Kalinka, Kalinka, Kalinka moyá
¡Kalinka, Kalinka, Kalinka moyá! ¿No puedes quitarte la música del Tetris de la cabeza? Es normal, a nosotros nos pasa lo mismo. Es que acabamos de aterrizar en Moscú y vamos a ponernos las botas.
Irse de restaurantes por la capital moscovita puede ser una experiencia sorprendente y muy enriquecedora donde descubrir tanto los deliciosos sabores de su gastronomía como las costumbres de los rusos, que pueden llegar a parecernos algo peculiares.
Los platos de la cocina rusa suelen ser bastante calóricos, debido a los crudos inviernos donde se necesita una mayor ingesta de calorías. Los rusos le dan mucha importancia al ritual de la comida y les gusta hacer vida al rededor de los fogones.
Una comida típica rusa empieza con unos zakuski (entremeses) que pueden ser ensaladillas, o pequeños platos de encurtidos, pescados como el Seliódka pod shuboi (arenque con abrigo) o unos pirogi (empanadillas) de carne con verduras, y siempre regados de unos buenos chupitos de vodka.
Como primer plato son típicas las sopas, tanto calientes en invierno como frías en verano. Las sopas rusas son muy contundentes y, más que un primer plato, para nosotros son casi una comida completa, ya que todas llevan verduras, carne, pollo, pescado... Las más populares son el borsch, hecha de remolacha, col, patata y carne; y la solianka, de carne o pescado, con un toquecillo ácido debido al limón que le ponen. También la sopa shi, hecha de col y la ujá, de pescado.
Los segundos platos pueden ser la carne stroganoff, los shasliki (unos pinchitos de carne típicos del Cáucaso), los golubtsi (hojas de col rellenas de carne) o el plato que más nos gustó: los pelmeni (una especie de ravioli ruso rellenos de carne, de patata o de verduras).
Casi todos los platos se pueden acompañar con smetana, una salsa de crema agria de sabor particular que nos gustó mucho.
La bebida más popular en Rusia, en contra de lo que piensa la mayoría de la gente, no es el vodka sino el té. De postre, junto con el té, podemos degustar unos ricos blini (creps) o una tarta Marlenka, algo parecida a una milhojas
My-My
Los restaurantes Mu-Mu son una cadena donde sirven comida típica rusa. Es un self-service con raciones pequeñitas, así que es ideal para probar diferentes platos. Son muy populares entre los moscovitas y están bien de precio.
Jachapuri 10 Bolshoi Gnezdnikovsky per.
Es un local agradable y céntrico de comida georgiana. La comida es muy buena y no es demasiado caro. Totalmente recomendable.
Café Pushkin Tverskoy bulvar, 26A
Está considerado el mejor restaurante de Moscú. Es un bonito café de época, muy bien conservado donde se pueden se pueden degustar platos de primer nivel de la gastronomía rusa. Buen servicio y precio medio-alto pero razonable.
Un par de peculiaridades a tener en cuenta a la hora de aventurarse a comer o cenar en Moscú: sirven cenas hasta el mismo minuto de cerrar el local, pero no esperarán a que la terminéis, así que si no queréis tener que engullir todo en cinco minutos, os recomendamos no llegar muy tarde. A los rusos no les gusta que les pagues con monedas, así que si estás pensando gastar esos últimos rublos sueltos en una cena, mejor hazlo comprando souvenirs en la Plaza Roja, o recibirás la mirada reprobatoria del camarero.
Приятного аппетита!!
Por Nadia Polo
solianka por Шнапс | stroganoff por Pittaya Sroilong | zakuski por Timothy Post | pelmeni por Bernd Hutschenreuther
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+ infoUn día en Lyon
Lyon es una ciudad ideal para hacer una desconexión rápida de nuestra rutina y volver a casa con las pilas recargadas. Aquí encontrarás todo lo que buscas. Desde buena gastronomía hasta una grandísima oferta musical, histórica y artística.
Pero antes de empezar a pasear por las calles lionesas, repasaremos algunos datos que nos ayudarán a entender mejor esta fantástica urbe.
Introducción
De fundación romana, Lyon ha sido siempre un punto de paso obligado para la circulación entre el norte y el sur de Europa. Además, su situación privilegiada a orillas del Saona y el Ródano y su proximidad a los Alpes, la ha convertido en un escenario imprescindible de los últimos 2000 años. Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO desde 1998, la ciudad respira esa mezcla de tradición, modernidad y sofisticación que tanto gusta a los turistas. Y es que en la ciudad francesa tanto podemos perdernos por las callejuelas medievales de su casco histórico, como caminar por lujosas avenidas, comer comida tradicional o irnos de boutiques.
Nudo
Empezaremos nuestra ruta por el cielo. Para ello, desde la estación de Vieux Lyon, subiremos en funicular a la colina Fourvière, lugar de fundación de la ciudad. Ante unas vistas privilegiadas se encuentran las ruinas del teatro y el odeón romanos, dos escenarios que todavía hoy siguen utilizándose para festivales artísticos en verano. Junto al yacimiento e incrustado en la montaña, el impresionante Museo Galo Romano es una visita obligada tanto para conocer el origen de la ciudad como para disfrutar del sublime edificio que Bernard Zehrfuss levantó en 1975. Sin marcharnos de la colina y no muy lejos de la zona romana, la basílica de Notre-Dame de Fourvière, de inspiración románico bizantina, es perfecta para recogerse en su espiritualidad y admirar sus decenas de mosaicos.
De vuelta con el funicular, seguiremos nuestra visita por el Viejo Lyon, donde se encuentra la catedral de San Juan, que mezcla estilos románico y gótico. Este es uno de los barrios de época medieval y renacentista mejor conservados de Europa. Merece la pena perderse por sus calles y disfrutar del ambiente. Además, es el lugar idóneo para hacer una parada y comer en algún bouchon, restaurantes de comida tradicional lionesa que tanta fama mundial han reportado a la ciudad. Pensad que Lyon es considerada centro mundial de la gastronomía y que de aquí son cocineros como Paul Bocuse o Eugénie Brazier, por lo que no os podéis ir sin probar la tablier de sapeur, los quenelles, el salchichón de Lyon, la ensalada Lyonnaise o la sopa de cebolla. Eso sí, asegúrate que en el restaurante haya el logotipo Authentique bouchon lyonnais para que no te vendan gato por liebre.
Desenslace
Para bajar la comida, cruzaremos el río Saona para adentrarnos en la Presqu’île, una península que nace de la unión de los ríos Ródano y Saona. Aquí destacan las plazas Bellecour y Terreaux, el lujoso barrio Carré d’Or repleto de boutiques, el suntuoso Ayuntamiento, el interesante Museo de Bellas Artes o el teatro de ópera. Este último, proyectado por el prestigioso arquitectoJean Nouvelle, superpone una gran estructura moderna sobre el antiguo edificio en lo que es una colosal obra de arquitectura que no te dejará indiferente. Si echas un vistazo a su web, seguro que encuentras algún espectáculo para terminar el día.
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Texto e imágenes de Aleix Palau para ISABELYLUIS Comunicación
+ info
Fiesta de María Pita
Las fiestas de María Pita son un imprescindible del verano. Es cuando A Coruña se viste con sus mejores galas y ofrece un programa lleno de música al aire libre gratuita, gastronomía, ferias del libro y artesanía,
Durante todo el mes de agosto, la Ciudad se llena de vida con actividades durante el día y la noche repartidos por toda la ciudad en uno festejos que honran a la figura deMaría Pita, la heroína que capitaneó la defensa de la ciudad contra la Armada Inglesa, dirigida por el corsario Francis Drake, en 1589.
El pregón del día 1 marcará el punto de partida de las fiestas y Luz Casal será este año la encargada de poner los primeros acordes musicales en un concierto al aire libre y gratuito.
El primer sábado de agosto tiene lugar la tradicional Batalla Piroctécniva Naval, un espectáculo de fuegos artificiales que ilumina de color el cielo de A Coruña y que cada año reúne a miles de personas,.
Para los más pequeños, el 3 de agosto en la Explanada del Parrote hay todo el programa de Maria Pitiña con actividades pensadas para ellos. Una jornada que girará entono al circo, con espectáculos, música, juegos y talleres.
Y coincidiendo con las fiestas de María Pita, se organiza el festival Noroeste Pop Rock en la playa de Riazor. Será el viernes 8 y el sábado 9 de agosto, con una variada programación.
Viernes 8 de agosto
21:00 h La Senda de Afra | 22:00 h Misterioso Viaje Holanda, Facto Delafé y las Flores Azules y Love of Lesbian
Sábado 9 de agosto
21:00 horas Anima | 22:00 h Bourbon Queen Eskizo y Madness
Imagen de Carlos Fernández San Millán
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+ infoRuta de mercados gastronómicos en Madrid
Que la gastronomía está de moda en Madrid es un hecho y en nuestra última visita a la capital lo pudimos constatar. A los clásicos bares, restaurantes y fondas de toda la vida se le han ido sumando nuevos espacios donde darse al buen comer y al buen beber: gastro-bares, gastro-clubes, eventos gastronómicos y mercados gastronómicos. Fue precisamente este último concepto en el que nos adentramos en este viaje, con muy grato y sabroso resultado, por cierto.
Mercado de San Miguel. O cómo darse un capricho en un espacio único.
(Plaza de San Miguel, s/n)
Localizado al lado de la plaza Mayor, es el más turístico de todos y el que cuenta con el edificio más característico, pues es el único mercado de Madrid con estructura de hierro que ha llegado hasta nuestros días. Reformado en 2009 y convertido en espacio gastronómico, mantiene el encanto de la época en que fue construido, 1916. En su interior encontrarás gastronomía mayoritariamente española, de alta calidad, entre la que podrás probar delicados quesos y embutidos, disfrutar de las especialidades de un clásico madrileño como es el Lhardy, elegir entre un buen surtido de croquetas, saborear una tapas en el Pescado Original, tomar un vermut en La Hora del Vermut y un sabroso etcétera.
Mercado de San Antón. El espacio cultural y gastronómico de Chueca.
(C/ Augusto Figueroa, 24)
Situado en pleno corazón de Chueca, cuenta con tres espacios bien diferenciados. La primera planta la ocupa el mercado propiamente dicho, con productos de primera categoría. El área gastronómica con los puestos donde probar comida de diferentes regiones (islas canarias), países (Japón, Grecia) o especialidades (marisco, pollo asado), se encuentra en la segunda planta. El tercer piso esconde una magnífica terraza-lounge donde disfrutar de las vistas mientras se toma un cocktail. También se encuentra el restaurante La cocina de San Antón donde os recomendamos que os marquéis un “cooking”, mediante el cual escoges la carne o el pescado que quieras en el mercado, y te lo cocinarán en el restaurante con el acompañamiento que elijas de su carta.
Mercado San Ildefonso. Tomando un respiro entre compra y compra.
(Fuencarral, 57)
De tamaño inferior a los dos anteriores, pasa casi desapercibido en la comercial calle de Fuencarral. Una vez en su interior, hay que subir a la primera planta y ahí descubres un espacio pequeño pero acogedor, inspirado en los street market de Londres o Nueva York, con diferentes puestos gastronómicos donde puedes comer una hamburguesa gourmet en Gancho Directo, picar jamón ibérico en Arturo Sánchez, degustar unas brochetas en La Brochette o chuparte los dedos con los huevos de La Granja Malasaña. El ambiente que se respira es joven y moderno, acorde con el barrio donde se encuentra ubicado, Malasaña. Además cuenta con una terraza interior para aquellos que quieran tomar una caña pitillo en mano, y una barra donde probar alguno de sus cocktails.
El Huerto de Lucas. Para los amantes de lo orgánico.
(C/ San Lucas 13)
Pequeño mercado especializado en la venta de productos orgánicos, que además cuenta con La Cantina donde degustar los magníficos productos que ofrecen sus puestos. Aquí no sólo sus alimentos son ecológicos, también lo es el proyecto arquitectónico realizado por el estudio More&Co de Paula Rosales. El espacio ha sido concebido para que el impacto en el medio ambiente sea el menor posible tanto en su construcción y como en su día a día. Nos encantó el “bosque de cintas” colgante y la sencillez y calidez de la decoración.
Mercado Platea. Espectáculo y alta gastronomía en Serrano.
(Goya 5-7)
Desmarcándose del resto se encuentra este cine, pues ese era su uso originario, transformado en un espacio dedicado al ocio gastronómico. El antiguo cine Carlos III se ha convertido, gracias a la intervención del interiorista Lázaro Rosa-Violán, en un conjunto de restaurantes donde degustar alta cocina. Nada más y nada menos que seis Estrellas Michelin y doce soles Repsol avalan a los chefs que lo componen, entre los que se encuentran Paco Roncero, Pepe Solla, Ramón Freixa o Marcos Morán. Dos plantas, tres plateas y una zona especializada en los dulces donde perderse y disfrutar no sólo de la comida y la bebida, sino también de la música en directo y sesiones de dj.
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Texto de ISABELYLUIS Comunicación
Fotos de ISABELYLUIS Comunicación y Mercado Platea
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