Tras la pista de Corleone. Lugares de cine en Sicilia
El turismo cinematográfico es una divertida alternativa para conocer una ciudad; descubrir los lugares donde se rodaron algunas de nuestrasescenas preferidas y donde actuaron alguna vez nuestros actores fetiche.
Nadie le puede negar a Sicilia su estrecha relación con el séptimo arte cuando a 60 kilómetros de Palermo encontramos una ciudad como Corleone, que hace de la isla un destino turístico mundial de curiosos y cinéfilos.
Vamos pues a hacer un recorrido por las localizaciones de una de las trilogías más famosas de la historia del cine!
1.- El Teatro Massimo
El Teatro Masimo de Palermo se encuentra en la Piazza Verdi y es el mayor de los teatros de ópera de Italia y el tercero más grande de Europa, un bello edificio neoclásico que data del siglo XIX .
En las escalinatas frontales de esta Casa de la Ópera de Sicilia, Coppola rodó uno de los momentos cumbres del film; la escena final de El Padrino III en la que Mary, la hija de Michael Corleone, es asesinada por un sicario mientras que de fondo se escucha el Intermezzo de la ópera Cavaleria rusticana de Pietro Mascagni.
2.- Villa Malfitano
Esta villa de estilo neo-renacentista se encuentra en Via Dante Alighieri, 167 y es el hogar de la Fundación Whitaker. Los interiores albergan salas con las colecciones de arte recopiladas por el propietario durante sus viajes, como muebles, pinturas, porcelanas y tapices flamenco del siglo XVI. Su hermoso jardín tiene 5 héctareas con plantas curiosas de todo el mundo,como Túnez, Sumatra, Australia, y unas 150 especies diferentes de orquídeas. Villa Malfitano se puede visitar por las mañanas de lunes a sábado
Aquí tuvo lugar el brindis por el debut como cantante de ópera de Anthony, el hijo de Michael Corleone.
3.- Castello degli Schiavi
Al otro lado de la isla, en la Via Marina de Fiumefreddo, se encuentra el Castello degli Schiavi, una villa siciliana en decadencia que ya utilizó en1968 Pier Paolo Pasolini para filmar algunas escenas de la película La orgía. Pero, sin duda, el castillo ha cobrado fama por aparecer en El Padrino I y II. Coppola la usó para diversas escenas, especialmente se recuerda por el lugar de la muerte de Michael Corleone.
4.- Corleone
Aunque el nombre evoque directamente a esta famosa saga, en realidad Corleone no fue el escenario de su rodaje. ¿La razón? En el momento de rodar “El Padrino” se encontraba por las inmediaciones el asesino de un juez por lo que se tuvo que buscar nuevos emplazamiento para rodar las escenas correspondientes a Corleone, que finalmente se realizaron en dos pequeños pueblos del litoral: Savoca y Forza D´Agro.
A pesar de su fama, hoy en día Corleone es una ciudad clave en la lucha contra la mafia. Prueba de ello es el Laboratorio della Legalità, un centro museístico fundado por organizaciones que participan en la lucha contra la mafia, y dedicado al magistrado Paolo Borsellino, asesinado durante las matanzas de la mafia. El edificio que lo alberga sirvió de refugio en su momento a Bernardo Provenzano, máximo dirigente de la Cosa Nostra siciliana hasta su detención en 2006.
No te vayas de Corleone sin probar sus famosos cannolis, un postre de origen siciliano que aquí preparan como en ningún lado! Se trata de una pasta en forma de tubo rellena de dulce cremoso a base de queso ricotta. “Leave the gun, take the canoli” dice Peter Clemenza en una escena de la película.
5.- Otros escenarios de cine sicilianos
Si te interesa este tipo de turismo cinematográfico, acércate también hasta Chiusa Sclafani, el mágico pueblecito que inspiró a a Giuseppe Tornatore para crear Giancaldo en Cinema Paradiso -así como Bagheria, Castelbuono, Cefalú, Palazzo Adriano o Santa Flavia de Sicilia. La Piazza Bellini de Palermo que fue escenario de alguna secuencia del Talento de Mister Ripley.
Imagen de Michael Urso
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El Palermo más escalofriante
Cuando uno piensa en viajar a Sicilia, lo hace con la idea de visitar su apabullante patrimonio fruto de su ajetreado pasado histórico, de ver de cerca un volcán en activo como es el Etna, de probar su deliciosa y variada gastronomía, de conocer la cuna de numerosos integrantes de la mafia -para qué negarlo, los fans de El Padrino tienen un filón en esta isla-, de darse un baño en sus magníficas playas, o cómo no, simplemente de dejarse llevar por su decadente magia. Quién iba a decir que la que es la mayor isla del Mediterráneo, codiciada y ocupada a lo largo de los siglos por los griegos, los pueblos germánicos, los sarracenos, los normandos, los españoles y finalmente los italianos, se acabaría convirtiendo en territorio de turistas a la caza de recuerdos y experiencias.
Su capital, Palermo, es una de los lugares de imprescindible visita para todo aquel turista que se precie de serlo. Perderse por sus caóticas calles no tiene precio, y el número y variedad de monumentos a ver, en el que se entremezclan lo bizantino, lo árabe, lo normando, lo renacentista y lo barroco, harán las delicias de los amantes del arte y de los más curiosos.
Las momias de las catacumbas de los Capuchinos
Ahora bien, aquellos que no tengan suficiente con los muchos monumentos que abarca Palermo, o simplemente quieran añadir a su estancia en la ciudad un toque de misterio y de morbo (y alguna que otra pesadilla a esa noche), entonces no debe de faltar en su lista la visita a las catacumbas de los Capuchinos. Situadas en la Piazza Cappuccini, en las afueras de Palermo, ofrecen el que seguro que es uno de los espectáculos más raros de la isla: en su interior se encuentran las momias de numerosos palermitanos. No sabemos si descansan en paz o no, con los turistas revoloteando por sus estancias, pero lo que es dar miedo e inspiración para alguna que otra película de terror, lo logran dar.
Según cuentan, desde el siglo XVII hasta finales del XIX, los frailes que formaban parte de esta comunidad se encargaron de momificar y de preservar para el resto de la existencia los cadáveres de numerosos palermitanos que así lo solicitaban, bueno, y que económicamente se lo podían permitir. Para ello, emplearon una técnica entre rudimentaria y básica, como la de quitar la humedad de los cuerpos en el interior de una cueva con ambiente muy seco, para posteriormente darles un baño en vinagre, y finalizar la sesión al sol para acabar con el proceso de momificación. Tremendo, ¿no?
Al realizar la visita a las catacumbas uno se siente acompañado por un peculiar cortejo, pues los cuerpos se hallan algunos de ellos tumbados y otros tantos colgados verticalmente en las paredes, vestidos con sus mejores galas, y meticulosamente ordenados por sexo y clase social. El punto más duro y más delirante del recorrido lo ofrece la momia de la niña Rosalía Lombardo, fallecida en 1920 a la edad de dos años, y que más que muerta parece estar dormida. Resulta imposible no sentir un escalofrío al presenciar su imagen.
Lo más curioso de toda esta historia es que se desconoce el motivo de tal práctica, y no existe en la isla otro lugar en la que se practique este método de conservación de los cuerpos.
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Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS
Imágenes de Juan Antonio F. Segal
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The Velvet Underground reina en París
¿Quién le iba a decir a unos jóvenes Lou Reed y John Cale cuando andaban dando sus primeros pasos sobre el escenario del neoyorquino Café Bizarre que acabarían siendo protagonistas en París de una exposición en homenaje a su banda? Corría el año 1965, y tras haber sido The Warlocks y The Falling Spikes, habían encontrado al fin un nombre con el que identificarse y pasar a la historia, The Velvet Underground que, por cierto, era el título de un libro sobre sadomasoquismo escrito por Michael Leigh, que había llegado a sus manos por puro accidente. Algo para nada extraño teniendo en cuenta el Nueva York en el que se desenvolvían, donde las drogas, la prostitución, el travestismo y la homosexualidad estaban a la orden del día, y cuya realidad acabaría protagonizando buena parte de las letras de sus canciones, y poniendo nervioso a más de un productor musical.
Andy Warhol, un gran aficionado a desenvolverse por la escenaundergroundde Nueva York y a incorporarla a sus fiestas y a sus obras, sobre todo a las piezas cinematográficas rodadas junto a Paul Morrissey, quedó totalmente prendado del trabajo de esta incipiente banda y los añadió a la fauna ya reinante en The Factory. No solo eso, se atrevió a ejercer de manager de la banda, llegando a publicar en 1967 el que sería su primer trabajo, The Velvet Underground & Nico, de cuya portada se encargaría él mismo del diseño. Sí, estamos hablando de la famosa portada del plátano, todo un icono en el mundo del arte. Pero el valor de este álbum no se limita exclusivamente a su envoltorio. En su interior hay auténticas perlas sonoras como Sunday Morning ,I'm Waiting for the Man, Venus in Furs o Heroin. Fruto de su colaboración con el artista pop por excelencia serían también los vídeos entre lisérgicos y arty que grabó con ellos, en los que envolvería a la banda de luces y colores.
En realidad este disco no fue un superventas –apenas se vendieron 30.000 copias- y la banda decidió alejarse del núcleo de Andy Warhol y The Factory para poder continuar con sus carrera como músicos. The Velvet Underground permanecería activa hasta 1973 siendo las diferencias creativas entre sus líderes, John Cale con una formación musical más académica, y Lou Reed en una línea más rebelde, la principal causa de la separación del grupo. Es más, uno y otro fueron entrando y saliendo en la banda hasta que finalmente se decidió poner fin al grupo.
A pesar de la corta carrera y del escaso éxito, al menos en los que a venta de discos se refiere, The Velvet Underground es una de las bandas más influyentes de Nueva York. Herederos de labeat generation, acabarían protagonizando un importante papel en la contracultura neoyorquina, muy alejada del mundo hippie y psicodélico que imperaba en San Francisco durante los años sesenta, el otro foco creativo de Estados Unidos. Entre los herederos de su desestructurado sonido y de la crudeza de sus letras están Ramones, The Voidoids, Dead Boys, The Heartbreakers, Siouxsie and the Banshees, Joy Division, Bauhaus, The Contortions, Bush Tetras, Teenage Jesus and The Jerks o DNA, Sonic Youth, Spacemen 3 y Nirvana.
La Philharmonie de Paris ha querido rendirle homenaje a esta banda con larealización de la exposición «The Velvet Underground. New York Extravaganza», que se podrá visitar hasta el 21 de agosto. En ella se ha tenido un especial cuidado con el material audiovisual, para la que se han producido especialmente para la ocasión seis películas, y en la que también habrá imágenes de archivo de televisión, fotografías y retratos de sus miembros, objetos procedentes de colecciones privadas y obras de aquellos artistas contemporáneos y posteriores que se dejaron seducir por los encantos de esta banda. Todo ello para explicarnos la historia del grupo y su posterior influencia. Pero no todo queda aquí, complementando a la exposición se han programado todo un conjunto de actividades paralelas, como conferencias, proyecciones y conciertos.
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Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS
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La Sevilla moderna
Pese a la Semana Santa, la feria o las tardes interminables de toros, Sevilla ha sabido adaptarse al paso del tiempo para convertirse en una ciudad moderna y cosmopolita. Recorrer sus calles es una amalgama de tradiciones y tendencias que conviven entre el sabor y el colorismo que tan célebre han hecho a la capital andaluza.
Tanto si has estado en Sevilla antes como si es tu primera vez, sabrás que la Catedral, el Real Alcázar, la Torre del Oro o el barrio de Triana son visitas obligadas. Pero hoy Sevilla es mucho más. La capital hispalense es un importante centro de creación artística y un lugar en el que ir a disfrutar de edificios de vanguardia y locales indie: bienvenidos a la Sevilla moderna.
Dónde buscar
Si queremos encontrar la Sevilla más rompedora, nuestro epicentro es la plaza de la Encarnación, en el corazón del céntrico barrio de la Alfalfa. Aquí se alza el Espacio Metropol Parasol, más conocido como Las Setas, del arquitecto berlinés Jürgen Mayer. Un monumento que antes de empezar a construirse ya levantaba todo tipo de polémicas por tratarse de un diseño tan rompedor en medio del casco histórico. El complejo acoge desde un mercado, restaurantes, un mirador o el alucinante Antiquarium, un museo arqueológico en el que admirar el subsuelo romano de la ciudad.
Siguiendo con nuestra ruta encontraremos locales de moda y bares de decoración alternativa en la Alameda de Hércules y sus aledaños. Por ejemplo, en la calle Feria los amantes de la ropa de segunda mano (sea o no de firma) no pueden perderse tiendas como Ropero Sevilla o Crispa2. O si lo tuyo son los muebles y la decoración de los años 50, en Retrogrado (C/ San Luis 81) seguro que encuentras algún detallito. En el barrio del Arenal, tabernas con solera conviven con galerías de arte contemporáneo. Por eso, no debemos extrañarnos si en algún lugar trendy nos sirven una manzanilla con una tapa fusión. Lo mejor en Sevilla siempre es caminar sin rumbo y dejar que la ciudad te lleve.
Modernidad a 178 metros
Junto con Las Setas de la Encarnación, la Torre Pelli, entre el barrio de Triana y la Cartuja, es el otro indicador de que Sevilla está a la última. Pero este rascacielos tampoco estuvo exento de polémica ya que, a excepción de la Giralda, Sevilla nunca ha tenido construcciones altas, por lo que muchos criticaron que se rompiese la estética horizontal. Pasear por esta zona te permitirá ver también los edificios restantes de la Expo del 92, época en la que se levantaron obras tan significativas como la nueva terminal del Aeropuerto, que diseñó Rafael Moneo, la Estación de Santa Justa de Cruz y Ortizo el famoso Puente del Alamillo de Santiago Calatrava.
Comer y dormir
La oferta gastronómica sevillana es enorme, pero si quieres probar esa cocina que reinventa los clásicos tradicionales, Yebra es tu restaurante. Sin lujos ni ostentaciones, este espacio es de los que solo frecuentan los locales. Entra, mézclate con la gente y disfruta. La Macarena es uno de los barrios más castizos de la ciudad y rápido te sentirás como en casa.
Y para dormir, hoteles como el Gran Meliá Colón, un clásico sevillano redecorado con mobiliario firmado por diseñadores como Philippe Starck, Marcel Wanders y Edra, o el Eme Catedral Hotel, un edificio del siglo XVI equipado a la última, te permitirán descansar como un auténtico rey.
Ahora solo te queda preparar la maleta y buscar tu vuelo para Sevilla.
Texto de Aleix Palau para Los Viajes de ISABELYLUIS
Imágenes de losmininos
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