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Las 6 claves para conocer Trieste

A continuación os damos las pautas para meteros de lleno en el conocimiento de esta sorprendente ciudad del Adriático.

1. Confluencia de culturas

Hablar de Trieste es hablar de mezcla cultural, y todo ello gracias a su ubicación geográfica, en el extremo norte de Italia, a orillas del mar Adriático, y muy próxima a la frontera con Eslovenia. Estratégicamente ha sido codiciada por todos sus vecinos, y para muestra un botón: a pesar de que en la actualidad pertenece a Italia, entre 1382 y 1918 formó parte del Imperio Austrohúngaro. Así pues, no es de extrañar que a pesar de encontrarnos en Italia, en más de una ocasión el visitante tenga la sensación de estar en Austria, ya sea por parte de sus edificios, o ya sea por algunos de los elementos de su gastronomía. Es el caso del Borgo Teresiano, construido a mediados del siglo XVIII, durante el reinado de la emperatriz María Teresa, y del que destaca el Canal Grande.

Fruto de esa convergencia de culturas es también la convivencia de distintas manifestaciones religiosas donde la iglesia greco-ortodoxa, la serbo-ortodoxa, la judía, la evangélica luterana, o la helvética comparten espacio de forma pacífica. No es de extrañar que entre los monumentos religiosos a visitar estén la basílica de San Giusto, de estilo bizantino, la imponente Sinagoga neoclásica de vía San Francesco, y el templo serbo-ortodoxo de la Santísima Trinidad y de San Espiridión.

2. Trieste y el mar

Si algo ha definido el papel de esta ciudad ha sido su apertura al mar, que bien la ha convertido en uno de los principales puertos del Mediterráneo a lo largo de la historia. Durante la edad media se disputaría el protagonismo por obtener la mayor afluencia de mercancías con otra ciudad vecina muy conocida por todos, Venecia. En la actualidad es el principal puerto de Italia.

Y qué mejor manera de disfrutar del mar Adriático y del golfo de Trieste que en la fantástica Piazza dell’Unità d’Italia, uno de los principales puntos de interés de la ciudad. Situada entre el Borgo Teresiano y el Borgo Giuseppino, tiene el honor de ser la mayor plaza de Europa situada al borde del mar. Con forma rectangular, está rodeada de edificios públicos y palacios del siglo XIX de estilo neoclásico y vienés, como es el caso del Palacio del Gobierno, actual sede de la prefectura, y el Palacio Stratti.

3. Pasado romano

Como no podía ser menos, los romanos ya vieron el potencial estratégico de este puerto marítimo, y no dudaron en sumarlo a sus colonias. De esa época se pueden visitar los siguientes vestigios: el teatro romano, del siglo II d.C., y el Arco de Ricardo, del siglo I d.C., que le debe el nombre al rey Ricardo Corazón de León, y que formaba parte de una de los antiguos accesos de la ciudad.

4. Ciudad de cafés históricos

De visita imprescindible son sus cafés históricos, huella de la época de esplendor de la ciudad, en los que escritores y poetas de la talla de James Joyce, Italo Svevo y Umberto Saba se congregaban para charlar, hacer lecturas y compartir ideas. De influencia austriaca, aún conservan toda la magia y el encanto del pasado. Entre los más destacados están: el Caffè Tommaseo, el Caffè degli Specchi, el Caffè San Marco y el Caffè Torinese.

5. Gastronomía llena de matices

La gastronomía triestina es heredera de esa mezcolanza de culturas que hemos hablado al principio. En ella conviven platos elaborados dentro de un estilo más mediterráneo, como sería el caso de los realizados con pescado, con otros de procedencia centroeuropea, como es el caso de los elaborados con carne. Entre los platos más destacados está la jota (sopa de alubias, col, panceta y patata) de origen eslavo, los bolliti di maiale (diferentes cortes de carne de cerdo hervida), y los sardoni in savòr (anchoas marinadas en vinagre), de procedencia veneciana.

6. La bora, viento típico de la ciudad

Otra de las peculiaridades con las que cuenta Trieste es con un viento conocido como la bora, que sopla desde la meseta al Golfo, llegándolo a hacer con muchísima intensidad – de 120 km/h, alcanzando máximos de cerca de 200 km/h -, secando el ambiente y limpiando el cielo de toda nube. Los días de bora se suelen disponer cuerdas en la ciudad para que la gente pueda agarrase a ellas y de ese modo evitar salir volando. A aquellos que sientan más curiosidad sobre el tema les recomendamos que se acerquen al museo de la Bora.

Ahora que tienes las claves para conocer Trieste coge tu Vueling y aventúrate a conocerlo.

 

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de Stephen Colebourne, John W. Schulze, stefano Merli, Xenja Santarelli

 

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Londres en 10 fish and chips

Reza un cartel en la entrada del Rock And Sole Plaice que no hay nada más británico que una buena ración de fish and chips bañada en sal y rociada en vinagre. Sí, definitivamente, este plato es, junto al té de las cinco, la Union Jack, Beckham y Victoria, y los insultos de los hermanos Gallagher, una de las grandes instituciones de la sociedad británica. Comida popular por excelencia en las islas, tras décadas de desprestigio, esta simple pero exquisita combinación infalible que conforman el bacalao rebozado con una buena dosis de patatas fritas cada vez cuenta con más defensores. Estos son los 10 chippies de Londres que harán de vosotros unos adeptos a la causa.

Bonnie Gull

El fish and chips es solo una de las propuestas del menú del Bonnie Gull, pero el que hacen aquí está tan indeciblemente bueno que se podrían dedicar exclusivamente a ello. Su pescado es eglefino del mar del Norte barnizado en una masa que mezcla cerveza y tempura, lo que le da un doble toque crujiente. Sus patatas, un pecado grasiento, se cuecen a fuego lento con manteca de res. Imperdonable si no las sumergís en su kétchup casero. 

Fish Central

Toda una institución de la gastronomía especializada en pescado en Londres. Abierto en 1968, muy pocas cosas han cambiado desde entonces en el Fish Central (y en su caso esto es una buenísimas noticia). Como indica su nombre, desde las modestas sardinas a las pomposas ostras, su carta ofrece los mejores y más frescos frutos del mar. Su fish and chips, uno de los mejores de la ciudad, es un exquisito contraste entre el excitante crujir de sus patatas fritas y un bacalao que de tan tierno se deshace en la boca.   

FishClub

Las normas más estrictas de elaboración del fish and chips limitan las variedades de pescado al bacalao o, si no hay otra opción, el eglefino. Para fortuna de nuestros paladar y estómago en The FishClub pasan de estas restricciones. En este pequeño gran chippy con dos sucursales en lacity, los hacen de, entre otros pescados, sardinas, dorada, caballa, lenguado o, la gran especialidad de la casa, abadejo, pudiendo elegir si se quiere rebozado al estilo clásico (mezcla de harina, huevo y cerveza), en pan rallado, a la parrilla, al horno o frito. Lo único que  no admite alteración alguna son sus patatas fritas, grandotas, contundentes y crujientes.   

Golden Hind

Clásico entre clásicos, el pasado 2014 el Golden Hind celebró cien años sirviendo fish and chips en Londres. Incuestionables maestros en la materia, esconden su sabrosísimo eglefino bajo una ligerísima masa de rebozado. De acompañamiento, obviamente, generosos tajos de patata. Los que no seáis muy de tubérculos, siempre podéis cambiar las papas fritas por unos coloridos y apetitosos guisantes salteados.

Golden Hind, 73 Marylebone Lane.

Golden Union Fish Bar

En el corazón del Soho, el Golden Union llevan más de ciento cincuenta años dándole a la freidora. Esta experiencia centenaria se traduce en un bacalao de corte generoso, perfectamente condimentado y rebozado en una masa crujiente que, secretos de la receta, acaba adquiriendo una textura similar al hojaldre. Mención especial para unas patatillas fritas sedosas y esponjosas.

Kerbisher & Malt

Chippy de gama alta con cuatro restaurantes repartidos por toda la capital inglesa (os recomendamos el de Shepherd's Bush Road). Casi tantos locales como alternativas ofrecen para el clásico de la gastronomía popular británica: rebozado con masa de cerveza como marcan los cánones, con pan rallado o a la parrilla para aquellos que opten por una alternativa algo más sana. A sus patatas de calidad superior se le suman acompañamientos de rechupete como sus cremosos guisantes, aros de cebolla encurtidos en vinagre, ensalada de col o su salsa tártara casera.  

Poppie's

Tras una decoración un tanto kitsch que pretende recrear el East End londinense de las décadas de los 40 y 50 se amaga una de las mejores opciones para zamparte un fish and chips. Clasicismo estético que también se traslada a la cocina. En Poppie's no pretenden innovar nada pero sí elevan su inmovilismo a la máxima expresión: un buena rodaja de bacalao acabada de llegar del mercado Billingsgate y unas patatas de esas que crujen por fuera y esponjosas por dentro.   

Rock And Sole Plaice

Es el chippy favorito de Idris Elba y nosotros respaldamos su dictamen, no tanto por la calidad de su propuesta, sino por el conjunto de la experiencia. Escondido en un callejón colindante a Covent Garden, el Rock and Soile Plaice es poco más que unos metros cuadros de azulejos blancos recubiertos de una fina capa grasienta (mejor comer en su coqueta terraza). Típico local en el que sentirse como un británico más comiendo pescado frito a dos carrillos.

Sutton And Sons

Danny Sutton no es solo el amo de esta fish and chips shopcatalogada en todas las listas y guías como uno de las mejores de la ciudad, sino que en la misma calle regenta una pescadería. Vaya, que todo lo que te sirven en Sutton and Sons está tan fresco que es posible que salga saltando del plato. Su fish and chips de gama alta es mucho más fácil de deglutir acompañado de alguna de sus muchísimas cervezas artesanales. Recomendación para los postres: el pudding de caramelo de la Sra. Sutton.

Toff’s

Abierto en 1968, desde entonces expertos, entendidos y sibaritas del pescado y las patatas fritas lo han elegido más de una, dos y tres veces como el mejor fish and chips no de Londres sino del Reino Unido. Bacalao escamoso y jugoso recubierto de una masa crujiente para nada grasienta. Generosa isla de pescado rodeada de un mar de crepitantes patatas fritas, su receta no tiene nada aparentemente especial pero aún no habrás abandonado este local de Muswell Hill que estarás deseando regresar.  

Anímate a probar este clásico de la gastronomía británica, reserva tu Vueling a Londres aquí.

Texto de Oriol Rodríguez para Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de Mark Hillary , Marshall Segal, RosieTulips, Ewan Munro, Duncan C

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