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78 horas degustando Lanzarote

Por Isabel Loscertales de gastronomistas

¿Nostalgia por el fin del verano? A escasas tres horas de vuelo desde Barcelona, Lanzarote se presenta como una solución cercana y accesible para volver a disfrutar de buen tiempo durante un fin de semana largo. Aunque no debería ser la primera razón para tu visita. La singular belleza de su paisaje volcánico, el arte de César Manrique y la gastronomía de la isla te fascinarán más que su clima. Y al ser de dimensiones tan reducidas (unos 60 kilómetros de largo por unos 20 de ancho), pocos días bastan para quedarte con buen sabor de boca y romper con la rutina. Te sugerimos una ruta idónea para visitarla en tres días:

DÍA 1. CENTRO DE LANZAROTE

Entre las muchas opciones que tienes para hospedarte en la isla, la turística Costa Teguise concentra un sinfín de hoteles. Uno económico y familiar es el Barceló Lanzarote Resort (Av. del Mar, 5. Tel. 928 591 329. www.barcelo.com). En pleno proceso de renovación, cuenta con habitaciones amplias y confortables, tres piscinas para adultos y dos para niños, muchas actividades infantiles, instalaciones deportivas (rocódromo, mini-golf, pista de tenis...), centro wellness, desayuno buffet, y -entre toda su oferta gastronómica- un restaurante con pasta casera y una cuidada selección de vinos, el Mediterráneo.

Ya aposentados y relajados, un buen plan podría ser ir a explorar la zona de La Geria, por donde se extiende el peculiar paisaje de los viñedos lanzaroteños. Al tener suelo volcánico y fuertes vientos, las cepas se plantan en hoyos parapetados por muros circulares de piedra que las protegen. Cultivo de enarenado, se llama. La panorámica de esas extensiones de vides con esos tabiques perfectamente ordenados y las peladas montañas al fondo es única en todo el mundo y vale mucho la pena disfrutarla. Mejor aún si es con una copa de vino en la mano. El bueno aquí es el blanco y, más específicamente, el de malvasía volcánica, la variedad estrella en la isla. En cuanto lo pruebes, no beberás otra cosa. Para conocer más, puedes visitar alguna bodega como El Grifo (Teguise-Uga, LZ-30, km. 11. San Bartolomé. Tel. 928 524 036. www.elgrifo.com). Luego, se puede visitar el Monumento al Campesino y la Fundación César Manrique, muy cerca.

En la zona central de la isla y en la costa sur se ubica la capital, Arrecife. Su zona más encantadora, que por cierto está bastante de moda y cuenta con mucho ambiente, es el Charco de San Ginés. Tras un paseo, podéis cenar en un restaurante recién abierto, con un rollete 'cool' y bonitas vistas a la laguna: Naia. Tras los fogones está el chef mitad vasco mitad canario Mikel Otaegui, que ofrece una cocina mediterránea y actual con toques divertidos, como el foie micuit a modo de crema catalana o el arroz meloso de chipirones. Av. César Manrique, 33. Tel. 928 805 797. www.restaurantenaialanzarote.com).

DÍA 2: SUR DE LANZAROTE

El Parque Nacional de Timanfaya es una de las joyas imprescindibles de la isla. Justo a la entrada se encuentra la turística opción de dar un paseo en dromedario, que podéis hacer... o no. Lo verdaderamente espectacular es realizar el recorrido en autobús por el centro del parque, de un paisaje lunar sobrecogedor: un terreno desértico plagado de volcanes, rastros de lava, tonalidades ocres, rojizas y naranjas con el mar azul al fondo, que casi te hacen entender como sería la vida en otro planeta. Acabado el recorrido podéis tomar algo en el peculiar restaurante El Diablo, diseñado por César Manrique (el artista omnipresente que ha intervenido muchos puntos de la isla) y con mirador al parque. Acercaros a la parrilla gigante donde hacen la carne: ¡la cocinan directamente con el calor geotérmico de la tierra, a 600 grados!

Muy cerca, el pueblecito costero de El Golfo ofrece diversas opciones de cocina marinera autóctona. Entre ellos, el restaurante Bogavante (Av. Marítima, 39. El Golfo. Tel. 928 173 505), con una terraza a muy poca distancia del mar. Es el momento de probar los diferentes pescados y mariscos de Lanzarote. Con el sabor intenso y tosco que les otorga el Atlántico, bocinegro, cabrilla, bocinegro, salmonete, lapas, puntillas, cherne (mero)... se cocinan de forma sencilla, a la parrilla, y acompañados de las imprescindible papas arrugás con su mojo picón (el verde, más cítrico, y el rojo, ligeramente picante). Otros productos lanzaroteños en la carta: el queso, también servido frito con dulce de higo, y el gofio escaldado (el gofio es una harina de cereales tostados que se amasa con agua y sal que viene a sustituir el pan en algunos casos y, en otros, sirve para preparar diversos postres). Para acabar, hay que probar el bienmesabe, un dulce -muy dulce- típico de la zona, elaborado con almendras, miel, yema de huevo y azúcar.

Por la tarde, podéis visitar la Laguna Verde o de los Clicos y los Hervideros, con el curioso desgaste que el mar ha originado en las rocas volcánicas. Más abajo, las Playas de Papagayo, situadas en un parque natural (por lo que hay que pagar unos 3 € para dejar el coche) y con paradisíacas calas para relajarte tomando el sol.

Y para que sea un día redondo, nada como reservar en el restaurante La Tegala, en el pueblo de Mácher, encima de Puerto del Carmen. Un lugar muy especial y romántico recomendado en la Guía Michelin y que combina magníficamente tradición y modernidad en la arquitectura y en el plato. Situado en una pequeña atalaya, surge de la unión entre una casa típica campesina y un anexo vanguardista a base de grandes cristaleras. La cocina de autor del chef Germán Blanco utiliza cada vez más ingredientes locales -ecológicos en la medida de lo posible- para darles un giro contemporáneo y divertido, sin perder de vista el sabor. Mejor descubrirla a través de la experiencia del menú Estela, que cambia varias veces al año y que cuesta unos más que razonables 42 €.

DÍA 3: NORTE DE LANZAROTE

De camino hacia el norte, es recomendable una parada en el pintoresco pueblo de Teguise. Si vais en domingo, celebran un mercado muy popular con un pequeño apartado gastronómico donde comprar algún queso, mojo picón artesano, vino... A pocos kilómetros, la Playa de Famara, con un impresionante acantilado y favorita de los surfers (aquí el viento sopla a lo grande) y, luego, el pueblo de Haría y su valle de las mil palmeras.

Otro de los grandes 'hits' de Lanzarote es el Mirador del Río, un proyecto de César Manrique enclavado -y perfectamente integrado- en la cima del Risco de Famara, con impresionantes vistas de sus laderas volcánicas y del archipiélago Chinijo, con la isla Graciosa a la cabeza. Se puede tomar algo en la bonita cafetería-restaurante, con amplios ventanales para disfrutar mientras de la panorámica. Después, toca visitar la Cueva de los Verdes, en un tubo volcánico que se prolonga bajo el mar. Y a continuación, otra de las grandes obras del artista lanzaroteño César Manrique, el precioso conjunto de Jameos del Agua, un tubo volcánico abierto que acoge un lago natural. Observad atentamente los pequeños cangrejos albinos que habitan en él, se trata de una especie endémica llamada jameítos. También cuenta con cafetería-restaurante.

Podéis comer en el pueblo costero de Arrieta para continuar degustando las delicias marinas de la isla. Si buscáis algo económico, el chiringuito La Casa de la Playa, en la playa La Garita ofrece mariscos y pescados a un precio medio de 15-20 € (Tel. 928 173 339). Y si os queda tiempo, no dudéis en contratar una excursión a la isla Graciosa para visitar alguna de sus playas desiertas. Normalmente salen barcos desde el municipio de Órzola. La pequeña isla sólo tiene un par de municipios y cero asfalto, por lo que los amantes de la naturaleza más virgen la van a disfrutar, y mucho, a ritmo de pedales.

Nosotros nos apuntamos, si quieres venirte consulta nuestros vuelos aquí.

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Lanzarote en cuerpo y alma

"Todo el mundo me dice que tengo que hacer ejercicio, que es bueno para mi salud. Pero nunca he oído a nadie decirle a un deportista: tienes que leer". Esta frase de Saramago me animó a destacar en este post la importancia de buscar un equilibrio entre la hiperactividad turística o deportiva cuando viajamos y el conocer experiencias a través de otros. Sí amigos, os lo dice un hiperactivo, de vez en cuando no viene mal planificar también en los viajes momentos de descanso o tener unas cuantas buenas frases como mantra para competir. Sí señor Saramago, tenía usted mucha razón: leyendo también se viaja y se da un relax a la mente, que bien es cierto que en el deporte no todo es físico. ¿Por qué Saramago en un post de Lanzarote? Me enteré, y ya iba siendo hora con la cantidad de viajes a la isla que he hecho de que el escritor premio nobel pasó sus últimos años en Lanzarote.  Allí, en el pueblo de Tías encontrarás “A Casa” como le gustaba llamar a su vivienda. Lanzarote fue la otra patria de Saramago. “Una vida entera para llegar aquí”, dice cuando se instala en esta isla del sur. El paisaje de Lanzarote, los volcanes, las noches cálidas, la paz isleña y sus habitantes, hicieron que muchos artículos, novelas y diarios fueran escritos en esa casa del municipio de Tías, que como el premio nobel aseguraba, “No es mi tierra, pero es tierra mía”. Frase que reza en la escultura homenaje delante de “A casa” y de “La Biblioteca”, que es como se llama su casa-museo. Todos y cada uno de los objetos que se encuentran en “A Casa” tienen un sentido especial. Un olivo para recordar su tierra natal, o relojes que siempre marcan las cuatro porque a esa hora conoció a Pilar, su viuda, hacen de este museo un sitio especial, alegre.

Aquí no podemos resumir toda su obra pero si seleccionar tres frases que nos pueden valer como mantra de motivación en entrenos y competiciones:

- Dentro de nosotros existe algo que no tiene nombre y eso es lo que realmente somos.

- La derrota tiene algo positivo, nunca es definitiva. En cambio la victoria tiene algo negativo, jamás es definitiva.

- Siempre acabamos llegando a donde nos esperan.

Terminada esta pequeña introducción con Saramago y su relación con la isla os diré que el viaje a Lanzarote fue ya en marzo donde volé para competir en el tri122 de Costa Teguise. Es un triatlón que ya os recomendaba tener en cuenta junto con el Challenge Fuerteventura (abril) como posibles carreras preparatorias para el Ironman Lanzarote que se disputa cada mayo con salida y llegada en Puerto del Carmen. La competición en el tri122 fue bien, sin incidentes y con poco viento. Natación en la Playa de las Cucharas (donde al día siguiente hicimos windsurf), bicicleta con un circuito modificado con respecto al de años anteriores y carrera a pie por el paseo marítimo. Los consejos a nivel deportivo para esta prueba serían muy similares a los que os pude dar en el post sobre Ironman Lanzarote por lo que no profundizaremos en esto. A nivel de estancia para esta prueba decidí quedarme en el Barceló que está en el mismo Costa Teguise. Fue una agradable sorpresa conocer de primera mano que pronto tendrán una mejor oferta específica para deportistas en sus instalaciones, y a tener en cuenta, ya que a diferencia del lado opuesto de la isla, que visitamos en el viaje anterior, aquí sí que puedes meterte a nadar en aguas abiertas, algo que los triatletas agradecemos. Resumiendo, que si quieres olas y viento ya está bien la zona de Famara, y para nadar, hacer windsurf, y disfrutar de la playa, Costa Teguise sería una opción más acertada.

A nivel de gastronomía esta vez seleccionaría dos propuestas.

- Antes de la carrera, una buena opción para la carga de hidratos, la tenemos en Portobello. Atención; es muy familiar y se nutre de comida casera italiana. A destacar la amabilidad y la cercanía en el trato de la dueña.

- La segunda, para después de la carrera, es La Bohemia -creo que el mejor en la zona de Costa Teguise -. Buenísima carne y asado, y un trato cercano excelente. Tranquilo que si no comes carne, en la carta tienen muchas otras opciones para escoger.

En cuanto a visitas en el post anterior nos dejamos algunos “grandes éxitos” de la isla que quiero recuperar aquí, como son la Playa de Jablillos, Playa Mujeres, Playa de Papagallo y, Lago Verde. Todas ellas son extraordinarias opciones para pasear y desconectar, ¡y hasta leer! También, si os gusta el buceo, en la misma playa donde hicimos windsurf, tenéis opciones para contratar bautizos de buceo.

Y diréis: Si me interesa el deporte en Lanzarote ¿Hay más competiciones interesantes en la isla? Pues sí, quedan el  70.3 Lanzarote el 19 de septiembre, el 4 stage Mountain Bike y Duatlón de Lasanta en enero. Y tras estas recomendaciones en dos posts de Lanzarote creo que pronto nos vamos a dar un salto de isla dado que me está entrando la curiosidad de descubrir el trail como deporte y tanto la Trans Gran Canaria que será del 4 al 6 de marzo 2016 como la Transvulcania en la Palma en Mayo son pruebas con renombre en el calendario derun internacional como para tener en cuenta a la hora de planificar la próxima temporada.

¿Te apuntaste al final al Ironman Lanzarote? Reserva ya tu billete aquí si estás inscrito o anímate a probar en otra fecha para descubrir por qué todo el mundo va a entrenar o competir a las Islas Canarias.

Texto de Raúl Casañas

Imágenes de Ginés Díaz, Jules/Lanzarote InformacionTabayesco, Idoia Núñez

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5 razones para visitar el Parque Nacional de Timanfaya (Lanzarote)

El Parque Nacional del Timanfaya es el resultado de una serie de erupciones volcánicas que tuvieron lugar hace tres siglos. Desde entonces, su paisaje permanece intacto y, para preservarlo, fue declarado parque nacional hace cincuenta años. ¿No te parece esta efeméride un gran motivo para visitar la isla? Sigue leyendo si la respuesta es sí.

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Lanzarote deportiva: ¿cómo preparar el Ironman más duro del mundo?

“Ironman” es una modalidad de triatlón que suma 3,8 km. a nado, 180 km. en bici y una maratón (42 km.). El año 1992 es sinónimo de año olímpico y de gran cambio para la ciudad de Barcelona. Ese mismo año a 2.700 km. al sur de la ciudad condal, en Lanzarote, el danés Keneth Gasque -quien desde 1983 dirigía un centro deportivo en la isla- venía de competir en 1985 en el Campeonato del mundo Ironman de Hawaii, y decidió traer a Lanzarote su primer Ironman. Desde el inicio espera en la llegada a cada uno de los participantes. Tras 22 ediciones, en 2014  fui uno de los más de 2.200 participantes en recibir un abrazo de este entrañable hombre al terminar. No dudo que repetiré pero mientras tanto si tú quieres prepararte quería compartir cinco consejos que espero os sirvan de guía. La próxima cita será el 23 de mayo.

1. Un Ironman no es necesariamente una prueba para todos los públicos. Con esto quiero decir que si queréis hacer triatlón no es necesario empezar por la prueba “reina” o la más larga.

2. Define un objetivo realista y cuida cada detalle del plan. No olvides el entreno invisible (nutrición, masaje y descanso), reserva de vuelos, inscripciones (¡ojo que se agotan!), alojamiento, y preparar y testar bien el material con suficiente antelación.

3. Entrena previamente unos días en la isla. Conocer la isla es clave. Vientos constantes de 40 nudos; ráfagas racheadas de 60, y carrera al sol a más de 30º con viento. La sensación es engañosa porque te parecerá que estás fresco cuando en realidad te estás deshidratando rápidamente. Tenemos que aprender a pedalear contra viento y prestar atención a la hidratación y foto-protección (protector solar y gorra). Para prepararlo existen centros de entreno como el organizador de la prueba Club La Santa, o carreras como el tri122 Costa Teguise. Aquí van unos consejos para esta prueba, por si no puedes venir unos días antes: no lleves rueda de perfil ancho y monta un desarrollo que te permita ir con cadencia alta, no hay grandes puertos pero el viento es peor que un puerto de 1ª categoría.

4. El día de la prueba no construyas muros, fluye y disfruta. Olvídate del reloj, Lanzarote es una carrera que depende de cómo salga el día de viento y sol condicionará la duración de cada disciplina, y hay que estar preparado a adaptarse.  

5. Ve acompañado y cuida con cariño a tus “groupies”. Este punto es el más importante para mí, tu familia y amigos se merecen un premio también. Empezad con una buena cena después de la carrera. Os recomiendo el italiano La Casa dil Parmigiano para cenar, después de la carrera, está al lado de la meta y el ambiente es tranquilo pese al bullicio de la prueba.  Eso sí, ¡recuerda reservar con tiempo! Y relájate que llevan años alimentando finishers hambrientos.

Un buen plan también es volver a disfrutar con calma de lo bonito del recorrido de la parte en bici, atravesando Lanzarote en coche (Cicar es la compañía local y puedes alquilar y devolver el vehículo en casi cualquier punto de la isla). Así puedes ir haciendo paradas tácticas en puntos clave del recorrido.

Paisaje

Timanfaya y el Mirador del Río son los puntos más espectaculares.  Si eres vegetariano puedes parar a comer en el restaurante Puerta Verde de Haría.

Desconexión

Viajar hasta La Graciosa, llamada la “8ª Isla” y a la que se puede ir en barco desde Órzola. Muy recomendable acercarse, alquilar una bici para dar la vuelta a la isla y terminar comiendo en el Restaurante Girasol. Pregunta por el pescado del día y la tarta de la abuela, espectacular interpretación de la clásica galleta María, la de tu abuela y la mía.

Comida local

Sin duda una buena opción es el Teleclub de Tao. Como opción tradicional y ligero imprescindible la vieja a la espalda con papas arrugadas y mojo - la vieja es un pescado típico de Lanzarote. Es un plato sencillo pero sabroso y de un pescado típico en Lanzarote. Consejo de novato: no te vengas arriba con el mojo que repite.

Sol y Playa

Desde El Golfo y encaminándonos hacia Playa Blanca, para llegar a las calas de Papagayo, son un buen spot - lugar ideal para la práctica del windsurf, surf y kitesurf -, para desconectar. Agua turquesa y vistas a la isla de Lobos de Fuerteventura.

Caña

Si después de todo este post no estás cansado… ¡lo tuyo es la caña! Así que me parece que deberías parar en Famara para hacer surf o kitesurf - deporte de deslizamiento que consiste en el uso de una cometa de tracción. Esta cala está siempre llena de surferos y podrás aprender de la mano de profesionales. Uno de los que os puede ayudar es José María Cabrera que tiene una escuela de surf que completa la preparación en agua con entreno en seco (entreno funcional). Estuve tomando un café allí con Manuel Lezcano quien nos explicó el concepto de la escuela. Me pareció muy profesional, con un método de aprendizaje basado en la seguridad.

¿A que te han entrado ganas de ponerte a entrenar para vivir esta aventura en Lanzarote? ¡Consulta aquí nuestros vuelos!

Texto de Raúl Casañas

Imágenes de Ginés Díaz, Ïoana Manolache

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