La capital de la sofisticación
Londres es una capital versátil y que permite las yincanas más variadas. Si ya has estado en la capital británica y te has probado con las habitaciones de veinte inquilinos en alguno de los centenares de B&B (Bread and Breakfast, servicio de cama más desayuno) o le has sacado humo a tu Oyster Card (bono transporte) para visitar a buen precio las variadas propuestas culturales y gastronómicas de la ciudad, es momento que descubras el Londres más lujoso y trendy.
¿Por qué no empezar por el desayuno? Si bien dicen que es la más importante de las comidas del día, también podemos hacer que sea la mejor. Compartir los cereales con tus compañeros de habitación del B&B está genial pero si un día te cansa encontrarte siempre con el último culín del brick de leche, aviso a navegantes: Londres no sólo está en la first division de la hora del té. Tampoco se le dan mal las comidas de antes de las cinco. Y es que quién diría que no a empezar el día con el mejor sashimi o el más selecto salmón escocés. Además de unos postres imponentes como el Big Ben. En el buffet del Cookbook Café del Intercontinental Park Lane deberás invertir, más que dinero, tiempo: ¡Sus combinaciones son infinitas, y a cuál más deliciosa! Bien céntrico, justo delante del Green Park; por si necesitas una cabezadita después de la lujuria de sabores.
Una vez hecho poso, un poco deejercicio.En Londres tocará hacer brazos –las bolsas van a pesar, amigo– y, sobre todo, probarse en el noble arte del disfraz: el cuadrado perfecto que forman New Bond St, Old Bond St y la misma Picadilly St te permitirán sentirte Julia Roberts en Pretty Woman. ¡No hay lugar en el mundo con mayor concentración de escaparates irresistibles! Más allá de primeras firmas como Gucci, Prada, DKNY o Vitorio & Luccino, encontraremos tiendas como Abercombrie, ésta en Burlington Gardens (fortaleza de espectacular fachada en Regent St) o cómo no –si los ojos ya sangran de mirar etiquetas– la comercial TopShop en Oxford Circus; marca prêt-à-porter, alejada de la alta costura y mucho más asequible, famosa por ser el lugar estrella para modelos como Kate Moss. Fue la primera marca de consumo con desfile propio en la London Fashion Week.
Después del atracón, lo mejor será reponer fuerzas por el lugar. ¿Un té rápido y algún tentempié en The Wolseley? Amplio, señorial y con un ambiente palaciego, este local de Piccadilly es una buena opción para disfrutar del Londres clásico.
Toca cambiar de zona. Calles impecables, fachadas imponentes y acabados de lujo; Londres cuenta con algunos de los barrios residenciales más prohibitivos de Europa. Entre ellos está Kensington, que más allá de casas que quitan el hipo, cuenta con unos imponentes jardines (visitables) conocidos como Roof Gardens, ubicados en el techo del edificio Derry and Toms. También encontramos el barrio de Chelsea, uno de los preferidos por la realeza. En uno y otro barrio no sólo la opulencia brilla con luz propia, también hay pequeños rincones donde perderse por sus propuestas escénicas. El jazz tiene una especial importancia por las noches, así pues tanto el bar Piano Kensington en Kensington High Street como el 606 Club, un jazz-bar de toda la vida en Chelsea, harán las delicias de los melómanos.
No podemos despedir el repaso a los barrios más exquisitos sin nombrar el district de Portobello y su aire a escenario de comedia romántica. Antiguo “basurero” de Londres –sí, sí, así era tildado a finales del siglo XIX–, los negocios de alfarería fueron dejando paso a los cafés y tiendas de antigüedades hasta que el barrio adoptó su actual idiosincrasia. Famoso por su carnaval (Carnaval de Notting Hill), según los locales se trata de un mini-Rio de Janeiro vivaracho y lleno de color.
Después de pasear por Portobello Road no queda más que refrescarse el gaznate en alguna de las coctelerías de la zona. Podéis optar por el Portobello Star, donde hay tantos tipos de ginebra como cabinas rojas en toda la ciudad. Con algo fresquito entre manos, y antes de que llegue la medianoche, hará falta consultar la programación de la Royal Albert Hall.
Y justo después, si se quiere seguir el desenfreno –y acabar desayunando de nuevo en el buffet del Cookbook Café– hará falta visitar uno de los eternos locales de moda de la capital inglesa, el Annabel's (Mayfair): vistan sus mejores galas, nunca se sabe si Lady Gaga habrá tenido la misma idea esa noche. Antes pero, habrá que pagar su cuota anual; entre sus paredes descansan las conversaciones más íntimas de la bohemia londinense de los 60 y de la realeza. Y eso tiene un precio. Si no hay suerte, siempre se puede probar con los exigentes porteros de The Beauchamp, pujante club en la batalla nocturna por la sofisticación.
Para dormir, nada más sofisticado que el Hilton London Bankside: hotel recién estrenado, franquicia de la mítica marca hotelera. Ubicado en un edificio de aires industriales-futuristas, esta maravilla te hará sentir en medio de la acción de la película Her. Situado en el corazón de Bankside y a poca distancia del Tate Modern, una de las más prestigiosas galerías de arte del mundo, el hotel alberga un hermoso ático que cuenta con su propia terraza privada, una zona de ocio de 100m² y espectaculares vistas de Londres. Además, cuenta con un nuevo restaurante, el OXBO Bankside; bajo el mando del chef ejecutivo Paul Bates, junto a The Distillery, se trata de un bar fresco –por el que es imprescindible dejarse ver– y que ofrece más de 50 marcas de ginebra, además de su propia cerveza. Los desayunos de su buffet –¡viva los buffes!– son antológicos. El interiorismo del comedor, a cargo de Dexter Moren Associates y Twenty2Degrees, te impresionará por su extraordinario trabajo lumínico, ¡las luces se adaptan a las diferentes fases del día!
¿Ya estás seducido? Seguro que sí. No te cortes y prepara tu escapada ya. Consulta nuestros vuelos aquí.
Texto de Yeray S. Iborra para ISABELYLUIS Comunicación
Imágenes de Michael D. Beckwith, Cristina Bejarano, Klovovi
+ infoTerrazas donde alcanzar el cielo de Madrid
Comprobado: tras una larga jornada visitando algunos de los fantásticos museos que alberga Madrid, disfrutando de sus magníficos monumentos, recorriendo sus calles (y perdiéndose en ellas), o simplemente yendo deshopping, la mejor forma de tomarse un respiro con la llegada del buen tiempo es subiéndose a las alturas y disfrutando de las vistas, acompañados de una refrescante bebida y de alguna especialidad gastronómica. A continuación hemos hecho una selección de algunas de las mejores terrazas de la ciudad donde poner el broche de oro a una larga jornada turística o de trabajo, y “besar el cielo de Madrid”.
Azotea del Círculo de Bellas Artes
Muy en boga últimamente, se ha convertido en todo un must para aquellos que están de visita en Madrid. Situada a unos pasos de la calle Alcalá, las maravillosas vistas que ofrece desde su azotea es uno de sus principales reclamos, por los que bien merece la pena pagar los 4 euros que cuesta su acceso. Además, puedes aprovechar para deleitarte con las especialidades gastronómicas del Tartan Roof, que corren a cargo del chef Javier Muñoz- Calero.
Terraza Cibeles
Muy cerca del Círculo de Bellas Artes, en la misma plaza de la Cibeles, se encuentra el antiguo Palacio de Telecomunicaciones, que desde 2011 alberga la sede del Ayuntamiento de Madrid y el espacio cultural CentroCentro. En la planta octava de este edificio hay un mirador, al que se accede pagando 2 euros, y que ofrece vistas de los 360º de Madrid, con cartelas explicativas ubicadas en varios puntos del mismo, en los que aparecen indicados los principales edificios de la ciudad. Podemos rematar la visita en la sexta planta, en la que se encuentra la Terraza Cibeles, donde disfrutar de cocteles de lujo acompañados de delicias gastronómicas con estupendas vistas. Eso sí, la experiencia puede ser un poco cara (30 euros por persona), y se recomienda reservar con anterioridad.
Terraza de Sabatini
Ubicada en la azotea del Hotel Apartosuites Jardines de Sabatini, justo frente al Palacio Real, merece la pena acercarse a esta terraza solo por deleitaros del espectáculo visual que ofrece al atardecer, con el palacio de fondo. Podéis acompañar tamaña imagen tomando algunas de sus deliciosa tapas y raciones, elaboradas por el chef Chema de Isidro, y maridarlas con alguno de sus fantásticos cócteles. Se recomienda reservar.
El Viajero
Situado en pleno corazón de la Latina, justo al lado de la popular plaza de la Cebada, se encuentra este bar-restaurante de dos plantas, en cuya azotea podéis disfrutar de las vistas a la iglesia de San Francisco. El mojito es la principal estrella de la velada, que podéis acompañar de ricos pinchos y raciones. Este es el lugar perfecto para poner fin a una larga jornada turística en la ciudad e ir abriendo paladar para la noche madrileña.
Terraza del Urban
Culminando el lujoso Hotel Urban, un cinco estrellas situado en la Carrera de San Jerónimo, se encuentra esta fantástica terraza, todo un clásico de los veranos madrileños. Apto para los amantes de lo más chic, donde además podrás mojar tus pies en su piscina mientras saboreas algunos de sus estupendos cócteles. Aunque es un poco caro, la experiencia bien merece la pena.
The Roof
Otro hotel, en este caso el Hotel ME Madrid, es el encargado de albergar nuestra próxima propuesta, The Roof. La terraza de este magnífico edificio modernista situado en la famosa plaza Santa Ana, es el lugar perfecto para tomar unas copas y disfrutar de la música mientras te deleitas con unas magníficas vistas de la ciudad como fondo.
Casa de Granada
Nuestra última recomendación se encuentra situada al lado de la plaza Tirso de Molina. Para llegar a esta terraza tendrás que llamar al telefonillo y subir en un angosto ascensor, pero la experiencia tiene premio: una estupenda terraza con unas tapas para chuparse los dedos en un espacio lleno de solera.
Ahora que ya sabes dónde se esconden algunas de las mejores vistas de Madrid, coge tu Vueling y vívelas por ti mismo.
Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS
Imágenes de Ángela Ojeda Heyper
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Nueve imprescindibles en Palma de Mallorca
Normalmente cuando hablamos de Mallorca nos limitamos hacerlo de sus excelentes playas y de los paisajes que en ella podemos descubrir, tendiendo a dejar de lado a su ciudad principal, Palma. Esta encantadora localidad portuaria con muchos siglos de historia esconde numerosas maravillas que la convierten en todo unmusten tu visita a la isla. A continuación te damos algunas de las claves que hacen tan seductora esta ciudad.
1. Una catedral llena de sorpresas
Imposible no verla, la catedral de Mallorca sobresale entre todos los edificios de la ciudad. También conocida como La Seu, este monumento de estilo gótico levantino destaca por su elevada estructura –es una de las catedrales góticas más altas de Europa- y por su enorme rosetón, también de los más grandes de la época, y amaga un interior lleno de sorpresas. Por un lado está la huella de Gaudí, que la reorganizó a principios del siglo XX, y en el que incluyó elementos ornamentales modernistas y un baldaquino en el altar inacabado. Además está el sorprendente mural de cerámica de inspiración mediterránea que cubre la Capilla del Santísimo, obra de Miquel Barceló, y que no pasa desapercibido para el visitante.
2. Una lonja con mucho encanto
De parada obligatoria es también este edificio de mediados del siglo XV, obra de Guillem Sagrera, que en su tiempo ejerció como sede del Colegio de Mercaderes. En la actualidad deslumbra a los visitantes con sus estilizadas columnas helicoidales que finalizan en bóvedas de crucería que a primera vista parecen palmeras. Un espacio absolutamente inspirador capaz de transportarnos a una época en la que Palma jugaba un importante papel comercial.
3. Una ruta por la Mallorca de Miró
La huella de Joan Miró está muy presente en la ciudad que lo acogería los últimos 27 años de su vida. Imprescindible, acercarse hasta la Fundación Pilar y Joan Miró, donde podrás ver la casa y el taller del artista, además de una pequeña parte de su extensísima colección. Y sin alejarte mucho de la zona, en el palacio de Marivent se han abierto recientemente sus jardines en los que se pueden ver doce esculturas del artista.
4. Una buena dosis de arte contemporáneo
El arte contemporáneo en Palma no solo está presente en la figura de Miró. Tienes la opción de acercarte hasta Es Baluard, el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Palma, donde hallarás los principales artistas y movimientos que han confluido y confluyen en las Illes Balears. Otra de los espacios que no debes perderte es el Museo Fundación Juan March, que contiene una interesantísima colección de arte contemporáneo español.
5. Recorriendo el paseo marítimo
Como buena ciudad que vive de cara al mar, Palma cuenta con un extenso paseo marítimo que la recorre por todo lo largo y que regala otra visión de la ciudad – impresiona a su paso ante la catedral- y que además cuenta con espacios de pensados para el ocio y en los que los lugareños se dedican a la práctica del deporte o simplemente al descanso.
6. Gastronomía de lujo
La ciudad de Palma cuenta con una amplia y magnífica oferta gastronómica en la que conviven la tradición local en forma de bares de tapas y restaurantes que trabajan con productos de proximidad, pasando por los que reinventan la gastronomía mallorquina y la llevan un punto más allá, hasta los de cocina internacional. Así pues, no dudes en probar la típica e imprescindible sobrasada o dejarte maravillar por los chefs que se decantan por la vertiente más osada de la gastronomía.
7. Santa Catalina, el barrio “hipster”
En los últimos años, el que fuera el barrio de los pescadores ha ido transformándose y limpiando su cara, hasta convertirse en un atractivo más de la ciudad. Te recomendamos acercarte a última hora del día para disfrutar de su oferta de locales donde reponer energías con una buena cena en un ambiente de lo más cool.
8. Terrazas con vistas
Otra forma de disfrutar de la ciudad es desde algunas de sus azoteas que esconden bares y restaurantes donde degustar un buen ágape con unas vistas de lujo. Es el caso de Nakar Hotel, en el que se puede disfrutar de la excelente oferta gastronómica a cargo del cocinero mallorquín Miquel Calent con unas magníficas vistas de fondo.
9. Un recuerdo en forma de ensaimada
Para qué negarlo, es imposible irse de Mallorca sin una ensaimada entre las manos. Es un hecho que te delata en el aeropuerto de llegada, pero es que a este dulce es imposible resistirse. Rellenas de cabello de ángel, crema, chocolate, y hasta de sobreasada, o sin nada si lo prefieres, son numerosas las pastelerías donde puedes hacerte con este sabroso recuerdo. Entre nuestras favoritas están el Forn Fondo y Horno Santo Cristo.
Reserva tu Vueling a Palma de Mallorca y aventúrate a recorrer sus calles y dejarte llevar por el encanto que emana esta bella ciudad.
Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS
Foto de SBA73
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París con niños
1) Parc de La Villette
Abierto todo el año, La Villette es un destino seguro para entretener a niños y niñas de 0 a 99 años. El parque más grande de Francia ocupa una superficie de 55 hectáreas, y en sus jardines y edificios se organizan talleres, actividades y espectáculos llueva, nieve o haga sol. En verano es famoso su Cinéma en plein air (cine al aire libre), donde miles de parisinos llegan horas antes para coger sitio y desplegar profesionales kits de picniqueo. En invierno muchas actividades y talleres se concentran en el Grande Halle, un emblemático edificio de hierro y cristal que fue el mercado de ganado más importante de Francia. Pero volviendo a lo que nos ocupa, los críos: es un imprescindible el Jardin des vents et des dunes, un parque de juegos (recomendado de 0 a 13 años) gratuito, donde los padres pueden tumbarse en unas cómodas chaises longues mientras echan un ojo a los pequeños. El Jardin des voltiges, dedicado al circo, también es un espacio gratuito donde los pequeños pueden experimentar con la gravedad sobre cuerdas, escalando o montándose en un monociclo. En La Villette también organizan interesantes talleres didácticos y exposiciones.
2) Cité des Sciences, Cité des enfants y la Géode
La Villette no está precisamente en el centro de París, así que si os acercáis hasta allí, lo mejor es que os quedéis a pasar el día y visitar también la Cité des Sciences, la Cité des enfants y la Géode. En la Cité des Sciences podréis visitar interesantes exposiciones didácticas para niños y no tan niños, pero la joya de la corona para las criaturas es la Cité des enfants. Un enorme y moderno espacio de 5.000 metros cuadrados que acoge todo tipo de actividades, experimentos, juegos de agua y espacios de descubrimiento para aprender jugando. Se divide en dos: para niños de 2 a 7 años y para niños de 5 a 12. Para finalizar el día, nada mejor que una película o documental en la pantalla de 360º en la fantástica Géode.
3) Galerie de l’Évolution
Se inauguró poco después de la Tour Eiffel, el año 1889 bajo el nombre de Galerie de Zoologie. La impresionante estampa de una enorme manada de elefantes, jirafas, cebras o búfalos seducirá ya de entrada a los pequeños. La evolución de las especies centra las exposiciones permanentes del museo, que también hace hincapié en las especies desaparecidas y las que están en peligro de extinción. En la Galerie des Enfants, los pequeños podrán descubrir de manera lúdica e interactiva la diversidad y los riesgos medioambientales. Más información aquí.
Después de tanto animal disecado y reproducido, a los pequeños les apetecerá ver a unos cuantos de vivos. Solo tenéis que salir al exterior del museo y encontraréis el Zoo du Jardin des Plantes, un centro que se dedica al estudio y conservación de especies y que alberga unas 200 especies. Si de lo que se trata es de ver animales, no os perdáis el Parc Zoologique de Paris, donde podéis desayunar con las jirafas o iniciaros como cuidadores de animales alimentando a un manatí (una especie de foca gigante) de 600 kg.
4) Orquesta de París
Una de las orquestas más prestigiosas de Francia ofrece conciertos para disfrutar en familia y donde el idioma no importa. Aquí pequeños y mayores descubrirán juntos la música a partir de espectáculos-concierto especialmente pensados para todos los públicos que invitan a la participación. Podéis consultar toda su programación y horarios en su web.
5) De museos
La mayoría de los museos de París tienen materiales especiales para los niños que los visitan e incluso salas y espacios adaptados a ellos. Así, por ejemplo en el Louvre organizan talleres, visitas familiares y cuentos para descubrir el museo de una manera entretenida. Además, los padres pueden descargarse material didáctico desde la web o pedirlo en el punto de información. Entre los museos más valorados por los parisinos por lo que hace a actividades familiares encontramos el Palais de Tokyo o el Pompidou, donde también organizan actividades, talleres y exposiciones especialmente pensadas para niños y adolescentes.
Además de los más conocidos, París tiene museos para todos los gustos. No descartéis visitar algunos que os sorprenderán, como el Museo de las muñecas, el Museo del Chocolate, el Museo de la Música o el de la Aeronáutica.
¿A qué esperas para ir a disfrutar de París con tus hijos? Consulta nuestros vuelos aquí.
Texto de Rita Peré / ISABELYLUIS Comunicación
Imágenes de Cité des enfants, Francois_Grandin, Galerie de l’Évolution, Little Palais, Paris Tourist Office. Daniel Thierry, Paris Tourist Office. Amélie Dupont, Arnaud-Legrain
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