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10 anécdotas sobre el concierto de Oasis en Knebworth

Knebworth no es más que una aldea ubicada en el norte de Hertfordshire, a poco más de media hora en tren desde el centro de Londres. El pueblo original, ahora conocido como Old Knebworth, está ubicado alrededor de Knebworth House, una notable mansión Tudor, con un precioso salón de banquetes jacobeo que cuenta con una fachada neogótica. El desarrollo de la nueva aldea Knebworth se inició en el siglo XIX a una milla al este de Old Knebworth junto a la nueva estación de ferrocarriles y la autopista A1. Pero fue a partir de la década de los 70 del siglo pasado cuando la población se empezó a hacer famosa gracias a la celebración allí de mastodónticos conciertos. Los primeros en congregar a decenas de miles de fans fueron Led Zeppelin, Pink Floyd y The Rolling Stones. Y ya en los 80 y 90, el espacio albergó eventos en forma de festival con bandas como Genesis, Dire Straits, Eric Clapton o Elton John.

Pero la palma se la llevaron Oasis, que aglomeraron en un par de noches a nada menos que a un cuarto de millón de personas. Inglaterra, o mejor dicho, el mundo entero se encontraba imbuido en la fiebre Oasis. No sucedía nada similar desde la época de los Beatles. Sus managers vieron el filón y decidieron ofrecer el espectáculo de sus pupilos al mayor número de fans posible, ¿y qué mejor localización que una explanada bien comunicada con la city? Así fue como en la tarde del 10 de agosto de 1996, los miembros de Oasis descienden en helicóptero con cara de alucinación infinita. Os recomendamos que veáis el documental “Supersonic” de Mat Whitecross –estrenado recientemente en nuestro país durante la última edición de In-Edit-. El film narra la historia de la banda desde el punto de vista de sus dos líderes, Liam y Noel Gallagher, en un tramo de sus carreras que va desde sus inicios hasta la celebración de estos dos macro conciertos. Pero, aparte de todos los récords, qué más ocurrió a lo largo de esas 48 horas? A continuación os narramos 10 anécdotas curiosas que seguro desconocías.

1. Dos millones y medio de personas solicitaron entradas

Más del cuatro por ciento de la población inglesa solicitó entradas para ver Oasis en Knebworth, la mayor demanda de tickets para conciertos de la historia británica. Unas 250.000 personas llegaron a ver a la banda durante dos noches -otro récord- pero increíblemente, Oasis podría haber vendido otros 18 shows de Knebworth.

2. Se cree que había 7.000 personas en la lista de invitados

Esta cifra ha resultado imposible de verificar, pero está claro que fueron varios miles. Pero lo que realmente nos llama la atención son los informes de testigos presenciales, que muestran un cuadro de excesos inimaginable en el backstage. Por lo visto una inmensa carpa estaba llena de bares, con barras bien surtidas. Hubo barra libre durante los dos días. Eso sí, también había helados gratis y golosinas. Además una serie de magos y caricaturistas se encargaron de amenizar la espera previa a los directos.

3. Se necesitaron 3.000 profesionales para organizar el concierto

No fue para menos. El equipo incluía 11 torres de altavoces, las cuales se erigieron a distancias cada vez mayores con el fin de que todo el mundo pudiera escuchar con la misma intensidad los acordes de Noes y los gruñidos de Liam.

4. Los conciertos tuvieron su emisora de radio para la ocasión

Radio Supernova emitió en el 106.6 de la FM, para un radio de 20 millas. Durante los días que estuvo en funcionamiento no pararon de sonar los himnos de Oasis, así como canciones de las bandas que ejercieron de teloneros. Además se daba información referente al concierto y los accesos, así como al transporte hasta el recinto.

5. John Squire tenía la gripe cuando tocó como invitado en «Champagne Supernova»

Para muchos, uno de los puntos álgidos de la noche fue cuando apareció su compatriota mancuniano John Squire. Hacía tan solo un par de meses que había dejado a The Stone Roses y el guitarrista apareció para espolvorear algo de magia sobre “Champagne Supernova” y “I Am The Walrus”. Unos día más tarde Noel Gallagher reveló a NME, que actúo mientras pasaba por un proceso gripal severo.

6. Los VIPs recibieron sus propios prismáticos, marca Oasis

Fue irónico, ya que la zona VIP era el único lugar donde realmente se podía ver el concierto sin necesidad de binoculares. Para colmo, los de Manchester contaban con el apoyo visual del muro de vídeo más grande del planeta de la época. Bueno, todos hemos recibido algún regalo que no viene a cuento. Los invitados de los Gallagher no iban a ser menos.

7. The Charlatans apoyaron a Oasis apenas tres semanas después de la muerte de su teclista Rob Collins

Para The Charlatans, Knebworth fue una ocasión agridulce. Por un lado, representó una reivindicación para una banda que fue abanderada del movimiento madchester a principios de los 90. Pero por otro, tuvieron que hacerlo sin su carismático teclista Rob Collins, que murió en un accidente de coche tres semanas antes. Un momento conmovedor fue cuando Liam Gallagher le dedicó la canción “Cast No Shadow” al Charlatan caído.

8. Hubo sólo 10 arrestos durante los dos días

Lo cual es bastante sorprendente, dado el número de personas presentes. ¿Cómo lo hicieron? Lo cierto es que, aunque parezca mentira los fans de Oasis son especialmente respetuosos con la ley.

9. Noel no recuerda nada

Como se solía decir en la época, “si usted puede recordar algo del Britpop, quiere decir que usted no estuvo allí”. Y el recuerdo de Noel de aquella época está lleno de agujeros. En alguna ocasión ha llegado a declarar: "Incluso ahora, si cierro los ojos, no puedo recordar el momento en el que me encontraba sobre el escenario".

10. Un miembro de Oasis piensa que deberían haberse separado inmediatamente después

"Siempre pensé que deberíamos habernos retirado después de la segunda noche en Knebworth", dijo el guitarrista Paul 'Bonehead' Arthurs a The Guardian en 2009. En retrospectiva, es fácil ver que Oasis nunca superarían lo logrado en Knebworth. Pero, ¿quién es lo suficientemente valiente como para abandonar un grupo que se encuentra en la cresta de la ola? Bonehead finalmente renunció en 1999 y volvió a ser un tipo normal.

Ya sabes algo más sobre el mítico concierto de la última gran banda de Inglaterra. Ahora solo te falta conocer el espacio donde pasó todo. Vamos, siéntete “Supersonic” y consulta nuestros vuelos aquí.

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de Wikipedia Commons

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Atenas contemporánea

La primera edición se celebró el año 1955, desde entonces cada cinco años Kassel alberga la Documenta. Llegando a su decimocuarta edición, el acontecimiento de cultura moderna hace las maletas y por primera vez en su historia se traslada hasta Atenas. Bajo el título de Learning from Athens y destacando aquellas propuestas con connotaciones políticas, este 2017 la capital griega comparte titularidad con la ciudad alemana y desde el 8 de abril y hasta el 16 de julio acoge el mayor y más importante certamen de arte contemporáneo de Europa. Coincidiendo con el aterrizaje de la Documenta en latitudes helenas, nos olvidamos de la Acrópolis para perdernos por la Atenas más actual.

Museo de Arte Contemporáneo
Inaugurado el 2014, el Museo Nacional de Arte Contemporáneo (EMST), será la sede de la muestra central de la Documenta. Una exposición que recogerá obras de más de 80 artistas, siendo el eje central un viaje de tintes oscuros desde el colonialismo hasta el pragmatismo económico actual. El museo, una de las principales y más interesantes galerías de Grecia, se encuentra ubicado en la antigua sede de la Cervecería Fix (edificio erigido en 1962 sobre los planos trazados por el arquitecto Takis Zenetos en colaboración con Margaritis Apostolidis). Desaparecida en 1982, durante décadas fue la cerveza más popular del país. Avenida Kallirrois y Calle Amvr. Frantzi

Exarchia
Si lo que te interesa es la contracultura debes visitar sí o sí el barrio de Exarchia. Bastión anarquista ateniense, fue el escenario de las principales manifestaciones que vivió la ciudad en los momentos más difíciles de la crisis económica; Exarchia es lo más parecido a una interminable galería de arte al aire libre. Impresionante muestra de cultura callejera, aquí todo trozo de fachada es un lienzo en potencia, imposible encontrar un pedazo de pared que no esté cubierta de grafitis. Versión ateniense del Raval barcelonés, Malasaña madrileño, Camden londinense o Kreuzberg berlinés, en Exarchia también encontraréis algunos de los mejores cafés de la capital griega así como las más recomendables librerías y tiendas de cómics, discos y ropa de segunda mano. 

Technopolis
En el barrio de Gazi, en pleno corazón de Atenas, daréis con este antiguo complejo industrial reconvertido en un inmenso centro cultural nacido con la finalidad de dar impulso a la escena artística, así como la promoción de la herencia industrial (desde 2013 acoge el Museo de gas Industrial) y la concienciación de la gente en temas de carácter social. Construida en 1857, originalmente este complejo fue una fábrica de gas. Hoy en día, entre chimeneas, hornos y enormes depósitos de gas que dan testimonio de su pasado, Technopolis acoge, casi a diario, imperdibles eventos  de música, cine, teatro, artes plásticas... como la Semana de la Moda o el Festival de Jazz de Atenas. Calle Pireos, 100

Teatro Embros
Teatro autogestionado con una de las agendas culturales más efervescentes de Atenas. Encontraréis el Teatro Embros en lo que en el pasado fue el edificio de una de las editoriales más potentes de Atenas. Pero cuando el negocio se fue a pique, se vieron obligados a vender el inmueble. Lo compró una muy popular compañía teatral que hizo del local una de las salas más concurridas de la capital ateniense. La aventura, sin embargo, no duró demasiado. La compañía se dividió en dos, y el edificio cayó en desuso. En 2010 la sala fue adquirida por el ayuntamiento de Atenas, pero frente a una actividad nula un grupo de actores decidió ocupar el teatro. Desde entonces la sala acoge todo tipo de actividades artísticas y culturales a la vez que también funciona como centro social. Calle Riga Palamidou, 3

Antigua prisión de la Gestapo
Sorprende que un lugar del peso histórico de esta antigua prisión sea ignorado por la gran mayoría de guías turísticas. Tenéis que dirigiros hasta la calle Korai, justo frente a la estación de metro de Panepistimio. Ahí podréis adentraros en lo que amagó una prisión clandestina de la Gestapo nazi. Presidio subrepticio, actual y oficialmente denominado Lugar de Memoria Histórica, en el que durante la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial se encerraba a comunistas y demás miembros y representantes de la izquierda griega. Visita de alta carga emotiva, destaca la galería de pinturas y tallas realizadas por los revolucionarios durante su confinamiento. Calle Korai, 4

Booze Cooperativa
Uno de los locales favoritos por el moderneo local. Espacio multiusos, por la mañana reluce como un café de especialidad, refugio de barbudos trabajando con sus portátiles. Tras la hora de comer, concepto que en Grecia puede ir de las tres del mediodía a las cinco de la tarde (por cierto, muy recomendable la cocina del Booze Cooperativa) se convierte en un bullicioso bar hasta bien entrada la madrugada. Pero el gran atractivo del Booze Cooperativa es la sala de exposiciones que esconde en su sótano, galería que cobija las obras de algunos de los nombres más sugestivos de la escena artística alternativa local, y la sala de teatro que asoma en el piso de arriba, primera alternativa para los jóvenes dramaturgos atenienses. Calle Kolokotroni, 57

Αvli
Tras tanta visita cultural y artística siempre es necesario reponer fuerzas con una buena comida, más tratándose de una gastronomía como la griega. De locales donde degustar las mejores recetas tradicionales locales hay unas cuantas decenas en Atenas, pero entre todas ellas destaca el Avli, uno de los mejores rincones de la ciudad en los que degustar las especialidades griegas caseras. Y entre raciones de keftedakia, loukaniko y musaca atreveros a darle un sorbo a suouzo. De producción propia, se trata de uno de los licores  griegos más populares, característico por su alta graduación (entre 37 y 50 grados) y su fuerte sabor y olor a regaliz. Calle Agiou Dimitriou, 12

Mercadillo de Monastiraki
Todo viaje hay que completarlo con una ronda de compras. Y realizando una visita por la Atenas más alternativa, estas se deben de realizar en el Mercadillo de Monastiraki. Monastiraki es conocido como uno un de los epicentros comerciales de Atenas, núcleo de numerosas boutiques. El domingo, sin embargo, el barrio, muy especialmente la calle Ermou, se convierte en un inmenso mercado de pulgas en el que comprar desde antigüedades a libros descatalogados, vinilos, ropa de segunda mano, muebles, etc. Tras un copioso desayuno a base de tarta de queso o espinacas bajada con un Milko (el Colacao griego) o un inmenso café frappé (aunque ésta sea un especialidad de Tesalónica) el plan perfecto para un domingo por la mañana en Atenas.

Reserva tu Vueling a Atenas y anímate a conocer su escena contemporánea.

Texto de Oriol Rodríguez

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Nos vamos de concierto

Y es que el circuito de salas en Londres es inabarcable para una ciudad con una superficie de 1.572 Km2 que acoge un total de 32.000 actuaciones cada año. Allí, la cultura del directo está mucho más arraigada que en cualquier rincón de Europa. Y es que en los pubs además de degustar una pinta de cerveza o comer fish & chips es habitual poder disfrutar del directo de una banda. Y no es nada novedoso. Llevan décadas haciéndolo y nunca han tenido que lidiar con ningún bando municipal de silencio que les hiciera restringir los decibelios de sonido con un limitador. Y es que la música en Londres está considerada como bien cultural, al mismo nivel que el teatro de Shakespeare o la pintura de Turner. Ni más ni menos. 

En Londres pues, las salas no te las acabas. Puedes salir cualquier día del año que seguro darás con un concierto interesante. Basta coger una revista musical, tipo Mojo, Uncut o NME –ahora es gratuita- para echar un vistazo a su agenda y ponernos los dientes largos. Y es que en una sola noche puedes ir a ver desde una banda de jazz emblemática de los años 60, a un combo de ska jamaicano procedente de Tokyo, pasando por la reunión de una banda heavy mítica de los 80, así como los next big thing de turno. O sea, que hay de todo, para todos.

Una ventaja que ofrece Londres respecto a otras ciudades, sobretodo del sur de Europa, es el horario de los conciertos. Allí comienzan más temprano, lo cual es de agradecer si se quiere llegar a una hora decente a casa en un día laboral. Los londinenses, antes de ir al concierto pasan por la casilla obligatoria de “salida”, que en este caso es el pub. Así que os aconsejamos refrescar –es un decir, ya que las cervezas inglesas suelen ser templadas- el gaznate en alguno de los pubs que suelen colindar con las salas de concierto.

Para todos los gustos

A continuación os hacemos una selección de los que nos han llamado más la atención de nuestras últimas visitas a Londres. ¡A ver si coincidimos!

1. Eventim Apollo

Clásico donde los haya es el mítico Eventim Apollo. Diseñado por Robert Cromie en Art Deco, abrió en 1932 como el Gaumont Palace, se rebautizó como Hammersmith Odeón en 1962. Y hasta hace poco se conocía como Hammersmith Apollo. Se encuentra al Oeste de Londres y cuenta con una acústica a la altura de los grandes odeones, por eso aquí muchos grupos han grabado su disco de directo, como Duran Duran, Dire Straits o Kate Bush. Desde el 2003 las localidades no son fijas, pudiéndose acoger un total de 5.000 personas para algunos conciertos.

2. O2 Academy Brixton

También conocido como Brixton Academy, es otro de los espacios con más movimiento actualmente en Londres. Para muchos músicos ésta es, sin duda, la mejor sala de conciertos del mundo. En 1929 se inauguró con el nombre de Astoria. Esta sala también pasará a la historia de la música por haber albergado el último concierto de The Smiths el 12 de diciembre de 1986. Actualmente también funciona como discoteca y club de la comedia. Próxima cita Faithless (18/8).

3. Bush Hall

No es de las salas más veteranas, abrió sus puertas en 2001, pero sin duda es una de las más atractivas de la ciudad. Ubicada en Hammersmith, Bush Hall es una sala muy pequeña; es casi un teatro privado de corte clásico. No solo ha servido de espacio para conciertos, aquí también se celebran cenas, se han hecho sesiones fotográficas, e incluso se ha visto desfilar a Kate Moss. Entre los artistas que han ofrecido conciertos aquí se encuentran los ilustres Mark Knopfler, Nick Cave o Amy Winehouse.

4. Electric Ballroom

Camden es uno de los barrios con un poso más consistente en cuanto a locales de ocio, sobretodo desde la década de los 60. Pero Electric Ballroom es anterior. De hecho el local lleva en funcionamiento desde la década de los años 30, aunque en un primer momento se llamó The Buffalo Club y funcionó como pub. De tamaño medio, se caracteriza por poseer una acústica muy buena. Por aquí han tocado figuras de la era dorada del punk como Sid Vicious o The Clash. Pero también grandes nombres como U2, Paul McCartney, The Killers, The Smiths o Red Hot Chili Peppers.

5. Koko Club

Sin salirnos de Camden, también pasamos por Koko, un antiguo teatro, sede de la programación teatral de la BBC tras la segunda guerra mundial, y reconvertido en sala de conciertos a partir de los 70.El edificio fue conocido como Camden Palace de 1982 hasta 2004, pero cambió al nombre actual cuando fue adquirido y completamente restaurado por Oliver Bengough y Mint Entertainment.

6. Jazz Café 

El Jazz Café, es sin duda una de las mecas de la música negra en Londres. Aquí encontrarás lo mejor en cuanto a jazz, hip hop o tendencias más novedosas como el grime o el trap. Atento a su programación porque es de órdago. En las próximas semanas pasarán por su escenario: Sugarhill Gang (3/9), Pete Rock & CL Smooth (5/9), The Real Thing (24/9), Imagination (30/9) y The Herbaliser (14/10). Poca broma.

7. Roundhouse

Este antiguo galpón de motores ferroviarios pasó a ser uno recinto para los conciertos y espectáculos escénicos más importantes de Londres. Ubicado en Chalk Farm, es un monumento clasificado con el Grado II, es decir, es considerado particularmente importante o de especial interés. Su construcción data nada menos que de 1847. Tras la II Guerra Mundial fue reconvertido en espacio para artes escénicas. Roundhouse pasará a la historia por haber sido el lugar de la única actuación de The Doors en el Reino Unido en 1968. 

8. Heaven

Actualmente Heaven, es uno de los clubs con más tirón de la noche londinense. Lo encontrarás bajo los arcos de Villiers Street en pleno centro de la ciudad. The Feeling, Hurts, John Grant o Miles Kane, son sólo algunos de los grupos que han pasado por este club. Heaven abrió las puertas en los 70, imbuido por la cultura disco procedente de los USA. Pronto se convirtió en una roller disco y luego en un club de música de baile. Dispone de varias salas, y actualmente son habituales las fiestas gay heterofriendly.

9. Union Chapel

Ubicada en Islington, Union Chapel es del todo sorprendente. Se trata de una iglesia reconvertida en multi espacio. La acústica es una pasada. Además de musicales aquí se programan también conciertos. Las actuaciones son estilísticamente mucho más abiertas. En las próximas semanas, lo mismo podrás ver a The AKA Trio (23/9) – con motivo de la African Music Festival-, que a Lloyd Cole (3/11) o a Billy Bragg & Joe Henry (7 y 8/11).

10. The Camden Assembly

El club se inaugurará en septiembre de este año. Estará ubicado en el mismo lugar donde permaneció durante años el mítico Barfly, un local oscuro y pequeño, en el que era habitual dejarse media suela de las zapatillas pegada al suelo. El nuevo espacio todavía no ha desvelado su afiliación estilística. Sin duda será una de las gratas sorpresas de la temporada.

¿Harto escuchar mal los concierto en los festivales al aire libre? No esperes más y consulta nuestros vuelos para Londres, la cuna de los espectáculos musicales en directo.

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de Wikipedia Commons, Ewan Munro, Jamie Barras

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Poblenou de barrio industrial a distrito creativo

¡Bienvenidos al Poblenou! El distrito creativo más vibrante de Barcelona. Un barrio de esos de toda la vida, alejado del centro pero próximo al mar, donde el carácter popular se mezcla con las tendencias de última generación. Un espacio en continua transformación, de pasado industrial y presente cosmopolita, que combina a la perfección la modernidad y la tradición de la capital catalana.

Con un paisaje urbano en mutación constante y proyectos vanguardistas que florecen en cada esquina, el Poblenou vive su momento. Recorremos sus calles en busca de sus secretos ¡Empezamos!

Plaça de les Glòries, km 0

Ni la plaza Catalunya, ni las Ramblas, ni el paseo de Gràcia. Cuando en el siglo XIX Ildefons Cerdà ideó el trazado de la Barcelona moderna marcó ‘les Glòries' como su centro geométrico. Allí se han trasladado Els Encants Vells que con más de siete siglos de historia es uno de los mercados de pulgas más antiguos de Europa ¡y donde regatear aún es posible!. A pocos metros se alza ‘La Grapadora’, un edificio de piel gris que alberga el Disseny Hub, parada más que obligada para los amantes del buen diseño.

El pene, el supositorio, el torpedo… No hay motes suficientes para describir la Torre Agbar. Y es que este rascacielos diseñado por Jean Nouvel es motivo de un sinfín de comentarios. Dice Nouvel que sus formas rinden culto a la Sagrada Familia y a las montañas de Montserrat. No sabemos qué hay de cierto en todo ello, lo que está claro es que desde su construcción el skyline de Barcelona es un poco más ‘masculino’.

Arte, diseño, música y mucho más

Desayunamos en el Espai Joliu, una concept store que combina plantas y amor por el buen café; aquí sirven el de Nomad Coffee, tostado a pocos metros y con punto de venta en el Røaster's Home. En el local vecino, una antigua imprenta hace las veces de galería de arte; se trata de La Plataforma un espacio en el que las propuestas artísticas maridan con experiencias gastronómicas de todo tipo.

Los adictos al shopping pueden comprar muebles escandinavos en el Noak Room; renovar el armario con los estampados coloristas de Brava Fabrics, y añadir vinilos a su colección en el Ultralocal Records, punto de encuentro de los melómanos locales especializado en sellos independientes.

Si lo vuestro es el consumo cultural, la Sala Beckett programa lo último en teatro contemporáneo en un entorno modernista de primer nivel. De corte más urbano son las propuestas de La Escocesa, una antigua fábrica destinada a talleres de artista que cada año celebra el festival de murales, inundando con graffitis sus muros centenarios. Las tendencias más innovadoras se concentran en Hangar, un centro vanguardista en artes visuales ubicado en unos de los complejos industriales más destacados de la ciudad.

No podemos terminar el día sin entrar en Razzmatazz. Institución del clubbing barcelonés, cualquier joven que se precie ha pasado más de una noche en sus míticas salas. Sea indie, electrónica o conciertos en directo, en el Razz la buena música nunca cesa.

Y con los beats en la cabeza, abandonamos el Poblenou industrial para dirigirnos al corazón de la vida del barrio. ¡Nos vamos a la Rambla del Poblenou!

La Rambla del Poblenou

Punto neurálgico indiscutible, su ritmo pausado y la gente charlando al sol nos dan la pista de que esto fue y sigue siendo un pueblo. Los fines de semana se llena hasta la bandera con grupos de amigos tomando cañas en sus terrazas y en septiembre, la fiesta mayor invade las calles con verbenas, comidas populares y pasacalles. También aquí se concentran los locales con más solera de la zona y en los que nos detenemos para recobrar fuerzas.

Primera parada, un clásico entre los clásicos: Can Recasens, una charcutería fundada en 1906 que por la noche se convierte en un restaurante de cocina catalana. Su surtido de quesos, embutidos y vinos es espectacular, y además te puedes llevar a casa los productos degustados durante la cena.

No menos popular es la Orchateria El Tio Che, el palacio de la chufa. Estos horchateros de pura cepa preparan horchata 100% artesana siguiendo la misma receta desde hace 5 generaciones. En verano las colas crecen sin cesar con gente buscando alivio contra el calor en este refresco natural.

Y de la esquina más dulce a la esquina con más historia. Cruzando la calle se alza el Casino l’Aliança del Poblenou, un centro de reunión que nos transporta a los tiempos de los ateneos obreros y las luchas asociativas. Si estás por allí, entra; entre sus paredes se respira un pedazo de la historia reciente de Barcelona.

Los que quieran mojarse las pantorrillas que sigan Rambla abajo y en pocos minutos se plantaran en las playas del Bogatell y de la Mar Bella, las menos masificadas de la ciudad. En verano los chiringuitos invaden la arena y los runners recorren la orilla al ritmo de brisa marina.

El Poblenou marinero

Tomamos rumbo a tierra firme en dirección a la Plaça Prim, lugar de residencia de los pescadores en los siglos XIX y XX, esta pequeña plaza se resiste al paso del tiempo. En una ubicación privilegiada se encuentra Els Pescadors, antigua taberna marinera y unos de los restaurantes de pescado con más historia de la ciudad; aquí las especialidades son los productos del mar traídos a diario de las lonjas vecinas.

Detenidas en el tiempo también permanecen las calles cercanas, donde reina la calma propia de los pueblos costeros. Una calma que contrasta con el ajetreo de la calle Marià Aguiló, eje comercial por excelencia y donde nos topamos con La Pubilla del Taulat, un bar bodega abierto en 1886 (¡el más antiguo del Poblenou!) en el que se puede tapear y tomar unos vinos a cualquier hora del día.

No menos mítico es el bar El Timbal. Situado junto a la antigua fábrica textil de Can Felipa, la fama de sus bravas es conocida en toda la ciudad; las hacen al horno, con su piel y coronadas con unall-i-olipara chuparse los dedos. Las puedes acompañar con platos caseros a precios ajustados mientras tomas unas cañas en su concurrida terraza.

De Palo Alto al Fórum: pasado industrial, presente creativo

Una chimenea de ladrillo rojo nos da la bienvenida a Palo Alto. Esta antigua fábrica textil es una isla urbana única en su especie. Convertida en hub creativo, hoy multitud de diseñadores, arquitectos y artistas ocupan sus naves inyectando nuevas tendencias. Pasea por su selvático jardín y prueba el menú de La Cantina, un restaurante de cocina tradicional que los viernes sirve un arroz buenísimo. Además, Palo Alto es sede del concurrido Palo Alto Market, un mercado mensual donde se reúne la ‘gente guapa’ de la ciudad para conocer las últimas propuestas de los diseñadores locales.

Si las energías escasean, hacemos parada y fonda en el Bar Tras-paso, un local bohemio, colorista y de sabores afrancesados en el que terminar la noche con un magret de pato y charlar hasta las tantas con una copa de vino en la mano.

Pero si todavía os queda aliento, subimos a la Torre de les Aigües del Besòs, testigo del pasado industrial de la zona y donde a mediados de los 90 la banda británica Blur grabó el videoclip On Your Own. Desde su mirador a 60 metros de altura las vistas de la ciudad son impresionantes.

Y desde las alturas, con el mar a pocos metros, los rascacielos de Diagonal Mar, el Tibidabo, Montjuïc y la explanada del Fórum en el fondo, nos despedimos. Hemos llegado a los márgenes de la ciudad y es hora de tomar un nuevo rumbo.

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Texto de Núria Gurina 

Fotos de: Matt Cornish, filippsh, Adrià Goula, Joanbrebo, Espai Joliu, Santmarti.info, Selbymay/Wikicommons, Mathieu Thouvenin

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