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Sicilia a bocados

Se extiende orgullosa sobre el Mediterráneo, sabedora de sus innumerables encantos. La gastronomía, uno de ellos. Sicilia no sólo se autobastece de su espléndida despensa sino que nutre a Italia entera de sus frutos. Producto fresco de la huerta, pescados, vinos y dulces que aunque ya se pueden encontrar en medio mundo, saben mejor aquí que en ningún otro lado. De ahí que la Gran Fiesta de la Cocina Italiana por Excelencia se celebre en esta isla italiana como cada año a las puertas del verano. Del 11 al 13 de junio tendrá lugar una nueva edición de Cibo Nostrum, la feria popular que saca a la calle a productores, cocineros y lugareños para dar a conocer sus últimas propuestas y compartirlas con todos aquellos que recalen en la isla. Si estás pensando en una escapada a Sicilia, ten presente esta cita para dar cuenta de su riqueza culinaria.

Hasta un centenar de chefs y bodegueros sicilianos participan del evento, que año tras año incrementa sus cifras de asistencia. Si aún no sabes lo que supone catar un buen vino local a los pies del Etna o saborear un pescado azul seguido de unos cannoli en la imponente Taormina, entonces no deberías perderte Cibo Nostrum para disfrutar de esos momentos.

Durante tres días, en los que también se suceden demostraciones culinarias en vivo, podrás degustar la esencia de la mesa siciliana servida en bandeja. Obviamente, se necesitan más jornadas para conocer la isla en profundidad, pero Cibo Nostrum pone sobre la pista los ingredientes, los platos, las referencias y las direcciones más destacadas.

Imperdibles son por ejemplo el restaurante Sabir Gourmanderie, enmarcado en un precioso parque en las laderas del Etna, ideal para descubrir los sabores típicos de esta tierra volcánica, y el Kistè Gourmet, el nuevo local del chef estrellado Pietro d’Agostino situado en la portentosa Taormina.

Entre las bodegas para comer también bien y las vinotecas al uso, quédate con Salumificio Scollo cuando estés en Catania y planees un buen picoteo; pero también con la enoteca Etnashire Wine Store situada en Viagrande, que además dispone de tienda virtual para comprar en la distancia los productos sicilianos que más te convenzan del local. Querrás traerte en la maleta vinos como el Vigna la Miccia o el Notti Stellate, el espumoso Castelluccimiano Brut o ese Marsala que en la isla maridan especialmente bien con los quesos de postre.

Si entramos en materia dulce, porque así será el recuerdo que te lleves de la isla, no puedes pasar por alto la pastelería del maestro Corrado Assenza en Caffè Sicilia, referente absoluto en la elaboración de la cassata (tarta tradicional a base de ricotta, azúcar, bizcocho, mazapán, fruta confitada y azúcar glas) o los cannoli (dulce con forma de tubo relleno de crema de ricota)de autor más exquisitos.

Reserva tu Vueling a Catania y no dudes en sacarle todos los sabores a la isla.

Texto de Belén Parra de Gastronomistas.com

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Electrónica y nieve en los Alpes

¿Quién dijo que hay que esperar al buen tiempo para disfrutar de los festivales de música al aire libre? Una forma de ponerle el broche de oro a la temporada de esquí es dándose un homenaje y yendo a alguno de los festivales que tienen lugar en alguna de las cumbres europeas, y en los que la música y la nieve son los principales protagonistas. Una de estas citas ineludibles es el Snowboxx, un festival que funde ambos elementos, y en los que la calidad musical, los deportes de nieve y la diversión están más que asegurados.

Esta nueva edición del Snowboxx (ya van cuatro con esta) tendrá lugar del 18 al 25 de marzo en las fantásticas pistas de esquí de Avoriaz, situadas en los Alpes franceses, a unos 80 kilómetros del aeropuerto de Ginebra. Basement Jaxx, Wilkinson y Hannah Wants son los platos fuertes de este festival, que también contará con la presencia de High Contrast, TQD (Royal T, DJ Q & Flava D), Karen Harding, Yousef, Norman Jay MBE, Bicep, Jax Jones, Charlie Tee o Charlie Swift, entre otros. Toda una buena dosis de música electrónica con la que despedir la temporada de festivales de invierno.

La música no es la única protagonista de este festival, que comparte cartel con la nieve y todo lo que se puede hacer en ella (o con ella). 650 kilómetros esquiables  distribuidos en 283 pistas (27 negras, 104 rojas, 119 azules y 33 verdes) por los que podrás deslizarte con los esquís o con la tabla, distribuidos en 14 valles, todo un paraíso por recorrer para todo buen aficionado al esquí y el snowboard. Y aún hay más, ya que Avoriaz cuenta en su haber con varios snowparks que harán las delicias de los freestylers. ¡Ah! Y si no eres muy diestro en esto de deslizarte sobre las superficies nevadas, siempre puedes acabar uniéndote a la multitudinaria guerra de nieve que organiza el Snowboxx o bailando en una piscina cubierta con la música de algún Dj de fondo.

Otro de los componentes de este festival es el gastronómico, imprescindible para sobrellevar las bajas temperaturas y el desgaste de energía. Así pues, no dudes en  reponer fuerzas probando clásicos de la zona como la raclette y la fondue, o de calentar tus manos mientras disfrutas de tu música favorita con un vino caliente.

Avoriaz, un espacio libre de coches

Una de las singularidades con las que cuenta Avoriaz, la estación de esquí encargada de acoger el Snowboxx, es que está cerrada al tráfico de coches, por lo que solo se puede acceder a ella a pie, o con medios de transporte ideados para deslizarse por la nieve, como el coche de caballos, los trineos o los esquíes. Esto te permite ir lujo de ir andando desde el hotel hasta las pistas. Para aquellos que lleguéis hasta la zona en coche, hay dos parkings, uno descubierto y otro cubierto (ambos de pago), donde dejarlo aparcado durante la estancia.

Avoriaz, en funcionamiento desde 1966, se encuentra dentro del conjunto que forman las catorce estaciones dePortes du Soleil,estando en la parte central de estas. Sus sectores son: Arare, Lindaret, Chavanette, Té, Chatel, Intrets, Prodains, Super Morzine.

Reserva tu Vueling a Ginebra, que está a 80 kilómetros de Avoriaz, y disfruta de este magniifco festival de musica electronica.

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de

 

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Disfrutando del otoño en Mallorca

Tras el caluroso y ajetreado verano mallorquín, repleto de turistas en busca del sol y de sus fabulosas playas, llega el otoño, y con él la calma, y uno de los momentos más bellos del año para visitar la isla. El clima sigue siendo suficientemente agradable como para hacer excursiones por la isla, y el volumen de gente con el que nos crucemos es infinitamente inferior. Solo una pega, también es probable que nos encontremos en nuestro recorrido con muchos de los chiringuitos y negocios de temporada estival cerrados, pero ese es un riesgo que bien merece la pena correr, sobre todo si vamos en busca de la tranquilidad y la relajación en compañía de algunos de los mejores paisajes del Mediterráneo.

Pasear por Palma

Una de las primeras cosas que podemos hacer en la isla es disfrutar de su capital, y de las huellas de su pasado paseando por su centro histórico. Entre los sitios que no deben de faltar en tu ruta están su imponente Catedral, en cuyo interior hallarás los trabajos realizados por el artista Miquel Barceló en la capilla del Santísimo, el Palacio de la Almudaina, la Lonja, y la Plaza Mayor. No olvides acercarte hasta Santa Catalina, el barrio más trendy de la ciudad, donde, entre otras cosas podrás disfrutar de su variada oferta gastronómica. 

Disfrutar de sus playas

Darte el último baño de la temporada en una playa solitaria, disfrutar de una magnífica puesta de sol, o simplemente quedarte contemplativo deleitándote con las vistas son algunos de los placeres de los que puedes disfrutar en esta época del año en la costa mallorquina. Con casi trescientas playas en su haber, entre las que se cuentan de fina arena, de rocas y guijarros, o recónditas calas, seguro que encuentras un rincón donde desconectar del mundanal ruido.   

Hacer actividades en la naturaleza

El buen clima del que goza la isla durante todo el año y los múltiples posibilidades que ofrece la isla la convierten en un lugar idóneo para la práctica de deportes en la naturaleza como el ciclismo y el senderismo. Los aficionados al cicloturismo solo tenéis que facturar la bici o alquilarla, y animaros a recorrer sus carreteras y caminos comarcales desde los que se puede ir cómodamente de una población a otra disfrutando al máximo del paisajes.

Por otra parte, los amantes del senderismo no debéis de perder la oportunidad de acercaros hasta uno de los parajes más bellos de la isla, como lo es la Serra de la Tramuntana, con rincones de alto valor ecológico, como el islote de Sa Dragonera, hoy Parque Natural, o el Torrent de Pareis y las Fonts Ufanes, declarados monumentos naturales.

Y a aquellos que os vaya la ornitología o el bird watching, Mallorca es un buen emplazamiento para la observación de las aves, ya que acoge a numerosas especies migratorias durante los meses que van del otoño a la primavera. Entre las diversas actividades que se realizan al respecto está la “I Mallorca Birding Race”, un maratón ornitológico que se realizará del 21 al 23 de octubre.

Degustar sus vinos

Mallorca tiene en su haber unas 70 bodegas de vino, y con ello, una excusa fantástica para practicar el enoturismo por la isla. La ruta más popular es la de la D.O. Binissalem que incluye los siguientes pueblos ubicados en el centro de Mallorca: Santa María del Camí, Consell, Binissalem, Sencelles y Santa Eugenia. Durante el recorrido encontrarás desde bodegas clásicas como la de José Luis Ferrer, Vins Nadal, a otras con menos tiempo en el mercado, como el Celler Ramanya. Como curiosidad, fuera de esta ruta y de esta D.O. se encuentra la bodega 4Kilos que cuenta por un lado con la figura del enólogo Francesc Grimalt, y por otro lado con la de uno de los socios fundadores del SÓNAR, Sergio Caballero.  

Anímate a hacer una escapada otoñal a Mallorca, reserva tu Vueling aquí.

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de Cristian Bortes

 

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Gastro destellos tras la Expo de Milán

La Expo 2015 de Milán ha dejado para el recuerdo buenas ideas con la gastronomía como pretexto. También ha facilitado que se abrieran en la ciudad nuevos establecimientos cuya oferta culinaria representa por sí sola un reclamo. Son en su mayoría locales con estrella, ya sea Michelin o bien la que apela básicamente a su encanto, con los que Milán sigue sumando atractivos. Lugares en los que descubrir conceptos, saborear el talento emergente y reconocer el auge de esta ciudad como capital gastronómica a nivel europeo.

Armani Ristorante. Independientemente de su inmejorable localización en el centro del Milán más fashionista, el restaurante del hotel homónimo estrena este año su primera estrella Michelin con una cocina que profundiza en clásicos de la gastronomía italiana para reinterpretarlos con producto de temporada, generosas raciones y presentaciones a la altura de la categoría del establecimiento. Mesas con vistas, muy buen servicio de sala y una bodega que invita al maridaje personalizado del menú degustación.

Contraste. Es lo último de los cocineros Matias Perdomo y Simon Press, su proyecto más personal, asociados con el maître y sumiller Thomas Piras. En una finca regia junto a los canales, reciben como en casa y juegan constantemente a la provocación. Sólo así se entiende que lo mejor sea dejarse en sus manos a la hora de escoger los platos, optando por el menú  degustación. Se puede también comer a la carta, pero entonces se anula cualquier efecto sorpresa. Un restaurante gastronómico efectista y efectivo.

Tiramisù Delishoes. Imagina una barra de tiramisús, un restaurante de platos creativos y una tienda de calzado made in Italy. Todo junto en un mismo local. Así es Tiramisù Delishoes, un delicioso proyecto que aúna gastronomía y moda en el bohemio barrio de Brera. En una esquina privilegiada entre calles peatonales, los pares de calzado para mujer comparten escaparate con botellas de vino, pasteles y postres.

L’Orto Di Brera. Sin salir de Brera, donde da gusto callejear y detenerse en sus diferentes tiendas y locales, te toparás este coqueto mercado de producto fresco con cocina y chef incluidos, donde poder comprar lo que a uno le apetece y comer in situ en poco tiempo. Si se prefiere ir al grano y no entretenerse con la compra, se puede optar por cualquiera de los platos del día elaborados al momento por Claudio Crotti.

Mandarin Bar. Es el último place to be en la capital italiana de la moda. Indiscutible punto de encuentro en el Mandarin Oriental. Su exquisita barra es el reducto perfecto para alargar la sobremesa tras comer en el estrellado Seta -situado en este mismo hotel -, o para abrir boca. En este Bar no sólo sirve buenos tragos sino que también cuentan con platillos de producto de perceptible acento italiano e impecable factura. De nota son la carta de cócteles y el carro de postres, que no debes perderte, al igual que su Jazz Brunch de los domingos.

 

Texto de Belén Parra de Gastronomistas

 

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