A 30.000 pies por viajeros para viajeros

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Bares de leche y más

Salir y ponerse las botas en Varsovia puede ser una experiencia deliciosa y al alcance de todos los bolsillos. Sin lujos, las tres comidas diarias pueden salir por unos quince euros. Hay casas de comidas y también las conocidas lecherías o bares de leche (bar mlezny) donde por unos 3 € puedes comer perfectamente. En cuanto a tomarse una cerveza o un refresco, sin miedo os podéis sentar en las terrazas de las principales zonas turísticas (si el tiempo lo permite), porque la cerveza os costará alrededor de un euro… Y allí no son de poner cañitas, sino vasos grandes.

Los polacos son muy aficionados a las sopas y a los guisos. Algunos de los más ricos que probamos y que no deberías perderos son el bigos, un guiso de repollo y carne muy bueno, con un sabor parecido al chucrut; el borsch una sopa hecha con caldo de remolacha y que a veces sirven con una especie de croqueta gigante; el zurek sopa de harina de centeno, champiñon, salchicha y huevo cocido, muy recomendable para el invierno pero cuidado en verano porque la pedimos para entrar en calor un día que llovía y todavía nos duran los calores...Es muy contundente. Otro de los platos típicos y deliciosos el la golonka, un codillo asado que está de muerte; y los famosos pierogi, una especie de raviolis o empanadillas rellenos de carne, de pollo, de queso…

Y hablando de pierogi, os recomendamos Pierogarnia na Bednarskiej (Ul. Bednarska 28/30; tel. (22) 424 13 87), donde podréis disfrutar de los famosos ravioli polacos bien hechos y a un precio más que razonable.

Los bar mleczny o bares de leche

Los bares de leche son los antiguos restaurantes comunistas, que siguen existiendo en forma de comedores populares. Te sentirás como en el comedor de la escuela, con una comida muy casera, todo fresco del dia, y gran variedad de platos típicos polacos.

Algunos en los que nos sentamos fueron el de Krakowskie Przedmieście 20/22, o el "Bambino" en Krucza 21.

Recordando la etapa comunista

Oberza pod Czerwonym Wieprzem
Żelazna 68

Es un local que se ha conservado tal y como eran las tabernas sovieticas. Desgraciadamente no se ha conservado casi ninguna y ésta es una de las mejores, con muy buena cocina tradicional polaca. El precio es normal. Merece la pena para ver como eran. Muy buena la sopa Zurek, el pato y el golonka (codillo).

Pijalnia
ul. Zamoyskiego 28/30

En este bar cualquier hora es buena para tomar algo o zamparse un típico tentenpie polaco. Cualquier hora literalmente porque el local en cuestión está abierto 24 horas al día. Por dentro, está decorado con un montón de detalles comunistas. Las paredes están forradas con periódicos de varias décadas atrás, la música que suena tiene más de 50 años... Mires donde mires hay detalles que recuerdan otras épocas.

Varsovia con encanto

Mielżyńki
Burakowska 5/7

Situado en una antigua fabrica, junto a una iglesia que da un encanto especial, se encuentra uno de los sitios mas agradables para tomar unos vinos y cenar de picoteo. El concepto es diferente dado que, además de degustar los vinos, se pueden comprar. Para una noche romántica o con los amigos, lo recomendamos. No es caro, se puede cenar con un buen vino por unos 20 €. Tiene una terraza muy agradable que, en verano, se agradece.

Restaurante Polka
Świętojańska 2

Al lado de la plaza Zamkowy se encuentra este restaurante cuyo interior parece sacado de una ambiente de casa de muñecas. A pesar de la decoración no es un lugar precisamente caro para degustar la gastronomía polaca.
Una cena para tres personas, con 2 entrantes, 3 platos principales, postre y vino salió por 35-40€ por cabeza.

W oparach absurdu
Ząbkowska 6

La cafetería "W oparach absurdu" (en la bruma de lo absurdo), se encuentra en el barrio de Praga. Sólo por el nombre, ya nos podemos hacer a la idea de que se trata de una cafetería algo alternativa, pero sumamente encantadora!!

Es la cafetería favorita de uno de nuestros mejores amigos polacos. Esta cafetería queda en la zona "bien", así que se puede ir tanto de día como de noche, y además de beber un montón de tipos de cervezas (mi amigo pidió una de chocolate), se puede comer o cenar, platos típicos polacos (pierogi por ejemplo) a unos 4€ el plato.

Tienes 2 pisos y el mobiliario es de estilo antiguo, con sofás, sillas de madera y butacas, maquinas de coser con sus mesas, imágenes de vírgenes, espejos antiguos... ¡Encantador!

Con estas recomendaciones ya sólo nos queda deciros una cosa… Bon apetit!

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Spittelberg y otras zonas gastro-molonas de Viena

Por Silvia Artaza de gastronomistas

Nos propusimos volar a la capital de Austria para encontrar esas rutas que se salen un poco del carácter imperial y clásico que invade la ciudad, que van más allá de la catedral de San Esteban o de la conocida noria gigante situada en el Prater. Y sí, encontramos calles, rincones, barrios y proyectos modernetes donde están surgiendo espacios gastronómicos de todo tipo y con una pinta estupenda.

Naschmarkt y Freihausviertel

Arrancamos en el Naschmarkt, el mercado más conocido de Viena, que ha evolucionado hasta ser hoy un punto de encuentro de gente de todo tipo. Se puede comprar fruta o verdura, pero también disfrutar de una oferta de cocina que recorre el mundo. Cada vez son más los que deciden instalarse en este mercado, que cuenta con unos 120 puestos. Algunos ejemplos son Neni, con especialidades de Israel y Oriente, o la cocina ecológica de Tewa. Pero lo mejor es pasearlo y pararte a probar lo que te vaya apeteciendo. En las calles que delimitan en mercado hay también espacios interesantes como On Market, un local espectacular con cocina asiática, o Café Amacord, si quieres probar cositas vienesas en un ambiente local.

Si salimos de Naschmarkt por Schleifmühlgasse encontrarás que esta calle también está llena de pequeños proyectos gastro que harán que te pares frente a sus vitrinas. Es el caso de Babette's, una tienda de libros de cocina, especias y otras cositas donde también se puede comer, o Coté Sud con especialidades francesas. Ésta y otras calles del Freihausviertel son interesantes en la ruta.

Karmelitermarkt

Al igual que Naschmarkt, otro mercado que está siendo motivo de revitalización de la zona es Karmelitermarkt, al otro lado del Danubio en el Distrito 2 (Leopoldstadt). Allí, no te pierdas Schöne Perle, con su reinterpretación casera de la cocina vienesa, la propuesta orgánica y de temporada de Zimmer 37, ni pasar por Praterstraβe o Leopoldsgasse, dos animadas calles en la zona de este mercado.

MuseumsQuartier

Dejamos los mercados para plantarnos en MuseumsQuartier, un impresionante recinto cultural con museos y pabellones dedicados a mil y una disciplinas artísticas diferentes. Uno de esos lugares a los que mola ir, y que para nuestra suerte está salpicado de cafés y restaurantes. En el patio podrás encontrarte desde un mercado navideño donde el vino caliente (bebida típica de estos mercados) se sirve a ritmo de Dj, hasta unas hamacas donde pasar las tardes-noches de verano.

Interesante la propuesta de Glacis Beisl, que está en la parte posterior de MQ, casi escondido, aunque eso no hace que deje de estar a tope de reservas siempre. Cocina local de toque modernete y otros platos de corte internacional, precio estupendo y buen ambiente. Una buena opción después de una jornada de museos.

Spittelberg

Justo detrás de MuseumsQuartier se encuentra Spittelberg, que ya encontrabas en el titular de esta ruta y que no hubiera podido ser de otra manera. Cinco o seis callecitas adoquinadas, las que se enmarcan entre Burgasse, Breite Gasse, Sigmundsgasse y Mariahilter, de ambiente bohemio y un encanto especial. Tendrás donde elegir mientras te pierdes por la zona pero algunas pistas son, por ejemplo, Amerlingbeisl (con su precioso patio), Das Möbel (mucho diseño que, además, se puede comprar), Die Burgermacher (con hamburguesas caseras, variedades vegetarianas y producto fresco del día) o Trattoria da Paolo & Anna (una pequeña trattoria italiana de manteles a cuadros y sabor italiano).

Y si vas en Navidad…

Precisamente en Spittelberg se monta uno de los mercados artesanales navideños más especiales de la ciudad, si tienes la suerte de volar en estas fechas. Y es que, como en gran parte de Centroeuropa, estos mercados son uno de los grandes atractivos del turismo de invierno. Si es así, no puedes perderte el que se despliega en la Rathausplatz donde la magia navideña alcanza su máxima expresión. Un increíble mercado con unos 150 puestos de adornos, regalos o dulces, y donde tendrás la oportunidad de tomar el famoso vino caliente (Glünwein) y alguno de los dulces típicos de Viena, como es su tarta de manzana (Apfelstrudel).

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Burdeos en 7 pasos

Burdeos puede jactarse de haber salido de un dulce sueño, que bien le valió el sobrenombre de la Bella Durmiente, para convertirse en la Perla de Aquitania. A continuación os damos las claves para disfrutar de lo que ha convertido a esta ciudad en un irresistible destino turístico.

1. Catar sus vinos

Para qué negarlo, el vino es el motor económico de la región, y el principal motivo por el que es conocido Burdeos en el mundo entero. Sin duda alguna, un viaje a esta ciudad es la excusa perfecta para adentrarse en su extensa carta de vinos. La Oficina de Turismo proporciona hasta 60 circuitos diferentes con los que conocer las bodegas que han posicionado esta región vinícola a nivel internacional. Eso sí, no es necesario salir de Burdeos para conocer sus vinos. Sólo hay que acercarse a alguno de sus bares y bistrós para encontrarlos. Aquí nuestras recomendaciones:

- El CIVB Le Bar a Vin, todo un clásico en la ciudad, que cuenta con una extensa carta de vinos de Burdeos.

- Para el que prefiera acompañar el vino de un buen queso, el Bistro du Fromager es la mejor opción.

- El que además de catar quiera aprovechar para llevarse alguna botella de recuerdo, entonces tiene que visitar La Conserverie Converserie.

- Y siempre se puede aprovechar para hacer un curso de cata de vinos en L’Ecole du Vin.

2. Dejarse deslumbrar por el espejo de agua más grande del mundo

La Place de la Bourse (plaza de la Bolsa), también conocida como la Place Royale (plaza Real) es sin duda alguna uno de los lugares más destacados de Burdeos. Fue construida entre 1730 y 1755 por Jacques Gabriel, Primer Arquitecto del rey Luis XV. Esta plaza supuso en su momento la apertura de la ciudad más allá de sus murallas medievales y el comienzo de su periodo de máximo esplendor. Tiene forma rectangular, con uno de sus lados abierto al río Garona, y en cuyo centro alberga la estatua de las Tres Gracias. Su principal atracción es Le Miroir d’Eau (el espejo de agua), uno de los mayores espejos de agua del mundo, con una superficie de 3.450 m2. El juego de reflejos resultante fascinante y muy fotogénico. Y si viajas con niños, tienen la diversión asegurada.

3. Disfrutar de su patrimonio

Burdeos es, tras París, la ciudad francesa con el mayor número de monumentos históricos protegidos. Ese es el caso de su puerto, conocido como el puerto de la Luna, que en 2007 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Éste debe su nombre a la forma que tiene de media luna o de croissant, debida a su ubicación en el meandro del río Garona. La mayor parte de las construcciones que conforman el puerto y sus alrededores son un reflejo de los ideales del Siglo de las Luces. No dudes en recorrer sus calles para disfrutar de tan singular belleza.

4. Dar un paseo en barco por el río Garona

El río Garona ha sido y es una pieza clave en el desarrollo de la ciudad, que durante el siglo XVIII le permitió contar con uno de los puertos más importantes de Europa. Una forma diferente de visitar Burdeos es tomando la perspectiva que el río ofrece. Para ello sólo tienes que acercarte al puerto de la Luna, y coger uno de sus cruceros. Entre las múltiples opciones que hay, recomendamos la que ofrece la posibilidad de catar vinos de la zona y picar algo, mientras se disfruta de las vistas.

5. Dejarse inspirar por su oferta museística

Los amantes del arte no deben perderse la visita al Museo de Bellas Artes, del que destaca su colección de pinturas holandesas. En el caso de que lo tuyo sean las últimas tendencias del arte, entonces debes acercarte al CAPC Musée d’Art Contemporain, situado en un antiguo almacén de productos coloniales. El Museo de Artes Decorativas, ubicado en el Hotel de Lalande, ofrece la oportunidad de conocer cómo era la vida de la burguesía del siglo XVIII XIX a través de sus objetos decorativos: muebles, esculturas, cerámicas, grabados, cerámicas, cuberterías y cristalerías.

6. Disfrutar de la naturaleza en alguno de sus parques

Burdeos cuenta con un buen número de parques donde tomar un respiro. El más destacado de todos es el Jardin Public (Jardín Público), situado en el corazón de la ciudad. Abierto en 1755, siguiendo la inspiración de Versalles, un siglo después sería rediseñado al estilo inglés. Cuenta con un carrusel antiguo que hará las delicias de los más pequeños.

7. Comer ostras en el mercado

Si tienes la posibilidad de viajar en fin de semana a Burdeos, entonces no dudes en acercarte por la mañana al Marche des Capucines. En este magnífico mercado, además de ver productos de primera calidad y de disfrutar de su buen ambiente, encontrarás paradas donde degustar ostras, marisco y pescado fresco.

Reserva aquí tu Vueling y comprueba por ti mismo todos los encantos que se esconden en Burdeos.

 

Texto de ISABELYLUIS Comunicación

Imágenes de SuperCar-RoadTrip.fr, Yann Chauvel, Bistro du Fromager

 

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Cataluña de costa a costa en 7 rutas

A continuación te descubrimos siete rutas en las que la cultura, la gastronomía, el enoturismo, el deporte y la aventura se funden en un todo capaz de transformar nuestra visita por el litoral catalán en una experiencia inolvidable.

Ruta 1 - De Sant Carles de la Ràpita a L'Ametlla de Mar (98 km)
Nuestro punto de partida viene marcado por el sabor a mar que proporcionan los mejillones y las ostras que podrás degustar en el vivero La Caseta del Parrillo que forma parte de la Ruta de las Bateas, un paseo en barca por la bahía de los Alfacs, en Sant Carles de la Ràpita. En Amposta no dudes en recorrer el Parque Natural del Delta del Ebro de la mano de MónNatura Delta del Ebro, visitando su centro de interpretación, las salinas y los miradores de aves o navegaremos en las barcas de perchar tradicionales. El broche final lo hallarás en la Ametlla de Mar donde el equipo de Tuna Tour te permitirá sumergirte con atunes rojos, que podrás desgutar al final de la excursión.

Ruta 2 – De Tarragona a Gratallops (73 km)
Tarragona es la primera parada de esta segunda ruta, donde podrás hacer un tour por la ciudad con Icono Serveis, o ir más allá con Tarragona Experience  experimentando su taller de cocina romana Domus Apicius. Tras una buena dosis de cultura llega el momento de acercarse a Port Aventura, donde las grandes emociones están más que aseguradas. ¿Qué tal vivir en primera persona una jornada en un barco de pescadores? Con Pesca Turismo Cambrils es posible así que, ¡no te lo pierdas! Una parada en Reus es la excusa perfecta para acercarse al Gaudí Centre y conocer los primeros pasos de uno de los arquitectos más singulares y destacados del país. Cerrando este recorrido está el Priorat y su magnífico vino DOC que podrás degustar en bodegas como Clos de l'Obac, ubicada en Gratallops.

Ruta 3 – De las Montañas de Prades a Vilanova y la Geltrú (112 km)
En las Montañas de Prades te esperan pueblos como Farena, Alcover o Capafonts, o si lo prefieres, puedes recurrir a alguna de las actividades que Brogit Guiatges ofrece, como excursiones teatralizadas, catas de quesos y miel artesanos, o paseos con un pastor. A la hora de tomar un respiro te recomendamos acercarte a uno de los tres conjuntos monumentales de la Ruta del Cister, como es el caso del monasterio de Poblet, donde incluso podrás pernoctar. Los aficionados al vino podrán aprovechar para acercarse hasta Pacs del Penedès donde vivir una experiencia enoturística en las bodegas Torres. Cerrando esta tercera ruta está Vilanova y la Geltrú donde podrás disfrutar de una bonita puesta de sol desde un velero ¿Qué más se puede pedir?

Ruta 4 - De Sitges a Sant Sadurní d'Anoia (74 km)
En un lugar tan inspirador como Sitges, una buena opción es ponerse en manos de  AGIS para hacer un recorrido por talleres de artistas. Y si lo que te va es la marcha, en Casa Bacardí podrás aprender a hacer cócteles. Santa Coloma de Cervelló es lugar de parada obligada para los fans de la obra gaudiniana ya que aquí se puede visitar la colonia Güell y la cripta Gaudí. Y como no puede ser menos, este recorrido incluye un paseo por la DO Penedès, donde se puede aprovechar para hacer una parada en la bodega de vinos ecológicos Albet i Noya, o acercarse hasta Sant Sadurní d'Anoia que alberga las principales bodegas de cava, como es el caso de Codorníu

Ruta 5 - De Montserrat a Caldes de Montbui (61 km)
De visita obligada es Montserrat, icono de Cataluña, en el que ver su monasterio, el museo, y perderse por su sorprendente parque natural. Tras esta buena dosis de naturaleza, te recomendamos acercarte a Terrassa que alberga el Museo de la Ciencia y la Técnica de Cataluña, el Museo Textil o el Parque Audiovisual de Cataluña. Terminamos este recorrido en “modo relax” en las Termas Victòria, o en los balnearios de Grupo Broquetas, ubicados en Caldes de Montbui.

Ruta 6 - De Montmeló a Palamós (155 km)
¿Eres fan de la velocidad? Entonces el Circuito de Barcelona-Cataluña, situado en Montmeló es tu lugar, donde podrás llegar conducir el coche de tus sueños. Y si aún te quedan energías para más emociones, acércate a Cardedeu, donde en Globus Voltor podrás dar una vuelta en globo, o visita la hípica Can Vila, en Sant Esteve de Palautordera, desde donde hacer una excursión a caballo por el Parque Natural del Montseny. Como colofón de esta sexta ruta están Sant Feliu de Guíxols, donde no debes de dejar de recorrer el camino de ronda, y Palamós, en el que puedes aprovechar par hacer un taller de cocina marinera en el Espacio del Pescado.

Ruta 7 - De El Estartit a Girona (149 km)
Nuestra última ruta empieza en El Estartit practicando submarinismo en las islas Medes de la mano del equipo de Aquàtica. Los humedales del Empordà son la excusa perfecta para la práctica del ecokayak con SK Kayak. Cerca de aquí, en Sant Martí d’Ampúries, no dudes en hacer la visita teatralizada a sus ruinas griegas y romanas. Una buena dosis de cultura te esperan en el monasterio de Sant Pere de Rodes, con visita teatralizada incluida; en el Teatro-Museo Dalí de Figueres; en la Casa-Museo Salvador Dalí, en Portlligat; o en el centro histórico de Girona que puedes recorrer en segway. Poniendo cierre a este recorrido están los vinos DO Empordà, donde te recomendamos la visita a Empordàlia, situada en Vilajuïga, en la que degustar vinos, aceites y los platos típicos de la zona.

Texto de la Agencia Catalana de Turismo

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