A 30.000 pies por viajeros para viajeros

Resultados

Encuentro exprés con el Berlín techno parte 2

Tal y como os comentamos en el primer capítulo hoy continuamos nuestra visita monográfica sobre el techno de Berlín. Siguiendo con lo anteriormente explicado nos adentramos en nuestra segunda noche en la ciudad. Para tal cometido hay variedad de locales. En un radio de menos de 200 metros hay dos de los más célebres, todos en el cruce de Kreuzberg. Al primero, Monarch, se accede por medio de una escalera que jamás dirías que te llevará a zona segura. Pero tras una puerta metálica escondida a un lado de la calle, ¡milagro! El local tiene programación estable y citas especiales, como el XJAZZ Festival. Otro de los míticos es La Paloma: pasarás veinte veces por la misma puerta y jamás dirás, “aquí hay movida”... Aunque en esta ocasión no la hubo: las 21h es demasiado pronto para este local. Con Farbfernseher, ni lo intentamos. Queríamos pasar a mayores.

“El mejor techno sigue en las fiestas underground, donde cuesta asomar el hocico...”, nos comenta Ana, una diseñadora madrileña, residente en Berlín. Con este buen presagio nos adentramos en la noche, al Berlín más interesante que los locales proclaman... Antes, cometemos un pequeño pecado.

Tresor se ha convertido en el Pachá de Berlín”, nos riñe Carlota, una catalana que vivió los últimos años en la capital alemana. Tresor no es el mejor recinto —no está en la localización original, tampoco— al que acceder en Berlín, pero es un pedacito de historia asequible: su túnel de acceso a la sala de abajo, la del hard techno machacón de luces estroboscópicas no se asemeja a nada en el resto de Europa. Suene lo que suene lo hace de maravilla gracias a su equipo. Además el sitio es limpio, limpio, incluso se ofrece desodorante y champú para los que se alarguen de más por la noche.

Pasadas un par de horas nos percatamos de que, berlineses, berlineses, no hay. En los pasillos se escucha más español e inglés que alemán. Encontraréis muchos guiris, también en sitios como Suicide Circus, Cassiopeia, Kit Kato Weekend. De hecho, los locales cuentan que algunos clubes míticos han cerrado precisamente por la presión de los extranjeros y la gentrificación: Kater Holzig, Golden Gateo Icon, por ejemplo. Decidimos ir a por otra leyenda, esta con el pedigrí intacto: Berghain en Rudersdorf.

El campo de tierra que precede al edificio, de varias plantas color terroso, impone. No por el tamaño, sino porque se huele el miedo a leguas: las estadísticas dicen que el no es la respuesta hegemónica en la puerta. Cinco profesionales de seguridad se encargan de controlar no tanto las trifulcas como el dress code (negro impoluto, aunque entra una pareja vestida de látex verde) y los modos (no hablar en la cola, no ir en grupos, no ir en pareja chico/chica) de los que hacen cola, cautos. Martí, un barcelonés que hizo el Erasmus en Berlín, jamás entró. Y, claro, nosotros tampoco. Son las 4h de la mañana.

—¿Tenéis invitación? —nos pregunta un portero grandullón, directamente en inglés. No hemos mediado palabra pero él ya sabe que teutones, no somos.
—No…—le contestamos en medio-alemán. El de seguridad mueve la cabeza hacia un lateral, mostrando el camino de salida. La visita a Berghain, como marca la leyenda, ha sido corta.

¿Qué se cuece dentro del club para que su leyenda haya aumentado tan exponencialmente los últimos años? “Es una cuestión de exclusividad, que el propio club vende”, contesta un gallego, que tampoco ha entrado al local. “Dicen que dentro hay cuartos oscuros y, tal vez, la mejor música”, añade Ana. Carlota, refuerza la idea: “Una sesión normalita allí es la más épica que puedas vivir en Barcelona”. De lo que hay dentro, poco se sabe más allá de los testimonios de los que acceden, ya que en Berlín son recelosos con las imágenes en los clubes.

La noche ya pesa en las piernas. Y para acabar este fin de semana exprés, cometemos un nuevo error: ir al mejor club de tarde, a altas horas de la madrugada. Sisyphos ha sido uno de los puntales en Berlín en los últimos años, un gran espacio al aire libre, al ladito del río, en el que se nos cierran los ojos. Cogemos un taxi, nuestro NH está al otro lado de la ciudad, y nos vamos pensando en el encuentro con eltechnoen Berlín. “Volveremos”.

Texto de Yeray S. Iborra | Gracias a Ángel Molina, Ana Riaza, Carlota Surós y Martí Renau por la información de primera mano para la ruta de este artículo.

Imágenes de Los Viajes de ISABELYLUIS, Michael Mayer

 

+ info

La Catania atípica

¿Cómo definir Catania? La ciudad de las mil caras, de los mil sabores, de los mil tesoros. Ciudad marítima y volcánica, puerto del mar Jónico y capital de Etna. Ciudad de comerciantes, campesinos y pescadores que siempre han vivido en simbiosis con el agua, el fuego, el mar y las montañas. La ciudad de los mil corazones de una cultura multiétnica y multireligiosa. La cuna de Bellini y del barroco siciliano. Del mar a las montañas, Catania equivale a campos interminables de naranjos y viñedos costeros al pie del monte Etna; negros alcantilados de roca volcánica y largas extensiones de arena blanca; ruinas romanas e iglesias barrocas; el festival de Santa Ágata y los mercados centrales.

Probablemente ya conoces el barroco, las iglesias, los palacios, las calles, los balcones y las tradiciones que animan su casco antiguo. En lugar de esto, ¿por qué no optar por una de las muchas experiencias alternativas que ofrece Catania a través del portal sicilying.com? Aquí tienes nuestras tres sugerencias.

La primera: pasear por el centro de la ciudad, con la nariz afilada, explorando los aromas que la invaden. La gastronomía y las tradiciones culinarias que aquí se encuentran son un tesoro oculto de sus múltiples influencias culturales: griegos, fenicios, romanos, normandos y árabes dejaron aquí su huella. Cocina campestre y gastronomía aristócrata, ingredientes ricos y pobres confluyen creando sabores intensos y auténticos. Los restaurantes sofisticados se complementan con auténticas tavernas tradicionales y la más extraordinaria comida callejera anima las callejuelas.

Catania es la cuna de la comida “callejera”. En el caso de que quieras encomendar tu visita a los mejores operadores turísticos, puedes combinar un tour por Catania con el descubrimiento de su mejor gastronomía y los vinos que tiene en su haber. Puedes contemplar el barroco siciliano en la Piazza Duomo o la Via Crociferi, atravesar el famoso mercado de pescado (la pescheria) y probar el sangeli (sangre de cerdo) ozuzzu (carne en gelatina). En la Piazza Stesicoro, que alberga el anfiteatro romano, puedes acercarte a un bar tradicional para probar la comida callejera por excelencia: el arancino,la cartocciata y la cipollina,además de todas las variedades dulces y saladas de sucomida para llevar. O dejarte guiar por los chefs locales a través de los mercados tradicionales del casco antiguo, para que luego puedas preparar tú mismo los platos sicilianos.

La segunda: sumergirte en el verde campo de Catania, en busca de las raíces de los vinos sicilianos más famosos. Los orígenes de muchas bodegas de Catania se remontan al siglo dieciocho. Sus viñedos están situados en rocas de lava a 700 metros sobre el nivel del mar y se cultivan siguiendo métodos que han pasado de generación en generación. El microclima típico y las favorables características del suelo volcánico permiten cultivar uva de gran calidad.

Más allá de los viñedos encontrarás los antiguos bagli (construcciones aisladas en la campiña siciliana) y monasterios del siglo catorce convertidos en casas rurales. Una cata de vino en una bodega del monte Etna es una experiencia inolvidable, que brinda la oportunidad de saborear «sobre el terreno» algunas de las referencias más famosas de esta región: Nero d’Avola, Inzolia, Cerasuolo di Vittoria, Etna DOC, tinto y blanco, acompañadas por la degustación de gastronomía típica.

La tercera: después de comer y de probar algunos vinos, es hora de salir de la ciudad y subir en mountain bike el Etna, también conocido como la muntagna.Con 3.300 metros de altura, es el volcán en activo más alto de Europa.

El monte Etna, con su paisaje lunar a gran altitud, los bosques que se extienden a lo largo de la costa, los senderos y paisajes únicos, los productos típicos y los pueblos con sus centros históricos, es un destino fascinante para los viajeros y los amantes de la naturaleza, los vinos y la gastronomía y para los aficionados a los deportes al aire libre, practicados en un entorno singular.

Los ríos de lava han esculpido esta tierra haciéndola extremadamente variada. Las rocas, la frondosa vegetación y los paisajes, que están en continuo estado de cambio conforme los substratos se deslizan con el tiempo, así como las temperaturas, la precipitación y la exposición a los elementos también varían a estas altitudes.

Puedes optar por hacer una ruta por el monte Etna en bicicleta a lo largo de sus increíbles senderos (la Pista Altomontana), de la mano de un guía experto, o hacer una ruta en bicicleta de la montaña al mar, descendiendo del volcán al mar. Ambas opciones son una experiencia increíble que recordarás durante años.

¿O quizás te va más conocer Sicilia desde una perspectiva única, singular y completamente diferente? En ese caso, apúntate a un tour en globo aerostático. El viaje te permitirá vivir una experiencia extraordinaria, con vistas inolvidables de toda Sicilia. Al aterrizar, te estará esperando una copa de buen vino del monte Etna, acompañada de algunos productos típicos de la zona y se te entregará un «certificado del bautizo de vuelo», firmado por el piloto.

Venga, no te conformes con una estancia habitual, ¡Catania hay que vivirla al máximo!

 

+ info

Ruta por los museos gastronómicos de la Emilia-Romaña

Viajar a la Emilia-Romaña es viajar a un mundo lleno de sabores, de eso no cabe duda. Más allá de sus emblemáticas localidades y de sus magníficas huellas del pasado en forma de monumentos, está su gastronomía. Así que tenedlo en cuenta cuando visitéis Bolonia, Rávena Módena, Rimini, Ferrara, Parma o cualquier otra localidad de esta popular región del norte de Italia. Una forma de conocer las delicias gastronómicas de esta región, más allá de probarlas, es visitar alguno de los museos que hay especializados en el tema. A continuación os hemos hecho una selección de estos espacios pensados para dar a conocer la historia, origen, evolución y elaboración de estos manjares.

Museo del Balsamico Tradizionale di Spilamberto
(Via Roncati, 28, Spilamberto)

El aceto balsámico o vinagre balsámico es un tipo de vinagre cuyo origen está en la Emilia-Romaña. Se obtiene de la mezcla de distintos vinos que incluyen tanto blancos como tintos. A diferencia de otros vinagres, su proceso de elaboración en más largo. En Spilamberto, situada entre Módena y Bolonia, se encuentra este museo dedicado a este delicioso y delicado compañero de ensaladas, carnes e incluso postres.

Museo del Prosciutto di Parma
(Via Bocchialini, 7,  Langhirano)

El prosciutto es la denominación que recibe el jamón curado en Italia. Parma es una de las denominaciones de origen de este popular producto, característico del norte y el centro de Italia. Elaborado con la pata del cerdo o del jabalí, podemos encontrarlo como entrante (antipasto), en sándwiches y paninis, en pizzas, formando parte de la salsa que acompaña a la pasta e incluso como relleno en platos elaborados con carne.

Este alimento tan versátil tiene un museo donde conocer mejor su origen, historia y proceso de elaboración, en Parma. Se encuentra ubicado en Langhirano, municipio que también dedica un festival al jamón.

Por cierto, además delprosciuttode Parma, también se habla de los siguientes embutidos, que tampoco debéis olvidar probar: el culatello de Zibello, el salami de Parma y la spalla cotta (paletilla cocida) de San Secondo.

Museo del Parmigiano Reggiano
(C/ Corte Castellazzi, Via Volta, 5 Soragna - Parma)

El parmigiano es un queso que apenas necesita de presentación. Quién más quién menos lo ha usado rallado para condimentar la pasta, el risotto o incluso lo ha empleado para gratinar. Los más inquietos sabréis que su origen está en Parma, de ahí su nombre. Lo que quizás desconoceréis es que la receta originaria es casi seguro que sea de época romana. Estos datos y muchos más los encontraréis en el Museo del Parmigiano Reggiano, que se encuentra situado en Soragna. El espacio que lo alberga es una antigua quesería, en la que además se expone material procedente de las cinco provincias en las que se produce el Parmigiano-Reggiano, y abarca un periodo que se extiende desde la segunda mitad del siglo XIX hasta la primera mitad del XX.

Gelato Museum Carpigiani
(Via Emilia, 45, Anzola dell’Emilia)

A escasos kilómetros de Bolonia, en Anzola dell’Emilia, está este espacio dedicado a uno de los alimentos más refrescantes y populares de Italia, el helado.

Inaugurado en 2012, en sus más de mil metros cuadrados se pueden ver máquinas heladeras, fotografías, presentaciones multimedia o utensilios empleados en la realización de helados. Todo ello para explicarnos su historia y evolución. Y es que aunque parezca increíble, ya en Mesopotamia se usaban el hielo y la nieve procedente de las montañas para refrescar las bebidas servidas durante los banquetes reales.

Este espacio expositivo forma parte de la empresa Carpigiani, elaboradora de helados que ha querido con este mueso acercar al público hacia este producto.

Museo del Pomodoro
(C/ Corte di Giarola – Parco del Taro, Collecchio)

¿Un museo dedicado al tomate? Este fruto procedente del continente americano, y omnipresente en la cocina italiana, bien se merece un espacio en el que encumbrarlo y profundizar en él. Conocido también en la zona como el “oro rojo”, tiene su propio museo en Collecchio, centro agrícola e industrial de la región, situado a menos de media hora de Parma.

Atrévete a ampliar tus conocimientos sobre la gastronomía italiana, ¡hazte con tu billete aquí!

 

Texto de ISABELYLUIS Comunicación

Imágenes de Pink Ayla, Turismo Emilia Romagna, Kelly Hau, faungg's photos

 

+ info

Eastenders: Spitalfields, Sunday Up Market, Brick Lane

La zona más cool del momento, el nuevo rincón del glamour del East End, se encuentra comprendida entre los mercados de Spitalfields, Sunday Up Market y Brick Lane, con un montón de tiendas vintage, artesanía, joyería y puestecitos de comida de todo tipo por los que pasear sin ningún tipo de complejos.

Brick Lane

Su nombre proviene del camino que iba a la fábrica de ladrillos y azulejos. La mitad sur alberga hoy en día parte de la comunidad blangladesí, con gran cantidad de turísticos restaurantes de curry, tiendas de alimentos y tejidos, por lo que la calle es conocida popularmente como Banglatown, mientras que su mitad norte está llena de tiendas únicas y originales.

No te pierdas los famosos bagels de Beigel Bake en el número 159 de Brick Lane, abierto durante las 24 horas del día.

The Carpenters Arms

El pub The Carpenter’s Arms, situado en Cheshire St, tiene una romántica historia. Los gemelos Reggie y Ronnie Kray, los gángsters más famosos del East End londinense, lo compraron en 1967 y se lo regalaron a su madre.
Su historia terminó cuando fueron condenados a cadena perpetua. El 11 de octubre del 2000 cuando se celebró el funeral de Reggie Kray a lo largo de Cheshire St.
Cuenta la leyenda que tal era su humor negro que hicieron la barra con tapas de ataúd.
A día de hoy, el Carpenter’s es un pub acogedor con más de cincuenta marcas de cerveza diferentes donde elegir y una clientela exquisita que mantiene viva la leyenda de los Kray.
Los actuales propietarios, Eric y Nigel, consiguieron salvar el pub de un intento a principios de siglo de ser convertido en viviendas. Se encontraron el pub totalmente destrozado a excepción de la famosa barra hecha de tapas de ataúd.

The Carpenters Bar
www.carpentersarmsfreehouse.com
73 Cheshire Street

Beyond Retro

Cheshire Street está salpicada por una gran variedad de tiendas vintage y de jóvenes diseñadores, pero en el número 110 encontrarás una de las más grandes, un enorme almacén de ropa de segunda mano por el que perderte y rebuscar entre una enorme cantidad de botas, camisetas, vestidos y gadgets de todo tipo.

Beyond Retro
110-112 Cheshire St.
www.beyondretro.com/

Vibe Bar

The Vibe Bar comparte la entrada con Old Truman Brewery, que en el pasado fue la mayor fábrica de cerveza de Londres. Desde la agradable terraza en el patio, accedes por unas escaleras a 4 grandes espacios en el que se realizan exposiciones, conciertos de reggae y música experimental y sesiones de dj’s. El interior del bar está decorado con enormes graffitis, amplios sofás y alguna antigua máquina recreativa. En septiembre alberga el Brick Lane Music Festival.

Vibe Bar
91-95 Brick Lane
www.vibe-bar.co.uk

Dray Walk

En este callejón llamado Dray Walk comparten vecindad el Cafe 1001 con su terraza de madera rústica y una de las tres tiendas Rough Trade que existen en Londres, en la que encontrarás la mejor selección de vinilos y cd’s además de una cafetería y unos sofás donde sentarse y conectarse a internet.

Al Volo

Enfrente de una de las entradas al Sunday Up Market, se encuentra Al Volo , donde podrás comer excelente comida italiana.

Al Volo
Hanbury Street
www.alvolo.co.uk

Sunday Up Market

Sunday Up Market es el mercado más cool del momento.
Entre semana no es más que un parking de coches pero los domingos se llena de gente, con sus más de 200 puestos repartidos en dos plantas de ropa, joyas, comida y música.

Sunday Up Market
www.sundayupmarket.co.uk

The Golden Heart

Situado estratégicamente en el cruce de Commmercial Street con Hanbury Street y justo enfrente del mercado de Spitalfields, The Golden Heart es el lugar idóneo para observar todo el movimiento de la zona y tomarse un momento de descanso.
Aunque también es cierto que los clientes de toda la vida se han ido desplazando y han sido sustituidos por los grupos de jóvenes modernos que visitan la zona.

The Golden Heart
84 Commercial Street

Spitalfield Market

Ubicado en un bonito edificio victoriano, Spitalfields Market comenzó su actividad en 1682 y está abierto todos los días de 11:00 a 15:00 y de 9:30 a 17:30 los domingos.

Era el lugar preferido por los amantes de la ropa vintage, un lugar donde encontrar moda urbana a buen precio, pero últimamente se ha convertido en un complejo turístico con tiendas y restaurantes. Los puestos de jóvenes diseñadores se han trasladado a la Old Truman Brewery en el Sunday Up Market.

De todos modos, aunque no se tenga la intención de comprar, su visita vale la pena.

Ten Bells

El Ten Bells es la historia viva del famoso Jack el Destripador. El pub se encuentra en la esquina de Commercial Stret con Fournier Street en Spitalfields. Aunque la fachada ha cambiado, el interior es prácticamente igual que cuando lo frecuentaba Jack el Destripador. Una de las paredes del pub conserva un hermoso mosaico “Spitalfields in the Olden Time” que bien merece una visita. También observaremos que, en el pub, hay una pared con la lista de sus victimas, así como recortes de prensa del célebre Destripador. .

Ten Bells
84 Commercial Street

Dan ganas de ir verdad? Anímate! Consulta nuestros precios aquí!

 

 

 

+ info