Estos son los mejores destinos de Carnaval de Europa
Los carnavales más típicos de Europa son una buena excusa para organizar una escapada relámpago en febrero. ¿Qué te apetece más? Cádiz, Tenerife, Venecia, Basilea...
+ infoHistoria y vino en Saint Émilion
El monje Émilion, una especie de Robin Hood, fue el encargado de darle nombre a esta localidad que se encuentra a 38 kilómetros de Burdeos –cuesta aproximadamente media hora llegar tanto si vas en coche como si lo haces en tren-. Pasear por sus calles empedradas y empinadas es respirar historia... y vino. El aroma de Baco inunda todo el pueblo, que se encuentra rodeado de viñedos de las variedades merlot, cabernet franc y cabernet sauvignon.
En un día podéis ver la gran mayoría de sus encantos, pero os aseguramos que querréis quedaros allí para toda la vida. Gran parte de la historia de Saint-Émilion se encuentra bajo tierra, lo que nos hace imaginar un pasado lleno de sociedades masónicas y grutas secretas, un aire de misterio que otorga aún más atractivo a este municipio declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Mundos subterráneos
De visita obligada es su iglesia monolítica, la más grande de Europa. Excavada bajo tierra, es imposible de imaginar sus dimensiones desde fuera. Esta joya arquitectónica nos permite adentrarnos también en las catacumbas, donde se enterraban a los antiguos nobles. Se realizan visitas guiadas en varios idiomas cuyos tickets se pueden comprar en la oficina de turismo y que vale la pena contratar. En el caso de la visita guiada en español, se hace siempre a las 12h.
Si os gustan mucho los mundos subterráneos también hay diversas bodegas bajo tierra que podéis visitar, como la Cardinal Villemaurine, Clos de Menuts o Manoir Galhaud, por citar solo algunas. Además hay más de 100 châteaux donde degustar todo tipo de vinos con denominación de origen de Saint -Emilion. Eso sí, en las catas no olvidéis escupir de vez en cuando el vino, no se os vaya a subir a la cabeza y acabéis haciendo cosas de las que arrepentiros a la mañana siguiente.
Paseando por la villa
En el exterior la villa nos ofrece paisajes de postal y paseos románticos. Subir y bajar las calles empinadas con tu pareja cogidos de la mano convierte el recorrido en lo que puede parecer un camino de obstáculos por las piedras irregulares, como si de una metáfora sobre el amor se tratara.
Callejeando se llega a la puerta de la Cadena, un arco que en sus días separaba la parte alta de la ciudad, dónde vivían los nobles, de la parte baja, dónde residían los campesinos.
En la Edad Media Saint-Émilion estaba defendida por un recinto fortificado que constaba de 1500 metros de murallas, y se accedía a la ciudad a través de seis puertas: la puerta Bourgeoise situada al norte, la puerta Brunet en el naciente, las puertas de los Chanoines y de Saint-Martin en el poniente, las puertas Bouqueyre o Bouquière y la de Sainte-Marie al sur. La puerta Brunet, que da a los viñedos, es la única que se conserva prácticamente en su estado original. Vale la pena acercarse a este lado de la villa donde lo único que escucharás será a los pájaros cantar.
Otro de los monumentos que se ve desde prácticamente todo el pueblo es la torre del castillo del Rey. Se puede acceder a la parte alta por 1,5€ y contemplar unas vistas que dejan sin habla a cualquiera.
Macarons para merendar
Antes de que Ladurée reinventara la fórmula de los macarons haciéndolos dobles y de diversos colores y sabores, éstos ya existían como un dulce de almendra esponjoso de gran tradición en pueblos como Saint-Émilion. En el siglo XVII las monjas Ursulinas de este municipio fueron las responsables de la cosecha de almendra que utilizaron en sus pasteles, creando así los macarons, famosos todavía hoy en toda la región. Podemos encontrarlos en dos tiendas de gran tradición: Mouliérac y la Fabrique de macarons. Si sois muy golosos y os quedáis con ganas de más azúcar en vena, también podéis probar los canelés, unos pequeños bizcochos típicos de Burdeos cuya receta también pertenece a una orden monástica, esta vez del siglo XVI ¡Absolutamente delicieux!
Brasseries, foie gras y queso para cenar
Encontraréis múltiples restaurantes de cocina tradicional y brasseries, ideales para comer canard (pato) o entrecot. Y si lo que os apetece es probar quesos típicos franceses, algo de foie gras e incluso unas ostras mientras degustáis varios vinos, el restaurante L’Evers du Décor es el sitio ideal. Tiene un pequeño patio para las noches calurosas de verano y su carta de vinos es tan extensa como una novela de Cervantes. Dejad que el camarero os recomiende, y abandonaos a los efluvios de Dionisio.
Si quieres descubrir la joie de vivre consulta tu Vueling a Burdeos y ¡a disfrutar!
Texto de Miriam Arcera para Los Viajes de ISABELYLUIS
Fotos de Antonio Caballero
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Cuatro gastrobares que no os podéis perder en Sevilla
Es de sobras conocida la fama de Sevilla por sus tapas. Pero la capital andaluza está en pleno proceso de efervescencia a nivel culinario, y lejos de limitarse a la tradición gastronómica se suma a un desenfadado, innovador y excelente proceso de reinvención a base de inspiración internacional, técnicas novedosas y toques de modernidad.
Lalola, taberna gourmet
Quizá nos podamos atrever a presentar a este restaurante como uno de los mejores de Sevilla. Degustar las creaciones que se sirven en esta autoproclamada “taberna gourmet” vale la caminata que os tenéis que pegar para llegar a ella, situada bien lejos del movidito centro de la ciudad, en el barrio de Los Remedios. Lalola es territorio del chef Javier Abascal, un jovenzuelo del que, seguro, se oirá hablar más de una vez en los próximos años. Y menos mal. Su carta es una oda a cuatro de sus grandes amores: el buen producto, una cocina elaborada a fuego lento, reminiscencias de la cocina sefardí y la casquería, que tiene todo un apartado reservado en la carta y que os permitirá probar desde manitas de cerdo deshuesadas con cremoso de patatas hasta mollejas de ternera con migas de anís y bambú o foie de rape. Pero no es todo, ya que los demás platos para compartir son otra sorpresa: humus de garbanzos ecológicos, pimento de la vera y sésamo; fideos con tartar de atún y algas... Ticket medio: 20 € por persona.
Mercado Lonja del Barranco, variedad para todos los gustos
Entrar en el Mercado Lonja del Barranco es ver cómo los señoritos se han desplazado al lugar quizá más modernito de Sevilla, con su estética vintage y nórdica, algo que no deja de sorprender cuando acabas de pasearte por el antiguo barrio judío y te has topado con una procesión religiosa en el barrio de Triana. Pero mola, porque en la variedad está el gusto. Y aquí hay mucha variedad, con lo que es el lugar más recomendable para los indecisos, para los gourmets que quieren probar un poquito de todo o para quienes se desplazan en grupo. En el Mercado Lonja del Barranco encontrareis más de 150 propuestas culinarias, tanto locales como internacionales. Lo más difícil será elegir entre una u otra opción. Recomendamos hacer una paradita en la marisquería y probar la tan típica tortilla de camarón. También en el puesto de salmorejos gourmet donde proponen distintas variaciones de esta especialidad local, en la croquetería, en el stand de jamón al corte… Ticket a partir de 3 €.
Séptimo, gastrobar
Séptimo porque el siete es el número de la suerte. Y parece que a Isabel y Floriant, la pareja hispano-francesa dueña de este local, les ha funcionado. Algo de suerte hay, claro, pero tampoco hay que restar mérito a su trabajo bien hecho, movidos por una infatigable pasión que percibes en cuanto te hablan de la pieza de atún que tienen en la cocina con un reluciente brillo en los ojos. Así han conseguido que este pequeño y acogedor local esté siempre lleno desde que abrió hace poco más de un año. La propuesta son tapas gourmet “inspiradas en donde sea”, acompañadas del vino que “les pega más”. Lo cuenta Isabel, que añade con este acento tan sevillano que amamos: “hacemos comida rica a nuestra manera”. Chapeau a su pastela de pato, al atún marinado o el tartar, tres platos que califican como estrellas de la carta y que casi siempre están, pese a que el resto de propuestas cambian cada temporada. Ahora podréis degustar, por ejemplo, una maravillosa alcachofa salteada con calabaza, setas y presa ibérica; un tiernísimo medallón de cordero con crema de boniato, o la crème de la crème: una torrija de leche tibia servida con una bola de helado que está para soltar más de una lagrimita. Ticket medio: 20 € para dos.
Perro Viejo, fusión internacional
Tenía que haber un refugio hipster en Sevilla y éste es Perro Viejo. Un local impresionante de tres plantas con un interiorismo ultra cool, ultra moderno, ultra bonito (todo es madera, hierro y vegetación con clara inspiración industrial), con domicilio en pleno centro de la capital andaluza desde hace un par de años. Aquí las tapas son una mezcla de tradición y fusión internacional (hay claras influencias tailandesas, japonesas o peruanas en su cocina...), con un especial énfasis en las nuevas tendencias culinarias, como se percibe, por ejemplo, en su exquisito tataki de pez mantequilla; pulpo a ‘feira’ con migas, huevo ecológico y caldo ibérico; dumplings de cerdo glaseados con vinagreta de chiles; papas bravas a la brasa; ceviche… Todo ello amenizado con una gran carta de vinos y, sobre todo, cócteles espectaculares. Ticket medio: 40 euros para dos.
Reserva tu Vueling a Sevilla y anímate a saborear los mejores gastrobares de la ciudad.
Texto de Laia Zieger de Gastronomistas.com
+ infoCabo de Gata: Un paraíso al alcance de todos
A menudo creemos que para descubrir los grandes paisajes que nos ofrece la tierra debemos ir hasta lugares remotos, lejos de nuestras fronteras, más allá de europa… Creemos que cuanto más exótico sea el país, más facilidades tendremos para descubrir ese paraje de postal lleno de vida y espectacularidad que vemos en las películas o en nuestros sueños. Pero nada más lejos de la realidad, ya que muy cerca nuestro, en el Cabo de Gata, descubrimos uno de los ecosistemas naturales más importantes de España, con 37mil hectáreas terrestres y 12mil marinas de espacio protegido.
Hablamos de playas vírgenes de arena blanca, acantilados, cuevas, calas, desiertos y sierra en un mismo paisaje. Declarado por la UNESCO reserva de la biosfera, cuenta con 63 kilómetros de costa y sus fondos marinos están catalogados entre los más ricos del mediterráneo. Un lugar de ensueño con un sinfín de actividades para disfrutar de la naturaleza en Almería. Vamos a repasar a continuación algunos de los lugares de interés más destacables del Cabo de Gata.
PLAYAS Y CALAS
En el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar encontramos acantilados con vistas espectaculares, playas naturales paradisíacas, playas urbanas y preciosas calas. Estas son las más destacadas:
Playa de los Genoveses: Situada en el paraje del campillo Genovés, forma parte de la bahía más bonita del parque, situada en un valle sin construcciones, de 1 kilómetro de longitud y formada por dunas de arena fina. Una playa virgen de vistas increíbles.
Playa de Mónsul: De origen volcánico, la playa de Mónsul está rodeada por antiguas lenguas de lava erosionadas por el viento y el agua a lo largo de los años hasta formar el espectacular paisaje que ahora podemos ver en ella. Sin duda, la playa más famosa de todas, ya que ha aparecido en numerosas películas, entre ellas Indiana Jones y la última cruzada.
Playa del Playazo: rodeada por montañas a un lado y por el Castillo de San Ramón al otro, encontramos una de las playas más bonitas del parque y, a la vez, más accesibles y cómodas para el público. Además, a pocos metros a través de un sendero podemos llegar a la Cala Bergantín.
Cala de Enmedio: Una de las más salvajes y vírgenes de la zona, rodeada por dunas fosilizadas y con unas vistas inmejorables del pueblo de Agua Amarga al otro lado de la bahía y, detrás de él, el cerro Mesa Roldán con su faro y castillo. Sin ir más lejos, el New York Times hizo referencia a la belleza de esta cala en un reciente artículo.
Playa de los Muertos: La playa con el agua más azul y cristalina de la zona. Desde ella también se puede acceder tanto a la Cala del peñón cortado como a la Cala de las Salinicas. Se trata de una playa de difícil acceso y realmente peligrosa con viento fuerte de levante, de allí su nombre.
PUEBLOS Y LUGARES
El Cabo de Gata es la zona más árida de España y una de las más secas de Europa, no obstante cuenta con una larga tradición pesquera, de allí el encanto de sus localidades. Su temperatura media anual está entre los 18 y 20 grados. Se trata de un lugar que debemos conocer para entender la gran riqueza natural que posee el país.
La Isleta del Moro: Actual pueblo de pescadores lleno de encanto que en sus tiempos fue cuna de piratas árabes y berberiscos. Perfecto para degustar la pesca del mediterráneo.
San José: Considerado la capital del Parque Natural, San José es el pueblo más grande dentro del parque, con una excelente situación, rodeado de playas, calas y naturaleza.
Los Escullos: Pérez-Reverte utilizó esta espectacular ubicación para su libro “La Carta Esférica”. El Castillo de San Felipe, sus playas y las dunas fosilizadas que la rodean hacen de este paraje visita obligada.
Níjar: Esta localidad ha sabido conservar la tradición de las pequeñas casas blancas y ha mantenido los vestigios de la herencia árabe. Ideal para comprar artesanía.
Arrecife Las Sirenas: Uno de los puntos más fotografiados y emblemáticos del parque ya que, además de su enorme belleza, es junto al faro del Cabo de Gata el punto exacto donde termina el sur oriental de la península.
Imagen de Emilio del Prado
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