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Love Hanover

Por Tensi Sánchez de actitudesmgz.com

Si los hermanos Grimm continuasen escribiendo cuentos de hadas, bien podrían dedicarle una mención especial a los páramos que alberga la ciudad encantada de Hanóver, la capital del Estado Federado de Baja Sajonia; una ciudad que se ha reconstruido con el paso del tiempo, pero que a día de hoy sigue conservando ese aire mágico tan característico de las pequeñas ciudades alemanas.

El estilo ecléctico de la ciudad está presente en cada paso que damos, el centro de la ciudad denominado Stadtmitte cuenta con la peculiar Estación Central – Haupbtbahnhof, punto clave para la conexión de los trenes de los alrededores y punto neurálgico de la vida de los alemanes, ya que en su interior subterráneo se encuentra una gran zona comercial repleta de exóticos restaurantes y multitud de tiendas que se prolongan hasta la estación de Kröpcke, una increíble galería comercial bajo las calles de Hanóver. Es sin duda el lugar perfecto para comer de forma muy económica, no dudes en probar la variedad gastronómica de Back Factory: el famoso Brezel, la amplia variedad de snacks o las dulces Berlinas; además en esta zona comercial podrás visitar sus originales tiendas subterráneas como la tienda para chico y chica One Green Elephant.

En el centro de la urbe podemos encontrar varias galerías comerciales como Ernst-August-Galeri y la Galeria Kaufhof que lideran las calles más exclusivas de la ciudad alemana, repletas de tiendas y restaurantes de lujo. Entre las calles del centro encontramos una exquisita tienda de mujer Zöe, no te quedes con las ganas de descubrir las colecciones de moda femenina ¡No apta para todos los bolsillos! Tampoco debes perderte la tienda de stock T·k·maxx, donde encontrarás grandes firmas de hombre, mujer y niños a precios increíbles.

En los alrededores de Kröpcke descubrimos la Chocolatería Hussel, el paraíso del chocolate, donde podemos elegir entre una amplia variedad de chocolates de todos los sabores: praliné, trufa, chocolate con naranja, …¡Ideal para los golosos! Muy cerca de Hussel nos encontramos con Butlers, una tienda de diseño repleta de esos curiosos objetos que nos hacen la vida más divertida: tazas, imanes, carteles y postales.

No solo puedes disfrutar de las maravillas que Hanóver te ofrece durante el día, sino que por la noche la ciudad se viste a la moda para tomar unas copas en los mejores pubs. Para comenzar la noche nada mejor que irte a probar los platos de Loretta’s Biergarten, como su delicioso queso de cabra envuelto en tocino o los tagliatelle con venado, acompañado de una auténtica cerveza alemana en su espectacular terraza ajardinada. Tras la cena y si el cuerpo te pide un poco de fiesta, la mejor opción es acudir a la discoteca de moda de Hanóver, Osho Disco, tres plantas donde podréis bailar con la música más actual.

A pocas manzanas al sur-oeste se encuentra el casco antiguo de la ciudad, Altstadt, sin duda el lugar predilecto para encontrar pequeñas boutiques, anticuarios y restaurantes con mucho encanto. En las inmediaciones de la Iglesia del Mercado podemos encontrar pequeñas boutiques made in Hannover como la tienda de ropa femenina de Anette Spitzl, la boutique Marie Jo o los diseños de BBP Prêt à Porter.

Continuando por la Knochenhauerstraße descubrimos Un trozo de Mallorca en Hanóver, y es que en esta calle se encuentra Ein stück Mallorca, una joyería con piezas realizadas en oro y plata con incrustaciones minerales, autenticas obra de arte. Pero no solo nos encontramos con un “pedacito” de Mallorca sino que además muy cerca de esta calle podrás descubrir una pequeña pastelería al más puro estilo francés, hablamos de Glücksmoment, un espacio muy íntimo y acogedor donde encontramos infinitas variedades de muffins, cupcakes, chocolatinas, macarrones franceses…¡Exquisito!

En la calle Kramerstraße hay un amplia variedad de pequeñas tiendas y de anticuarios como Jordan o Antiquitäten, donde puedes encontrar libros de segunda mano, piezas de cristalería, jarras de cerámica, carteles antiguos y los más dispares objetos de épocas pasadas, sin duda la parte con más encanto de la ciudad inmersa en los edificios clásicos de la antigua Alemania.

Continuando por las calles del casco antiguo nos encontramos con la plaza Balhofplatz, una amplia y centenaria plaza, el lugar idílico para descansar y tomar una buena taza de té en la terraza de Tee Flubehen o bien degustar una exquisita comida alemana en el castizo Restaurante Silver & Gold, ambas colindantes y muy cerca del río Leine, en cuya orilla se celebran los sábados el rastro del casco antiguo.

Uno de los paisajes más bonitos con los que cuenta Hanóver es el lago Maschsee, un lago artificial inmenso, date un paseo al atardecer por la orilla del lago hasta el embarcadero Yachtschule Hanover, donde podrás alquilar barcas para navegar o cenar con una de las mejores y más increíbles vistas de la ciudad.

Como colofón a esta experiencia alemana, no pierdas la oportunidad de visitar los Jardines Herrenhausen. A pocos minutos del centro en transporte público llegarás a uno de los jardines barrocos más grandes y bellos de Alemania, junto a ellos se encuentra el jardín botánico de estilo inglés Berggarten.

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¡We love Hannover!

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Bienvenidos a Beatlepool

Efectivamente, los Beatles son algo más que una banda de referencia dentro de la música popular. De hecho son todo un icono, indispensable para entender la cultura del s. XX. Pero no nos vamos a extender en este punto, para eso ya está la Wikipedia y los libros de historia de la música. Lo que sí vamos a mostraros en este post es un listado de lugares que han tenido algo que ver con la historia de los miembros del grupo durante sus años en Liverpool, o bien han sido inspiración de alguna de sus canciones. El cuarteto integrado por John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr siguen atrayendo a las nuevas generaciones, y en Liverpool la historia se repite hasta el infinito.

Los 10 «Beatles’ Points»

1. The Beatles Story

Una buena manera de empezar a sumergirse en el universo beatleniano es ir al Museo The Beatles Story, en los edificios industriales del Albert Dock. Nosotros lo hicimos y quedamos encandilados con toda la memorabilia que encontramos de los fab four. El museo también ofrece talleres para los más pequeños. De aquí parte también The Magical Mystery Tour, una ruta de dos horas en autobús por los lugares vinculados al grupo.

2. The Cavern

Reconstruido ladrillo a ladrillo tras su demolición en 1973, se encuentra el famoso sótano de Mathew Street, conocido como The Cavern. Tocaron por primera vez allí en y fue donde los descubrió el manager Brian Epstein. El local es de visita obligada para el fan (o no) de los Beatles. Os recomendamos ir el jueves ya que es el día en el que se da cita un sinfín de bandas replicantes de “Los Escarabajos”. Actualmente Mathew St. está bastante animada a nivel de pubs y clubs donde escuchar música en directo, como The Grapes, el pub donde solían reunirse antes de sus actuaciones.

3. Penny Lane

Lennon y McCartney vivían muy cerca de este callejón de las afueras por el que pasaban a diario camino de la escuela. Aún existen la barbería, la tienda de fish & chips y el banco que aparece en la canción. Hace algunos años quisieron cambiar el nombre debido a que Penny Lane fue un personaje que se enriqueció gracias a la esclavitud, pero al final, fue el poder de la fuerza beatleniana el que hizo entrar en razón a los instigadores de la iniciativa.

4. Strawberry Fields

El single Strawberry Fields fue uno de los más rupturistas de toda su carrera. canción está dedicada al orfanato Strawberry Field que el Ejército de Salvación tenía en Beaconsfield Road, cerca de la casa de Lennon, en Menlove Avenue. Hoy sólo queda la verja metálica y los jardines donde él solía jugar. Las paredes de ladrillo que rodean los jardines están pintadas con grafitis en memoria de John.

5. St. Peter´s Parish Church

The Quarrymen fue la primera banda de John Lennon, y solia ensayar en St. Peter’s Parish Church, en el barrio de Woolton. Allí en 1957 se conocieron John Lennon y Paul McCartney. En su cementerio figura a lápida de Eleanor Rigby, el personaje del que habla la canción de The Beatles. John vivía muy cerca de aquí, en un bulevar arropado por casas adosadas.

6. Antigua Maternidad de Oxford Street

Aquí se encuentra el edificio que albergó la maternidad donde nació John Lennon el 9 de octubre de 1940. Se dice que nació en pleno bombardeo durante la II Guerra Mundial. Su madre estuvo acompañada por su hermana Mimi, que se convertiría en su tutora.

7. Liverpool College of Art

En 1957, Lennon se incorporó al College of Art de Hope Street, donde conocería a Stu Sutcliffe, que poco después pasó a formar parte de The Beatles. Años después abandonó el grupo en Hamburgo para iniciar su carrera como artista y vivir con la fotógrafa alemana Astrid Kirchherr. Stu murió en 1962. Paul y George estudiaban en el vecino Liverpool Institute.

8. Jacaranda

Las paredes de este pub de Slater Street están decoradas con pinturas de Lennon y Sutcliffe. Su antiguo propietario, Allan Williams, les ofreció la oportunidad de viajar a Hamburgo para tocar a diario en el Kaiserkeller Club. Es la época de los Beat Brothers, con Pete Best, primer batería de The Beatles, que más tarde fue reemplazado por Ringo Starr.

9. The Casbah

Es el local en el que empezó todo. Anterior al éxito que obtuvieron en The Cavern, con The Beatles, John Lennon ya había actuado en directo en este club, con su primer grupo, The Quarrymen en 1959. El local, a unos 6 kilómetros del centro era la bodega de Mona Best, madre de Pete Best. Aquí también tocaron Rory Storm and The Hurricanes, la primera banda de Ringo Starr. Los Beatles fueron los últimos en subirse a su escenario en 1962. 

10. Quarry Bank Grammar School

John Lennon ingresó en este colegio en Harthill Road, a los 7 años. Aquí, en compañía de su amigo de la infancia Peter Shotton, fundó The Quarrymen, un grupo de estética teddy boy, que tocaban rock´n´roll, la música que ya había revolucionado a la juventud de medio mundo.

Nadie discute que los Beatles han sido una de las bandas más grades de la historia del rock. Su asociación con Liverpool es inevitable. ¿A qué esperas para sucumbir a la beatlemanía? Consulta nuestros vuelos a Liverpool, aquí.

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de The Beatles Story, The Cavern, Wikipedia Commons

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5 lugares a visitar en un día desde Dublín

Si viajas con tiempo a Dublín, puedes plantearte la posibilidad de realizar numerosas excursiones de un día desde la ciudad. Una de las opciones que existe es la de animarse a recorrer la costa norte y sur de la capital irlandesa, llena de pintorescos pueblos marinos, bellos parajes por recorrer y lugares donde relajarse, y todo ello a golpe de transporte público. El DART, que es el sistema ferroviario que recorre la costa de Dublín, de Greystones (en el sur) a Balbriggan (en el norte), y hacia el interior hasta Maynooth y Hazelhatch, es el mejor medio para desplazarse. Es más, debido a su comodidad y a la ruta que realiza, pegado a la costa con unas buenas vistas, se ha ido convirtiendo en una alternativa para los turistas que visitan la zona. A continuación os detallamos algunas de las poblaciones y puntos de interés que encontraréis por el camino:

1. Howth

Situado en la costa norte de la bahía de Dublín se encuentra Howth, un pequeño pueblo pesquero lleno de encanto. Partiendo desde la estación de tren, que se encuentra localizada en el centro del pueblo, se pueden hacer cuatro circuitos diferentes que nos permitirán disfrutar al máximo de este bello paraje marítimo. Entre los lugares a visitar están el faro de Baily, el castillo y sus jardines, y las ruinas de la abadía de Santa María. La isla de Lambay y el Ojo de Irlanda son dos opciones imprescindibles para los aficionados a la ornitología ya que se pueden avistar numerosas aves.

2. Malahide

Localizado en la costa al norte de Dublín, es un pueblo marítimo por el que merece la pena pasear, ver sus tiendas y detenerse en alguno de sus numerosos bares y restaurantes para tomar una pinta y recargar las energías. No debes de irte sin ver su castillo y los jardines que lo rodean. El castillo de Malahide fue construido en el siglo XII por la familia inglesa de los Talbot, donde residió hasta 1973. En la actualidad se puede visitar su interior y conocer la historia de tan destacada familia.

3. Sandycove

Sandycove delimita con el sur de Dublín. Su principal punto de interés es la torre martello conocida como torre James Joyce, con su característica forma circular. Forma parte de un conjunto de quince torres que se construyeron en los alrededores de Dublín en 1804 para contener la invasión de las tropas de Napoleón. En su interior alberga el Museo de James Joyce, donde hay cartas, fotografías y pertenencias de este célebre escritor irlandés, ya que residió durante un tiempo en este espacio y es el punto de partida de Ulysses, una de sus novelas más populares.

4. Dalkey

Un poco más al sur de Sandycove se encuentra Dalkey. Este pequeño pueblo fundado en un antiguo asentamiento vikingo, se ha convertido en los últimos años en un atractivo para la gente adinerada, así que no es extraño encontrarse con alguna que otra lujosa mansión en sus alrededores. Entre los personajes populares que se han dejado llevar por sus encantos están Bono y Van Morrison. Los interesados en el patrimonio cultural, en la calle principal del pueblo encontraréis una iglesia del siglo X y dos castillos normandos del siglo XIV. Entre las cosas a hacer está la práctica de senderismo, que es la excusa perfecta para ir a la caza de buenas vistas. La Isla Dalkey, situada al sur, y a a la que se puede llegar fácilmente con barco, es uno de los atractivos de la zona. La isla se encuentra deshabitada, y cuenta con los restos arqueológicos de dos iglesias y de una torre martello.

5. Bray

Al final de la línea que recorre la costa sur de Dublín está Bray, histórico lugar de veraneo para los dublineses, que en la actualidad sigue manteniendo su interés. Uno de sus puntos destacados es la Bay Head, una colina que se encuentra tocando a la costa, de 241 metros de altura, que separa las poblaciones de Bray y Greystones. Existe un camino en la costa que bordeaesta colina y que comunica ambas poblaciones que merece la pena recorrer. Los más valientes podéis optar por ascender hasta la cumbre, no sin cierta dificultad, pero con unas vistas al final del camino que justifican el esfuerzo realizado.

¿Listos para disfrutar de los pueblos costeros más allá de los límites de Dublín? Consulta nuestros vuelos aquí.

 

Texto de ISABELYLUIS Comunicación

Fotos de Giuseppe Milo, William Murphy, Ana Rey, Bruce Calder

 

 

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Los 5 parques imprescindibles de Madrid

1. El Retiro, el más popular

El parque del Retiro, que abarca un total de 118 hectáreas, es uno de los espacios verdes más conocidos de Madrid. Su proximidad con el centro y su accesibilidad lo convierten en el lugar favorito de los madrileños y de los que visitan la ciudad. Tiene sus orígenes entre 1631 y 1640, años en los que se empezó la construcción de una segunda residencia real en estos terrenos, el Palacio del Buen Retiro, con el objetivo de convertirse en un espacio de recreo para los monarcas. De esa primera época apenas se conserva nada, ya que el palacio fue demolido tras la Guerra de la Independencia, en 1808. Después de la revolución de 1868, el parque pasó a ser de propiedad pública.

Una jornada en el Retiro da para pasear en busca del que dicen que es el árbol más viejo de Madrid, tomar un refresco en alguno de sus quioscos, dar una vuelta en barca en el Estanque Grande, ver alguna de las exposiciones programadas en el Palacio de Velázquez y en el Palacio de Cristal, disfrutar de la vegetación, descubrir su pasado histórico a través de sus fuentes y esculturas, y conocer una de las pocas representaciones que hay del Ángel Caído.

2. La Casa de Campo, el mayor parque público de Madrid

Con unas 1.722 hectáreas, es el  parque urbano más grande de España. Históricamente fue propiedad de la Corona Española, a la que servía, entre otras cosas, como coto de caza. Con la proclamación de la Segunda República, el parque fue cedido a la ciudad de Madrid y convertido en espacio público.

La Casa de Campo es el lugar perfecto para la práctica de deportes como el ciclismo, el running, el senderismo o el fútbol. También cuenta con instalaciones deportivas donde jugar a tenis y hacer natación. En uno de sus iconos, el lago, está permitido navegar en piragua y en barca.

Pero no todo es deporte en este parque, también hay espacio para el ocio en sus múltiples facetas: el Parque de Atracciones, el Zoológico, diversos recintos feriales, el pabellón multiusos Madrid Arena y la Venta del Batán. Otro de sus grandes reclamos es el Teleférico que une la Casa de Campo con el Parque del Oeste, que ofrece unas magníficas vistas tanto del parque como de Madrid.

3. Jardines del Campo del Moro, con aires de realeza

Considerado Jardín Histórico Artístico desde 1931, ocupa 20 hectáreas, que van desde el lado oeste del Palacio Real hasta el paseo de la Virgen del Puerto. Dice la leyenda que en 1109 el líder almorávide Alí ben Yusuf acampó en estas tierras durante su intento de reconquistar el antiguo Alcázar Real, y que de ahí vendría su nomenclatura.

Los Jardines del Campo del Moro son uno de los tres espacios ajardinados con los que cuenta el Palacio Real. Poco conocidos por los madrileños, ofrecen unas vistas únicas del palacio. Es el lugar perfecto para pasear y relajarse. En el eje central del parque destacan dos conjuntos escultóricos: la Fuente de los Tritones y la Fuente de las Conchas. Una de las curiosidades con las que cuenta es la Casa de Corcho, un pequeño templete de inspiración romántica, cuya sencillez contrasta con el resto del espacio.

4. El Real Jardín Botánico, la huella de la ilustración

Fundado en 1755 por el rey Fernando VI, cerca del río Manzanares, fue trasladado en 1781 por Carlos III a su ubicación actual, el Paseo del Prado, junto al Museo del Prado, que por aquel entonces era el Museo de Ciencias Naturales.

El Real Jardín Botánico refleja el espíritu ilustrado de la época en que se diseñó. Lo conforman tres terrazas escalonadas con plantas procedentes de Europa, América y el Pacífico, entre las que hay unas 5.000 especies diferentes. Además cuenta con una biblioteca, entre cuyo material destaca un herbario con más de medio millón de pliegos, y un archivo con cerca de 10.000 dibujos. En 1942 fue declarado Jardín Artístico. 

5. El Capricho, el rincón romántico

Situado en la Alameda de Osuna, es uno de los grandes desconocidos de la ciudad y una auténtica joya, que en 1985 fue declarada Bien de Interés Cultural. Creado en 1784 por iniciativa de la doña María Josefa Pimentel, duquesa de Osuna, es un claro reflejo del gusto de la época por el romanticismo. En él se entremezclan referencias inglesas, francesas e italianas. Este jardín contiene un palacio, una ermita, fuentes, grupos escultóricos, estanques y un laberinto, todo ello en un entorno de gran riqueza botánica. Durante la Guerra Civil se construyeron varios refugios antiaéreos de los que aún se pueden ver algunos de sus respiraderos.

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Texto de ISABELYLUIS Comunicación

Imágenes de Naliade, Pablo Sanchez, Kus Cámara, M a n u e l

 

 

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