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Las joyas del diseño local

Por Andrew Karanevich

Paseando por las calles del centro de Praga, es difícil no verse atrapado por el elaborado entramado de tiendas turísticas repletas de suvenires y los stands ofreciendo vino caliente. Pero tal y como ocurría años atrás, también hoy existe un lado oculto a la bulliciosa ciudad llena de luces, tiendas y rincones turísticos. Puede que algunos hayan descubierto las joyas, accesorios y objetos de decoración realizadas por los artistas locales (ayudando así a expandir la rica cultura en diseño de la ciudad) por accidente- pero ahora ya no tiene que ser así.

ARTĚL

Fundado por Karen Feldman en 1988, ARTĚL es ahora una casa de cristalería famosa con dos locales en Praga y una reputación que traspasa fronteras. Hoy se pueden encontrar las piezas de cristal estampadas por la misma Karen, además de una infinidad de artículos de diferentes vertientes artísticas realizadas por jóvenes diseñadores locales. Desde pendientes y anillos a velas, botones y postales, ARTĚL es un elemento determinante en el contexto del diseño de la ciudad.
Celetná 29 (entrada en Rybná), Praga 1
www.artelglass.com
Todos los días 10:00am -19:00 pm

KUBISTA

Instalados en un precioso edificio cubista llamado “la casa de la Madonna Negra”, Kubista comparte espacio con el Museo Checo Cubista y el restaurante del Grand Café Orient ocupando el piso superior. Especializados en piezas únicas y exclusivas de joyería, lámparas y cerámica cubistas (aunque también de otras manifestaciones), Kubista ofrece una experiencia íntima y refinada para ir de compras. Cada objeto tiene el nombre del diseñador en la etiqueta junto con un envoltorio extra-cuidado, además de ofrecer envíos para compras frágiles.

Ovocný trh 19, Praga 1
www.kubista.cz/en/
Mar- Sab 10:00 am- 18:30 pm

DOX DESIGNSHOP

El centro de arte contemporáneo DOX vale la pena visitar por sí solo, pero la tienda Designshop en su interior lo convierte en una parada obligatoria. Atrayendo a un público joven, tanto por los compradores como los diseñadores, la DOX Designshop refleja cómo ambiciosos artistas experimentan tanto con joyería como con el tradicional cristal y porcelana checas. Cerca de ahí está Bookshop, donde podrás encontrar la mejor selección de arte, diseño y libros de fotografía en la ciudad.

Poupětova 1, Praga 7
www.dox.cz/en/premises-and-shops/designshop
Lu 10:00-18:00; Mi/Vi 11:00–19:00; Ju 11:00-21:00; Sab/Dom 10:00–18:00; Martes cerrado

FUTURISTA UNIVERSUM

Una galería, tienda y taller único ubicado justo al lado de la Bethlehem Chapel, Futista Universum tiene como objetivo ofrecer lo más reciente en el mundo del diseño local. Dirígete allí para encontrar joyas contemporáneas de vanguardia, descarados accesorios y maravillosas y minimalistas cristalerías. No te pierdas la lista de exposiciones actuales en su página web.

Betlémské náměstí 5a, Praga 1
www.futurista.cz/en/stranka-o-nas-2
Lu-Vi 11:00-18:30; Sab 10:00-18:30

BELDAFACTORY

Un negocio familiar que se inició en los años veinte, BELDAFACTORY fusiona lo clásico, con lo contemporáneo y extravagante en su singular joyería, anillos de compromiso y vajillas de diseño. Realizadas a mano en metal, piedras preciosas y esmalte, se pueden encontrar en su tienda propia en el centro de Praga, junto con un conjunto selecto de piezas de otros artistas de la zona. Artículos únicos en cristal y porcelana también se suman a la colección.

Mikulandská 10, Praga 1
www.belda.cz/english
Lu-Vi 11:00-18:00

Imagen de Kubista

Te apetece visitar Praga eh! Reserva aquí tus vuelos!

 

 

 

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Cinco imprescindibles gastro en San Sebastián

San Sebastián es una ciudad de la que es difícil no enamorarse. Por su gente, sus calles, sus playas. Y si tienes algo de inquietud gastronómica aún se hace más complicado resistirse a ella si cabe. El respeto por el producto en la zona es algo que se palpa, trabajan como nadie las carnes y los pescados, y tienen una cultura de pintxos irresistible.

Al ser una ciudad que lleva asociada a su ADN el buen comer y que cuenta con una oferta gastronómica apabullante, siempre viene bien tener una lista de favoritos a mano cuando uno encara una escapada a la capital guipuzcoana. Aquí te dejamos nuestro top 5:

Los mejores pintxos… en Zazpi
Lo decimos nosotros, por experiencia, y lo avalan las dos veces que se ha colocado la vitola de campeón de pintxos de Guipúzcoa. En cocina, un joven Paul Arrillaga que demuestra cada día su buen hacer entre fogones. Inquieto y con las ideas muy claras, despacha propuestas creativas que no enmascaran el buen producto. Zazpi tiene el mérito de no estar en la cacareada Parte Vieja, llenando mesas y barra a diario con bocados que te dejan una grata sonrisa. Espárrago con yema y yema de espárrago ha sido su último pintxo campeón, y recomendables son, por ejemplo, los txipis tinta, la vichyssoise con foie y caviar, la oreja guisada o la papada glaseada.

La mejor txuleta… en Casa Urola
Un restaurante histórico de la Parte Vieja de San Sebastián que siempre es un acierto visitar. Cocina tradicional actualizada y producto de primera comandado por el chef Pablo Loureiro Rodil, quien mima las temporadas con absoluto respeto y dirige una parrilla única en la ciudad. A su impresionante txuleta se le suman grandes platos como salteado de vainas del país, espuma de patata, lascas de bacalao y aceite de olivas negras, ostra atemperada en ravioli de papada ibérica, crema de coliflor, caldo de cigalas y aceite de piel de limón o lomo de merluza con cocochas y almejas.

La mejor tortilla… en Nestor
Una a las 13h y otra a las 20h. Dos tortillas al día para los afortunados que se apunten en la llamada ‘lista de reparto’ del Nestor, que no de reserva, que se abre una hora antes. Claro que bien merece la pena la yincana para echarse al morro una tortilla como pocas habrás probado. Tiene la cebolla, el pimiento y la patata justa para permitir que el huevo baile y caiga jugoso sobre el plato.

La mejor tarta de queso… en La Viña
Un clásico, la tarta de queso de La Viña, el “pintxo” dulce con el que poner el broche de oro a una mañana de barra en barra. La hemos probado y confirmamos que se cumplen las expectativas. Dorada por fuera, suave y cremosa en su interior, tienes que probarla si te consideras un auténtico cheesecake lover. Y hablando de tartas de queso no podemos dejar de tomarnos una pequeña licencia, salir de San Sebastián unos 10 kilómetros y llamar a la puerta de uno de los mejores restaurantes de la zona, Zuberoa, en Oiartzun, cuya tarta de queso te hace tocar el cielo.

Los mejores cócteles… Dry de María Cristina
Terminamos la ruta de infalibles donostiarras de la mano del mejor trago de la ciudad. Con el sello de Javier de las Muelas y montados sobre un escenario de excepción, los cócteles del Dry son toda una experiencia. Martinis y mixes de corte clásico, pero también creaciones de línea vanguardista te esperan en el mítico María Cristina. La excusa perfecta para poner un pie en este histórico hotel y dejarse seducir por su especial atmósfera.

Reserva tu Vueling a San Sebastián y anímate a descubrir la faceta gastro de la capital guipuzcoana.

Texto de Silvia Artaza de Gastronomistas.com

Fotos de Silvia Artaza y establecimientos

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De paseo por la Marsella alternativa

Primero las malas noticias: Marsella no es París. A diferencia de su histórico rival, la segunda ciudad más grande de Francia no tiene museos de primer orden, monumentos despampanantes u hordas de japoneses haciendo colas en Louis Vuitton. ¿Las buenas noticias? Pues que Marsella no es París. Acariciada por el Mediterráneo, esta ciudad de sol brillante, población multicultural y suburbios en pleno centro, es un rara avis de tal calibre que se ha ganado a pulso el apodo de Planète Mars (Planeta Marte).

Con uno de los puertos más importantes del Mediterráneo, un urbanismo caótico y una reputación de capital decadente que la persigue desde hace décadas, Marsella es sobre todo el enfant terrible de Francia; una ciudad ruidosa, dinámica y llena de contrastes, dónde los mercados callejeros inundan la calzada, los graffitis cubren las paredes, el olor a salitre impregna la ropa, y el Olympique de Marsella es la argamasa que lo une todo.

Apartada de los destinos turísticos habituales, las tornas han cambiado desde que en 2013 fuera elegida Capital Europea de la Cultura. Zaha Hadid, Jean Nouvel y Norman Foster, todos tiene sus edificios vanguardistas en el flamante frente marítimo. Pero la vida bohemia se encuentra tierra adentro, y es allí dónde nos dirigimos. Con un mapa en el bolsillo, ¡empezamos un tour urbano-bobo-alternativo por la capital de la Provenza!

En La Friche la Belle de Mai

Una antigua fábrica de tabaco en la estación Saint-Charles es el centro cultural más activo de Marsella. ¡Hemos llegado a La Friche! Espacios de exposición, residencias de artistas, teatro, rampas de skate, e incluso una guardería se mezclan aquí. Un todo en un uno híbrido y en flujo constante, volcado en la creación actual dónde el espíritu comunitario está a la altura de su extenso programa.

Sube a la azotea, las vistas de la ciudad son espectaculares, y su inmensa terraza se llena hasta la bandera en verano, acogiendo fiestas con DJs invitados y cine al aire libre los domingos. Durante el resto del año la música no cesa, y en Le Cabaret Aléatoire hay sesiones que van del rock al hip-hop.

Si tienes hambre, dirígete a La Salle des Machines, un bar-librería dónde puedes tomar un café au lait mientras hojeas el catálogo de las últimas expos. Pero si lo que quieres es comer, Les Grandes Tables es tu sitio; aquí el menú cambia cada día pero nunca falta el clásico steak tartar ni la ensalada César; los lunes se instala un mercado de productores locales, y ya sabéis que para esto de los mercados los franceses no tienen rival.

En el exterior, bordeando las naves y con los TGVs pasando a ras, un parque urbano con paredes de graffitis anuncia que ‘Skateboarding is not a crime’. Aquí, los skaters hacen sus trucos, mientras otros juegan a basquet, escalan en el rocódromo, juegan en la zona infantil o trabajan en el huerto comunitario. Y es que Marsella es esto, un magma heterogéneo dónde todo y todos se mezclan.

Unos metros al oeste, entre las calles laberínticas de La Belle de Mai, se abre paso Le Gyptis Cinéma. Su programa (¡en versión original!) es tan ecléctico como la misma ciudad; aquí se proyectan ciclos temáticos, clásicos, títulos imposibles de encontrar en Internet y pelis para niños. Su fachada ha sido colonizada por retratos de los habitantes del barrio, resultado de un proyecto de street art colectivo que pone cara a las gentes del lugar.

Y con esta imagen en la retina, tomamos rumbo hacia el Cours Julien, el núcleo duro de la movida urbana marsellesa.

Alrededor del Cours Julien: Street Art & Urban Vibe

Alternativo, desenfadado y colorista. El Cours Ju, como lo llaman los locales, es el barrio del momento. Coge el metro hasta Notre Dame du Mont, ¡la subida desde el puerto es de infarto! Distrito de artistas, músicos y diseñadores, y bastión tomado por la modernísima comunidad bobo (término con el que los franceses designan a los burgueses-bohemios), el Cours Ju es un sin fin de cafés de moda, restaurantes de todo tipo, tiendas vintage, y calles inundadas de graffitis a todo color.

Y es que ningún otro lugar del ‘Hexagone' exhibe un despliegue de arte urbano de tal envergadura. Innumerables murales colonizan las fachadas de la Rue Vian, Pastoret y Bussy l’Indien con temas reivindicativos de corte social, referencias a la cultura pop, o anuncios de los cafés que se esconden en su interior. No en vano, el street art en Marsella es parte de su ADN urbano, rebelde y multicultural tanto como su archiconocido hip hop, y prueba de ello es éste trepidante vídeo a ritmo de rap local.

Ante semejante telón de fondo, galerías de arte, terrazas, cafés y comercios alternativos que venden desde ropa a los artículos para el hogar, inundan cada metro cuadrado del Kreuzberg marsellés. Lo mejor: perderse por el caótico entramado de calles peatonales y dejarse llevar por su ambiente relajado.

En el mismo Cours, la multifacética concept-store Oogie vende ropa y libros, sirve comida y alberga una peluquería dónde se celebran fiestas con DJs. Muy cerca, La Licorne produce jabones usando técnicas tradicionales. Y en la Rue Trois Frères Barthélémy, la microcervecería Brasserie de la Plaine vende cervezas artesanas y tiene un bistro dónde devorar la ‘Formule du Jour’ -el menú del día que normalmente incluye un entrante, un plato y el postre por unos 10€- con cocina de mercado.

El sitio cool por antonomasia es el WAAW, en la Rue Pastoret. A medio camino entre bistro y centro cultural, el WAAW acoge desde presentaciones a talleres de serigrafía, y es el mejor sitio para hacer una parada técnica, tomar el plato del día, o encarar la noche con un ‘pastís' o un ‘rosé’ a la hora del popular apéro -aperitivo alcohólico que se toma antes de cenar.

Por la noche se da paso a las copas y la música. En la plaza Jean Jaurès, L’Intermédiaire es uno de los mejores locales con música alternativa en vivo y DJ Sets. Justo al lado, Au Petit Nice ofrece un montón de cervezas en un patio interior dónde pasar las horas. Y en La Dame Noir los hipsters hacen cola para entrar en el club más cotizadode la zona.

Pero por si no hubiera suficiente, un mercado de productores locales se instala en el Cours Ju cada miércoles por la mañana; los domingos es el turno de los sellos; y el segundo sábado del mes se venden libros de segunda mano. El mercado de La Plaine, en la plaza Jean Jaurès, vende fruta, verduras, queso, pescado, comida para llevar, zapatos baratos y accesorios de toda clase cada martes, jueves y sábados por la mañana, mientras que los miércoles es el día de las flores.

¡Y es que el Cours Ju tiene un ‘no sé qué’ especial que engancha! Anímate a conocer la Marsella más cosmopolita y reserva tu Vueling aquí!

Texto de Núria Gurina i Puig para Los Viajes de ISABELYLUIS

Fotos de Caroline Dutrey, Coralie Filippini, JeanneMenjoulet&Cie, marcovdz, Pop H

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Langstrasse, Im Viadukt y otras joyas de Zúrich

Zúrich, a primera vista, parece la ciudad del dinero y de la banca privada, de los zapatos bonitos y de la educación máxima, la ciudad del lujo y de las compras, de los lagos y los parques. Pero también es una ciudad con propuestas culturales muy interesantes y de diseñadores atrevidos.

Una buena referencia para localizarte en Zúrich es laHauptbahnhofo lo que es lo mismo, la estación central de trenes. La estación central de trenes es una enorme estación que te trae y te lleva al aeropuerto, por ejemplo, y donde podrás coger tranvías y autobuses urbanos para desplazarte por la ciudad. En la capital suiza, el transporte público es la mejor opción. Olvida los taxis si no quieres pagar sobre los 30 euros por trayecto. Hablando de euros, la moneda suiza es todavía el franco suizo por lo que te va a costar pagar en euros. Te recomendamos usar la tarjeta siempre que puedas. El coste de la vida en Suiza es aproximadamente dos veces y media la española por lo que, por poner un ejemplo, un desayuno de café con leche y croissant te costará sobre los ocho euros.

Cerca de la estación central se encuentra la vieja Zúrich, cruzando el río Limmat. Calles peatonales de adoquines y muchas librerías para un perfecto paseo por la zona.

Posteriormente me dirijo a Langstrasse, entre los distritos 4 y 5, lugar que me recomienda fervientemente un amigo suizo porque es donde están las propuestas más modernas y atrevidas.

Langstrasse era una calle con aire arrabalero, si se puede utilizar este adjetivo referido a esta lujosa ciudad, donde todavía queda algún cine erótico y presuntamente algo de decadencia, pero la verdad es otra totalmente distinta. Langstrasse es la calle donde encontramos ofertas culturales tan originales como Perla-Mode. Entro y me dejo seducir por el discurso de Stefan. Perla-Modees, según sus palabras, un colectivo de artistas que han tomado el local en el número 84 de la calle Langstrasse para desarrollar arte contemporáneo, pensamiento y cultura. Hay unas salas diferenciadas donde cada artista expone sus proyectos, donde se suelen hacer tertulias y charlas sobre cultura, arte y antropología y alberga, además, un cine improvisado construido con antiguos asientos de estadio de futbol y palés de madera donde pasan películas que luego comentarán en una sala pequeña. Una maravilla. E lPerla-Mode está constituido por el Corner College y por Motto Books donde disponen de multitud de libros y revistas de arquitectura, fotografía o diseño de distintos rincones del mundo. Stefan me comenta que hay intenciones de derribar el edificio para construir viviendas y que seguramente en febrero del 2012 ya no exista másPerla-Mode. Si te encuentras en la ciudad estos fías, vale la pena acercarse a conocer a este colectivo de artistas que allí tienen su residencia.

Justo delante del Perla-Mode, me encuentro con Soho, una enorme tienda de ropa erótica y complementos varios de fetiche, botas de cuero y como me dice Sonja, la chica que atiende cuando entro en la tienda, cosas para hacerte la vida menos aburrida.

Continúo paseando por Langstrasse y descubro muchas más tiendas, unas más interesantes que otras. Voy en dirección a Joseffstrasse, según indicaciones que me dan los habitantes de Zurich. En el camino por Langstrasse, hay de todo: zapaterías, tiendas de comida, quioscos, tiendas de moda.

Cafe Bistro foifi 30, Zurich

Antes de pararme a comer en un lugar que me han recomendado, el café Bistro Föifi 30, situado en el 48 de la calle Josefstrasse, me acerco a una curiosa tienda, Senior Design Factory. Entro seducido por el escaparate y hablo con una de sus creadoras Deborah Biffi y me cuenta la historia del proyecto de diseño social que emprendió en el 2008 junto a su socio Benjamin Moser. La historia de Senior Design Factory nace de un proyecto de final de carrera que decidieron pasar del papel a la realidad y se materializó en el actual espacio en el que me encuentro. El proyecto busca trabajar junto a personas ancianas de no menos de 75 años. Trabajan con ellos en la creación de cosas manuales de elaboración y diseño propio. Toda la sabiduría y la experiencia que otorgan los años plasmada en objetos de decoración magníficos. Hay cosas sorprendentes: desde objetos de cocina a lámparas u objetos de decoración de la casa. La lana es uno de los elementos que más destaca en la colección de objetos que ponen a la venta. Los sábados se realizan talleres que los mayores imparten a los jóvenes tratando de explicar los secretos de su creatividad.

La tienda y la función social de la misma me ha fascinado y he estado charlando largo y tendido con Deborah. Cuando salgo veo que el caféBistro Föifi 30está a tope y me recomiendan un restaurante turco, Bar Valentinsen en la calle Gasometerstrasse. Después de comer algo, bajo por Josefstrasse en dirección al viaducto. Me han dicho que hay cosas muy interesantes por allí. Y la verdad es que sí.

Josefwiesse, Zurich

Antes de llegar al viaducto me encuentro con Josefwiesse, un estupendo parque donde juegan padres con sus hijos y donde poder tomar algo mientras los niños corren por el parque. Un rincón de montaña en plena ciudad.

Justo salgo de joseffwiesse,y me encuentro con el famoso viaducto. Está pegado al parque y se llamaIm Viadukt, en la calle Viaduktstrasse. En cada puente del viaducto, descubres tiendas de moda, bares y comercios varios. Voy a chafardear un poco y entro enFamous Ape. Una tienda original suiza que tiene dos establecimientos: el de Zúrich, donde me encuentro, y otro más en Geneva. Anina me cuenta un poco de la tienda y me deja echar un vistazo. Goyagoyaes otra de las tienda que descubro. Ropa femenina de diseñadores alemanes y algunas marcas difíciles de encontrar porque su producción es casi artesanal. 52 locales distintos y un mercado, el MarktHalle. Accesorios y bicicletas enVelos, ateliers como el deDaniel Blunschi, flores en Marsano, peluquería y tienda de ropa como es el caso de Fashionslaveo bares de moda como el Ambrossi Coffee Bar.

Im Viadukt, Zurich

Dejo la zona para ir al Cabaret Voltaire, templo del dadaísmo y visita ineludible en Zúrich. Antes me paro para contemplar el gran lago de Zúrich, y me siento en un banco, como muchos locales, a ver los patos, los Alpes al fondo y el perímetro de la ciudad rodeando el lago.

El Cabaret Voltaire huele a historia. De hecho, conserva una sala donde se hacen exposiciones y performances que mantiene vivo el espíritu que dio origen al movimiento Dadá. Me gusta y me tomo una cerveza en el bar del Cabaret Voltaire. Antes de dejar el centro cultural, paso por la tienda para comprar un pedazo de historia en forma de recuerdo.

Cabaret Voltaire, Zurich

Por la noche, voy a tomar unas cervezas al Sihlcity donde se levanta un centro de ocio que ha nacido de las ruinas de una antigua factoría. En el centro de la plaza todavía conservan la característica chimenea que le da el aire industrial que requiere el entorno. Hay hoteles, tiendas, restaurantes y una discoteca y sala de conciertos, elPapiersaal, donde tomar unas copas de noche.

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