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30 años de turismo rural en Asturias

Está claro que treinta años no es nada. Esos son los que han transcurrido desde que en 1986 Asturias pusiera en marcha el que fue el primer establecimiento del turismo rural español. Desde entonces todo ha cambiado, y para mejor. El pueblo de Taramundi, donde se inauguró La Rectoral, es hoy una referencia internacional, y gentes de medio mundo han pasado por allí a conocerlo y disfrutar de su paz, de sus gentes, de sus tradiciones. Además, el turismo rural se ha extendido por toda Asturias y es un estilo de ocio que cuenta con millones de adeptos, algunos de los cuales han encontrado en Asturias su verdadero paraíso.

La Rectoral, 30 años de experiencias rurales en el Paraíso Natural

Hace ahora tres décadas, cuando aún pocos vislumbraban que el turismo podría convertirse en uno de los principales motores económicos de la región, el gobierno del Principado de Asturias se aventuraba a liderar un proyecto destinado a transformar un pequeño rincón del Principado, Taramundi. Conjugar respeto por el entorno y su disfrute fue la máxima de esta iniciativa que culminó el 17 de junio de 1986 con la apertura del hotel La Rectoral.

Un fenómeno contagioso que fue extendiéndose por toda Asturias

Tras la puesta en marcha de La Rectoral, nuevos proyectos fueron surgiendo por toda Asturias, tanto en el occidente y el centro, como en el oriente. Pequeños hoteles, casas de aldea, apartamentos rurales. Todo un mundo de alojamientos en la zona rural, que no solo dio vida a las aldeas, sino que engendró un nuevo concepto de ocio, basado en la autenticidad, en el contacto con la naturaleza y con las costumbres de antaño, con un mundo ancestral.

El mejor decorado para el turismo rural

 La preservación de un entorno que durante 30 años nos ha hecho merecedores del eslogan “Asturias, Paraíso Natural”, es el aderezo perfecto a una estancia en el medio rural. Asturias presume de disponer de más de un tercio de su territorio sometido a alguna figura de protección, bien sea parque, reserva o monumento natural. Aquí van algunos de sus espacios más destacados:

Así, en los Picos de Europa, el visitante podrá recorrer los desfiladeros que dividen esta gran mole caliza; profundizar en la labor de pastoreo que, aún a día de hoy, pervive dentro de los límites del parque o descubrir la presencia de formaciones kársticas y restos glaciares – como los lagos de Covadonga -.

Otra alternativa podría ser la visita al parque natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, un territorio con gran variedad de matices que abarca no sólo el mayor robledal de Europa – el Bosque de Muniellos – sino que sirve de refugio a la mayor población de oso pardo cantábrico.

Algo similar les ocurre a aquellos que recorren Somiedo, no sólo porque aquí también pueden seguir las huellas del oso, sino porque a lo largo de toda su extensión encontrarán un territorio salpicado de áreas de pastizal en las que predominan las “cabanas de teito” - construcciones de piedra con techumbre vegetal - utilizadas antaño por los vaqueiros de alzada como refugio durante los meses de verano y que, fácilmente, te trasladan a otro tiempo.

El hayedo es la formación vegetal dominante en los bosques de Redes, aunque cimas como el Retriñón, la Peña del Viento, el Canto del Oso o el Pico Torres también hacen las maravillas de aquellos cuya meta es el contacto con la naturaleza.

Las formaciones boscosas también predominan en la reserva que comprende Oscos-Eopero, si algo diferencia a este territorio, es el hecho de ser una de las zonas más ricas de España en términos de tradición artesanal. Taramundi no sólo es cuna del turismo rural sino que puede presumir de albergar algunos de los centros etnográficos más interesantes de la península.

La última incorporación a este elenco de escenarios de ensueño ha sido el Parque Natural de Las Ubiñas-La Mesa. Con una superficie de 451 km2 no sólo alberga al segundo sistema montañoso calizo de la Cordillera Cantábrica – el Macizo de Peña Ubiña –, sino que también acoge diversos vestigios culturales que van desde la Edad del Bronce hasta un parque temático - el Parque de la Prehistoria -.

La experiencia de soñar en Asturias

Soñar en Asturias es realmente fácil, tanto despierto como dormido. La calidad de nuestros alojamientos después de esta ya dilatada andadura está sobradamente contrastada y fuera de toda duda. Los hay para todos los gustos, planteamientos y posibilidades. Y resulta que según todas las impresiones, alojarse en Asturias es siempre una satisfacción.

Como ejemplo de esta excelencia rural están los establecimientos que integran las Marcas de Calidad Casonas Asturianas – de la que forman parte 50 hoteles rurales -, y Aldeas - Asturias Calidad Rural - que engloba a 56 Casas de Aldea y Apartamentos Rurales-.

Tanto los hoteles de Casonas Asturianas, como las Casas de Aldea y Apartamentos Rurales de Aldeas son un perfecto exponente de la excelencia compartida por miles de personas en miles de momentos para recordar, y hacen suyo el lema de que soñar en Asturias es realmente sencillo y está al alcance de la mano.

Solo, en pareja o en familia

Todas las experiencias son posibles en Asturias. Y cada cual mejor. Podrás disfrutar de entornos urbanos o rurales, de montaña o de costa, a tus anchas. Y podrás hacerlo como prefieras: solo, con tu pareja, con toda tu familia, con tus niños, etc. Las opciones se multiplicarán según tus inquietudes y tus gustos.

Y lo que es muy importante: es muy fácil desde el pueblo acceder a las ciudades y viceversa. Todo está cerca y bien comunicado.

Está claro que Asturias es un paraíso en cualquier época del año, que te ofrece multitud de posibilidades de ocio en el ámbito natural, cultural, gastronómico, etc. Solo tienes que venir. Consulta nuestros vuelos aquí.

 

Texto e imágenes de Turismo de Asturias

 

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Regreso al pasado

Dornbirn es una ciudad del distrito de Dornbirn en el estado federado de Vorarlberg, en Austria. Está situada al sur de Bregenz, cerca de las fronteras con Suiza, Alemania y Liechtenstein. El río Dornbirnerach atraviesa la ciudad antes de desembocar en el Lago de Constanza. Dornbirn es la mayor ciudad de Vorarlberg, siendo un importante enclave comercial. Alberga el centro regional de la ORF (Radio Televisión Austriaca), la escuela de ciencias aplicadas (Fachhochschule) de Vorarlberg y otras instituciones. La ciudad fue un centro importante de la industria textil hasta su declive en la década de 1980.

El Martinimarkt (Mercado de San Martín) de Dornbirn es uno de los más importantes de toda Austria. En él participan expositores, escuelas, clubes y restaurantes de toda la comarca. La gracia de este mercado es su fuerte componente nostálgico, ya que aquí todo el mundo se disfraza como si estuviéramos a principios del s. XIX. Este año el lema es “compartir”, y es que dice la leyenda que San Martín compartió su capa con un mendigo. Por eso, los comerciantes ofrecen a los visitantes productos regionales o elaborados de forma casera. Además los clubs y escuelas presentan ofertas especiales ese día y también organizan talleres gratuitos de productos hechos a mano o reciclados.  El Martinimarkt, como en ediciones anteriores se ubicará en el centro de la ciudad convirtiéndose en un inmenso escenario donde se da lugar esta singular representación multitudinaria.

La jornada

El día empieza temprano. A las 08.45 h. todo el mundo se concentra en la torre del reloj. Allí se ofrece café gratis junto a la plaza del mercado. Los comerciantes dan así, la bienvenida a los visitantes. A las 10 horas, el alcalde, ataviado con traje de época, oficializa la apertura del mercado con un discurso desde las escaleras de la Casa Roja.

A partir de aquí, lo suyo es dejarse llevar entre los puestos, o simplemente quedarse en un punto fijo observando a la gente pasar. Es como viajar en el tiempo, a los días en los que la palabra “motor” significaba tan poco como “iPhone 7”. Aquí encontrarás de todo, pero también podrás probar de todo. A nivel gastronómico, lo que triunfa es la cocina casera tradicional: café,käsfladen (tipo de pan aplastado con queso típico de la región), caldo con fideos, buñuelos de manzana, albóndigas de patata, etc. A nivel de ocio hay una pista de baile en la que se puede bailar música tradicional con una banda que parece salida de una novela romántica, y los niños se lo pasarán de fábula en la feria de atracciones antiguas. Aunque uno de los juegos que más éxito cosecha es la rueda de la fortuna, cuya recaudación siempre se destina a una buena causa.

Cenar y dormir

Después de una jornada cargada de emociones, a uno se le empiezan a cargar las piernas cuando entra la tarde. El mejor consejo, llegados a este punto es volver a recuperar fuerzas con una buena cena. Aquí van algunas recomendaciones en la fascinante Dornbirn.

1.Rotes Haus 

Y si quieres conocer la comida local en todo su esplendor, nada mejor que el Rotes Haus. Este restaurante es un clásico de la ciudad. Además se encuentra justo en la plaza del mercado, así que mejor emplazamiento imposible. Cuando estuvimos nos pedimos un consomé con panqueque (especie de crepe de tradición sudamericana) con hiervas locales ralladas y escalope empanado de carne de ternera con patatas al perejil, servido con arándanos, y nos encantó este plato típico de la zona.

2. Zum Verwalter

En realidad se trata de un restaurante -hotel-boutique gourmet. El establecimiento es una hermosa casa de madera, que hará las delicias de los aficionados al interiorismo y al diseño, ya que todos las estancias están decoradas de forma independiente. Cada espacio es una historia. En la planta baja se encuentra el restaurante gourmet. Ciertamente se trata de unarara avis de la hostelería de la zona. Su restaurante siempre ha gozado de gran fama gracias a su cocina de fuerte influjo tradicional, que contrasta, eso sí, con su equipo joven. Sus productos son de mercado, de procedencia local. Con unas carnes se salen. El asado de ternera está espectacular.

3. Pasta Fresca da Giovanni

Sin duda es la mejor opción en cuanto a calidad/precio. Éste restaurante, se encuentra muy bien comunicado ya que está justo al lado de la carretera principal que atraviesa la ciudad, en la calle Stadtstrasse. El espacio es muy reconfortante, muy poco recargado a nivel decorativo. Os recomendamos que pidáis pasta de la casa, puesto que está elaborada por ellos mismos. Los raviolis rellenos de ciruelas y patatas de fondue de queso son insuperables.

Aventúrate a este viaje a través del tiempo. ¿a qué esperas para consultar nuestros vuelos?

 

Texto de ISABELYLUIS Comunicación

Imágenes de Jerey Keith, Pasta Fresca da Giovanni, Zum Verwalter

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Turismo a fuego lento en el sur Menorca

Menorca es una de las islas más fascinantes de todo el Mediterráneo. Su particular geología la convierte en un enclave excepcional. Menorca contiene numerosas especies endémicas, es decir, exclusivas de esta isla o bien compartidas sólo con otras tierras cercanas como Mallorca, Córcega y Cerdeña. Esta mezcla de generalidades y singularidades hace especialmente atractivo el patrimonio natural de este territorio, a la vez fuertemente humanizado desde hace 4.000 años. De hecho fue la primera isla balear con humanos. Los primeros pobladores de la isla no procedían de la península, sino que fueron descendientes de pueblos de otros puntos del Mediterráneo, como romanos, cartagineses, fenicios, y más tarde turcos.

Podemos hablar de tres zonas bien diferenciadas para practicarslow tourismen la isla. Por un lado el Este, por otro el Oeste, y por último el Sur. Puesto que las posibilidades son infinitas, nos vamos a centrar en la zona Sur, y más concretamente en el Sur-oeste de la Isla, con Cala Galdana como núcleo principal.

Playas donde levitar

Cala Galdana, es también conocida como Cala Santa Galdana o Cala Santagaldana. Está a siete kilómetros de Ferreries, situada entre Morro de Ponent y Penyal Vermell, así como junto a la urbanización homónima y flanqueada por los miradores des Riu y desa Punta -con excelentes vistas panorámicas-. Su topónimo procede de la denominación árabe Guad-al Ana. Esta playa es considerada como la más conocida y visitada de Menorca, una de las más bellas, que además contiene un centro turístico totalmente aislado en una extensa región natural prácticamente virgen. Este rincón costero resulta de un entrante de mar que al tocar tierra confluye con las desembocaduras de los torrentes Algendar y Algendaret, dando lugar a una zona húmeda, adaptada como embarcadero y con profusión del avifauna -halcón peregrino-, ranas, sapos, musarañas y murciélagos.

Cala Galdana ofrece innumerables posibilidades para descansar. Hay para todo tipo de visitantes. Menorca es conocida por ser perfecta para practicar el turismo familiar, pero también hay quien busca en la isla tranquilidad, y a veces los niños no acaban de encaja en el concepto de calma. Por eso hay hoteles para adultos, como el Hotel Audax, lo probamos y tuvimos una experiencia de relax absoluto., con spa y biblioteca incluidos. Además  incluye oferta de comida sana en sus restaurantes, Oliva –espacio gastronómico con cocina en vivo, que fusiona lo mejor de la pasta italiana con platos menorquines, y Galdanaslow cooking-. Además desde allí te pueden gestionar todo tipo de actividades, a través de Sports & Nature. Mateo, su responsable es un apasionado de las actividades en la naturaleza y se conoce la isla al dedillo.

Playas del Oeste

Si nos decidimos por las playas del Oeste, podemos dar un paseo de una media hora hasta llegar a la Playa Macarelleta. Os recomendamos ir fuera de temporada alta, que es del 15 de junio al 15 de septiembre, ya que durante esos días suele estar colapsada. La primavera es el mejor momento para disfrutarla. Se vive un ambiente especial, más cuando se presenta semi desierta. Tras un recorrido a través del Camí de Cavalls –camino que sigue todo el perímetro de la isla, con una longitud de 184 km, que en su día servía para comunicar las diferentes torres de defensa- el acceso a la playa se hace superando un desnivel de 150 metros, a través de una escalera de madera con 216 escalones. Pero el paseo vale la pena, ya que ésta es sin duda, la cala más fotografiada de la isla. Los tonos azul, verde y turquesa se combinan en el agua, mientras que el plano terrestre la gama cromática va de los verdes a los marrones. Si seguimos, unos 2 km y medio más llegaremos a Cala en Turqueta, un paraje con un paisaje impresionante. Y si queremos seguir disfrutando de un agradable paseo por el Camí de Cavalls, podemos llegar hasta Cala des Talaier (a 7 Km de Cala Galdana) y Son Saura (a 10 km). Además del camino costero también hay caminos por el interior que pasan por los diferentes barrancos de la isla. Hay tres ríos en la isla y sus barrancos permanecen verdes durante todo el año. Si puedes haz una excusión por el d’Algendar, y visita sus cuevas.

El mar y la calma

Otra opción para encontrar la calma es la de disfrutar del vaivén de las olas sobre una embarcación. Es posible alquilar barcos –es una buena manera de interactuar con la gente de la isla -o subir en golondrinas. Aunque una las mejores experiencias es sin duda, navegar en kayak. Se puede hacer por libre o con guía. Se recomienda esto último porque así tendremos un plus gracias a sus explicaciones y recomendaciones. Una de las propuestas de mayor éxito es la de asistir a una puesta de sol en medio del mar. Siempre es mejor hacerlo en verano, aunque en invierno también es posible, eso sí, será imprescindible el uso de neopreno.

Menorca te ofrece un buen puñado de posibilidades para tener unas vacaciones a fuego lento. Consulta nuestros vuelos aquí.

Texto e imágenes de ISABELYLUIS Comunicación

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La ruta del esmorçaret en Valencia

Para todo aquel viajero que recala en la ciudad del Túria, parece que sus paradas turísticas están escritas: la Ciudad de las Artes y las Ciencias, La Catedral, El Miguelete, La Lonja de la Seda, El Mercado Central, Las Torres de Serrano, Las Torres de Quart, el puerto, el Bioparc —si hay niños— y, por supuesto, La Albufera. Todo ello sin olvidar disfrutar de una buena paella para comer y una horchata para merendar.

Pero Valencia es mucho más. De hecho, existe una costumbre que es casi una religión: el almuerzo, más conocido como el esmorçaret, en el que junto al apetecible bocadillo con pan recién horneado, podréis degustar el platito de aceitunas o frutos secos, la cervecita, y el café, y todo, por menos de cinco euros.

Os sugerimos 8 bares de peregrinación obligada que os convertirán en adeptos a esta sana costumbre que suele hacerse entre las 10 y las 12 de la mañana.

Para los amantes de la tortilla

Bar Alhambra. En este pequeño local en la zona de Juan Llorens, cada día su dueño, Benito, cocina de media unas seis tortillas, de 2 kilos y medio de peso cada una. La principal sería la de patata, pero podemos elegir también entre la de patata y cebolla, de patata y ajos tiernos, la de patata y sobrasada, de patata y morcilla, entre otras. Otra de sus especialidades que te harán salivar es el bocadillo de lomo apaleao.

Bar Rojas Clemente. Escondido en uno de los mercados más pequeños de la ciudad, su barra es un espectáculo con múltiples variedades de tortillas, revueltos, embutidos y los clásicos pasteles salados tan característicos del local. El de queso de cabra, tomate confitado y espinacas es menester probarlo.

Bajo el sol de Valencia

Kiosco La Pérgola. Situado en el tranquilo y codiciado Paseo de la Alameda, es uno de los grandes clásicos de la ciudad, no sólo por su comida, sino por su soleada terraza. El ‘bombón’ es el bocata estrella: con lomo, champiñones, queso y salsa especial. Pero también podemos pedirnos uno solo con champiñones, o con mero, o con hígado, que en La Pérgola se convierte en todo un manjar.

El tamaño sí importa

Bodega La Pascuala. El local más solicitado por los amantes del almuerzo ubicado en el barrio marinero de El Cabañal y a tan sólo unos metros de la Playa de la Malvarrosa. Su ‘hit’ es el ‘Súper’, un descomunal bocadillo de barra entera con carne de caballo, cebolla, bacon, queso y el pan con tomate a la catalana. Los cacahuetes y aceitunas corren a cuenta de la casa.

Almuerzo con Estrella Michelín

Central Bar. Almorzar con Estrella Michelín también es posible. Este bar regentado por el reconocido chef Ricard Camarena, se encuentra ubicado en el increíble Mercado Central en el Barrio del Carmen, el casco antiguo de la ciudad. El bocadillo estrella lleva el nombre del propio Ricard Camarena y está elaborado con lomo, cebolla, mostaza y queso. ¡Un festival de sabor!

Un clásico: bocadillo de calamares

Casa Mundo. Fundado en 1953 por el mítico jugador y máximo goleador de la historia del Valencia C.F. Edmundo Suarez "Mundo”, este bar situado en el centro de la ciudad resiste cuál fortín ante la invasión de las franquicias. Destaca el bocadillo de calamares (el más famoso), pero también el blanco y negro con habas, el chivito y el pepito de pisto, tal y como se hacían hace más de 50 años.

La Piulà. Abundantes bocadillos con suculentos calamares rebozados arropados por un par artesanal y crujiente. El condimento opcional: la suave mahonesa. No os perdáis tampoco ‘el ciclista’, con jamón, tortilla y tomate como ingredientes principales.

Un lugar escondido en el casco antiguo

Tasca Ángel. La última parada de esta ruta es un recóndito local situado cerca del Mercado Central de Valencia, a escasos metros de la Lonja. Posiblemente sea el bar que mejor prepara las sardinas, su reclamo y auténtica especialidad, pero no es la única delicia que podemos probar. Desde unas verduritas a la plancha, hasta tapas muy difíciles de encontrar en otros locales como los riñoncitos, o la lleterola (mollejas), muy valorada en la huerta valenciana. Todo ello sin olvidarse de su ajo arriero.

Consulta tu Vueling aquí y conviértete a la cultura del ‘esmorçaret’.

Texto de Laura Llamas para Los Viajes de ISABELYLUIS

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