Iníciate en el slow tourism en la provincia Ferrara
Slow tourism, ¿qué es eso?
¿Quién no ha acabado estresado en algún viaje? Llegamos a un determinado destino y nos empeñamos en “fichar” en todos los monumentos y lugares que nos indica la guía, así día tras día, hasta que de repente nos damos cuenta de que hemos regresado y que tenemos un recuerdo confuso y agotador de todo lo que hemos hecho y visto.
Existe una alternativa al turismo tradicional conocida como el slow tourism (turismo lento), heredera de la corriente cultural conocida como movimiento lento, que pretende dar una vuelta a todo esto. En esencia, se trata de tomarnos nuestro tiempo a la hora de visitar una determinada ciudad o región, permitiéndonos conocer en mayor profundidad el espacio, entrar en contacto con sus gentes y adentrarnos en su cultura. Estamos pues, ante un modelo más sostenible de turismo, estrechamente asociado a la realización de actividades en la naturaleza, aunque no exclusivamente.
Situada en el norte de Italia, en la región de Emilia Romaña, la provincia de Ferrara cuenta con dos puntos fundamentales en los que poner en práctica elslow tourism: su capital, Ferrara, conocida por ser uno de los destinos más tranquilos de Italia, y el Delta del Po, que permite hacer infinidad de actividades en la naturaleza. Si a esto le añadimos el buen carácter de sus habitantes y su rica gastronomía, ya no tenemos excusa alguna para no tomarnos nuestro tiempo en conocer esta provincia.
El Valli di Comacchio, un paseo por la naturaleza
Uno de sus principales motores económicos de la provincia de Ferrara es el Delta del Po, que le proporciona un territorio muy fértil para el cultivo de fruta y cereales, y un espacio perfecto para la pesca. También destacan la riqueza de su fauna y su flora, motivo por el cual en 1999 fue incorporado dentro del Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco.
Localizado en el sur del Parque del Delta del Po, entre Comacchio y el río Reno, se encuentra el Valli di Comacchio, espacio de visita obligada debido a la originalidad y belleza de su paisaje. Es un terreno pantanoso de unos 11.000 hectáreas de extensión en el que se alternan los espacios de agua salada y salobre, que se caracteriza por ser especialmente llano. La mejor manera de recorrer la zona es en bicicleta, para la que se han diseñado diversas rutas por caminos bastante cómodos de recorrer. También se organizan excursiones a pie, a caballo o en barca. Una de las principales actividades a realizar es el avistamiento de aves, entre las que se puede encontrar ánades reales, flamencos rosas, garzas y cormoranes.
En el centro de este espacio natural se encuentra la localidad de Comacchio, que cuenta con la particularidad de haber sido construida sobre 13 islas unidas entre ellas por puentes y canales. No en vano, en más de una guía se la denomina “la pequeña Venecia”. Como la pesca es una de los principales actividades de la zona, no olvidéis probar su principal especialidad culinaria, la anguilla marinata (anguila marinada), que siguen elaborando siguiendo la antigua receta tradicional. Si queréis saber más sobre la fabricación de este producto, os recomendamos la visita a la Manifattura dei Marinati.
Ferrara, tranquilidad, Renacimiento y muchas bicicletas
Ferrara es la ciudad perfecta para aquellos que buscan la calma acompañada de una buena dosis de arte. De origen medieval, gobernada en el pasado por la familia de los Este, destaca el proyecto urbanístico del arquitecto Biagio Rossetti, que la convirtió en uno de los principales destinos renacentistas de Italia. De imprescindible visita son el Castello Estense, en el centro de la ciudad, con foso incluido, el Duomo, la Via delle Volte y el antiguo ghetto judío. De sus magníficos palacios renacentistas, convertidos la mayoría de ellos en museos, destacan el Palazzo del Comune, el Palazzo della Ragione y el Palazzo dei Diamanti, con sus característicos bloques en forma de diamante.
Uno de los aspectos que llama la atención al visitar esta ciudad es el gran número de bicicletas que circulan por ella, pudiéndonos llegar a recordar a Amsterdam. Os recomendamos que alquiléis una bicicleta y aprovechéis para hacer un bonito paseo alrededor de sus murallas, no os defraudará.
Entre las especialidades gastronómicas no dudéis en probar el pasticcio di maccheroni (pastel de macarrones gratinado al horno con Parmesano), la salama da sugo (embutido de cerdo asado que se suele acompañar de puré de patata) y el pan de Ferrara, del que destacan su sabor y su peculiar forma, con cuatro curruscos.
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Textos ISABELYLUIS Comunicación
Fotos Archivio Fotografico della Provincia di Ferrara (Photo Archive of the Province of Ferrara)
+ infoUna ruta por Hamburgo
Lo primero que nos llamó la atención en el Puerto de Hamburgo y, que nos dicen está muy de moda, son lo que llaman fiestas de playa, en las que terrazas y locales cercanas del puerto instalan hamacas, palmeras y forran sus suelos de arena de playa. Todo para imitar, en la medida que el clima de esta fría ciudad lo permite, los cafés ibicencos y sus puestas de sol. Música lounge, mojitos y caipiriñas en locales como Hamburg del Mar (en St.-Pauli-Landungsbrücken/Parkdeck) o el HCBC.
Una de las mayores atracciones de Hamburgo es su Fischmarkt, o mercado del pescado de Hamburgo (en Große Elbstraße 137), un gran y bullicioso mercado al aire libre que se instala al lado de la histórica sala de subasta de pescado, donde también se celebran conciertos a los que se puede asistir con toda la familia. Conviene madrugar un poco si quieres hacerte con el mejor género porque sólo se abre los domingos entre las 05:00 horas y las 09:00 horas.
También paseando por el puerto te encontrarás con la gran Ciudad Almacén de Hamburgo, el Speicherstadt, con sus calles de adoquín atravesadas por canales y sus edificios de ladrillo rojo. Se construyó entre el año 1883 y el 1927 y al principio uno de los almacenes más grandes del mundo, donde se ordenaban las mercancías que llegaban al puerto. Ahora encontrarás algunos restaurantes y museos.
El puerto de Hamburgo está sufriendo grandes modificaciones. En una enorme zona que tenían sin construir se diseño un gran plan urbanístico para recuperarlo, en lo que se llama HafenCity y en la que se están construyendo viviendas y oficinas. Pero sobre todas estas edificaciones destaca la Elbphilharmonie, la impresionante Filarmónica del Elba que está previsto que se inaugure en el 2014. Sobre uno de los antiguos almacenes del puerto se está construyendo una especie de corona de cristal que albergará una sala de conciertos para más de 2.000 espectadores.
Nos comentan que Hamburgo tiene dos marcas de cervezas que se fabrican en la misma ciudad. Una de ellas es la cerveza Astra, que se elabora en St Pauli, y que reconoceréis rápidamente por el símbolo del corazón rojo, que es también un símbolo portuario. La otra cerveza propia de la ciudad es la Holsten que se elabora en el barrio de Altona-Nord.
Para comer nos gustaron en particular estos 3 sitios:
1.- Bullerei con su agradable terraza y donde preparan un saludable menú entre semana.
2 – Fischhandel con sus mesas altas en la calle Colonnaden para compartir y en el que se elabora un único pero muy completo y económico plato que todo el mundo pide y que cuesta 6,5€. Haces el pedido en el interior del local y te avisan con un toque de campana cuando lo tienen listo. Nosotros comimos un gran plato de fussini con verduras, setas y un buen trozo de pescado que nos supo a gloria. Al acabar de comer, todo el mundo vuelve a llevar su plato al interior, con lo que se ahorran el servicio de mesas y hace que todo salga muy económico.
3 – Gröninger Privatbrauerei en el que se sirven típicos platos bávaros. Enormes codillos, embutidos como el leberkäse, el tradicional chucrut (ensalada de col agria) o el bratkartoffeln (patatas salteadas). Prepárate para hincharte porque aquí las raciones se sirven a lo grande. Y el lugar es muy cálido y pintoresco con enormes mesas de madera para compartir.
Sin duda la calle más famosa de Hamburgo es Reeperbahn en Sankt Pauli con sus sex shops, clubs de striptease y bares de todo tipo. Es aquí donde los Beatles iniciaron su carrera en 1960. Su primer concierto fue en el club Indra pero donde realmente empezaron a darse a conocer es en el Star Club. El local ya no existe pero sí una placa que recuerda su paso por la ciudad. Aquí encontrarás toda la ruta que recuerda el paso de los de Liverpool por la ciudad.
También es muy conocido por su equipo de fútbol, el FC St Pauli, muy querido por todos los hamburgueses y cuyo símbolo en una calavera pirata. Puedes comprar camisetas y toda clase de gadgets del FC St Pauli en la tienda que tienen al lado del campo de fútbol o en otra tienda más céntrica en la misma calle Reeperbahn 63-65.
Außenalster es uno de los lagos artificiales que forma el río Alster en el centro de la ciudad. Es uno de los lugares preferidos para disfrutar de un día soleado, el punto de reunión de los habitantes de Hamburgo, en el que realizar diferentes deportes y actividades.
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+ infoGuía por la Bruselas de Tintín
Sabemos que Tintín viajó por América, la Unión Soviética, China, Suramérica… ¡incluso llegó a pisar la Luna! Pero, ¿dónde vivía el entrañable periodista creado por Hergé? Aunque el dibujante nunca lo expuso abiertamente, es incuestionable que Bruselas, la ciudad en la que vivió a lo largo de toda su vida, se asoma a las viñetas siempre que el irónico reportero y su fiel Milú están en casa. Nos adentramos en las aventuras de Tintín y descubrimos los palacios, museos, hoteles, teatros y parques de la capital belga que Hergé transformó en imágenes de cómic.
Al regresar de sus primeras aventuras en el país de los soviets, Tintín y Milú son recibidos como héroes por una multitud en la Estación del Norte, copia exacta de la antigua Gare du Midide Bruselas. En la actual terminal reluce un mural inspirado en una viñeta de Tintín en América que celebra el centenario del nacimiento de Georges Remi “Hergé”.
En la segunda de sus 24 aventuras, el icónico reportero y su fiel amigo viajan hasta el Congo, en un volumen que, seguramente, Hergé empezó a imaginar tras diversas visitas al Museo Real de África Central. Entre muchos otros guiños, el hombre-leopardo que amenaza a Tintín en el cómic imita la estatua de Paul Wissart expuesta en el museo.
El 26 de la calle del Labrador es una dirección de sobras conocida por los tintinófilos. Citada por primera vez en La oreja rota, no la busquéis en el callejero de Bruselas. Mejor os acercáis hasta el 26 de la rue Terre-Neuve. Ahí os toparéis con un edificio muuuuy parecido al que esconde el piso del joven periodista.
Erigido a finales del siglo XIX en la zona sur del Parque Real, el Palacio Real reluce como uno de los puntos más representativos de Bruselas. Edificio majestuoso, sirvió de modelo a Hergé para dar forma al Palacio Real de Muskar XII, rey de Syldavia, en El Cetro de Ottokar.
El Marché aux Puces de la Place du Jeu es desde 1873 el paraíso de coleccionistas, anticuarios, cazadores de tesoros, y buscadores de baratijas de Bruselas. Fue en este mercadillo de pulgas donde Tintín descubrió la maqueta del viejo velero con la que se inicia El secreto del Unicornio.
Las 7 bolas de cristales, muy probablemente, la historia en la que Hergé robó más imágenes del trazado arquitectónico de Bruselas. En la decimotercera entrega de las aventuras de Tintín aparece, por ejemplo, el Metropole, uno de los hoteles más emblemáticos de la ciudad. También podemos reconocer el teatro La Monnaie, en el cómic renombrado como de Palacio de Music-Hall. Y la mansión en la que reside el profesor Bergamotte es un calco exacto de la fastuosa villa del número 6 de la Avenida de Delleur.
En Las 7 bolas de cristal también nos encontramos con el personaje de Rascar Capac, momia inspirada en una de las reliquias que se exponen en el Museo del Cincuentenario. Galería habitualmente visitada por Hergé en busca de ideas, donde también descubrió el fetiche que le inspiró la figura Arumbaya que centra la trama de La oreja rota.
Otro de los epicentros tintinófilos por excelencia es Uccle; al sur de Bruselas, una de las 19 municipalidades que conforman la capital belga. En Uccle encontramos el Planetarium de Bruselas, observatorio que Hergé dibujó en La estrella misteriosa. Destacar que en el Centro Cultural d’Uccle hay una estatua de Tintín y que en el cementerio de la localidad, a escasa distancia de la casa en la que vivió hasta su muerte, está la tumba del dibujante. En el33 de la rue Philippe-Baucq, en el mucho más céntrico barrio de Etterbeek, una placa recuerda que allí nació Georges Remi “Hergé” (la vivienda no se puede visitar).
En Louvain-la-Neuve, a menos de 30 minutos del centro de Bruselas, hallamos el Museo Hergé. Diseñado por el arquitecto francés Christian de Portzamparc, repartidas entre sus tres plantas y 8 salas de exposiciones, el museo atesora 80 planchas originales, 800 fotografías e infinidad de documentos y objetos varios relacionados con la vida y la obra del padre de Tintín y Milú.
Igual de recomendable para los amantes de Tintín en particular, y del noveno arte en general, es la visita al Museo del Cómic de Bruselas (Rue des Sables 20), donde se exponen miles de creaciones originales de algunos de las más relevantes creaciones del mundo del tebeo con denominación de origen belga: Los Pitufos, Lucky Luke, Spirou, Tintín…
El inmenso dragón de El Loto Azul pintado en el suelo en la entrada del 13 de la rue de la Collineos anunciará que habéis encontrado la Boutique Tintín. Sin duda alguna, la tienda ideal en la que abasteceros de todo tipo de objetos y recuerdos relacionados con nuestro reportero favorito y su entrañable tropa de compañeros de viñetas.
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Texto de Oriol Rodríguez para Los Viajes de ISABELYLUIS
Imágenes de Oscar W. Rasson, Julien, Andrea Carrozzo, CTJ71081, Dustin Hackert, Laurence Livermore, Su-Lin, Stephane Mignon
+ infoUn paseo por Verona
Situada en la región del Véneto, en el Norte de Italia, Verona es una ciudad de imprescindible visita si se viaja al norte de Italia. Sus monumentos y sus calles son capaces de transportarnos a las múltiples épocas vividas, desde la Roma Imperial (fue lugar de descanso de Julio César), pasando por la medieval, la renacentista, la de dominación francesa y austríaca, hasta llegar a la actualidad. Todo un pasado histórico que ha dejado huellas en forma de edificios, calles y plazas que bien le han valido ser considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Una ciudad ligada a un río
Verona se encuentra encajada en un meandro del río Adigio, atravesado por puentes como el de Pietra, el único de origen romano que queda en la ciudad, o el puente Scaligero, con sus características almenas. Precisamente este último forma parte de Castelvecchio, antiguo castillo medieval que en la actualidad acoge uno de los museos más importantes de la ciudad.
Verona y su pasado romano
Entre los vestigios de la Verona romana destaca la Arena, anfiteatro construido en el siglo I para la realización de combates entre gladiadores. Desde 1913 acoge otro tipo de espectáculo más adecuado para nuestros tiempos, como es la ópera, que se programa entre los meses de junio y septiembre. Las grandes dimensiones de este espacio, con un aforo de 30.000 personas, permiten unas escenografías espectaculares, así que no perdáis la oportunidad de vivir esta experiencia. También os recomendamos la visita del teatro Romano, situado en el margen derecho del río Adigio, que en la actualidad forma parte del Museo Arqueológico Nacional. Igual que en la Arena, en verano se convierte en un espacio en el que se programan espectáculos, pero en este caso se trata de obras de teatro.
Piazzas llenas de vida, amores imposibles y espacios para la oración
Presidiendo el centro histórico de la ciudad está la Piazza delle Erbe. Construida sobre el antiguo foro romano, con su características sombrillas blancas cubriendo los puestos del mercado, es un auténtico hervidero de gente y un espacio único. En ella se encuentran edificios tan relevantes como el Palazzo Maffei, de estilo barroco, la Torre dei Lamberti, desde cuya azotea se pueden obtener buenas vistas de la ciudad, o las fachadas de las Casas Mazzanti, decoradas con magníficos frescos.
El Arco della Costa nos lleva a la Piazza dei Signori, también conocida como la Piazza Dante, que es donde tenía lugar la vida política de la ciudad durante el siglo XVI. En ella se conservan, entre otros, el Palazzo della Ragione y el Palazzo di Cansignorio, sede del poder político de los Scala y de los venecianos.
No muy lejos de estas magníficas plazas, en la Via Capello, se encuentra uno de los lugares de visita obligada, cuyo encanto reside en formar parte de uno de los obras más populares de Shakespeare, y que ha convertido a Verona en destino para los más románticos. Sí, estamos hablando de el archiconocido drama protagonizado por Romeo y Julieta. La casa de Julieta bien merece la pena ser visto, aunque suponga una dificultad moverse por tan pequeño patio con tal volumen de turistas, pero como tal, tiene su encanto.
En el apartado religioso no hay que perderse la Basílica de San Zeno Maggiore, que es una de las obras maestras de la arquitectura románica del norte de Italia, y el Duomo, también de origen románico (del siglo XII), cuyo interior alberga la Ascensión de Tiziano.
Tiempo para la gastronomía
No todo va a ser caminar y ver monumentos, también hay que retomar fuerzas y disfrutar de la gastronomía de la zona. Os recomendamos probar la pastissada, un guiso realizado con carne de caballo, cuyos orígenes estarían en la antigua Roma.
Para los que prefiráis una pausa rápida y más refrescante podéis hacer una parada en la Gelateria Zeno Gelato e Cioccolato, situada en la Piazza San Zeno, y probar alguno de sus magníficos gelatos.
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Texto de ISABELYLUIS Comunicación
Imágenes de Spencer Wright, Lorenzo Blangiardi, Elescir, Kosala Bandara, FotoCla., Jorge Cancela, Allie_Caulfield, Son of Groucho
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