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La aldea de los sueños

El festival literario y de las artes, Hay Festival of Literature & Arts, que este año se celebrará del 21 al 31 de mayo tiene su origen en la pequeña población de Hay-on-Wye, en Gales, a unos 50 kilómetros de Cardiff. Se organiza anualmente y es un punto de encuentro entre escritores, músicos, cineastas y otras personalidades destacadas de las artes. El objetivo del festival es abrir vías de diálogo entre los diferentes campos de la cultura, una idea que se ha exportado a otros lugares del mundo y que cuenta con ediciones similares en Inglaterra, España, Colombia, Kenia, India, México, Líbano y Hungría. A lo largo de 10 días tendrán lugar más de 900 actividades, en las que participarán los mejores intelectuales del mundo.

No sólo letras

No sólo de letras vive el festival. Aquí también encontraremos conferencias y workshops sobre pintura, activismo social, medicina, deportes o arquitectura. Cabe destacar también el programa musical de este año. Se podrá disfrutar de los directos del cantante londinense King Charles, ganador del concurso internacional de cantautores, el grupo de Glasgow Texas, que acaba de cumplir 25 años de carrera publicando el disco “Texas 25”, o el grupo musical tuareg Tinariwen, entre muchos otros.

Un festival para niños y familias

El Hay Fever -Fiebre de Hay o Fiebre del Heno- es el nombre que adopta la versión del festival para niños. Cuentacuentos, talleres de ilustración con los mejores dibujantes de cuentos del mundo, títeres, o conciertos para los más pequeños son algunas de las actividades que hay programadas. Consulta aquí su programación variada para todas las edades. Hay-on-Wye se encuentra en el Parque Nacional de Brecon Beacons. Es el lugar de inicio perfecto para explorar sus impresionantes parajes y realizar actividades al aire libre, como embarcarse en un crucero panorámico por el canal Monmouthshire o alquilar una canoa para recorrerlo con toda la familia.

Hay-on-Wye, la aldea de los libros

La primera y auténtica ciudad del libro, Hay-on-Wye, tiene un encanto especial por lo pintoresco de sus calles y sus casitas. En cualquier rincón encontrarás agradables librerías y estanterías llenas de libros usados. Pero, ¿cómo ha llegado a convertirse  en un referente para los amantes de los libros? Todo empezó cuando Richard Booth, un bibliófilo graduado en Oxford, se plantó un buen día en esta pequeña población en la frontera entre Gales e Inglaterra, con la firme intención de convertirla en un referente mundial de la literatura. Compró la estación de bomberos y el castillo y en ellos situó librerías de segunda mano. La idea tuvo mucho éxito y otras librerías se unieron, convirtiendo el pequeño pueblo en un lugar de turismo para aficionados a la literatura. Actualmente se estima que en esta población, que no llega a los 2.000 habitantes, se puede encontrar hasta un millón de libros.

Richard Booth, a día de hoy, todavía conserva sus dos librerías en Hay-on-Wye. La más grande es Richard Booth's Bookshop, en 44 Lion Street, un precioso espacio de madera con sala de cine y cafetería. Encontramos la otra, Hay Castle Bookshop, en el castillo de Hay. Una de las torres del castillo alberga la gran librería de la esposa de Booth. Y encontrarás más metros y metros de estanterías a rebosar de libros en su jardín. Aquí no hay dependientes. Tomas el libro que desees y depositas el dinero en las llamadas honesty boxes.

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Texto: Scanner FM

Imágenes Stephen Cleary | Hannah Swithinbank

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De paseo por la Marsella alternativa

Primero las malas noticias: Marsella no es París. A diferencia de su histórico rival, la segunda ciudad más grande de Francia no tiene museos de primer orden, monumentos despampanantes u hordas de japoneses haciendo colas en Louis Vuitton. ¿Las buenas noticias? Pues que Marsella no es París. Acariciada por el Mediterráneo, esta ciudad de sol brillante, población multicultural y suburbios en pleno centro, es un rara avis de tal calibre que se ha ganado a pulso el apodo de Planète Mars (Planeta Marte).

Con uno de los puertos más importantes del Mediterráneo, un urbanismo caótico y una reputación de capital decadente que la persigue desde hace décadas, Marsella es sobre todo el enfant terrible de Francia; una ciudad ruidosa, dinámica y llena de contrastes, dónde los mercados callejeros inundan la calzada, los graffitis cubren las paredes, el olor a salitre impregna la ropa, y el Olympique de Marsella es la argamasa que lo une todo.

Apartada de los destinos turísticos habituales, las tornas han cambiado desde que en 2013 fuera elegida Capital Europea de la Cultura. Zaha Hadid, Jean Nouvel y Norman Foster, todos tiene sus edificios vanguardistas en el flamante frente marítimo. Pero la vida bohemia se encuentra tierra adentro, y es allí dónde nos dirigimos. Con un mapa en el bolsillo, ¡empezamos un tour urbano-bobo-alternativo por la capital de la Provenza!

En La Friche la Belle de Mai

Una antigua fábrica de tabaco en la estación Saint-Charles es el centro cultural más activo de Marsella. ¡Hemos llegado a La Friche! Espacios de exposición, residencias de artistas, teatro, rampas de skate, e incluso una guardería se mezclan aquí. Un todo en un uno híbrido y en flujo constante, volcado en la creación actual dónde el espíritu comunitario está a la altura de su extenso programa.

Sube a la azotea, las vistas de la ciudad son espectaculares, y su inmensa terraza se llena hasta la bandera en verano, acogiendo fiestas con DJs invitados y cine al aire libre los domingos. Durante el resto del año la música no cesa, y en Le Cabaret Aléatoire hay sesiones que van del rock al hip-hop.

Si tienes hambre, dirígete a La Salle des Machines, un bar-librería dónde puedes tomar un café au lait mientras hojeas el catálogo de las últimas expos. Pero si lo que quieres es comer, Les Grandes Tables es tu sitio; aquí el menú cambia cada día pero nunca falta el clásico steak tartar ni la ensalada César; los lunes se instala un mercado de productores locales, y ya sabéis que para esto de los mercados los franceses no tienen rival.

En el exterior, bordeando las naves y con los TGVs pasando a ras, un parque urbano con paredes de graffitis anuncia que ‘Skateboarding is not a crime’. Aquí, los skaters hacen sus trucos, mientras otros juegan a basquet, escalan en el rocódromo, juegan en la zona infantil o trabajan en el huerto comunitario. Y es que Marsella es esto, un magma heterogéneo dónde todo y todos se mezclan.

Unos metros al oeste, entre las calles laberínticas de La Belle de Mai, se abre paso Le Gyptis Cinéma. Su programa (¡en versión original!) es tan ecléctico como la misma ciudad; aquí se proyectan ciclos temáticos, clásicos, títulos imposibles de encontrar en Internet y pelis para niños. Su fachada ha sido colonizada por retratos de los habitantes del barrio, resultado de un proyecto de street art colectivo que pone cara a las gentes del lugar.

Y con esta imagen en la retina, tomamos rumbo hacia el Cours Julien, el núcleo duro de la movida urbana marsellesa.

Alrededor del Cours Julien: Street Art & Urban Vibe

Alternativo, desenfadado y colorista. El Cours Ju, como lo llaman los locales, es el barrio del momento. Coge el metro hasta Notre Dame du Mont, ¡la subida desde el puerto es de infarto! Distrito de artistas, músicos y diseñadores, y bastión tomado por la modernísima comunidad bobo (término con el que los franceses designan a los burgueses-bohemios), el Cours Ju es un sin fin de cafés de moda, restaurantes de todo tipo, tiendas vintage, y calles inundadas de graffitis a todo color.

Y es que ningún otro lugar del ‘Hexagone' exhibe un despliegue de arte urbano de tal envergadura. Innumerables murales colonizan las fachadas de la Rue Vian, Pastoret y Bussy l’Indien con temas reivindicativos de corte social, referencias a la cultura pop, o anuncios de los cafés que se esconden en su interior. No en vano, el street art en Marsella es parte de su ADN urbano, rebelde y multicultural tanto como su archiconocido hip hop, y prueba de ello es éste trepidante vídeo a ritmo de rap local.

Ante semejante telón de fondo, galerías de arte, terrazas, cafés y comercios alternativos que venden desde ropa a los artículos para el hogar, inundan cada metro cuadrado del Kreuzberg marsellés. Lo mejor: perderse por el caótico entramado de calles peatonales y dejarse llevar por su ambiente relajado.

En el mismo Cours, la multifacética concept-store Oogie vende ropa y libros, sirve comida y alberga una peluquería dónde se celebran fiestas con DJs. Muy cerca, La Licorne produce jabones usando técnicas tradicionales. Y en la Rue Trois Frères Barthélémy, la microcervecería Brasserie de la Plaine vende cervezas artesanas y tiene un bistro dónde devorar la ‘Formule du Jour’ -el menú del día que normalmente incluye un entrante, un plato y el postre por unos 10€- con cocina de mercado.

El sitio cool por antonomasia es el WAAW, en la Rue Pastoret. A medio camino entre bistro y centro cultural, el WAAW acoge desde presentaciones a talleres de serigrafía, y es el mejor sitio para hacer una parada técnica, tomar el plato del día, o encarar la noche con un ‘pastís' o un ‘rosé’ a la hora del popular apéro -aperitivo alcohólico que se toma antes de cenar.

Por la noche se da paso a las copas y la música. En la plaza Jean Jaurès, L’Intermédiaire es uno de los mejores locales con música alternativa en vivo y DJ Sets. Justo al lado, Au Petit Nice ofrece un montón de cervezas en un patio interior dónde pasar las horas. Y en La Dame Noir los hipsters hacen cola para entrar en el club más cotizadode la zona.

Pero por si no hubiera suficiente, un mercado de productores locales se instala en el Cours Ju cada miércoles por la mañana; los domingos es el turno de los sellos; y el segundo sábado del mes se venden libros de segunda mano. El mercado de La Plaine, en la plaza Jean Jaurès, vende fruta, verduras, queso, pescado, comida para llevar, zapatos baratos y accesorios de toda clase cada martes, jueves y sábados por la mañana, mientras que los miércoles es el día de las flores.

¡Y es que el Cours Ju tiene un ‘no sé qué’ especial que engancha! Anímate a conocer la Marsella más cosmopolita y reserva tu Vueling aquí!

Texto de Núria Gurina i Puig para Los Viajes de ISABELYLUIS

Fotos de Caroline Dutrey, Coralie Filippini, JeanneMenjoulet&Cie, marcovdz, Pop H

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Nos vamos de concierto

Y es que el circuito de salas en Londres es inabarcable para una ciudad con una superficie de 1.572 Km2 que acoge un total de 32.000 actuaciones cada año. Allí, la cultura del directo está mucho más arraigada que en cualquier rincón de Europa. Y es que en los pubs además de degustar una pinta de cerveza o comer fish & chips es habitual poder disfrutar del directo de una banda. Y no es nada novedoso. Llevan décadas haciéndolo y nunca han tenido que lidiar con ningún bando municipal de silencio que les hiciera restringir los decibelios de sonido con un limitador. Y es que la música en Londres está considerada como bien cultural, al mismo nivel que el teatro de Shakespeare o la pintura de Turner. Ni más ni menos. 

En Londres pues, las salas no te las acabas. Puedes salir cualquier día del año que seguro darás con un concierto interesante. Basta coger una revista musical, tipo Mojo, Uncut o NME –ahora es gratuita- para echar un vistazo a su agenda y ponernos los dientes largos. Y es que en una sola noche puedes ir a ver desde una banda de jazz emblemática de los años 60, a un combo de ska jamaicano procedente de Tokyo, pasando por la reunión de una banda heavy mítica de los 80, así como los next big thing de turno. O sea, que hay de todo, para todos.

Una ventaja que ofrece Londres respecto a otras ciudades, sobretodo del sur de Europa, es el horario de los conciertos. Allí comienzan más temprano, lo cual es de agradecer si se quiere llegar a una hora decente a casa en un día laboral. Los londinenses, antes de ir al concierto pasan por la casilla obligatoria de “salida”, que en este caso es el pub. Así que os aconsejamos refrescar –es un decir, ya que las cervezas inglesas suelen ser templadas- el gaznate en alguno de los pubs que suelen colindar con las salas de concierto.

Para todos los gustos

A continuación os hacemos una selección de los que nos han llamado más la atención de nuestras últimas visitas a Londres. ¡A ver si coincidimos!

1. Eventim Apollo

Clásico donde los haya es el mítico Eventim Apollo. Diseñado por Robert Cromie en Art Deco, abrió en 1932 como el Gaumont Palace, se rebautizó como Hammersmith Odeón en 1962. Y hasta hace poco se conocía como Hammersmith Apollo. Se encuentra al Oeste de Londres y cuenta con una acústica a la altura de los grandes odeones, por eso aquí muchos grupos han grabado su disco de directo, como Duran Duran, Dire Straits o Kate Bush. Desde el 2003 las localidades no son fijas, pudiéndose acoger un total de 5.000 personas para algunos conciertos.

2. O2 Academy Brixton

También conocido como Brixton Academy, es otro de los espacios con más movimiento actualmente en Londres. Para muchos músicos ésta es, sin duda, la mejor sala de conciertos del mundo. En 1929 se inauguró con el nombre de Astoria. Esta sala también pasará a la historia de la música por haber albergado el último concierto de The Smiths el 12 de diciembre de 1986. Actualmente también funciona como discoteca y club de la comedia. Próxima cita Faithless (18/8).

3. Bush Hall

No es de las salas más veteranas, abrió sus puertas en 2001, pero sin duda es una de las más atractivas de la ciudad. Ubicada en Hammersmith, Bush Hall es una sala muy pequeña; es casi un teatro privado de corte clásico. No solo ha servido de espacio para conciertos, aquí también se celebran cenas, se han hecho sesiones fotográficas, e incluso se ha visto desfilar a Kate Moss. Entre los artistas que han ofrecido conciertos aquí se encuentran los ilustres Mark Knopfler, Nick Cave o Amy Winehouse.

4. Electric Ballroom

Camden es uno de los barrios con un poso más consistente en cuanto a locales de ocio, sobretodo desde la década de los 60. Pero Electric Ballroom es anterior. De hecho el local lleva en funcionamiento desde la década de los años 30, aunque en un primer momento se llamó The Buffalo Club y funcionó como pub. De tamaño medio, se caracteriza por poseer una acústica muy buena. Por aquí han tocado figuras de la era dorada del punk como Sid Vicious o The Clash. Pero también grandes nombres como U2, Paul McCartney, The Killers, The Smiths o Red Hot Chili Peppers.

5. Koko Club

Sin salirnos de Camden, también pasamos por Koko, un antiguo teatro, sede de la programación teatral de la BBC tras la segunda guerra mundial, y reconvertido en sala de conciertos a partir de los 70.El edificio fue conocido como Camden Palace de 1982 hasta 2004, pero cambió al nombre actual cuando fue adquirido y completamente restaurado por Oliver Bengough y Mint Entertainment.

6. Jazz Café 

El Jazz Café, es sin duda una de las mecas de la música negra en Londres. Aquí encontrarás lo mejor en cuanto a jazz, hip hop o tendencias más novedosas como el grime o el trap. Atento a su programación porque es de órdago. En las próximas semanas pasarán por su escenario: Sugarhill Gang (3/9), Pete Rock & CL Smooth (5/9), The Real Thing (24/9), Imagination (30/9) y The Herbaliser (14/10). Poca broma.

7. Roundhouse

Este antiguo galpón de motores ferroviarios pasó a ser uno recinto para los conciertos y espectáculos escénicos más importantes de Londres. Ubicado en Chalk Farm, es un monumento clasificado con el Grado II, es decir, es considerado particularmente importante o de especial interés. Su construcción data nada menos que de 1847. Tras la II Guerra Mundial fue reconvertido en espacio para artes escénicas. Roundhouse pasará a la historia por haber sido el lugar de la única actuación de The Doors en el Reino Unido en 1968. 

8. Heaven

Actualmente Heaven, es uno de los clubs con más tirón de la noche londinense. Lo encontrarás bajo los arcos de Villiers Street en pleno centro de la ciudad. The Feeling, Hurts, John Grant o Miles Kane, son sólo algunos de los grupos que han pasado por este club. Heaven abrió las puertas en los 70, imbuido por la cultura disco procedente de los USA. Pronto se convirtió en una roller disco y luego en un club de música de baile. Dispone de varias salas, y actualmente son habituales las fiestas gay heterofriendly.

9. Union Chapel

Ubicada en Islington, Union Chapel es del todo sorprendente. Se trata de una iglesia reconvertida en multi espacio. La acústica es una pasada. Además de musicales aquí se programan también conciertos. Las actuaciones son estilísticamente mucho más abiertas. En las próximas semanas, lo mismo podrás ver a The AKA Trio (23/9) – con motivo de la African Music Festival-, que a Lloyd Cole (3/11) o a Billy Bragg & Joe Henry (7 y 8/11).

10. The Camden Assembly

El club se inaugurará en septiembre de este año. Estará ubicado en el mismo lugar donde permaneció durante años el mítico Barfly, un local oscuro y pequeño, en el que era habitual dejarse media suela de las zapatillas pegada al suelo. El nuevo espacio todavía no ha desvelado su afiliación estilística. Sin duda será una de las gratas sorpresas de la temporada.

¿Harto escuchar mal los concierto en los festivales al aire libre? No esperes más y consulta nuestros vuelos para Londres, la cuna de los espectáculos musicales en directo.

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de Wikipedia Commons, Ewan Munro, Jamie Barras

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Langstrasse, Im Viadukt y otras joyas de Zúrich

Zúrich, a primera vista, parece la ciudad del dinero y de la banca privada, de los zapatos bonitos y de la educación máxima, la ciudad del lujo y de las compras, de los lagos y los parques. Pero también es una ciudad con propuestas culturales muy interesantes y de diseñadores atrevidos.

Una buena referencia para localizarte en Zúrich es laHauptbahnhofo lo que es lo mismo, la estación central de trenes. La estación central de trenes es una enorme estación que te trae y te lleva al aeropuerto, por ejemplo, y donde podrás coger tranvías y autobuses urbanos para desplazarte por la ciudad. En la capital suiza, el transporte público es la mejor opción. Olvida los taxis si no quieres pagar sobre los 30 euros por trayecto. Hablando de euros, la moneda suiza es todavía el franco suizo por lo que te va a costar pagar en euros. Te recomendamos usar la tarjeta siempre que puedas. El coste de la vida en Suiza es aproximadamente dos veces y media la española por lo que, por poner un ejemplo, un desayuno de café con leche y croissant te costará sobre los ocho euros.

Cerca de la estación central se encuentra la vieja Zúrich, cruzando el río Limmat. Calles peatonales de adoquines y muchas librerías para un perfecto paseo por la zona.

Posteriormente me dirijo a Langstrasse, entre los distritos 4 y 5, lugar que me recomienda fervientemente un amigo suizo porque es donde están las propuestas más modernas y atrevidas.

Langstrasse era una calle con aire arrabalero, si se puede utilizar este adjetivo referido a esta lujosa ciudad, donde todavía queda algún cine erótico y presuntamente algo de decadencia, pero la verdad es otra totalmente distinta. Langstrasse es la calle donde encontramos ofertas culturales tan originales como Perla-Mode. Entro y me dejo seducir por el discurso de Stefan. Perla-Modees, según sus palabras, un colectivo de artistas que han tomado el local en el número 84 de la calle Langstrasse para desarrollar arte contemporáneo, pensamiento y cultura. Hay unas salas diferenciadas donde cada artista expone sus proyectos, donde se suelen hacer tertulias y charlas sobre cultura, arte y antropología y alberga, además, un cine improvisado construido con antiguos asientos de estadio de futbol y palés de madera donde pasan películas que luego comentarán en una sala pequeña. Una maravilla. E lPerla-Mode está constituido por el Corner College y por Motto Books donde disponen de multitud de libros y revistas de arquitectura, fotografía o diseño de distintos rincones del mundo. Stefan me comenta que hay intenciones de derribar el edificio para construir viviendas y que seguramente en febrero del 2012 ya no exista másPerla-Mode. Si te encuentras en la ciudad estos fías, vale la pena acercarse a conocer a este colectivo de artistas que allí tienen su residencia.

Justo delante del Perla-Mode, me encuentro con Soho, una enorme tienda de ropa erótica y complementos varios de fetiche, botas de cuero y como me dice Sonja, la chica que atiende cuando entro en la tienda, cosas para hacerte la vida menos aburrida.

Continúo paseando por Langstrasse y descubro muchas más tiendas, unas más interesantes que otras. Voy en dirección a Joseffstrasse, según indicaciones que me dan los habitantes de Zurich. En el camino por Langstrasse, hay de todo: zapaterías, tiendas de comida, quioscos, tiendas de moda.

Cafe Bistro foifi 30, Zurich

Antes de pararme a comer en un lugar que me han recomendado, el café Bistro Föifi 30, situado en el 48 de la calle Josefstrasse, me acerco a una curiosa tienda, Senior Design Factory. Entro seducido por el escaparate y hablo con una de sus creadoras Deborah Biffi y me cuenta la historia del proyecto de diseño social que emprendió en el 2008 junto a su socio Benjamin Moser. La historia de Senior Design Factory nace de un proyecto de final de carrera que decidieron pasar del papel a la realidad y se materializó en el actual espacio en el que me encuentro. El proyecto busca trabajar junto a personas ancianas de no menos de 75 años. Trabajan con ellos en la creación de cosas manuales de elaboración y diseño propio. Toda la sabiduría y la experiencia que otorgan los años plasmada en objetos de decoración magníficos. Hay cosas sorprendentes: desde objetos de cocina a lámparas u objetos de decoración de la casa. La lana es uno de los elementos que más destaca en la colección de objetos que ponen a la venta. Los sábados se realizan talleres que los mayores imparten a los jóvenes tratando de explicar los secretos de su creatividad.

La tienda y la función social de la misma me ha fascinado y he estado charlando largo y tendido con Deborah. Cuando salgo veo que el caféBistro Föifi 30está a tope y me recomiendan un restaurante turco, Bar Valentinsen en la calle Gasometerstrasse. Después de comer algo, bajo por Josefstrasse en dirección al viaducto. Me han dicho que hay cosas muy interesantes por allí. Y la verdad es que sí.

Josefwiesse, Zurich

Antes de llegar al viaducto me encuentro con Josefwiesse, un estupendo parque donde juegan padres con sus hijos y donde poder tomar algo mientras los niños corren por el parque. Un rincón de montaña en plena ciudad.

Justo salgo de joseffwiesse,y me encuentro con el famoso viaducto. Está pegado al parque y se llamaIm Viadukt, en la calle Viaduktstrasse. En cada puente del viaducto, descubres tiendas de moda, bares y comercios varios. Voy a chafardear un poco y entro enFamous Ape. Una tienda original suiza que tiene dos establecimientos: el de Zúrich, donde me encuentro, y otro más en Geneva. Anina me cuenta un poco de la tienda y me deja echar un vistazo. Goyagoyaes otra de las tienda que descubro. Ropa femenina de diseñadores alemanes y algunas marcas difíciles de encontrar porque su producción es casi artesanal. 52 locales distintos y un mercado, el MarktHalle. Accesorios y bicicletas enVelos, ateliers como el deDaniel Blunschi, flores en Marsano, peluquería y tienda de ropa como es el caso de Fashionslaveo bares de moda como el Ambrossi Coffee Bar.

Im Viadukt, Zurich

Dejo la zona para ir al Cabaret Voltaire, templo del dadaísmo y visita ineludible en Zúrich. Antes me paro para contemplar el gran lago de Zúrich, y me siento en un banco, como muchos locales, a ver los patos, los Alpes al fondo y el perímetro de la ciudad rodeando el lago.

El Cabaret Voltaire huele a historia. De hecho, conserva una sala donde se hacen exposiciones y performances que mantiene vivo el espíritu que dio origen al movimiento Dadá. Me gusta y me tomo una cerveza en el bar del Cabaret Voltaire. Antes de dejar el centro cultural, paso por la tienda para comprar un pedazo de historia en forma de recuerdo.

Cabaret Voltaire, Zurich

Por la noche, voy a tomar unas cervezas al Sihlcity donde se levanta un centro de ocio que ha nacido de las ruinas de una antigua factoría. En el centro de la plaza todavía conservan la característica chimenea que le da el aire industrial que requiere el entorno. Hay hoteles, tiendas, restaurantes y una discoteca y sala de conciertos, elPapiersaal, donde tomar unas copas de noche.

Un sitio que merece la pena descubrir! Consulta nuestros vuelos aquí.

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