Vive el mundo salvaje
El pasado minero de Cantabria sigue presente en las 750 ha. de paisaje rojizo en el que se encuentra el Parque de la Naturaleza de Cabárceno. Situado a tan solo 15 Km. de la ciudad de Santander, su proximidad kilométrica a la urbe, es inversamente proporcional a la sensación de estar en otro lugar del planeta. Aquí viven en semi libertad un centenar de especies animales de los 5 continentes, desde elefantes africanos, gorilas o watusis hasta addax, llamas y leones marinos.
Los espacios al aire libre son generosos, además de tremendamente bellos. La flora sigue su ciclo durante las cuatro estaciones del año, así que puedes ver un parque distinto en primavera, verano, otoño o invierno. Se han aprovechado, las formaciones dejadas por el hombre durante la extracción de mineral de hierro en el Valle del Pisueña, para ubicar los recintos de Cabárceno. Se intenta que los animales vivan en un ambiente lo más natural posible y este lugar lo permite. Distintos miradores sirven para darte cuenta de la inmensidad del panorama y contemplar las manadas de asnos somalíes, búfalos de agua, cebras Grevi y avestruces. Los relieves kársticos caracterizados por la erosión caprichosa del agua permiten disfrutar del paisaje y la contemplación de los diferentes animales.
En el parque se deja que la naturaleza siga su camino, hay peleas entre miembros de la misma especie, épocas de celo y machos dominantes. El hombre sólo interviene en caso de enfermedad, heridas, peligro en la vida de algún ejemplar y para dar alimento a los animales. Ese es el momento que aprovecha el parque para ofrecer la Visita Salvaje. Un único coche con 4 ocupantes al día recorrerá, en horario de 10 de la mañana a 5 de la tarde, diversos espacios donde viven los rinocerontes, los osos o las jirafas (cuesta 400 € e incluye el almuerzo en el restaurante del parque). De la mano de un cuidador se tendrá la oportunidad de tocar, dar de comer y conocer sin intermediarios las cualidades, características y curiosidades de cada animal o especie.
Es así como te enteras que las tres elegantes jirafas que corren hacia ti porque te ven llegar con un saco de zanahorias, son las tres macho y que se llevan muy bien precisamente porque no hay ninguna hembra. O te enteras de la sorprendente historia de Jums, un elefante africano de 39 años que vino de Inglaterra y que reconoció a uno de sus hijos que vive en Cabárceno.
En la Visita Salvaje además, se explica al visitante los rituales y entrenamientos que se realizan con alguno de los animales, para acostumbrarlos a la presencia del hombre con la única intención de que, llegado el momento, el veterinario pueda curarles una herida o se les pueda hacer un chequeo de salud. Es una tarea difícil, los animales salvajes no pierden su instinto de supervivencia y recelan de los humanos, pero es satisfactorio ver como el trabajo diario y el cariño por los animales, así como una manzana o una zanahoria, ¡hacen el milagro!
La rutina diaria de las especies no se ve afectada por los afortunados participantes de la Visita Salvaje (hay lista de espera, así que hay que reservarla con tiempo) se sigue el horario de comida al que están acostumbrados. En el único recinto donde no se puede bajar del coche es en el recinto de los osos pardos. A través de la ventanilla del coche se ve perfectamente y a escasos metros, a un puñado de osos saboreando un trozo de pollo o pan. Hay aproximadamente 70 ejemplares en un espacio de 35 ha. que aunque no se recorren en su totalidad en el coche, te dan una idea de lo grande que es el parque.
Los lagos naturales del Parque de Cabárceno son también una de sus características y para los 14 elefantes poderse bañar en 8 metros de profundidad es toda una delicia. Dicen que aquí se encuentra el mejor recinto de hipopótamos del mundo, el Lago Sexta que muy pronto se podrá sobrevolar en teleférico (previsto para marzo del 2016).
La entrada normal de un día completo en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno cuesta 25 €, 15 € para los más pequeños (aunque te recomiendo consultar todos los tipos de entrada ya que hay descuentos para familias y “amigos” de Cabárceno). La entrada te da la posibilidad de disfrutar en tu propio coche de los 20 Km. de caminos que recorren todas las áreas, respetando la velocidad y las medidas de seguridad, pero lamentablemente en este caso no está permitido ni tocar, ni dar de comer a los animales (primero por seguridad ya que no vas acompañado de personal que te indique como hacerlo y segundo porque cada animal sigue una dieta con un horario determinado). En la entrada te darán un mapa para ubicarte, hay rutas señaladas y tienes la posibilidad de descargarte una aplicación para tus dispositivos móviles con información de lo que estás viendo en cada momento. Tienes a tu disposición zonas de picnic por si quieres disfrutar de tu propia comida a tu ritmo, pero también dispones de cafeterías, restaurantes, tiendas de regalos o la posibilidad de salir del recinto y volver a entrar más tarde. También está permitido entrar con auto caravanas.
El día se te pasará volando entre los gamos, gorilas, ciervos, camellos y las exhibiciones de las aves rapaces y sus técnicas de vuelo o los juegos de los leones marinos (que no te escuchen llamarles focas que tienen orejas y les molesta que los confundan). No importa la edad que tengas, si te gustan los animales, aquí disfrutarás de ellos.
¿A qué esperas para descubrirlo? Consulta nuestros vuelos a Santander aquí.
Texto e imágenes de Planeta Dunia
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Menorca más allá de sus playas
El cielo está emborregado hoy en Maó. Como si se tratara de un guión escrito para la ocasión, la climatología está respetando el objetivo de estas líneas: demostrar que Menorca es mucho más que playas de aguas cristalinas y abarrotadas, chiringuitos donde cultivar el moreno, e idílicos paseos en moto en camisa –siempreabierta– o luciendo una falda vaporosa. Aunque pueda ser todo lo contrario, es igualmente un goce: gastronomía, cultura y paisajes. Empieza a llover en Maó.
Las gotas, del tamaño de monedas de cinco céntimos, golpean con furia los imponentes barcos amarrados en el puerto de Maó; la isla come por este gigantesco embalse de agua conectado al Mediterráneo, el de Maó es uno de los puertos naturales más grandes del mundo -¡de cinco kilómetros de longitud!- sólo por detrás del de Pearl Harbour o el de Nueva York. No hace el mejor de los días para disfrutar de sus vistas, así que, ¿qué tal un desayuno hasta que amaine? Bien céntrico, enfilado en las míticas calles de color crema de la capital menorquina, encontramos en un recoveco Es Llonguet, un local perfecto para pasar el tiempo entre páginas y, como no, para disfrutar de los dulces y salados locales: el rubiol de carn (empanadilla de carne) o el llonguet de camot (bocadillo de embutido parecido a la butifarra) nos darán fuerza para emprender la ruta.
Bien cerca de Es Llonguet, en la zona llamada el fossar dels anglesos, encontramos el centro de arte Ca n'Oliver, una antigua casa de un particular construida a finales del siglo XVIII, abierta ahora al público: dentro alberga el Centre d'Art i d'Història Hernàndez Sanz que recoge el legado británico de la isla y en la que se puede subir a su azotea para disfrutar de las vistas de toda la ciudad -por suerte ahora ya sólo chispea-. Una vez en la calle comprobamos que ha dejado de llover; los adoquines brillan como recién pulidos por el agua acumulada. Es la hora de visitar el Mercat des Peix Antic, recientemente remodelado, y el lugar idóneo para tomar el vermut o comer. Y cómo no, antes de partir a Ciutadella habrá que hacer una parada en el magnífico patio interior del Hotel Jardí de ses Bruixes. Y rumbo a la otra punta de la isla.
A apenas 45 minutos en coche de Maó encontramos la capital cultural de Menorca, Ciutadella, famosa por sus fiestas de Sant Joan y sus magníficas playas urbanas. Encontrar alojamiento en invierno es difícil, pero el albergue de Sa Vinyeta siempre es una buena solución. Una vez descargados los bártulos, toma el paseo de ses voltes (arcos de piedra que delimitan cada lado del paseo) hasta llegar a la catedral deSanta Maria de Ciutadella, gótico-balear del siglo XIII. Y desde aquí, ve a calentar el cuerpo al míticoBar Imperide la esquina de la Plaça dels Pins. Antes de ir a dormir, que mañana toca excursión, visita al Jazzbah, situado justo al lado del pequeño antiguo puerto de pescadores famoso por su rissaga (subida del agua de hasta dos metros). Este bar de copas abierto todo el año es uno de los epicentros culturales de la ciudad, con programación estable de conciertos y karaoke popular una vez al mes.
El día ha amanecido caluroso pese a las lluvias de ayer; el invierno en Menorca depara sorpresas, en este caso buenas. Antes de enfilar hacia Cala Pilar, una zona de calas de piedras redondas (còduls) al norte de la isla, hará falta hacerse con provisiones para la bereneta (comida de media mañana). La Pastisseria Moll, una de las pastelerías más antiguas de la isla siempre será buena opción. Ya en el Pilar, después de recorrer parte de El Camí de Cavalls -camino que rodea toda la costa menorquina, de unos 100km en total de ruta por GR- será decisión de cada uno hacerse el valiente o no y probarse con las aguas menorquinas en pleno marzo.
Una vez completado el tramo, lo mejor será retomar fuerzas antes de volver a la rutina de cada uno en el Hogar del Pollo, ya en el centro de Ciutadella. La taberna que regenta Matías, argentino residente en Menorca desde hace ya unos cuantos inviernos, es un rincón con olores del mundo: desde carnes de su Argentina natal hasta los mejores manjares gallegos, zamburiñas y lacón como pecado principal–y a muy buen precio–. Y si después de este tour por la Menorca invernal todavía os habéis quedado con ganas de producto local y típico, cambiad el Hogar del Pollo por una visita a Cas Merino, justo detrás del antiguo mercado del pescado en la Plaça la Llibertat. ¡Ah!, y no dejéis de comprar ensaimadas para llevaros a vuestra ciudad, que eso sí que, sea verano o inverno, no se perdona tras una visita a Menorca.
Texto de Yeray S. Iborra para Los viajes de ISABELYLUIS
Imágenes de Commons Wikipedia
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Los cinco museos que convierten a Málaga en la capital del arte
Si algo sorprende y convierte a Málaga en destino de indispensable visita para los amantes del arte son las magníficas colecciones que reúne. ¿Será el hecho de que es la cuna de uno de los genios indispensables del arte del siglo XX elquidde la cuestión? De lo que estamos seguros es de que si Picasso levantara la cabeza estaría orgulloso de que su ciudad natal cuente con este privilegio. A continuación tenéis los cinco espacios de imprescindible visita, ¡dos de ellos recién inaugurados!
Museo Picasso Málaga
En 1953 Pablo Picasso y Juan Temboury Álvarez, Delegado provincial de Bellas Artes de Málaga, iniciaron los primeros contactos para la creación de un museo que albergase una parte de la obra del artista, pero no sería hasta muchos años después, 50 para ser exactos, que este proyecto llegaría a ver la luz. Y todo ello gracias al esfuerzo de Christine y Bernard Ruiz-Picasso, nuera y nieto del pintor malagueño, que dotaron de fondos a la colección, un total de 285 obras que abarcan 80 años de trabajo, desde 1892 hasta 1972. El edificio escogido para albergar esta colección fue el Palacio de Buenavista, un edificio renacentista construido alrededor de 1487 sobre los restos de un palacio nazarí, del que aún se conservan algunos detalles. Declarado Monumento Nacional en 1939, fue rehabilitado, ampliado y transformado en museo donde disfrutar del trabajo del artista y de las exposiciones temporales que en él se acogen. Precisamente, en una de las últimas ampliaciones se descubrieron restos fenicios y romanos, que han pasado a formar parte de la visita al museo.
Los más fanáticos de Picasso no olvidéis visitar también la Fundación Museo Casa Natal de Picasso.
El Centro de Arte Contemporáneo de Málaga (CAC Málaga)
En el antiguo Mercado de Mayoristas de Málaga se encuentra este espacio dedicado a la difusión de las artes plásticas y visuales desde el último tercio del siglo XX hasta la actualidad.
Imaugurado en 2003, contiene obras de artistas como Louise Bourgeois, los hermanos Chapman, Gerard Richter, Paul McCarthy, Anish Kapoor, Jason Rhoades, Raymond Pettibon, Ron Mueck, Rachael Whiteread, Yoshitmo Nara, Roni Horn, Daniel Richter o Rodney Graham. Siguiendo el modelo de los Kunsthaus (casa de arte) alemanes, ofrece actividades complementarias, como ciclos de cine, cursos, conferencias, etc.
Museo Carmen Thyssen Málaga
El Palacio de Villalón, construido a mediados del siglo XVI, es el edificio histórico encargado de acoger esta selección de obras procedentes de la colección de Carmen Thyssen. En total se pueden ver unas 230 obras de artistas españoles principalmente del siglo XIX y principios del XX, presentadas bajo los siguientes conceptos: Maestros antiguos; Paisaje Romántico y Costumbrismo; Preciosismo y pintura naturalista; y Fin de siglo.
Una última curiosidad: al igual que el Museo Picasso de Málaga, en el sótano cuenta con un yacimiento romano que está abierto al público.
Centre Pompidou Málaga
Siguiendo los pasos del Louvre, que ya cuenta con una segunda sede en Francia (Lens) y otra que está en camino fuera de Francia (Abu Dhabi), el Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou acaba de abrir su tercera sede, y la primera fuera de Francia, y para ello ha escogido Málaga. El centro se encuentra localizado en “El Cubo”, un edificio de nueva construcción (2013) del que destaca la estructura que lo corona y que le da nombre, pues es un cubo de acero y cristal, que realiza la función de lucernario.
En este espacio se exhibirán un total de 80 pinturas y fotografías de artistas como Francis Bacon, Georg Baselitz, Constantin Brâncuși, Alexander Calder, Marc Chagall, Giorgio de Chirico, Max Ernst, Alberto Giacometti, Jean Hélion, Frida Kahlo, Fernand Léger, René Magritte, Joan Miró, Francis Picabia, Pablo Picasso, Antoni Tàpies, Jean Tinguely y Kees Van Dongen. Se programarán entre dos y tres exposiciones temporales complementadas con actividades multidisciplinares.
Colección del Museo Ruso, San Petersburgo / Málaga
Poder disfrutar de un pedacito de la producción artística rusa es ya una realidad posible en Málaga. A partir del 28 de marzo se podrán ver en la antigua Tabacalera las obras procedentes del Museo Estatal Ruso de San Petersburgo, un resumen de 500 años de historia del arte rusos, desde los iconos de inspiración bizantina hasta el realismo socialista de la era soviética.
La exposición permanente integrada por un centenar de obras, irá complementada por dos exhibiciones temporales anuales que nos permitirán adentrarnos en algunas de las figuras más destacadas del arte ruso.
¡Reserva ya tu vuelo y anímate a disfrutar de tanta belleza!
Textos ISABELYLUIS Comunicación
Fotos © Área de Turismo. Ayuntamiento de Málaga, Museo Carmen Thyssen Málaga, Museo Picasso Málaga (© David Heald), CAC Málaga
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Recorriendo el Albaicín
Laberínticas callejuelas de empedrado suelo en las que resulta fácil perderse; blancas casas entre las que destacan los tradicionales cármenes; vestigios históricos capaces de trasladarnos hasta sus orígenes árabes; o las que posiblemente son las mejores vistas a la Alhambra convierten al Albaicín en uno de los espacios de inevitable visita para todo aquel que acude a Granada. Y es que, si en un lado del valle del río Darro se encuentra la principal excusa para desplazarse hasta esta bella ciudad, la Alhambra y el Generalife, en el otro lado se halla el otro motivo por el que bien merece la pena viajar hasta aquí, el Albaicín.
Nuestro primer consejo de cara a la visita de este barrio de origen andalusí es que hay que tomárselo con calma, ya que está repleto de rincones llenos de inspiración que te dejarán cautivado, y por los que bien merece la pena tomarte tu tiempo. No en vano, en 1994 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Huellas del pasado árabe
Sus empinadas y estrechas calles, de serpenteante distribución, en las que a veces perderemos el sentido de la orientación, es una de las primeras huellas que encontraremos de su pasado árabe. Pero hay otras muchas cosas más que nos recordarán que uno de las etapas de máximo esplendor y crecimiento del Albaicín fue durante el periodo nazarí: la muralla zirí, del siglo XI, que recorre el Albaicín y el Sacromonte; sus puertas de acceso, como la Puerta Nueva o de las Pesas, ubicada en la Plaza Larga, la Puerta de Fajalauza, en la Cuesta de San Gregorio Alto, o la Puerta de Elvira en la calle del mismo nombre; los antiguos baños árabes del siglo XI situados en la carrera del Darro, conocidos como el Bañuelo; o el palacio de Dar al-Horra, del siglo XV, donde residió la reina y madre de Boabdil. Incluso algunas de las iglesias del barrio esconden sorpresas del pasado, como es el caso de la iglesia de San Salvador, situada en la plaza de Abad, en cuyo interior se encuentra el que era el Patio de Abluciones de la Mezquita Mayor del Albaicín.
También forma parte de ese pasado los restos que quedan de la antigua canalización del agua, y los aljibes (depósitos de agua), de los aún se conservan unos 25, como es el caso del aljibe del Rey, situado entre la muralla Zirí y la Placeta del Cristo de las Azucenas.
Otra de las construcciones clásicas del Albaicín, e lcarmen granadino, también tendría sus orígenes en la época nazarí. Este tipo tradicional de vivienda se caracteriza por ser un edificio exento rodeado por un alto muro y en cuyo interior incluye un pequeño huerto o jardín. En la cuesta de las Tomasas tenéis un bello ejemplo, el Carmen Aben Humeya, que en la actualidad funciona como restaurante.
Para acabar de impregnarnos se ese pasado te recomendamos acercarte a la Calderería Vieja y a la Calderería Nueva, en la parte baja del barrio, cuyos comercios y teterías deprenden un encanto que te trasladará a las tierras que hay por debajo del Estrecho de Gibraltar.
Las mejores puestas de sol de Granada
Si hay un must en esta ciudad es el de acerarse a alguno de los miradores del Albaicín para disfrutar de la puesta de sol, ya que las vistas desde aquí son un auténtico lujo. Los dos mejores emplazamientos, y más populares son el mirador de San Cristóbal, del que se dice que cuenta con las mejores vistas de la Alhambra y el Generalife, de la vega granadina y de Sierra Nevada, y el mirador de San Nicolás, que se hizo muy popular a raíz de una visita de Bill Clinton a la ciudad. Eso sí, mentalízate para estar bastante acompañado, ya que es mucha la gente que acude aquí a disfrutar del ocaso del día.
Déjate seducir por los encantos de uno de los barrios más bellos de Granada, consulta tu Vueling aquí.
Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS
Imágenes de Rocío Garro, Alper Çuğun, Isa Ruiz, Julia Kostecka, Esteban Chiner
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