El edificio más estrecho de Europa
Las peculiares arquitectónicas que encontramos en cada ciudad, acaban siendo un gran reclamo para el turismo.
Algunos ejemplos de ello son la calle más estrecha del Mundo, Spreuerhofstraße en la población alemana de Reutlingen, con tan sólo 31 centímetros de ancho en su parte más estrecha y 50 en la parte más ancha. En España, la calle más estrecha la encontramos en Hervás, un municipio al norte de Extremadura; un angosto callejón en su antiguo barrio judío que apenas llega a los 50 centímetros en su parte más estrecha. O el caso de uno de los mayores reclamos turísticos de San Francisco, la calle Lombard, tan tortuosa que en el tramo entre las calles Hyde y Leavenworth, de apenas 120 metros de longitud, tiene hasta ocho curvas muy cerradas.
Junto con el edificio de la calle Singel número 7, en Ámsterdam, este edificio en Valencia está considerado como uno de los más estrechos del mundo. La diferencia es que, el famoso edificio de Ámsterdam, a pesar de tener una fachada de tan solo un metro, tiene un interior un poco más grande, por lo que, para ser precisos, vendría a ser la fachada más estrecha del mundo.
El edificio de Valencia es tan ajustado que va a habitación por piso. Para permitir su habitabilidad, ha sido necesario distribuir sus dependencias a lo alto, en lugar de a lo ancho, como sería habitual. Se encuentra en el centro de Valencia, en la plaza Lope de Vega número 6, justo detrás de la Iglesia de Santa Catalina. En este caso, es el Libro Guinness de los Récords quien lo certifica como el edificio más estrecho de Europa.
Antiguamente se construía a lo ancho, ya que las ciudades no estaban tan masificadas. Pero hubo un momento en el que las urbes empezaron a crecer irremediablemente en sentido vertical. Y parece que en la capital mundial de la paella se lo tomaron al pie de la letra. De lo que no estamos seguros es si fue por necesidad, por falta de espacio o simplemente para ocupar un hueco en desuso, pero lo que está claro es que no era precisamente un rascacielos al estilo de la escuela de Chicago lo que pretendían crear.
Sea como sea, poco más de un metro es la causa por la que cientos de personas se fotografíen a diario ante sus puertas y por lo que se ha convertido en una de esas singularidades arquitectónicas que causan gran curiosidad.
Con el tiempo, el edificio se ha ido situando en el mapa como reclamo turístico, junto a edificios monumentales clásicos de Valencia, como su catedral o el moderno Palau de les Arts. Y es que, tras años pasando desapercibido, su dueño lo ha reformado e incluso le ha puesto un divertido cartel indicando su longitud exacta: 105 centímetros. VParece mentira que muchos valencianos ni se hubieran fijado en él, pero puede que al estar encajado entre dos edificios más imponentes ni sus 5 pisos de altura, ni su característico color rojizo había sido suficiente para llamar su atención. A pesar de haber visto ya los característicos edificios rodeados por canales de Ámsterdam y puede que hasta los nipones... ¿quién hubiera imaginado que en Valencia también había uno compitiendo por el título?
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+ infoLa mejor paella valenciana
Ningún otro plato español tiene tanta difusión en todo el mundo como la paella valenciana. Junto a toros y sangría, son la primeras palabras que aprende todo turista al pisar estas tierras. Del mismo modo, al llegar a España, les inundan con carteles de "typical spanish "o "spanish paella", para acabar comiendo cualquier mezcla de arroz de baja calidad o, directamente, un preparado congelado que nada tiene que ver con la receta original.
Ningún otro plato presenta tampoco tanta controversia en su elaboración e ingredientes que lo conforman. Al igual que ocurre con otros platos tradicionales, como la fabada en Asturias o el gazpacho andalúz, al hablar de paella a los valencianos se les encienden los ánimos al ver cómo se distorsiona la receta original.
Imagínate que incluso existe una wikipaella para proteger y defender la auténtica paella. en la que se manifiestas las normas básicas de la paella valenciana. A saber: "las auténticas paellas tienen su origen en la comunidad valenciana", "las mejores paellas son las cocinadas a leña y con arroces de la comunidad valenciana" o "las auténticas paellas se hacen según la tradición de cada zona de la comunidad valenciana".
En general, hay consenso en que, la auténtica paella valenciana, lleva como ingredientes, además del arroz, el garrofón -alubia blanca grande- , pollo, conejo, tomate maduro, judía ferradura -judía verde plana-, aceite de oliva, sal, agua y azafrán. En algunos casos, también se le añade también caracoles, romero o pimentón dulce.
Unos dirán que la mejor paella es la que comen en sus casas - y seguro que razón no les falta-, pero si vas a Valencia y quieres comer alguna de las mejores paellas del mundo, tienes aquí algunos de los ganadores y finalistas del Concurso Internacional de Paella de Sueca, un prestigiosos certamen internacional que premia a aquellos cocineros que preparan las mejores paellas valencianas del mundo.
Restaurante Ampar (tercer premio edición 2014)
Avinguda de Navarro Reverter, 14, 46004 València
El restaurante Ampar, que se encuentra en la planta baja del Hotel Hospes Palau de la Mar , en el centro histórico de Valencia, se hizo con el tercer premio del Concurso de Paella de Sueca del 2014. El primer premio se lo llevó el restaurante Miguel y Juani --de los cocineros cocineros Julián García y Mercedes Vacas - de Alcudia (Mallorca), en el que se dieron cita 35 de los mejores concineros de paella.
Casa Picanterra, de Cullera (segundo premio edición 2013)
Calle den picanterra nº3, 46400 Cullera
En 2013, se llevaron el segundo premio del concurso los cocineros de la Casa Picanterra de Cullera.
El Redolí, de El Palmar (finalistas edición 2013)
Calle del Arzobispo Aliaga, 0, 46012 Palmar, Valencia
Otros restaurantes en Valencia donde se prepara la paella valenciana según la receta original:
La Pepica
Passeig de Neptú, 6, 46011 València
Casa Ripoll
Playa de la Malvarrosa, Paseo Marítimo, Módulo 7, 46011 València
Casa Roberto
Carrer del Mestre Gozalbo, 19, 46005 València
La Riuà
Carrer del Mar, 27, 46003 València
Casa Carmela
Calle Isabel de Villena, 155, 46011 València
Restaurante la Herradura
Paseo Marítimo, módulo 2 (Malvarrossa), 46011 Valencia
El Racó de la Paella
Carrer de Mossèn Rausell, 17, 46015 València
Imagen de Jan Harenburg
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+ infoUn paseo por la bella Amberes
Situada a 50 kilómetros de Bruselas, Amberes en uno de esos lugares de parada obligatoria si te aventuras a recorrer tierras flamencas. En ella encontrarás todos los ingredientes para disfrutar de una magnífica escapada: desde calles repletas de moda, a un magnífico centro histórico con hermosos edificios, pasando por la casa-museo de Rubens, y rematando la jugada recorriendo el barrio donde se concentra el 85% de comercio mundial de diamantes. No está nada mal, ¿no?
Una de las mejores formas de “dejarse caer” en esta ciudad es en tren, ya que con él la primera en recibirte será su espectacular Estación Central. Construida entre 1895 y 1905, cuenta con un imponente y amplio edificio coronado con una inmensa cúpula, y decorado con una veintena de tipos de mármol, por lo que también es conocida como el templo de mármol. No en vano, está considerada como una de las estaciones de ferrocarril más bellas del mundo.
Tras este espléndido recibimiento, lo mejor es dirigirse hacia su centro histórico en busca de las huellas que han quedado de su espléndido pasado. De imprescindible vista es suPlaza Mayor(Grote Markt), enmarcada por edificios gremiales de los siglos XVI y XVII, de entre los que destaca el Ayuntamiento de Amberes. Justo en el centro de la plaza se encuentra uno de los iconos de Amberes: la fuente de Silvio Brabo. Realizada en de bronce en 1887, su temática hace referencia a los orígenes de la ciudad. Según cuenta la leyenda, un gigante llamado Druoon Antigoon custodiaba el río Escalda, que cobraba un peaje a todos barcos que quisieran pasar, cortando la mano y arrojándola al río a todo aquel capitán que se negase a pagar. Un día el centurión romano Silvio Brabo, cansado de la situación, cortó la mano del gigante y la tiró al río, dando origen al nombre de la ciudad: Antwerpen (Ant= Mano, Werpen= Lanzar). No es de extrañar que uno de los dulces típicos de Amberes, los handjes, tengan forma de mano, en recuerdo a esta leyenda.
Siguiendo por nuestro paseo por el centro, te recomendamos detenerte en la Catedral, en cuyo interior encontrarás una de las obras maestras de Rubens, el Descendimiento de la Cruz. Otro lugar de recomendada visita es la iglesia de Santiago, de estilo gótico, y que forma parte del Camino de Santiago desde los Países Bajos.
Otro de los platos fuertes que encontrarás en Amberes es la casa de Rubens (Rubenshuis), en la que residió durante los últimos 29 años de su vida. En la actualidad ha sido transformada en museo, en el que podrás hacerte una idea de cómo vivía y trabajaba este genial pintor, que fue uno de los favoritos del rey Felipe IV de España, y principal cliente.
Entre las curiosidades con las que cuenta la ciudad, y por lo que es conocida a nivel mundial (con el permiso de su puerto, que es uno de los más importantes de Europa) es por su relevante papel en el comercio de diamantes. Las cifras hablan por si solas: en Amberes se comercializa el 40 % del diamante industrial, más del 85 % del diamante en bruto y el 50 % del diamante pulido. Ahí es nada. El barrio donde se llevan a cabo todas estas transacciones está situado al sur de la Estación Central, y en él se puede visitar el Museo del Diamante, donde podrás tus ampliar tus conocimientos sobre este lujoso y apreciado mineral.
Más variedad de bolsillos permite la calle Meir, la zona comercial por excelencia de la ciudad, donde encontrarás todo tipo de marcas emplazadas en bellos palacios de los siglos XVIII y XIX. La moda y el diseño ocupan un importante lugar en Amberes, así que no dudes en acercarte hasta la Nationalestraat, donde se encuentra el MoMu, el Museo de la Moda.
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Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS
Imágenes de tom hartley
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Imprescindibles de la gastronomía alicantina
Alicante es sinónimo de cocina mediterránea y no es en balde que uno de los mejores cocineros del planeta como Ferran Adrià diga que Alicante es sin duda la provincia de España donde mejor se come.
Nos encanta la cocina mediterránea y es por eso que os queremos ofrecer una selección de los 5 productos que hay que probar en Alicante, además de deciros dónde probarlos. Como siempre, no están todos los que son ni son todos los que están pero valga esta aproximación a la gastronomía alicantina para abrir boca. Como diría un buen alcoyano “anem a fer una picaeta” (tradición del pueblo alicantino de Alcoi que se basa en una ronda de taps, tostas y pequeños bocadillos)
Arroces: El arroz en Valencia crece y en Alicante se cuece, o así reza un dicho popular. Si queremos conocer la cocina levantina en su plenitud, tendremos que comer una paella en Restaurante Casa Riquelme. En las paellas caben todo tipo de ingredientes desde pescados y mariscos, a productos frescos de una de las mejores huertas del país acompañados por pollo, conejo o incluso caracoles. Comer en Casa Riquelme en la calle Vázquez de Mella 17 cualquier mediodía de miércoles a domingo es sinónimo de buena mesa. Os dejamos más info en este link
Vinos: Con denominación de origen propia desde mediados del silo XX. En Alicante podemos degustar un vino que mezcla dos uvas propias de la región: la monastrell y la moscatel. Es propio de esta tierra el vino de mistela. En la Bodega de Meyos en la Avenida Condomina 40 de Alicante podemos degustar el vino a copas y acompañarlo de buena comida por un precio más que interesante. También podemos comprar botellas, de hecho estaba pensada como tienda de vinos.
Horchata: Cuando el calor aprieta es habitual ver a los alicantinos saborear una horchata en cualquier terraza. La preciada bebida a base de chufa es una de los productos más exportados de la tierra. No te olvides de pasar por la Horchatería Azul en Calderón de la Barca 36 a tomarte una bien fresquita y acompañarla con fartons o su deliciosa coca de almendras. Cierra en invierno pero es para muchos la mejor horchatería de Alicante Un sitio típico de toda la vida.
Turrones: Otro de los productos por los que conocemos Alicante. El producto estrella de las navidades españolas está presente en cualquier mesa que se precie con las variedades propias de la tierra: el turrón de Jijona o el turrón de Alicante. Si estás por Alicante, pruébalos en Espí en el número 4 de la Avenida Alfonso X el Sabio y si quieres quedar como un señor, compra algunos para regalar las próximas navidades.
Cocas: Las cocas de tonyina (empanada fina de ventresca de atún) son una comida propia de las Hogueras de San Juan. Sea verano o no, podremos comerlas en Alicante en La Ibense en la calle de Portugal 38. En este establecimiento además de la conca de tonyina, se pueden comer unas porciones de pizza excelente e incluso la tradicional coca de mollita con chocolate.
Podríamos seguir con otro producto típico de la tierra como la universalmente famosa oliva rellena típica de Alcoi o el chocolate Valor, pero eso lo dejaremos para posteriores visitas gastronómicas Como dirían en Alicante, “que aprofite”!!!!
Imagen de Les Haines
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