A 30.000 pies por viajeros para viajeros

Resultados

Darwin el Burdeos cool y sostenible

En el año 1996 Burdeos decidió ponerse las pilas para convertirse en una ciudad del siglo XXI. Este proceso tuvo diferentes fases: limpieza de fachadas de edificios barrocos (su patrimonio del siglo XVIII es excepcional); acondicionamiento de los muelles de las orillas del río Garona; e inauguración de un tranvía con alimentación mediante placas solares, una iniciativa sostenible de la que los bordeleses se sienten muy orgullosos. Todas estas acciones hicieron que la capital de Aquitania fuera elegida en 2015 el Mejor Destino Europeo (European Best Destination), con una puntuación nunca antes alcanzada, y superando a grandes como Roma, Bruselas, Londres o Berlín.

Aparte de todas estas acciones en pos de la modernidad, Burdeos ha apostado por la sostenibilidad y hace tres años inauguró el barrio ecológico de Darwin en el muelle de Queyries (aunque el proyecto realmente germinó en el año 2005). Este espacio, que ocupa una hectárea en el margen derecho del río Garona, está situado en una antigua zona industrial, cuyos trabajos de remodelación y limpieza duraron dos años. La idea de llevar a cabo este proyecto fue de Philippe Barre, un empresario de Burdeos comprometido con la sostenibilidad, que no dudó en invertir su propio dinero en crear una zona que combina la eficiencia energética, las renovables, la ecología y el ahorro. En este sentido, Darwin está gestionado por el grupo Évolution, una incubadora de empresas dedicadas al desarrollo sostenible y se financia gracias al alquiler de oficinas y espacios de coworking, con la organización de eventos, y también con apoyo de mecenas y en menor medida de subvenciones públicas. El objetivo final de esta iniciativa bordelesa es hacer un uso responsable de los recursos para frenar el cambio climático.

A bote pronto Darwin parece un sitio medio abandonado pero el recinto acoge en la actualidad a más de un centenar de empresas, muchas de ellas startups, que apuestan por la sostenibilidad, requisito esencial para poder instalarse aquí, y que fomentan un ambiente ecológico agradable para sus empleados donde disfrutar de un ecosistema favorable para el desarrollo y el crecimiento humano. También aquí se han instalado unas veinte asociaciones de Burdeos centradas en la cultura urbana y en la ecología.

Darwin cuenta con espacios muy singulares, como un extenso skatepark construido con materiales reciclados, muros decorados con grafitis, el Magasin Général, que es el restaurante biológico más grande de Francia y una macrotienda con productos ecológicos. La protección del medio ambiente comienza dando pequeños pasos por lo que no es de extrañar que en este nuevo barrio se desarrollen proyectos tan aparentemente modestos como la protección de las abejas, los huertos ecológicos o la cría de gallinas en libertad. Además, en este lugar hay un centro de reciclado que suministra material a los espacios de coworking. En el futuro, Darwin acogerá viviendas sociales totalmente sostenibles que harán de esta zona el barrio más ecológico de Burdeos.

¿Os apetece saber más sobre este barrio tan sostenible? Consulta tu Vueling a Burdeos aquí.

Texto de Tus Destinos

Imágenes de Sara Soulignac y S.Duboscq

+ info

Música clásica entre copas

La pequeña población de Saint-Émilion es un auténtico imán para los aficionados al vino, y no es para menos. Las tierras que la rodean cuentan con el honor de albergar una de las principales zonas de producción de vino tinto de Burdeos junto con Médoc, Graves y Pomerol. Conocida mundialmente, es visitada año tras año por expertos en la materia, turistas y curiosos, que van de château en château a la caza del mejor “caldo” de la zona. Pero éste no es el único motivo por el que acuden hasta estas tierras. También lo hacen atraídos por la magia que emana este pueblo de estrechas calles empinadas, iglesias románicas y bellas ruinas que, junto con los viñedos del entorno, generan un conjunto de irresistible encanto. No en vano a Saint-Émilion y sus alrededores les ha valido ser declarados Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Saint-Émilion debe su nombre al monje Émilion, que se estableció en la zona en el siglo VIII y al que se le atribuye algún que otro milagro. Precisamente fueron los monjes que poco a poco se fueron instalando en la zona los que se encargaron de poner en marcha la comercialización del vino que se producías en estos terrenos, cuyas vides llevaban cultivándose ya desde época romana.

Este pueblo, de peregrinación obligada para los amantes del vino, cuenta en su haber con numerosos espacios que no debes de dejar de incluir en tu visita. Su iglesia monolítica es una de ellas. Construida entre los siglos XII y XV, tiene la peculiaridad  de estar cavada en la tierra, con un interior de sorprendentes dimensiones, y culminada por una elevada torre. El conjunto de la Colegiata y el claustro de los Cordeliers son otros de los platos fuertes de Saint-Émilion.

Y sí, no lo olvidamos, también están los chaetaux… En la Oficina de Turismo de Saint-Émilion ofrecen diferentes tours pero, ¿por qué no atreverse a verlos de una manera distinta? A continuación te desvelamos cómo.

Les Grandes Heures de Saint-Émilion

A la hora de planear tu visita a Saint-Émilion te recomendamos que tengas en cuenta uno de los festivales más relevantes que tienen lugar en la zona, Les Grandes Heures de Saint-Émilion. Y, ¿qué tiene de singular este evento? Pues que es una oportunidad única de poder visitar algunos de los magníficos chateaux de la región donde se elabora este magnífico y popular vino, en una atmósfera totalmente diferente a la habitual. En ellos se programan conciertos de música clásica acompañada de una cata de vino, dotándole de un aire nuevo a la experiencia de visitar una bodega. Este festival empieza su programación en marzo -el 29 de marzo tendrá lugar el primer concierto de esta edición en el Château Fombrauge-, prolongándose durante todo el 2017 hasta el mes de diciembre, que es cuando tendrá lugar el último concierto.

Algunos de los espacios en los que se puede disfrutar de esta experiencia son el Château Soutard, el Château de Pressac, el Château Angélus, el Château Cantenac,  el Château Fombrauge, o el Château Cheval Blanc, conocido porque su vino es uno de los pocos clasificados como Premiers grands crus classes A. Pero el programa no solo se limita a algunas de las bodegas que pueblan la zona, sino que alguno de los conciertos tiene lugar en lugares tan emblemáticos como la iglesia monolítica de Saint-Émilion. Te recomendamos compra con antelación de las entradas. 

Reserva tu Vueling a Burdeos y anímate a recorrer los 40 kilómetros que la separan de Saint-Émilion para conocer una de las zonas vinícolas más importantes de Francia.

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de Tim Snell

 

+ info

Les Calanques una joya a las puertas de Marsella

Los marselleses están de suerte. A pesar de residir en la que es la segunda ciudad más poblada de Francia –la primera es París-, con las consecuencias que ello supone, tienen prácticamente a sus pies un pequeño remanso de paz en forma de espacio natural que recorrer a pie o en kayak, o en el que darse algún que otro chapuzón en verano. Alguna ventaja tenía que tener estar situados a los pies del Mediterráneo.

El lugar al que nos referimos y al que te recomendamos acercarte y experimentarlo en primera persona es el magnífico Parque Nacional de Les Calanques. Este espacio natural empieza pasado el Puerto de la Pointe Rouge, situado al sur de Marsella, y se extiende unos 20 kilómetros a lo largo de la costa mediterránea hasta llegar al pequeño puerto pesquero de Cassis. Pero, ¿cuál es la clave de su secreto?

Les Calanques está formada por una serie de macizos graníticos y calcáreos cuya erosión ha dado lugar un sinuoso perfil de la costa, con marcadas entradas hacia el interior y numerosos acantilados. El resultado final son una serie de pequeñas calas -calanque en español significa cala, de ahí la nomenclatura de la zona-, a las que algunas de ellas sólo se puede acceder por mar. La aridez del terreno, en el que apenas hay vegetación o es de pequeño tamaño, consecuencia del caluroso clima mediterráneo y de la calidad del terreno, contrasta con el turquesa del agua del mar.

Así pues, el que se aventure a Les Calanques encontrará un espacio magnífico donde realizar senderismo recorriendo la costa en busca de sus bellas calas. También hallará un lugar perfecto para la práctica de la escalada gracias a la presencia de acantilados de piedra donde poner a prueba la destreza ascendiendo paredes.

Por si fuera poco, la parte protegida de este parque natural y el interés del mismo se amplia por el mar, debido a la biodiversidad que podemos encontrar en sus aguas, con un buen número de especies, lo que a su vez lo convierte en un destino muy atractivo para los aficionados al submarinismo. 

Aspectos a tener en cuenta antes de realizar la visita

Antes de aventurarnos a realizar una excursión de Les Calanques, tenemos que tener en cuenta de que al tratarse de un entorno protegido, el acceso al mismo está limitado dependiendo de la época del año que sea. El verano es el periodo más sensible para este área, ya que es cuando mayor peligro de incendio hay, de ahí que el acceso de coches esté prohibido, e incluso esté controlado el acceso a pie. Así pues, si no podemos visitar este parque en primavera u otoño, que son las mejores estaciones para adentrarse en él, lo mejor es planear bien el viaje y tener en cuenta que deberemos pagar aparcamiento para dejar el coche y caminar bajo el sol del verano. No olvidéis llevar buen calzado, sombrero y agua.

Entre las calas numerosas calas que encontrarás en este tramo de la costa, las más populares son la Calanque de Port-Miou, la de Port-Pin, la d’En-Vau y la de Morgiou, que son las más cercanas a Cassis, y a las que llegarás en una agradable paseo por la costa. La Calanque de Sormiou también está entre las más visitadas y es la de mayor tamaño.

Tampoco olvidemos aprovechar la ocasión para visitar Cassis, con su pintoresco puerto en el que destacan las pequeñas barcas de pescadores y las casas llenas de colorido. No en vano pintores de la talla de Signac o Derain se quedaron prendados de su luz y color.

Aventúrate a conocer este magnífico rincón del Mediterráneo, reserva tu Vueling a Marsella aquí.

 

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de Frédérique Voisin-Demery, Amanda Snyder, Thomas Barthelet, maarjaara

 

+ info

Aix-en-Provence fuentes Cézanne y mucho más

Situada a unos 25 kilómetros al norte de Marsella se encuentra la que fuera la antigua capital de la Provenza, Aix-en-Provence. Ciudad cuyos primeros ocupantes llegaron a ella atraídos por sus numerosos manantiales, en la actualidad es polo de atracción de universitarios y de turistas, y un magnífico lugar para incluir en tu ruta provenzal. La elegancia es la mejor palabra que define a Aix, e incluso algunos hasta se aventuran a compararla con París, aunque en una escala muchísimo más pequeña. A continuación te detallamos algunas de las claves por las que debes visitar Aix-en-Provence.  

Cours Mirabeau, el casco antiguo y Quartier Mazarin

El Cours Mirabeau, situada entre el casco antiguo, que queda al norte, y el Quartier de Mazarin, al sur, es el icono por excelencia de Aix. En esta agradable avenida, con sus bellas fuentes de musgo, sus plataneros a modo de dosel, sus magníficas mansiones renacentistas, no podrás resistirte a recorrerla y a detenerte en alguno de sus múltiples cafés con terrazas desde las que contemplar el increíble ambiente. Uno de los más populares es Les Deux Garçons, frecuentado en pasado por Paul Cézanne, Émile Zola o Albert Camus.

Recorrer el casco antiguo de Aix es otros de los placeres con los que cuenta la ciudad. Perderse por sus calles peatonales  y sus plazas, disfrutar de su zona comercial, y descubrir rincones donde dejar pasar el tiempo, como la plaza D’Albertas, son algunas de las cosas que debes de hacer.

A diferencia del casco antiguo, en el Quartier Mazarin hallarás un conjunto de calles dispuestas con mayor orden, en el que no te dejaran de llamar la atención sus esplendidos hôtels particuliers, que es como se denominan estas grandes mansiones pertenecientes en el pasado a la nobleza y a la alta burguesía. Esta área se diseñó en el siglo XVII por iniciativa del cardenal Michel Mazarin. Entre los lugares de interés se encuentra el Museo Granet, situado en un antiguo priorato de los Caballeros de Malta, y que contiene la colección del pintor François Granet, con obras de italianos, franceses, flamencos, y con excelente muestra de arte moderno.

Tras la huella de Cézanne

El otro gran icono de la ciudad es el pintor postimpresionista Paul Cézanne, que nació y falleció aquí, y que plasmó los paisajes de la Provenza en un buen número de sus obras. Así pues, te recomendamos acercarte hasta el Atelier de Cézanne, que se encuentra al norte del casco antiguo, donde podrás hacerte una idea de cómo trabajaba, aunque eso sí, no verás ni un original suyo. Si te ves con fuerzas, puedes ascender hasta el Terrain des Peintres, un tranquilo y pequeño parque en la actualidad al que acuden numerosos artistas, y desde donde Cézanne pintó las múltiples versiones que hizo de la montaña Sainte Victoire.

Fundación Victor Vasarely,op-arten estado puro

Situada en las afueras de la ciudad, merece la pena hacer el esfuerzo y acercarse hasta la Fundación Victor Vasarely para disfrutar de esta original obra arquitectónica, construida a base de la unión de celdas hexagonales, y en cuyo interior podrás ver el trabajo del artista op-art Victor Vasarely. Todas las obras aquí expuestas son de gran tamaño, y te permiten adentrarte en el peculiar mundo de este genuino artista, cuyos efectos ópticos bien seguro que no te dejarán impasible.

Reserva tu Vueling a Marsella y aventúrate a conocer una de las regiones más bellas de Francia, como es la Provenza, y a visitar localidades tan evocadoras como Aix-en-Provence.

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de vasse nicolas,antoine, Milena, Sjaak Kempe, Connie Ma, Andrea Schaffer

 

+ info