DJs invitados y cine al aire libre los domingos. Durante el resto del año la música no cesa, y en Le Cabaret Aléatoire hay sesiones que van del rock al hip-hop.
Si tienes hambre, dirígete a La Salle des Machines, un bar-librería dónde puedes tomar un café au lait mientras hojeas el catálogo de las últimas expos. Pero si lo que quieres es comer, Les Grandes Tables es tu sitio; aquí el menú cambia cada día pero nunca falta el clásico steak tartar ni la ensalada César; los lunes se instala un mercado de productores locales, y ya sabéis que para esto de los mercados los franceses no tienen rival.
En el exterior, bordeando las naves y con los TGVs pasando a ras, un parque urbano con paredes de graffitis anuncia que ‘Skateboarding is not a crime’. Aquí, los skaters hacen sus trucos, mientras otros juegan a basquet, escalan en el rocódromo, juegan en la zona infantil o trabajan en el huerto comunitario. Y es que Marsella es esto, un magma heterogéneo dónde todo y todos se mezclan.
Unos metros al oeste, entre las calles laberínticas de La Belle de Mai, se abre paso Le Gyptis Cinéma. Su programa (¡en versión original!) es tan ecléctico como la misma ciudad; aquí se proyectan ciclos temáticos, clásicos, títulos imposibles de encontrar en Internet y pelis para niños. Su fachada ha sido colonizada por retratos de los habitantes del barrio, resultado de un proyecto de street art colectivo que pone cara a las gentes del lugar.
Y con esta imagen en la retina, tomamos rumbo hacia el Cours Julien, el núcleo duro de la movida urbana marsellesa.
Alrededor del Cours Julien: Street Art & Urban Vibe
Alternativo, desenfadado y colorista. El Cours Ju, como lo llaman los locales, es el barrio del momento. Coge el metro hasta Notre Dame du Mont, ¡la subida desde el puerto es de infarto! Distrito de artistas, músicos y diseñadores, y bastión tomado por la modernísima comunidad bobo (término con el que los franceses designan a los burgueses-bohemios), el Cours Ju es un sin fin de cafés de moda, restaurantes de todo tipo, tiendas vintage, y calles inundadas de graffitis a todo color.
Y es que ningún otro lugar del ‘Hexagone' exhibe un despliegue de arte urbano de tal envergadura. Innumerables murales colonizan las fachadas de la Rue Vian, Pastoret y Bussy l’Indien con temas reivindicativos de corte social, referencias a la cultura pop, o anuncios de los cafés que se esconden en su interior. No en vano, el street art en Marsella es parte de su ADN urbano, rebelde y multicultural tanto como su archiconocido hip hop, y prueba de ello es éste trepidante vídeo a ritmo de rap local.
Ante semejante telón de fondo, galerías de arte, terrazas, cafés y comercios alternativos que venden desde ropa a los artículos para el hogar, inundan cada metro cuadrado del Kreuzberg marsellés. Lo mejor: perderse por el caótico entramado de calles peatonales y dejarse llevar por su ambiente relajado.
En el mismo Cours, la multifacética concept-store Oogie vende ropa y libros, sirve comida y alberga una peluquería dónde se celebran fiestas con DJs. Muy cerca, La Licorne produce jabones usando técnicas tradicionales. Y en la Rue Trois Frères Barthélémy, la microcervecería Brasserie de la Plaine vende cervezas artesanas y tiene un bistro dónde devorar la ‘Formule du Jour’ -el menú del día que normalmente incluye un entrante, un plato y el postre por unos 10€- con cocina de mercado.
El sitio cool por antonomasia es el WAAW, en la Rue Pastoret. A medio camino entre bistro y centro cultural, el WAAW acoge desde presentaciones a talleres de serigrafía, y es el mejor sitio para hacer una parada técnica, tomar el plato del día, o encarar la noche con un ‘pastís' o un ‘rosé’ a la hora del popular apéro -aperitivo alcohólico que se toma antes de cenar.
Por la noche se da paso a las copas y la música. En la plaza Jean Jaurès, L’Intermédiaire es uno de los mejores locales con música alternativa en vivo y DJ Sets. Justo al lado, Au Petit Nice ofrece un montón de cervezas en un patio interior dónde pasar las horas. Y en La Dame Noir los hipsters hacen cola para entrar en el club más cotizadode la zona.
Pero por si no hubiera suficiente, un mercado de productores locales se instala en el Cours Ju cada miércoles por la mañana; los domingos es el turno de los sellos; y el segundo sábado del mes se venden libros de segunda mano. El mercado de La Plaine, en la plaza Jean Jaurès, vende fruta, verduras, queso, pescado, comida para llevar, zapatos baratos y accesorios de toda clase cada martes, jueves y sábados por la mañana, mientras que los miércoles es el día de las flores.
¡Y es que el Cours Ju tiene un ‘no sé qué’ especial que engancha! Anímate a conocer la Marsella más cosmopolita y reserva tu Vueling aquí!
Texto de Núria Gurina i Puig para Los Viajes de ISABELYLUIS
Fotos de Caroline Dutrey, Coralie Filippini, JeanneMenjoulet&Cie, marcovdz, Pop H
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