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Vacaciones de invierno a los pies del Mont Blanc

Chamonix, estrella absoluta de los Alpes franceses, es el lugar perfecto para una escapada invernal en la que disfrutar al máximo de la nieve de todas las maneras posibles, con unas vistas más que privilegiadas al monte más elevado de Europa, el Mont Blanc. Situado a apenas 16 kilómetros de Suiza y 11 kilómetros de Italia, es un destino que reúne a gente venida de todas partes con ganas de practicar deportes de nieve, hacer excursiones por sus espléndidos parajes naturales, relajarse en un spa, e incluso ir de compras en la pequeña ciudad de Chamonix.

Las mejores pistas negras de Francia

En Chamonix todos aquellos aficionados a los deportes de nieve encontrarán un auténtico paraíso por el que deslizarse con unas espectaculares vistas, ya sea al Mont Blanc o ya sea al valle donde se encuentra ubicado Chamonix. Los 115 kilómetros de pistas, con 12 para principiantes, 26 azules, 20 rojas y 12 negras, harán las delicias de todo aficionado al esquí o al snowboard. Aunque destaca por contar con un elevado número de pistas de alta dificultad aptas solo para los más intrépidos, también cuenta con espacios donde los más pequeños o los que están en fase de aprendizaje puedan también disfrutar de estos deportes de nieve.

La Aiguille du Midi, con una altitud de 3.842 metros, es el objetivo favorito de los menos temerosos a las alturas y de los buscadores de bajadas de altísima envergadura solo aptas para auténticos expertos en la materia. Y es que solo por la estupenda panorámica que hay desde aquí a los Alpes franceses, italianos y suizos merece la pena subirse al teleférico y vencer al vértigo. Más accesibles son las pistas de Brévent-Flégère que también cuentan con unas magníficas vistas al Mont Blanc.  

Paisajes de vértigo

Los menos deportistas podéis estar tranquilos, ya que no es necesario esquiar para disfrutar de las vistas, a las que se puede acceder desde cómodos teleféricos. El Mont Blanc, con sus apabullantes 4810 metros de altura, y conocido por ser la cuna del alpinismo, es el principal foco de atención de todos los que se desplazan hasta aquí. Como ya hemos indicado en el punto anterior, Aiguille du Midi, y el pico de Le Brévent son perfectos miradores para su contemplación. Otras panorámicas a tener en cuenta en la zona son las proporcionadas por los glaciares allí presentes. Destaca el Mer de Glace, situado en la ladera norte del Mont Blanc, con 7 kilómetros de largo y 200 metros de profundidad, que lo convierten en el más largo de Francia.

Après ski de lujo

Tras una larga jornada de esquí o de recorrer la zona en busca de sensaciones, Chamonix, a diferencia de otras estaciones alpinas que solo cuentan con pequeños pueblos con una oferta muy limitada para el après sky, aquí encontrarás una pequeña ciudad repleta de servicios con los que rematar el día. Podrás desde ir de compras, a tomar unas copas acompañadas de música en directo, pasando por reponer energías probando clásicos de la gastronomía de la región de la Saboya, como la raclette o la fondue de queso. ¿Se puede pedir más?

Reserva tu Vueling a Ginebra, que está a tan solo 88 kilómetros de Chamonix, y aprovecha para darte una alta dosis de nieve ante la cumbre más elevada de Europa.

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de Christian Bertram

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En busca de las mejores ostras de Francia

A escasos 50 kilómetros de uno de los monumentos más visitados de Francia, el Mont Saint-Michel, y muy cerca de otra parada turística de rigor, Saint-Malo, se encuentra Cancale, que guarda una joya gastronómica muy especial en su haber. Y es que en este pequeño pueblo de la Bretaña francesa se encuentran las que son conocidas como las mejores ostras de Francia. Hay incluso quien se ha aventurado a decir que son las mejores del mundo. Sea cual sea su lugar en el ranking de esta delicatesen, lo que está claro es que son conocidas a nivel mundial y que son un majar por el que bien merece la pena hacer una pequeña parada en el camino.

Se dice que los romanos fueron los primeros en detectar la gran calidad que se escondía en las ostras aquí encontradas, y muchos siglos después Luis XIV y Napoleón las tenían entre sus favoritas, y no todo esto no es por casualidad. Al igual que el sabor del vino es un reflejo de la tierra de la que proceden sus uvas, en el caso de este preciado molusco sucede algo similar, siendo un condicionante muy importante el lugar en el que están ubicadas. Según se sabe, en toda esta zona de la costa norte de la Bretaña francesa habría muy buenos nutrientes, de ahí su especial sabor.

Cancale, pueblo en el que la pesca ha sido su principal fuente económica durante siglos, en la actualidad vive volcado al cultivo de las ostras. Una visita al mismo te permitirá ver en directo las bateas, y lo que es más impresionante, cómo es el ritual de recolecta. Eso sí, ten en cuenta que la marea facilitará o impedirá que puedas ver tan interesante espectáculo, así que tenlo presente a la hora de planificar el viaje. En el caso de que con esto no tengas suficiente, y que quieras volver siendo un experto en la materia, siempre puedes visitar la Ferme Marine de Cancale, un espacio expositivo en el que podrás aumentar tus conocimientos sobre estos preciados moluscos y sobre estosjardineros del mar.

Pero a Cancale no sólo se viene para aprender de ostricultura, sino que también se viaja para catar sus exquisitas huîtres (ostras).En el mismo puerto, al lado del faro de la Pointe des Crolles hay una serie de puestos donde te puedes hacer con una buena ración de estos pequeños manjares, y comértelos allí mismo, a pie de playa. Tienen de múltiples clases –la plana es la más apreciada en la zona- y precios, y en el caso de que quieras, las puedes acompañar de limón y solicitar que te las abran.

En el caso de que seas de los que prefieren comer las ostras u otras delicias marinas más cómodamente sentado, en el mismo paseo marítimo hay varios restaurantes donde darse a este placer, y donde una buena ración de marisco suele salir bastante bien de precio. Un clásico a pedir son los mejillones con patatas fritas, muy típicos de la zona.

Para aquellos que busquen una experiencia gastronómica diferente y, sobre todo, tengan una cuenta corriente abultada, esta es tierra del popular chef Olivier Roellinger. Muy cerca de Cancale, en el Château Richeux, se encuentra Le Coquillage, un magnífico restaurante donde día a día demuestra por qué en su día llegó a ser un tres estrellas Michelin –a las que renunció-, y por qué su cocina sigue siendo exquisita. Y sí, como bien has intuido, las espectaculares ostras de Cancale están en su menú.

Y ahora que ya tienes localizado el lugar donde se encuentran las que dicen ser las mejores ostras de Francia (y del mundo), sólo te queda coger tu Vueling a Rennes –está a menos de una hora en coche de Cancale- y disfrutar de tan exquisito manjar.

 

Texto de los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de Julien Barrier, sam.romilly

 

 

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Fin de año en Edimburgo

Todas las grandes capitales del mundo organizan eventos especiales para fin de año. Ahora bien, pocas se lo toman tan en serio como Edimburgo. El Hogmanay, el nombre que reciben las celebraciones llevadas a cabo durante los últimos días del año, data del siglo XV, y se trata de una tradición de origen pagano que llegó a tierras escocesas de mano de los primeros pobladores gaélicos y vikingos. La liturgia del Hogmanay era simple: visitar la casa de tus amigos y vecinos justo después de la medianoche para ser los primeros en cruzar el umbral de sus viviendas, trayendo bajo el brazo para celebrarlo pequeños regalos como pasteles de fruta, whisky, galletas o sal. Con casi seiscientos años de historia a sus espaldas, el Hogmanay se ha convertido en una de las festividades más importantes de Escocia, un reclamo turístico para todos aquellos que quieran vivir un fin de año diferente y, por qué no decirlo, maratoniano, lleno de actividades que unen diversión y cultura, entretenimiento y un repaso leído por la historia escocesa. Solo un dato, a mediados de los años noventa, el libro Guinness de los récords calificó al Hogmanay como la mayor celebración de fin de año del mundo, con más de 400.000 asistentes habituales por temporada.

El Hogmanay que conmemorará el paso de 2016 a 2017 se llevará a cabo del 30 de diciembre al 1 de enero, un fin de semana completísimo en el que diversos espacios de Edimburgo serán testigos de un buen número de eventos especiales. De hecho, esta celebración es una oportunidad perfecta para conocer los enclaves más característicos de la ciudad en tan solo tres días. Dos consejos para vivirlo en plenitud: un buen calzado deportivo y ropa de abrigo generosa, que las temperaturas escocesas en esa época del año son bien frías. Dicho esto, toca repasar los puntos álgidos del festival.

Sin duda alguna, el acto más destacado es la Street Party, que tiene lugar en una zona acotada en el centro de la ciudad, con el famoso Castillo de Edimburgo de fondo. Desde las siete de la tarde del 31 de diciembre y hasta la una de la mañana, se llevarán a cabo diversos actos. Uno de los más señalados es el show piromusical de medianoche que despedirá al 2016 y que dará la bienvenida al 2017. Antes y después de eso, habrá una oferta musical de lujo que, además, es bien variada y repartida en diversos escenarios. Desde el pop independiente de The Charlatans, uno de los grupos británicos más laureados con cuatro décadas a sus espaldas, a la música tradicional céltica con Ross Ainslie y Ali Hutton, pasando por el jazz, a cargo de James Brown is Annie y Brass Gumbo, y hasta un espacio reservado a DJ’s que solo pincharan hits.

Otro acto que no conviene perderse es la procesión de antorchas que la tarde del día 30 de diciembre recorrerá el casco viejo de Edimburgo. Una de las celebraciones de carácter benéfico y también familiar del Hogmanay. La dinámica de la procesión es simple, puedes acudir como público o adquirir una antorcha por doce libras y unirte a un paseo multitudinario que finaliza con el encendido de una gran hoguera, un show de luces y sonido, y una sesión de fuegos artificiales visible desde varias partes de la ciudad.

Acabamos este repaso a lo más destacado del Hogmanay (hay muchos más actos, los puedes consultar aquí) con el broche de oro del festival, un baile final multitudinario que repasa las danzas tradicionales escocesas. El Final Fling (su nombre original) se celebra en el hall de Museo Nacional de Escocia, situado en Chambers Street, y tiene como invitados a Heeliegoleerie, una de las bandas de ceilidh (un festejo ancestral escocés que une baile, música y encuentro social) con más soleras del país.

Anímate a vivir en primera persona el Hogmanay, reserva tu Vueling a Edimburgo aquí.

Texto de Xavi Sánchez para Los Viajes de ISABELYLUIS

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Fez, el reflejo de África

Fez es el corazón simbólico de Marruecos, así como el centro espiritual y cultural del país. En los muros, fachadas y cúpulas de sus mezquitas predomina el color verde, considerado mundialmente como el color del islam. Este hecho se refleja también en el Festival Internacional de Música Sacra de Fez, que cada verano reúne a músicos de todo el planeta. Un evento único que crea un canal de diálogo entre las diferentes culturas y religiones de la tierra del Islam.

Don't feel the panic! No se trata de lentos conciertos religiosos al estilo de unos cantos gregorianos, sino de un festival que año tras año promete grandes dosis de entretenimiento. En ediciones anteriores, han pasado por el Festival de Fez grandes estrellas de la música como Björk, Paco de Lucía, Patti Smith, Joan Baez o Youssou N’Dour.

Entre la oferta multicultural y musical que podremos encontrar este año -donde se reunirán a más de 500 artistas internacionales repartidos en más de 50 espectáculos y 10 conciertos- destaca el flamenco de Diego el Cigala; el rhythm & blues de The Temptations, grupo del mítico sello estadounidense Motown; el videoartista Jean de Boysson; o la intérprete de Mali, Oumou Sangare, entre muchos otros.

En memoria de Hassan Al Wazzan, el explorador andalusí

Este año el Festival de Fez se celebra del 22 al 30 de mayo y cumple su 21ª edición. Bajo el lema “Fez, el reflejo de África”, el festival conmemora los viajes de Hassan Al Wazzan, el explorador andalusí, conocido como el León Africano que se encuentra enterrado en Fez.

La vida de Hassan Al Wazzan, que vivió entre los siglos XV y XVI, es la de un nómada que se vió empujado a viajar por circunstancias políticas y religiosas. Se inició en la diplomacia mientras estudiaba en una madraza de Fez y viajó por todo el norte de África como explorador y geógrafo, Finalmente llegó a Roma donde fue adoptado como un hijo por León X. Allí fue bautizado bajo el nombre de Jean-León de Medicis, pero nunca dejó de lado sus tradiciones islámicas.

Actividades alternativas

Una completa programación de actividades paralelas como películas, conferencias, exposiciones y actividades para niños complementan el programa musical. Durante los mismo días del festival, en la plaza Bab Boujloud, se celebra un ciclo alternativo de conciertos gratuitos  y, paralelamente, las Nuits Soufies, ofrecerán conciertos diarios gratuitos en los jardines de Dar Tazi, justo en el corazón de la medina de Fez, lugar simbólico donde obtener una visión completa de la amplia cultura islámica.

Fez. cuna de la cultura del norte de África

Con más de un millón de habitantes, la medina de Fez el-Bali (Fez la Vieja) pasa por ser una de las ciudades medievales habitadas más grandes del mundo. El barrio fue declarado Patrimonio de la Humanidad y contiene la mayor zona peatonal del mundo. Su interior es un laberinto con unas 10.000 callejuelas, algunas sin salida y otras que parecen llevarte al mismo punto de partida. Orientarse en su interior puede ser un poco complicado pero es parte de su encanto.

Al igual que Fes el-Bali, Fes el-Jdid se encuentra rodeada de murallas las cuales albergan palacios, jardines, zocos y escuelas coránicas con una arquitectura más elegante que la del resto de la ciudad. Las visitas más interesantes de la zona son el Palacio Real Dar El Makhzen y la Mellah -o barrio judío-.

Pero uno de los lugares que reciben mayor atención de los turistas es el de la curtiduría Chouwara. Aunque no apto para estómagos delicados por el intenso olor que producen las pieles de animales, es una visita totalmente recomendable, ya que la vista desde lo alto es mágica, asemejándose a una paleta de colores de pintor.

Texto de Scanner FM

Imagenes de Phil Chambers, Deniz Eyuce, Pablo Jimenez, Elena, Adolf Boluda y Sergio Morchon

 

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