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Un rincón de concordia

Por Eddy Lara de www.destinosactuales.com

Hay recovecos de Barcelona que pueden sorprender incluso a los que vivimos en esta ciudad, y la Plaça de la Concordia. uno de esos tesoros escondidos.

Lejos del bullicio turístico de la ciudad emerge un lugar cuya ubicación camufla el tesoro que pueda representar. Justo al lado de uno de los vibrantes centros financiero de Barcelona (La parte alta de la Avenida Diagonal) y el Barrio de Les Corts (famoso porque justo allí se encuentra el Campo del Barça), está la Plaça de la Concòrdia.

Pareciera que el nombre de esta plaza le fuera dado a propósito, pues aunque en sus alrededores transcurre buena parte de la vida turística y económica de la ciudad, en ella el tiempo marcha a otro ritmo distinto. La tranquilidad resalta por sus cuatro costados. Por lo que se convierte en el lugar perfecto para gastar una tarde de verano en una de sus terrazas degustando una cerveza o una copa de vino, mientras se contempla que en sus habitantes transcurre un estilo de vida propio más de un pueblo que de una ciudad como Barcelona.

Uno de los lugares emblemáticos de la plaza es el Centro Cívico Can de Deu, creado especialmente para promover el jazz y, por otro lado, impulsar la importancia de un entorno sostenible del medioambiente en la ciudad. Posee un jardín y un bar en el que se puede hacer el vermut mientras se disfruta del sol y la tranquilidad del lugar.

Y si de comer o cenar se trata, definitivamente el restaurante Fragments Café ofrece uno de los surtidos de tapas más variados de la ciudad, las patatas bravas merecen una atención especial, es la joya más preciada del lugar. Otras delicias para descubrir ya sea en su terraza, jardín, la barra o sus comedor interior o exterior, son las gildas, rocas de parmesano con módena, anchoas con cebolla confitada, revuelto de ceps y foie…una excelente selección de vinos nacionales y como broche de oro un pastelito de chocolate belga.

En las calles aledañas a la Plaza se encuentra el Infussion Bar, ideal para pasar una tarde mientras se degusta infusiones venidas del Mediterráneo, oriente próximo y el más allá. Su decoración evoca la de un zoco de Marrakech…sitio ideal si se visita la Plaza en pleno invierno.

Los fines de semana también se puede apreciar la vida de los locales, gracias al mercado que también le da vida a este lugar. Pero cualquier local que alberga la plaza tiene un encanto propio: la pastelería, la farmacia, o el Florentine Cup&Cakes, un sitio para degustar pasteles, galletas y cupcakes hechas al momento.

Por Eddy Lara de www.destinosactuales.com

 

 

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Escapada a Rabat

Rabat es un destino poco conocido y escasamente frecuentado por los turistas que viajan a Marruecos. Y es aquí donde radica una de las principales ventajas a la hora de visitar esta ciudad, la posibilidad de disfrutar de sus monumentos y de espacios llenos de magia, sin el agobio de otras ciudades como Marrakech, Casablanca o Fez.

Situada en la desembocadura del río Bu Regreg, a orillas de la costa atlántica, la capital de Marruecos es una curiosa combinación de lo antiguo con lo moderno. La antigua medina y las murallas contrastan con la parte nueva de la ciudad dedicada a los aspectos administrativos del país. No es excesivamente grande, por lo que se puede visitar en un par de días. A continuación hemos hecho una selección de esas cosas que no debes perderte si visitas Rabat.

La Torre Hassan, el esplendor truncado

La Torre de Hassan es uno de los principales monumentos de Rabat, fruto inacabado de la época de mayor esplendor de la ciudad. En el siglo XII el Sultán Yacub Al-Mansur decidió construir la mezquita más grande de Occidente, y para ello contó con el mismo arquitecto de la Koutoubia de Marrakech y a la Giralda de Sevilla. Desgraciadamente el sultán falleció antes de que finalizase el proyecto y quedó inconclusa. Lo más destacado de este espacio es el minarete/torre con su decoración geométrica, que estaba previsto que midiese 86 metros, pero del que sólo se llegaron a construir 44 metros. El resto del conjunto lo forman las columnas sobre las que se sustentaban las 21 naves de las que se componía.

Justo al lado de esta antigua mezquita se encuentra el mausoleo de Mohammed V, donde descansan los monarcas alauís Mohamed V y Hassan II.Construido entre 1961 y 1971, es un destacado ejemplo de arquitectura contemporánea marroquí. El proyecto fue encargado al arquitecto vietnamita Vo Toan, que supo captar la esencia de la tradición arquitectónica y decorativa del país.

En busca de los orígenes: la necrópolis de Chellah

La Chellah es un espacio fortificado, que se encuentra situado a unos 2 kilómetros de la ciudad, en cuyo interior se encuentran, entre otras cosas, los restos de la ciudad romana, que tras los fenicios y los cartagineses fueron los primeros en asentarse en la zona. En este núcleo originario de Rabat se conservan los restos del foro y del templo de Júpiter. También hay restos de la primera época islámica. En el siglo XV este espacio fue convertido por los árabes en necrópolis, de la que quedan restos de las tumbas y la mezquita.

Kasbah des Oudaias, el rincón mágico de Rabat

Sólo por la visita de este barrio amurallado compuesto de laberínticas calles repletas de casas pintadas en tonos azules y blancos merece la pena viajar a Rabat. La Kasbah fue construida en el siglor XVII por los Udayas  sobre un risco situado en el margen sur de la desembocadura del río para defender la costa de una posible invasión de los españoles. De ahí su aspecto de fortaleza y que cuente con numerosos miradores y atalayas en los que asomarse, y que en la actualidad permiten al visitante disfrutar de las vistas. Además de perderos por sus calles disfrutando de cada uno de sus rincones, debéis aprovechar para visitar el Museo de los Udayas, situado en el Jardín Andaluz, que contiene una de las mejores colecciones de joyas de Marruecos.

La ciudad de los jardines

Rabat también es conocida como la “ciudad de los jardines”, de ahí que sea imprescindible darse un paseo y relajarse en alguno de ellos. Los más destacados son el Jardín Nouzzah Hassan, situado frente a las murallas y diseñado por el general francés Lyautey; el Jardín Botánico de Les Essais, donde abundan los árboles de frutas exóticas, ornamentales y del Mediterráneo; El Jardín Zoológico, para aquellos que quieran ver además de plantas, animales.

De compras por el zoco

La palabra zoco y tranquilidad para un turista en Marruecos puede sonar a ciencia ficción, pero ese es el caso del de Rabat. Sin apenas ser incordiado por los vendedores podrás recorrerlo en busca de comida, especias, artesanía, ropa, alfombras y un largo etcétera. 

¿Has tomado nota de todo lo que puedes ver en Rabat? Márcate un Vueling y disfruta de la visita a esta ciudad.

 

Texto de ISABELYLUIS Comunicación

Imágenes de Jacopo Romei, SnippyHolloW, Fr Maxim Massalitin, Mustapha Ennaimi, Julia Chapple, Shawn Allen

 

 

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