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Tres o cuatro comidas en Bruselas

Por Laia Zieger de gastronomistas

Desayuno-brunch en la Maison Dandoy

Se trata de una de las pastelerías más antiguas de la ciudad que abrió sus puertas en 1829. Con una exquisita taza de chocolate caliente podréis degustar un sinfín de dulces típicos de la capital belga: el gofre de Bruselas (más grande, ligero y crujiente), el de Lieja (más dulce y elástico), galletas speculoos (pastelitos secos con especies y canela), pan a la griega (un baguette de pan condimentado con especias y recubierto de grandes granos de azúcar) o sablés (galletas de mantequilla).
Rue Charles Buls, 14 - Bruxelles

Para el almuerzo, rumbo a Chez Lola

Un local trendy, contemporáneo y cosmopolita con platos internacionales elaborados con productos de mercado. A destacar su roastbeef frío servido con mayonesa casera; su foie gras de oca casero o las bouchée à la reine (una masa hojaldre bañada en una salsa bechamel que lleva tacos de diferentes carnes, setas y caracoles). A destacar que en la carta siempre figura una sección dedicada a un producto de temporada cocinado y presentado en múltiples variantes (por ejemplo, época de espárragos, de mejillones, de alcachofas…).
Place du Grand Sablon, 33 - Bruxelles

Para un final de día perfecto, cena en el restaurante La Taverne du Passage

En uno de los rincones magistrales de Bruselas, la Galerie de la Reine (una antigua galería comercial cubierta), es el establecimiento cuya visita es imprescindible porque su carta es una oda a la gastronomía nacional y el local supone un viaje en el tiempo con su interiorismo con una línea de elegancia clásica y el personal luciendo americanas blancas con pajarita negra, tan educados y atentos que parecen sacados de una de estas películas de principio de siglo.

Tres especialidades indiscutibles de La Taverne du Passage son, como no, los mejillones con patatas fritas (tienen distintas recetas de salsa en la carta); las croquetas de gambitas grises, seguramente las mejores de la ciudad; Pero, sobre todo, nos rendimos ante su tartare de buey. Preparado al momento con unas cucharadas de mayonesa casera, solo para probarlo vale la pena viajar a Bruselas.
Galerie de la Reine, 30 - Bruxelles

*Y si en algún momento del día os entra un poco de hambre, rendiros a la tentación de un buen cucurucho de patatas fritas en la Friterie du Café Georgette. La particularidad de esta firma es que fríe las patatas recién cortadas a la antigua, con grasa de buey. Se pueden combinar con una de las decenas de salsas caseras disponibles.
Rue de la Fourche 37/39 - Bruxelles

Más información: Oficina de Turismo de Bélgica: Bruselas y Valonia.

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Finisterre

Finisterre, que significa “fin del mundo”, fue considerado como tal por diferentes culturas que en la antigüedad aún creían que la tierra era plana. Este punto, donde se halla el conocidísimo Cabo Fisterra, es el más occidental a donde consiguen llegar los peregrinos del Camino de Santiago. Éstos quemaban sus ropas en el acantilado y echaban sus cenizas al mar como símbolo de purificación.

Lo más adecuado para poder disfrutar de las vistas magníficas que ofrece la Costa da Morte es hacer el trayecto en coche. Antes de llegar al Faro de Finisterre hay un desvío a la derecha que lleva al Monte Facho, donde también se encuentra la ermita de San Guillermo, relacionada con creencias sobre la fertilidad. A las afueras de esta población se erige la Iglesia de Santa María das Áreas, de estilo románico. Esta iglesia parroquial guarda al Cristo dos Barbas Douradas, por el que se profesa gran devoción. Entre Finisterre y Cabo da Nave está la salvaje playa de Mar de Fora, abierta al océano Atlántico y rodeada de afilados acantilados. Es una de las playas más bonitas del litoral.

Un poco más al sur de Finisterre, nos encontramos con un pueblecito pesquero dentro del municipio de Dumbría, O Ézaro, el cuál atesora una cascada que posee la singularidad de ser la única que desemboca directamente en el mar de toda Europa. Es muy aconsejable ir a verla en invierno, ya que los aumentos de su caudal, como consecuencia de lluvias intensas, aumentan su poderío y belleza.

No se puede dejar de mencionar la gastronomía marinera que abunda en esta zona de la costa gallega. Finisterre es el reino del marisco y el pescado: percebes, langostas, vieiras, almejas, navajas, berberechos o lubinas son algunos de la lista interminable de productos marítimos que se podrán probar en estas tierras. También el producto vacuno es de calidad extrema, de ahí la famosa ternera gallega.

¿No os han dado ganas de ir hacia estas tierras? ¡Algunos de los mejores paisajes de Galicia harán de este viaje un espectáculo visual!

Imagen de ricardo

Por Blanca Frontera

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Destinos para disfrutar del verano en invierno

Viajar en invierno a un destino cálido es un puntazo. Poder disfrutar de cálidas temperaturas en diciembre, enero, febrero o incluso marzo es todo un lujo que, en realidad, está al alcance de todos. ¡Toma nota de los destinos cálidos que te proponemos!

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Maridaje de planes gastronómicos en Santiago

El turismo gastronómico nunca pasa de moda, y menos en lugares como Santiago de Compostela (Galicia) que presumen, y con razón, de una gran variedad y calidad de mariscos, pescados y carnes. Sus fiestas gastronómicas, mercados tradicionales y Mercado de Abastos, bien justifican el peregrinaje hacia la capital gallega.

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