Irresistible Turin
Capital de Piamonte, Turín es la primera capital histórica de Italia desde su unificación en 1861. Las encantadoras colinas verdes que rodean la ciudad fascinan a todo tipo de turistas. Por su privilegiada situada en el corazón de Europa, es fácil llegar a Turín, lo que la convierte en un destino perfecto para una escapada, así como una parada ineludible si te encuentras realizando un recorrido por Piamonte o Italia.
Museos para todos los gustos
Descubrirás lo sorprendente de la ciudad con sus más de 40 museos que abarcan desde la historia antigua a las artes contemporáneas, desde las ciencias naturales y ambientales hasta el “séptimo arte”, desde la historia del automóvil hasta la historia de la cultura culinaria. “Mole Antonelliana” – el edificio que constituye el símbolo de la ciudad, con sus 167 metros de altura- alberga el Museo del Cine. O el Museo Egipcio, con la puesta a punto que le realizó el oscarizado escenógrafo Dante Ferretti, sólo superado en importancia por el Museo Egipcio de el Cairo.
Lingotto, la antigua fábrica de FIAT, alberga la Pinacoteca Giovanni y Marella Agnelli, con obras de un valor inestimable de Canaletto, Modigliani, Balla y Matisse. Los amantes del arte del siglo XIX y el arte contemporáneo deben sin duda visitar el GAM – la Galería y arte Moderno y Contemporáneo Castillo de Rivoli. Y por último, pero no menos importante, es imprescindible una visita al Museo Nacional del Automóvil.
Residencias Reales. “Corona de las Delicias”
La dinastía de la Casa Saboya dejó magníficas residencias reales que forman parte del Patrimonio de la Humanidad conferido por la UNESCO. El Palacio Real y el Palacio Madama, que flanquean la majestuosa Piazza Castello, el castillo de Valentino, construido en el río Po, y algunos otros castillos que encontramos en los límites de la ciudad forman la “Corona de las Delicias”. Entre ellos, algunos de los más significativos son el Palacio Real de Venaria, los parques y jardines que rodean La Mandria y la residencia de caza Stupinigi.
¿Qué probar en Turín?
Un viaje a Turín es también viaje a través de la cultura alimentaria. El aperitivo aquí es una costumbre muy extendida: una copa de vino o un cóctel acompañan siempre a los aperitivos, las degustaciones o ensaladas. Aunque sea en alguno de los nuevos bares de moda, esta costumbre tiene un origen antiguo. Ten en cuenta que fue en Turín donde nació el vermut en 1757 y que todavía Martini & Rossi conserva su sede principal cerca de la ciudad.
Los cafés históricos, con ambiente de época, son lugares muy hermosos con tiendas de delicatessen en las que degustar productos como el Bicerin, la bebida tradicional de Turín elaborada a base de café, chocolate y crema – chocolate caliente con crema-, el sabayón -con sabor a licor-, y el “Gianduiotti” – elaborado a base de chocolate con avellanas-.
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+ infoEn la Ciudad Blanca
Se la llama la Ciudad Blanca porque alberga una colección única de edificios tipo Bauhaus, más que en ningún otro lugar del mundo, incluyendo cualquier ciudad de Alemania, cuna del movimiento Bauhaus.
Frente a enormes rascacielos encontramos las playas de la ciudad de Tel Aviv. Kilómetros de arena blanca que, por el suave clima de la ciudad, permite pegarse un baño o practicar deportes náuticos casi todos los días del año. Tel Aviv no se detiene de noche: barrios como Rothschild albergan las mejores opciones de ocio nocturno de la ciudad. Tel Aviv es una ciudad bulliciosa y activa que ofrece entretenimiento, cultura y arte, festivales y una rica vida nocturna.
Tel Aviv es historia. Visita lugares tan emblemáticos como las casas de Bialik, de Ben Gurion y de Dizengoff, el antiguo cementerio de la calle Trumpeldor y la casa de Reuven. Los amantes de la naturaleza disfrutarán en el jardín de Abu Kabir, el parque HaYarkon y los jardines botánicos próximos a la Universidad de Tel Aviv. Las familias con niños pueden distraerse en un parque de atracciones lleno de acción.
Si te gusta conocer otras culturas, un lugar de obligada visita es el Museo de Tel Aviv, donde se explica la historia de la fundación del pueblo judío y del desarrollo de la ciudad.
Adéntrate en el bullicioso mercado al aire libre de Carmel, muy cerca del bohemio barrio de Neve Tzedek, en el que podrás encontrar ropa, juguetes y accesorios para la casa y las coloridas paradas de frutas y hortalizas del mercado y carne fresca, pescado y queso. El mercado empieza en el cruce desde de Allenby King George y llega hasta el final de Carmelit, donde se encuentra la terminal de autobuses.
A pocos kilómetros de Tel Aviv, en Jerusalén, tienes una ciudad que alberga en su interior los lugares más visitados de Israel como el Muro Occidental, la Iglesia del Santo Sepulcro, la Via Dolorosa, Yad Vashem y el Monte de los Olivos.
Y si quieres comer un buen kebab, puedes probar uno de los mejores muy cerca de Tel Aviv. Se sirve en Abu Ghosh, y dicen que esuno de los 5 mejores restaurantes de kebab de Oriente Medio, concretamente se encuentra en el puesto número 3. Y es que la aldea árabe de Abu Ghosh, en la carretera que une Jerusalén y Tel Aviv, es conocida por sus restaurantes de hummus, siendo muy popular entre los lugareños y turistas. Aquí se tiene la garantía de que te servirán un plato de carne memorable. Se mezcla la carne de ternera con cebolla, perejil, piñones y un poco de grasa antes de enhebrarla en un pincho de hierro. Se cocina en una parrilla y se servida con arroz o ensalada, con un tono rosado en el interior.
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+ infoSantander estrena centro de arte
Santander está de estreno. Es uno de esos estrenos que se ha hecho derogar en el tiempo, pues el proyecto que encargase en 2012 el fallecido Emilio Botín ha ido muy lentamente tomando forma y transformando la vista de la bahía de Santander, hasta su inauguración el pasado 23 de junio. Dicen que lo bueno se hace esperar, así que puede que esa sea la clave del secreto del Centro Botín que desembarca en la capital cántabra para llenar de cultura y aires nuevos a esta bella ciudad del norte de España.
Un edificio de autor
Lo primero que inevitablemente llama la atención de este nuevo espacio cultural es el edificio encargado de contenerlo, pues se ha optado por un proyecto arquitectónico de esos que no pasa desapercibido para nadie, con opiniones a favor y en contra, como en todo aquello en lo que se atisba cierto riesgo. Obra de Renzo Piano, ganador de un Premio Pritzker, y un auténtico enamorado de Santander, elaborada junto al estudio del español Luis Vidal, ha logrado darle un toque de modernidad a la ciudad en uno de sus espacios más emblemáticos, la bahía. El edificio se compone de dos grandes volúmenes unidos por una estructura de espacios y pasarelas a modo de distribuidor principal. El del oeste funciona como una gran sala de exposiciones de 2.500 m², en cuyos bajos hay una zona comercial y de restauración. El módulo situado al este, de un tamaño inferior, será el dedicado a las actividades educativas, y en el que sobresale su gran terraza con unas excelentes vistas a la bahía de Santander. Sostenidos por pilares que lo hacen aparentemente flotar en el aire, destacan sus grandes cristaleras, que ofrecen unas vista privilegiadas de la costa y la ciudad, y el recubrimiento exterior, realizado con piezas de porcelana blanca.
Pero no todo el protagonismo se lo debemos dar en exclusiva a este fabuloso edificio ubicado a modo de bisagra entre el centro de la ciudad y el puerto. Su construcción ha venido acompañada por la rehabilitación y ampliación de los Jardines de Pereda -han pasado a ocupar de 2 a 4 hectáreas- situados en los alrededores del Centro Botín. El paisajista Fernando Caruncho y la artista Cristina Iglesias se han encargado de convertir la llegada hasta este nuevo espacio cultural en toda una experiencia para los sentidos.
Un nuevo espacio expositivo en la ciudad
El Centro Botín ha empezado dando sus primeros pasos con dos exposiciones contrapuestas, una de corte más clásico, dedicada al primer gran maestro de la pintura moderna, Goya, y en la que sus dibujos toman todo el protagonismo; y otra, de corte más actual, dedicada a Carsten Höller, la primera monográfica realizada a este artista belga hasta el momento en España. En paralelo hay programadas actividades de todo tipo, desde talleres, pasando por proyecciones cinematográficas, conciertos, etcétera.
Por delante, un largo camino por recorrer. Sobre este nuevo proyecto pesa al interrogante de si se producirá un “efecto Guggenheim” que logre dar un aliciente más al viajero en su visita a Santander y dar un empujón extra al turismo y a la ciudad. De momento ha conseguido ser la comidilla del verano y el espacio que inevitablemente los locales y los veraneantes de la zona irán a visitar.
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Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS
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Los encantos de Fez
Fez, la ciudad laberinto de Marruecos, es una de las más antiguas del país y que mejor conserva su autenticidad y su exotismo, con una arquitectura prácticamente inalterada desde hace siglos. Lo que quizás más llama la atención de esta ciudad magrebí es su condición menos turística y masificada, sobretodo en comparación con su vecina Marrakech. Y por eso mismo, posee un encanto especial que permite sumergirte de veras en la realidad cultural de sus gentes, sin esa sensación de agobio provocada por los mercaderes y buscavidas que en otras ciudades marroquíes pueden llegar a asfixiar al viajero. Sin duda, no habremos conocido Fez en su máximo esplendor si no nos adentramos en los siguientes lugares:
1.- Medina Fes el-Bali
El punto álgido de nuestro viaje a Fez se halla precisamente en el laberinto que conforman los más de ciento cincuenta barrios de Fes el-Bali con sus respectivas callejuelas y más de mil derbs o callejones sin salida. No es de extrañar que esté protegida por la UNESCO desde 1967, ya que además de tratarse de la zona más antigua de la ciudad, atesora algunos de los monumentos más emblemáticos. Antiguamente y por ley, cada barrio debía disponer obligatoriamente de una mezquita, una escuela coránica, una panadería, una fuente y un hammam. El Mausoleo de Mulay Idris y la mezquita Al Karaouine conjunto con las escuelas coránicas Attarine y Bou Inania, hacen gala de una arquitectura exquisita que merece la pena ser observada. Está permitido el acceso a no musulmanes a esta última, Bou Inania, aunque tendrán vetadas las salas de oración.
Perdernos por los grandes mercados de las calles Talaa Kebira y Talaa Seguira, pasando por las bellas plazas Nejjarine y Seffarine, y conocer de cerca el zoco de los curtidores son algunas de las experiencias imprescindibles para sentirnos como auténticos fecíes. Aquellos con ganas de aprender los trucos de la gastronomía marroquí, podréis hacerlo a través del Riad Tafilalet, cuyo chef Lahcem Beqqui, es uno de los más reputados del país. De esta forma, además de impartiros unas lecciones de cocina tradicional, también se os llevará al mercado para enseñaros dónde buscar los mejores productos. Después de esta sesión, hasta podréis preparar en casa una cena de lo más exótica y lograda a base de harira, tagine o cuscús.
2.- Medina Fes el-Jdid
La Medina Fes el-Jdid o la Nueva Medina fue levantada por la dinastía Merindia en el siglo XII, fuera del casco antiguo. Ésta está repleta de palacetes con patios andaluces, jardines, mezquitas y nuevos zocos, pero sobretodo lo que la hace más interesante es el ostentoso Palacio Real de puertas doradas, cada cierto tiempo limpiadas con una curiosa mezcla a base de jugo de limón, sal y vinagre. El Mellah o barrio judío,que se erige en pleno corazón de Fes el-Jdid y junto al palacio, ofrece también un elevado atractivo gracias a su mercado de la Grand Rue, al Boulevard Bou Ksissat y al contraste de las fachadas y balcones encarados al exterior con la arquitectura musulmana tradicional, en la que prima la privacidad.
3.- La Ville Nouvelle
Para completar nuestro recorrido por Fez, no debemos olvidar de visitar la Ville Nouvelle, la parte más nueva de la ciudad y construida a raíz del proteccionismo francés durante el siglo XX. Los más urbanitas disfrutarán de esta zona reservada a los lugareños con mayor poder adquisitivo, con su paso por la Avenida de Hassan II y por el Boulevard Mohammed V. Un sinfín de bares con terracitas glamourosas, restaurantes de todo tipo, heladerías y pastelerías con encanto llenan las calles de la Ville Nouvelle de movimiento. Resulta ideal para tomar el clásico té a la menta con unas pastas típicas para reponer fuerzas después de una tarde de compras. Un sitio que merece la pena descubrir!
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Imagen de NaSz451
Texto por Blanca Frontera
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