Ruta hipster por Bilbao
Que los hipster han llegado para quedarse, ya no lo dudamos y que ser hipster está de moda, tampoco. A pesar de que la subcultura que abanderan naciera en los años 40, han llegado para quedarse y están asentándose poco a poco, marcando claramente su terreno.
También saben hasta en la China que Bilbao es la capital del mundo pero, lo que quizás no sepan, es que esta ciudad está sufriendo un proceso increíble de hipsterización. Gracias a la transformación de estos últimos años, Bilbao ofrece un entorno más que propicio para el nacimiento de un fuerte movimiento hipster debido al constante movimiento cultural que cada año va creciendo. No en vano, está considerada como una de las 4 ciudades más hipster de España. Es más, os diré que a modo de apunte curioso, el Athletic Club de Bilbao está considerado un equipo de fútbol hipster dada su condición de rara avis en el panorama futbolístico mundial debido a su filosofía particular.
Si no tienes la suerte de vivir aquí, tranquilo… tienes muchos lugares donde dormir. Una de nuestras elecciones es el Basque Boutique: un pequeño hotel ubicado en el corazón del Casco Viejo que hará que te sumerjas de lleno en la cultura vasca. Cada una de los ocho habitaciones temáticas está dedicada a algún aspecto de la cultura o gastronomía vasca: la Karola, Marijaia, la baldosa de Bilbao…Consiguen una perfecta fusión entre tradición y vanguardia mezclando la decoración vintage con todo tipo de comodidades: tv, wifi, aire acondicionado, baño privado… ¡Una experiencia única que no te puedes perder!
Otro sitio con mucho encanto es la Pensión Caravan Cinema. En pleno Casco Viejo también, esta pequeña pensión es una fusión de diseño, historia, sabor y confort. Cinco habitaciones, cada una de ellas dedicada a algún director de cine contemporáneo español: Almodóvar, Alex de la Iglesia, Amenábar… Un espacio cómodo y con unos precios muy asequibles. ¡Pasarás una noche de cine!
Una vez ya asentados y teniendo en cuenta que Bilbao es famoso por sus pintxos, toca irnos de pintxopote. No puedes dejar de ir a Brass, en Pozas: si quieres desayunar, tomar un brunch o un delicioso pintxo, éste es tu sitio. También tienen sesiones de DJs que harán que no quieras salir nunca… De lo más hipster de la ciudad y con unos precios más que razonables.
En esta misma calle, nuestra querida Licenciado Poza, encontramos un sitio muy especial: la tabernilla de Pozas. De este tipo de bares quedan pocos, pero merecen una visita porque recuerdan al Bilbao de antes. En este local de alta y amplia barra NO hay pintxos sino dos clases de bocadillos: de bonito y de antxoas, que se preparan a petición del cliente en un rincón. ¡Cuidado, no tiene rótulo, por lo que puede pasar desapercibido!
Charlotte, en la calle Heros, tiene desayunos, pintxos, tapas y repostería increíblemente buena. Además preparan unos cócteles que ni en la Gran Manzana. Su decoración americana convierten a este garito en uno de los más agradables de Bilbao.
Tampoco podemos olvidarnos de Mr Marvelous, en la misma calle (la calle Heros está repleta de sitios interesantes). Este maravilloso rincón prepara unas croquetas para chuparse los dedos, un lomo de ciervo increíble y unos huevos a baja temperatura con salsa de trufa y hongos que harán que repitas no una… ¡si no varias veces!
Hecha la ronda de pintxo + pote, ha llegado el momento de sentarnos en un restaurante. Bilbao está plagado de buenos sitios para comer, por ejemplo la Camelia, un sushi bio-vegetal. Este restaurante, ubicado en el Casco Viejo, elabora sushi 100% ecológico y vegetariano, con ingredientes de primera calidad y de modo artesanal. Muy sano e increíblemente rico.
Bascook, en la calle Barroeta Aldamar, es el restaurante de Aitor Elizegi, un cocinero muy reconocido y que puede fardar de tener decenas de premios. Bascook es innovación y tradición, todo en un mismo sitio. La comida es deliciosa y el ambiente muy acogedor. Tienen menú del día (entre semana) a un precio muy tentador.
Si te gusta probar nuevos sabores, tu sitio es Kokken. Este restaurante fusiona gastronomía y arte. Está ambientado en la cocina escandinava y todo recuerda al norte… El local es moderno y funcional pero, sobre todo, muy acogedor.
Por último, puedes irte hasta Rodriguez Arias y comer en Colombo. Aquí podrás degustar platos increíblemente buenos: croquetas, humus, ceviche… todo para chuparse hasta los dedos de los pies. Un ambiente súper agradable y unos camareros atentos y majísimos.
Con la tripa llena, uno ya se siente con ganas de irse de compras. Bilbao tiene tiendas increíblemente geniales. Te desvelamos algunas… en Hitz puedes encontrar ropa, complementos, artículos de papelería y aromas en un local totalmente vintage: decorado con baúles antiguos, máquinas de escribir… ¡hipster total!
Otro imprescindible del shopping es Flamingo Records, un referente de los vinilos en el Botxo. Aquí están especializados en rarezas, vinilos descatalogados y primeras ediciones. Hay muchísima variedad de estilos… ¡no te irás con las manos vacías!
Por supuesto, tenemos que nombrar a la tienda hipster por excelencia: Arizona Vintage Clothing. En esta tienda podrás encontrar ropa y complementos 100% american style. Un indispensable.
Vacas Flacas, ubicada en Bilbao La Vieja, es una tienda de segunda mano espectacular. Tienen una cantidad enorme de ropa y complementos en perfecto estado y con precios 100% anticrisis. Eso sí, no olvides pedir hora antes por teléfono, ¡es un requisito indispensable!
Una de las tiendas más peculiares del Botxo que, sin duda, merece una visita, es La Casa de Atrás. Esta curiosa tienda está en pleno Casco Viejo y ofrece una enorme selección de libros de segunda mano (muchos de ellos descatalogados hace años) y muchísimos vinilos. Aquí incluso puedes hacerte un tatuaje. Es una tienda que merece -y mucho- la pena visitar.
Por último, uno de nuestros preferidos es la conocidísima tienda retro Almoneda Campos. Esta tiendecita está ubicada en la calle Bertendona y, aunque está especializada en lámparas retro, puedes encontrar muchísima variedad de muebles y objetos decorativos vintage. Almoneda Campos te enamorará, estamos seguros.
¿Os apetece tomar algo? La capital del mundo está plagada de locales donde tomar una copa en un ambiente hipster y con mucho buen rollo. El Residence, en la calle Barraincúa y muy cerquita del Guggenheim, es un sitio ideal para tomar un buen gintonic o una cerveza de importación. El ambiente es súper acogedor y, además, suelen tener música en directo.
Otro sitio muy especial es La Catedral de la Cerveza, una visita obligada para los amantes de esta bebida. En pleno Casco Viejo, este maravilloso rincón ofrece un montón de cervezas de procedencias muy variadas: alemanas, austríacas, belgas, escocesas, irlandesas, estadounidenses, holandesas, inglesas, francesas, checas, danesas, italianas, noruegas, suecas, rusas e incluso vascas. Incluso podrás elaborar tu propia cerveza (ofrecen kits con el equipamiento básico para empezar, y otros para elaborar cervezas concretas).
No pasemos por alto el bar Marzana, una tasca con solera, de las de toda la vida, que se ha convertido en una maravillosa fusión de lo antiguo con lo moderno. Seguramente no tendrás mesa donde sentarte pero, no te preocupes, siempre puedes sentarte en la calle y disfrutar de unas vistas increíbles a la ría.
¡Una última copa en La Karola! Este bar, toma el nombre de la famosa grúa de los astilleros Euskalduna que aún sigue en pie. Esa joven, “Carol”, que cruzaba todos los días la ría y dejaba pasmados con su belleza a los trabajadores de los talleres de la zona. Este local, que lleva 40 años abierto, tiene unas increíbles vistas a la ría y una comida que te quita el hipo.
Un imprescindible que no podemos olvidar del ambiente bilbaíno es La Ribera. Este café- teatro se encuentra situado en la parte baja del mercado de su mismo nombre. La Ribera ofrece ‘cocina con música y música cocinada’, lo que se traduce en muchísimos conciertos de música en directo entre los que destacan grupos de jazz o indie. Además, no olvidemos la comida, deliciosa y con una calidad suprema. La Ribera es, sin duda alguna, uno de los locales con mejor ambiente de nuestra ciudad.
Por cierto, si tienes la oportunidad de visitar Bilbao el último domingo del mes, tienes que ir al famosísimo The Sunday Market. Inspirado en los mercados europeos, y tomando como referente los emblemáticos markets de la ciudad de Londres como Brick Lane o Spitalfields, el Sunday Market se ha convertido en una visita obligada. Bajo el lema "Pasión por las cosas bonitas”, en The Sunday Market puedes encontrar de todo: decoración, mobiliario retro, ropa vintage, cupcakes, artesanía, gadgets, arte, flores, tiendas con encanto, gastronomía, música, etc. Otro mercadillo urbano que no debes perderte es el Dos de Mayo que se celebra cada primer sábado de mes. Además es una buena excusa para dar una vuelta por esta zona de Bilbao donde han surgido tiendas muy chulas como Atakontu, Cultto, Trakabarraka, etc… y también aprovechar para tomarte un buen vermut en uno de los muchos bares que hay alrededor del mercado: el ambiente es increíble si sale un buen día.
Y es aquí donde termina nuestra ruta hipsteriana. Estamos seguros que Bilbao te enamorará y, además, disfrutarás de todos y cada uno de los rincones -tan hipster- que esta maravillosa ciudad esconde, pero advertimos que ni están todos los que son, ni son todos los que están, has de sumergirte en la ciudad y bucear por ti mismo ¡No te lo puedes perder, corre a reservar tu vueling!
Fotos: Fernando Sanz
Texto: Tensi Sánchez de actitudesmgz.com
Una ruta por Bilbao
Empezamos la ruta por las Siete Calles, por sus calles peatonales que alternan los comercios más clásicos con los más innovadores y con gran cantidad de bares y restaurantes en los que probar la mejor gastronomía vasca.
Este conjunto urbano tiene un destacable patrimonio arquitectónico y monumental, con edificios civiles y religiosos de gran interés y en la que se respira una gran vitalidad por sus bares y comercios. El Arenal bilbaíno es la mejor puerta de entrada a las Siete Calles y su puente, una atalaya sobre el Teatro Arriaga, un gran centro de la vida cultura bilbaína, obra de Joaquín Rucoba y Octabio de Toledo, quienes se inspiraron en la Ópera de París para su creación.
Entramos a las Siete Calles por el Arenal, y en la calle Fueros, 2 encontramos Lautxo, una pequeña tienda especializada en croquetas y canelones de todo tipo para llevar. Entre las croquetas las tienes de bacalao a la vizcaína, de gambas y setas, de chipirón encebollado o de chorizo, y canalones de puerro, de Idiazabal o de champiñón.
Para comer nos han recomendado el Kasko, un restaurante colorido con columnas de roble que ofrece una cocina moderna combinada con productos vascos. Tienen diferentes menús que se adaptan a todos los bolsillos.
Paseando por Las Siete Calles encuentras tiendas interesante como lu:la, en la plaza santiago s/n, que tienen zapatos monísimos, la última moda y los complementos más originales. Otra de las tiendas que nos ha llamado la atención en el Casco Viejo es La Casa del Yogur de Bilbao. Se encuentra en la calle Víctor, 2 y venden productos lácteos de Cantabria hechos 100% con yogur natural.
La plaza Nueva de estilo neoclásico muy definido y con 64 arcos sostenidos por columnas dóricas, está repleta de bares. Nos ha gustado mucho Víctor Montes, con su gran surtido de deliciosos pintxos pero puedes perderte por los numerosos locales de la plaza y entre el animado gentío que allí se reúne.
En las Calzadas de Mallona, 2 tienes el Museo Arqueológico que recoge la historia viva de Bizkaia en un recorrido cronológico que discurre desde la Prehistoria hasta la Edad Moderna.
Subiendo los 213 escalones de Mallona que se inician en la plaza Unamuno, se llega a la Basílica de Begoña, pasando por el cementerio de Mallona. Este tramo forma parte del Camino de Santiago por el Camino de la Costa. Desde el mirador tienes las mejores vistas del casco antiguo. Y para los más perezosos, tienes la alternativa de subir arriba cogiendo el ascensor de Begoña.
En el Parque de Etxebarria llama la atención la vieja chimenea que se conserva de la fábrica de Aceros Echevarría. Es debido a que antiguamente, muchas de las industrias se encontraban en el interior de la ciudad.
Descendiendo se llega a la ría, y te encuentras con el Mercadillo del Nervión, una curiosa tienda de artículos de segunda mano, antigüedades, rarezas y un poco de todo. Si te gusta la moda vintage, acércate el primer sábado de cada mes al mercado de la calle Dos de Mayo, donde encontrarás ropa de segunda mano y de nueva creación, vinilos, mobiliario vintage y mucho más.
Bordeando la ría nos encontramos con Zubizuri, que significa “puente blanco” en euskera, también conocido como Puente Peatonal del Campo de Volantín o puente de Calatrava, que constituye un símbolo del nuevo Bilbao.
Siguiendo el paso por campo Volatinse se llega hasta la plaza del Funicular donde puedes cogerlo para subir a Artxanda. El funicular fue construido en el año 1913 y durante el trayecto que dura unos pocos minutos, se pasa por encima de Ciudad Jardín, una zona de bonitas casas con jardines muy floreados. A Artxanda se le ha considerado siempre el pulmón de Bilbao porque antiguamente la villa era un lugar con mucha industria y el aire no tan limpio como ahora.
Una vez arriba te encuentras un parque con césped, zona de juegos para niños y zona de picnic a la que los bilbaínos acuden a tomar el sol para después comer en alguno de los asadores. Hay tres buenos restaurantes en los que comer, la Sidrería Artxanza con menú sidrería de tortilla de bacalao, bacalao frito y chupetón a 28 euros, el restaurante Txacolí con menú bilbaíno y el restaurante Antón.
Imagen de kurtxio
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+ infoRuta «street art» por Bilbao
En Bilbao Artistas grafiteros anónimos ofrecen tanto a los bilbaínos como a los visitantes una mirada creativa y renovadora del Street Art. Sin embargo la ciudad ofrece repartidas por toda la villa auténticas obras maestras de estas expresiones artísticas. Muestra de ello es, entre otros, el impresionante mural del Puente La Salve, que se pintó en 2013 y está inspirado en la tolerancia, la convivencia, la libertad, y los derechos humanos.
En la fachada de un edificio de la calle Bilbao la Vieja,por otro lado, se encuentra la pintura mural titulada Futurismo primitivo (Bilbao La Vieja, 29) y es obra del artista Sixe. Otra recomendación para los amantes del Street Art.Por otro lado El fin justificado (Urazurrutia, 58) es obra del artista Aryz, que plasmó sus esqueletos rojos en un lienzo de hormigón. Es una de las manifestaciones de arte callejero más conocidas de Bilbao.
Pero si hay algo curioso dentro de las expresiones artísticas urbanas de la Villa, esos son los marcianitos pixelados del artista francés Space Invader. Repartidos por distintas zonas de la ciudad (el puente del Arenal, Iturribide, la calle Ronda...), estos curiosos habitantes formaban parte de la exposición Percepción [S]tencible de 2008, en la que se colocaron unos 40 mosaicos por toda la ciudad. Aunque se han perdido algunos, la mayoría siguen escondidos en los sitios más insospechados.
Bilbao acoge también varias obras del artista brasileño Erb Mon. Su expresión pictórica está basada en la geometría y en un estilo primitivo-futurista de colores intensos, con símbolos universales y lenguajes encriptados. Si quieres disfrutar de una de sus obras, acércate, por ejemplo, a la calle Aretxaga (esquina con San Francisco), donde encontrarás la obra titula Eskerrik Asko. Paralelamente, Erb Mon también desarrolla una puesta en escena del euskera poético en murales cuya característica es el uso de colores más austeros. En la calle García Salazar podrás admirar un mural escrito en euskera y titulado Bi(i)tsa, realizado en colaboración con la creadora literaria Amânturi.
Bilbao es una cuidad con muchas caras y siempre sorprendente. ¿A qué esperas para descubrirla? Consulta nuestros vuelos aquí.
Texto de Tensi Sánchez de I Love Bilbao
Fotos de Espacio Actitudes
+ infoLas mejores tortillas de patata de Bilbao
La capital mundial del pintxo (eso que ahora los modernos conocen como finger food y que existe en el País Vasco desde tiempos inmemoriales) puede presumir también de unas tortillas de patata de escándalo. Y cuando hablamos de tortillas conviene dejar claros algunos puntos antes de pasar a recomendar locales. En primer lugar, una tortilla de patata estupenda tiene que llegar a la mesa con el huevo ligeramente crudo. Cualquier otra opción es una aberración que ningún pro de la tortilla va a dar por buena. Ojo, decimos ligeramente crudo pero siempre cuajado, no líquido. Nada peor que esas tortillas con el huevo totalmente líquido desparramado por el plato, que haberlas haylas y nos hemos encontrado con alguna así en establecimientos de supuesto renombre tortillero.
Seguimos: con cebolla, por favor. El secreto de una tortilla perfecta es el equilibrio de sabores entre huevo, cebolla, patata. Y si eliminamos uno de los vértices del triángulo vamos a despojar a la criatura de ese toque dulzón que solo aporta la cebolla en su punto. Esto no significa que otros ingredientes no sean bienvenidos, pero siempre en su justa medida, sin cobrar un protagonismo excesivo. Y tampoco que no haya excepciones, claro, pues todos sabemos que el mundo de la tortilla es inexpugnable.
Por último, una tortilla perfecta tiene que estar siempre dorada por fuera, sin llegar a estar quemada (no hay nada más terrible que el sabor del huevo chamuscado). Su textura ha de ser melosa, cremosa, cuajadita, con la patata blanda y suave, bien hecha sin que quede seca o pastosa, pero tampoco dura ni crujiente.
Otro punto a tener en cuenta cuando hablamos del fenómeno tortilla de patata es en qué momento del día se come. La respuesta es inequívoca, y solo algunas personas cerradas de mente nos llevarán la contraria: a cualquier hora. Y si decimos a cualquier hora decimos a media mañana o a media tarde, para cenar, a mediodía, como tentempié, cuando llegamos de fiesta de madrugada, pero también, y ahí va la bomba, para desayunar. A las 8 de la mañana. Aún con la marca de las sábanas en la cara. Y con un buen café con leche. Esto los vascos lo tienen clarísimo, y de esto, y de otras tantas cosas relacionadas con la gastronomía, tenemos mucho que aprender en otras comunidades en las que por desgracia no se estilan los maridajes arriesgados de buena mañana.
Así pues, tras haber reflexionado largo y tendido sobre la tortilla perfecta, haber comido unas y haber consultado con Eneko Sukaldari, uno de los hombres que más sabe de tortilla de patata en el planeta, hemos buscado las mejores de Bilbao. El debate está servido:
1- Brass 27. Que un establecimiento de vocación hipster, muy popular por sus espectaculares brunch, elabore la que es probablemente la mejor tortilla de la ciudad es una señal de que los tiempos están cambiando. Incluso en Bilbao. Mientras los clásicos de siempre cierran (y este sería otro tema: los efectos devastadores de la crisis sobre algo tan sacrosanto como la tortilla de patatas), otros abren. Y muestran al mundo que una buena tortilla no tiene por qué estar reñida con una estética chic-industrial-vintage. La de Brass 27 es una tortilla melosa y equilibrada, de una cremosidad perfecta, que, curiosamente, forma parte de una carta de cocina de fusión con platos de inspiración sudamericana y asiática como el pad-thai de langostino. ¡Ay, el siglo XXI!
2- Swansea. Ubicado cerca del Estadio de San Mamés y, por tanto, frecuentado en gran parte por un público futbolero, este establecimiento de batalla en el mejor de los sentidos cuenta con una de las mejores tortillas de Bilbao. ¿Qué la hace especial? Para qué entrar en detalles. Si hiciésemos un retrato robot de la tortilla de patatas perfecta saldría una imagen de la de Swansea, todo un derroche de poderío: el huevo en su punto perfecto de cocción –no apto para los amantes de la comida muy hecha y de las tortillas compactas–, un tono dorado exquisito y un pedazo de pan como única compañía. Un escándalo. Rodríguez Arias Kalea, 70
3- La Ribera Bilbao. Precioso local de look sofisticado e industrial, ubicado en el mercado de la Ribera, con hermosas vistas a la Ría. Aquí podremos degustar unas tortillas grandiosas mientras escuchamos jazz en directo, podremos maridarlas con cócteles, incluirlas en un brunch y disfrutar de ese toque doradito fantástico, de su perfecto equilibrio, su potente sabor y una consistencia ideal, suave y melosa, que protagonizará nuestros sueños durante largo tiempo.
4- Salón de Juego Concha 1. Hay muchos motivos para amar Bilbao, y uno de tantos es que una de las mejores tortillas de la ciudad, centro de peregrinaje de sibaritas y gourmets de todo el mundo, se encuentra en un salón recreativo. El de General Concha ostenta desde hace tiempo una tortilla fabulosa, de sabor y consistencia perfectos, tierna y deliciosa. Una ruletita tras el festín… ¡y ya tendremos la tarde perfecta!
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Por Laura Conde de Gastronomistas.com
Todas las fotos son cortesía de Eneko Sukaldari
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