5 cosas que no te puedes perder en Bergen
Bergen es una ciudad con 900 años de historia. En todo este tiempo se ha caracterizado por la hospitalidad de sus habitantes con cualquier viajero que les visite. Actualmente es conocida por ser el verdadero eje cultural de Noruega. De hecho la ciudad es patrimonio mundial de la UNESCO.
Desde que el intrépido rey Olav Kyrre entró en el puerto y fundó la ciudad en 1070, Bergen ha atraído a gentes de todas partes del mundo. Algunos vinieron y se fueron, otros decidieron hacer de Bergen su casa. Los bergenses tradicionalmente han viajado mucho al extranjero, de hecho debido a su espíritu comercial siempre han estado muy bien comunicados con el exterior. El hecho de haber sido un enclave comercial ha facilitado mucho la llegada de diferentes culturas a lo largo de los siglos. Por eso durante mucho tiempo fue la ciudad de Noruega más importante, convirtiéndose en la primera capital que tuvo el país, siendo también, el hogar de la realeza. La ciudad vieja, llamada Bryggen está tan solo a 12 km del aeropuerto, un paseo, vaya.
Crucero entre fiordos y montañas
Experiencia total entre fiordos, montañas y cascadas a bordo de un crucero que dura algo más de tres horas, y que pasa por Osterfjord y los pintorescos Mostraumen,un lugar donde los barcos apenas pueden navegar de lo estrecho que es el paso. El crucero comienza en Zachariasbryggen, justo al lado del mercado de pescado. En el primer tramo del camino se puede disfrutar de una buena vista desde el mar de Bergen. El crucero pasa junto a Nordhordalandsbrua y Osterfjord. Cuando nos acercamos a Mostraumen el fiordo se vuelve más estrecho y es del todo impresionante ver como estamos rodeados por montañas escarpadas. Durante el transcurso también se pasa junto a varias cascadas, de las que incluso podemos recoger agua para beber. Tened la cámara del móvil a punto porque no será difícil ver focas, cabras y águilas durante la travesía. Más información aquí.
Un paseo por el muelle
El viejo muelle tuvo su momento de esplendor, en el siglo XIII cuando la confederación de ciudades mercantiles del norte de Alemania, que intentaba favorecer el intercambio comercial entre las principales ciudades germanas, abrió uno de sus cuatro oficinas europeas aquí. Tiene un diseño arquitectónico único y es quizás una de las imágenes más familiares de toda Noruega. Bergen creció alrededor de su colorido puerto, que era el centro del comercio, la navegación y la artesanía.
Mercado de pescado
El pintoresco mercado de pescado en Bergen es uno de los mercados al aire libre más visitados de Noruega. El mercado también vende frutas, verduras y recuerdos, pero su punto fuerte es sin duda el pescado. Tiene una magnífica ubicación, en el corazón de la ciudad, entre los fiordos y las siete montañas de Bergen. Durante la temporada de verano (del 1 de mayo al 30 de septiembre) el mercado está abierto todos los días de la semana, de 7 a 21 horas. En cambio, durante el invierno solo abre los sábados de 9 a 15 h. Es ideal para venir con niños, ya que es habitual ver el marisco vivo en grandes peceras.
Panorámica de concurso
Las mejores vistas de Bergen las encontramos subiéndonos al funicular Fløibanen, el cual nos lleva hasta la cima del monte Fløyen en tan solo 8 minutos. Una vez en la cumbre descubriremos que allí también hay un imponente parque con numerosas atracciones para los más pequeños. O sino, también os recomendamos dar un paseo por la montaña. El funicular es una de las atracciones más famosas de Noruega. El viaje se inicia desde el centro de la ciudad, a sólo 150 metros del mercado de pescado y de Bryggen. El monte Fløyen se encuentra aproximadamente a 320 metros sobre el nivel del mar, y desde allí se puede disfrutar de la hermosa vista, asimilar el paisaje urbano con detalle y las panorámicas orientadas hacia el mar y los fiordos de Bergen.
Museo de Edvard Grieg
El actual Museo de Edvard Grieg fue durante 22 años el hogar del famoso compositor. En esta pintoresca cabaña con jardín compuso muchas de sus obras más emblemáticas. El museo se encuentra en Troldhaugen, en Bergen, y actualmente, además de albergar el museo en el que se programan exposiciones relacionadas con el creador del famoso Concierto para piano en la menor, también dispone de una cafetería y una pequeña sala de conciertos, que incluye una cabina datada en el año 1885.
Bergen cuenta con infinitas posibilidades, tanto si te quedas en la ciudad como si te vas a explorar sus alrededores –os recomendamos acercaros hasta Stegastein, el mirador desde el que podrás disfrutar de unas increíbles vistas gracias a su plataforma de 30 metros sobre los fiordos ¡y a una altura de 650 metros!-. ¿A qué esperas para vivirlo? Consulta nuestros vuelos aquí.
Imágenes de Bergen Tourist, Sverre Hjornevik, Bergen Reiselivstag, Teje Rakke y Dag Fosse
+ info
Turismo a fuego lento en el sur Menorca
Menorca es una de las islas más fascinantes de todo el Mediterráneo. Su particular geología la convierte en un enclave excepcional. Menorca contiene numerosas especies endémicas, es decir, exclusivas de esta isla o bien compartidas sólo con otras tierras cercanas como Mallorca, Córcega y Cerdeña. Esta mezcla de generalidades y singularidades hace especialmente atractivo el patrimonio natural de este territorio, a la vez fuertemente humanizado desde hace 4.000 años. De hecho fue la primera isla balear con humanos. Los primeros pobladores de la isla no procedían de la península, sino que fueron descendientes de pueblos de otros puntos del Mediterráneo, como romanos, cartagineses, fenicios, y más tarde turcos.
Podemos hablar de tres zonas bien diferenciadas para practicarslow tourismen la isla. Por un lado el Este, por otro el Oeste, y por último el Sur. Puesto que las posibilidades son infinitas, nos vamos a centrar en la zona Sur, y más concretamente en el Sur-oeste de la Isla, con Cala Galdana como núcleo principal.
Playas donde levitar
Cala Galdana, es también conocida como Cala Santa Galdana o Cala Santagaldana. Está a siete kilómetros de Ferreries, situada entre Morro de Ponent y Penyal Vermell, así como junto a la urbanización homónima y flanqueada por los miradores des Riu y desa Punta -con excelentes vistas panorámicas-. Su topónimo procede de la denominación árabe Guad-al Ana. Esta playa es considerada como la más conocida y visitada de Menorca, una de las más bellas, que además contiene un centro turístico totalmente aislado en una extensa región natural prácticamente virgen. Este rincón costero resulta de un entrante de mar que al tocar tierra confluye con las desembocaduras de los torrentes Algendar y Algendaret, dando lugar a una zona húmeda, adaptada como embarcadero y con profusión del avifauna -halcón peregrino-, ranas, sapos, musarañas y murciélagos.
Cala Galdana ofrece innumerables posibilidades para descansar. Hay para todo tipo de visitantes. Menorca es conocida por ser perfecta para practicar el turismo familiar, pero también hay quien busca en la isla tranquilidad, y a veces los niños no acaban de encaja en el concepto de calma. Por eso hay hoteles para adultos, como el Hotel Audax, lo probamos y tuvimos una experiencia de relax absoluto., con spa y biblioteca incluidos. Además incluye oferta de comida sana en sus restaurantes, Oliva –espacio gastronómico con cocina en vivo, que fusiona lo mejor de la pasta italiana con platos menorquines, y Galdana –slow cooking-. Además desde allí te pueden gestionar todo tipo de actividades, a través de Sports & Nature. Mateo, su responsable es un apasionado de las actividades en la naturaleza y se conoce la isla al dedillo.
Playas del Oeste
Si nos decidimos por las playas del Oeste, podemos dar un paseo de una media hora hasta llegar a la Playa Macarelleta. Os recomendamos ir fuera de temporada alta, que es del 15 de junio al 15 de septiembre, ya que durante esos días suele estar colapsada. La primavera es el mejor momento para disfrutarla. Se vive un ambiente especial, más cuando se presenta semi desierta. Tras un recorrido a través del Camí de Cavalls –camino que sigue todo el perímetro de la isla, con una longitud de 184 km, que en su día servía para comunicar las diferentes torres de defensa- el acceso a la playa se hace superando un desnivel de 150 metros, a través de una escalera de madera con 216 escalones. Pero el paseo vale la pena, ya que ésta es sin duda, la cala más fotografiada de la isla. Los tonos azul, verde y turquesa se combinan en el agua, mientras que el plano terrestre la gama cromática va de los verdes a los marrones. Si seguimos, unos 2 km y medio más llegaremos a Cala en Turqueta, un paraje con un paisaje impresionante. Y si queremos seguir disfrutando de un agradable paseo por el Camí de Cavalls, podemos llegar hasta Cala des Talaier (a 7 Km de Cala Galdana) y Son Saura (a 10 km). Además del camino costero también hay caminos por el interior que pasan por los diferentes barrancos de la isla. Hay tres ríos en la isla y sus barrancos permanecen verdes durante todo el año. Si puedes haz una excusión por el d’Algendar, y visita sus cuevas.
El mar y la calma
Otra opción para encontrar la calma es la de disfrutar del vaivén de las olas sobre una embarcación. Es posible alquilar barcos –es una buena manera de interactuar con la gente de la isla -o subir en golondrinas. Aunque una las mejores experiencias es sin duda, navegar en kayak. Se puede hacer por libre o con guía. Se recomienda esto último porque así tendremos un plus gracias a sus explicaciones y recomendaciones. Una de las propuestas de mayor éxito es la de asistir a una puesta de sol en medio del mar. Siempre es mejor hacerlo en verano, aunque en invierno también es posible, eso sí, será imprescindible el uso de neopreno.
Menorca te ofrece un buen puñado de posibilidades para tener unas vacaciones a fuego lento. Consulta nuestros vuelos aquí.
Texto e imágenes de ISABELYLUIS Comunicación
+ infoBurdeos en 7 pasos
Burdeos puede jactarse de haber salido de un dulce sueño, que bien le valió el sobrenombre de la Bella Durmiente, para convertirse en la Perla de Aquitania. A continuación os damos las claves para disfrutar de lo que ha convertido a esta ciudad en un irresistible destino turístico.
1. Catar sus vinos
Para qué negarlo, el vino es el motor económico de la región, y el principal motivo por el que es conocido Burdeos en el mundo entero. Sin duda alguna, un viaje a esta ciudad es la excusa perfecta para adentrarse en su extensa carta de vinos. La Oficina de Turismo proporciona hasta 60 circuitos diferentes con los que conocer las bodegas que han posicionado esta región vinícola a nivel internacional. Eso sí, no es necesario salir de Burdeos para conocer sus vinos. Sólo hay que acercarse a alguno de sus bares y bistrós para encontrarlos. Aquí nuestras recomendaciones:
- El CIVB Le Bar a Vin, todo un clásico en la ciudad, que cuenta con una extensa carta de vinos de Burdeos.
- Para el que prefiera acompañar el vino de un buen queso, el Bistro du Fromager es la mejor opción.
- El que además de catar quiera aprovechar para llevarse alguna botella de recuerdo, entonces tiene que visitar La Conserverie Converserie.
- Y siempre se puede aprovechar para hacer un curso de cata de vinos en L’Ecole du Vin.
2. Dejarse deslumbrar por el espejo de agua más grande del mundo
La Place de la Bourse (plaza de la Bolsa), también conocida como la Place Royale (plaza Real) es sin duda alguna uno de los lugares más destacados de Burdeos. Fue construida entre 1730 y 1755 por Jacques Gabriel, Primer Arquitecto del rey Luis XV. Esta plaza supuso en su momento la apertura de la ciudad más allá de sus murallas medievales y el comienzo de su periodo de máximo esplendor. Tiene forma rectangular, con uno de sus lados abierto al río Garona, y en cuyo centro alberga la estatua de las Tres Gracias. Su principal atracción es Le Miroir d’Eau (el espejo de agua), uno de los mayores espejos de agua del mundo, con una superficie de 3.450 m2. El juego de reflejos resultante fascinante y muy fotogénico. Y si viajas con niños, tienen la diversión asegurada.
3. Disfrutar de su patrimonio
Burdeos es, tras París, la ciudad francesa con el mayor número de monumentos históricos protegidos. Ese es el caso de su puerto, conocido como el puerto de la Luna, que en 2007 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Éste debe su nombre a la forma que tiene de media luna o de croissant, debida a su ubicación en el meandro del río Garona. La mayor parte de las construcciones que conforman el puerto y sus alrededores son un reflejo de los ideales del Siglo de las Luces. No dudes en recorrer sus calles para disfrutar de tan singular belleza.
4. Dar un paseo en barco por el río Garona
El río Garona ha sido y es una pieza clave en el desarrollo de la ciudad, que durante el siglo XVIII le permitió contar con uno de los puertos más importantes de Europa. Una forma diferente de visitar Burdeos es tomando la perspectiva que el río ofrece. Para ello sólo tienes que acercarte al puerto de la Luna, y coger uno de sus cruceros. Entre las múltiples opciones que hay, recomendamos la que ofrece la posibilidad de catar vinos de la zona y picar algo, mientras se disfruta de las vistas.
5. Dejarse inspirar por su oferta museística
Los amantes del arte no deben perderse la visita al Museo de Bellas Artes, del que destaca su colección de pinturas holandesas. En el caso de que lo tuyo sean las últimas tendencias del arte, entonces debes acercarte al CAPC Musée d’Art Contemporain, situado en un antiguo almacén de productos coloniales. El Museo de Artes Decorativas, ubicado en el Hotel de Lalande, ofrece la oportunidad de conocer cómo era la vida de la burguesía del siglo XVIII XIX a través de sus objetos decorativos: muebles, esculturas, cerámicas, grabados, cerámicas, cuberterías y cristalerías.
6. Disfrutar de la naturaleza en alguno de sus parques
Burdeos cuenta con un buen número de parques donde tomar un respiro. El más destacado de todos es el Jardin Public (Jardín Público), situado en el corazón de la ciudad. Abierto en 1755, siguiendo la inspiración de Versalles, un siglo después sería rediseñado al estilo inglés. Cuenta con un carrusel antiguo que hará las delicias de los más pequeños.
7. Comer ostras en el mercado
Si tienes la posibilidad de viajar en fin de semana a Burdeos, entonces no dudes en acercarte por la mañana al Marche des Capucines. En este magnífico mercado, además de ver productos de primera calidad y de disfrutar de su buen ambiente, encontrarás paradas donde degustar ostras, marisco y pescado fresco.
Reserva aquí tu Vueling y comprueba por ti mismo todos los encantos que se esconden en Burdeos.
Texto de ISABELYLUIS Comunicación
Imágenes de SuperCar-RoadTrip.fr, Yann Chauvel, Bistro du Fromager
+ info
Love Hanover
Por Tensi Sánchez de actitudesmgz.com
Si los hermanos Grimm continuasen escribiendo cuentos de hadas, bien podrían dedicarle una mención especial a los páramos que alberga la ciudad encantada de Hanóver, la capital del Estado Federado de Baja Sajonia; una ciudad que se ha reconstruido con el paso del tiempo, pero que a día de hoy sigue conservando ese aire mágico tan característico de las pequeñas ciudades alemanas.
El estilo ecléctico de la ciudad está presente en cada paso que damos, el centro de la ciudad denominado Stadtmitte cuenta con la peculiar Estación Central – Haupbtbahnhof, punto clave para la conexión de los trenes de los alrededores y punto neurálgico de la vida de los alemanes, ya que en su interior subterráneo se encuentra una gran zona comercial repleta de exóticos restaurantes y multitud de tiendas que se prolongan hasta la estación de Kröpcke, una increíble galería comercial bajo las calles de Hanóver. Es sin duda el lugar perfecto para comer de forma muy económica, no dudes en probar la variedad gastronómica de Back Factory: el famoso Brezel, la amplia variedad de snacks o las dulces Berlinas; además en esta zona comercial podrás visitar sus originales tiendas subterráneas como la tienda para chico y chica One Green Elephant.
En el centro de la urbe podemos encontrar varias galerías comerciales como Ernst-August-Galeri y la Galeria Kaufhof que lideran las calles más exclusivas de la ciudad alemana, repletas de tiendas y restaurantes de lujo. Entre las calles del centro encontramos una exquisita tienda de mujer Zöe, no te quedes con las ganas de descubrir las colecciones de moda femenina ¡No apta para todos los bolsillos! Tampoco debes perderte la tienda de stock T·k·maxx, donde encontrarás grandes firmas de hombre, mujer y niños a precios increíbles.
En los alrededores de Kröpcke descubrimos la Chocolatería Hussel, el paraíso del chocolate, donde podemos elegir entre una amplia variedad de chocolates de todos los sabores: praliné, trufa, chocolate con naranja, …¡Ideal para los golosos! Muy cerca de Hussel nos encontramos con Butlers, una tienda de diseño repleta de esos curiosos objetos que nos hacen la vida más divertida: tazas, imanes, carteles y postales.
No solo puedes disfrutar de las maravillas que Hanóver te ofrece durante el día, sino que por la noche la ciudad se viste a la moda para tomar unas copas en los mejores pubs. Para comenzar la noche nada mejor que irte a probar los platos de Loretta’s Biergarten, como su delicioso queso de cabra envuelto en tocino o los tagliatelle con venado, acompañado de una auténtica cerveza alemana en su espectacular terraza ajardinada. Tras la cena y si el cuerpo te pide un poco de fiesta, la mejor opción es acudir a la discoteca de moda de Hanóver, Osho Disco, tres plantas donde podréis bailar con la música más actual.
A pocas manzanas al sur-oeste se encuentra el casco antiguo de la ciudad, Altstadt, sin duda el lugar predilecto para encontrar pequeñas boutiques, anticuarios y restaurantes con mucho encanto. En las inmediaciones de la Iglesia del Mercado podemos encontrar pequeñas boutiques made in Hannover como la tienda de ropa femenina de Anette Spitzl, la boutique Marie Jo o los diseños de BBP Prêt à Porter.
Continuando por la Knochenhauerstraße descubrimos Un trozo de Mallorca en Hanóver, y es que en esta calle se encuentra Ein stück Mallorca, una joyería con piezas realizadas en oro y plata con incrustaciones minerales, autenticas obra de arte. Pero no solo nos encontramos con un “pedacito” de Mallorca sino que además muy cerca de esta calle podrás descubrir una pequeña pastelería al más puro estilo francés, hablamos de Glücksmoment, un espacio muy íntimo y acogedor donde encontramos infinitas variedades de muffins, cupcakes, chocolatinas, macarrones franceses…¡Exquisito!
En la calle Kramerstraße hay un amplia variedad de pequeñas tiendas y de anticuarios como Jordan o Antiquitäten, donde puedes encontrar libros de segunda mano, piezas de cristalería, jarras de cerámica, carteles antiguos y los más dispares objetos de épocas pasadas, sin duda la parte con más encanto de la ciudad inmersa en los edificios clásicos de la antigua Alemania.
Continuando por las calles del casco antiguo nos encontramos con la plaza Balhofplatz, una amplia y centenaria plaza, el lugar idílico para descansar y tomar una buena taza de té en la terraza de Tee Flubehen o bien degustar una exquisita comida alemana en el castizo Restaurante Silver & Gold, ambas colindantes y muy cerca del río Leine, en cuya orilla se celebran los sábados el rastro del casco antiguo.
Uno de los paisajes más bonitos con los que cuenta Hanóver es el lago Maschsee, un lago artificial inmenso, date un paseo al atardecer por la orilla del lago hasta el embarcadero Yachtschule Hanover, donde podrás alquilar barcas para navegar o cenar con una de las mejores y más increíbles vistas de la ciudad.
Como colofón a esta experiencia alemana, no pierdas la oportunidad de visitar los Jardines Herrenhausen. A pocos minutos del centro en transporte público llegarás a uno de los jardines barrocos más grandes y bellos de Alemania, junto a ellos se encuentra el jardín botánico de estilo inglés Berggarten.
Nos esperes más a reservar tu Vueling
¡We love Hannover!
+ info