A 30.000 pies por viajeros para viajeros

Resultados

Oviedo en cuatro restaurantes más allá de la fabada

En Asturias siempre se come bien, pero hay que saber elegir restaurante. Mejor que no sea muy caro, mejor que sea muy bueno, mejor que sea algo distinto, divertido, apetecible, con una intención más gastronómica... En definitiva, mejor que sea como los que hemos visitado en Oviedo. ¡Ah!, y no busquéis aquí fabada porque la encontraréis por todas partes. Aquí buscamos algo más.

180° C

En la calle Jovellanos, en un extremo de la calle Gascona -conocida como el bulevar de la sidra por la cantidad de sidrerías que alberga- está 180° C, un gastrobar sin lujos que capitanea el chef Edgar de Miguel, quien ha aprendido el oficio con Martín Berasategui, Carme Ruscalleda y Pedro Subijana, entre otros. Este restaurante tiene una barra con platillos para tapear y compartir, por unos 12 euros de media, y una sala donde sirven cocina de la tierra con técnicas modernas y productos humildes por unos 30 euros. Hay algún plato internacional como el divertido y nada ácido ceviche de palometa roja con maracuyá y crema de maíz, bocados redondos como el brioche de bocartes con aguacate y tomate, y platos notables como el melosísimo bacalao confitado a baja temperatura con ensalada de habitas, tomate seco y kéfir artesano. Ofrece varios menús de mediodía laborable de 12,50, 16,50 y 19 euros.

De Labra

Dos barreras hay que romper para disfrutar de lo lindo en este restaurante: una es física, ya que está a 3,5 kilómetros del centro de Oviedo (o sea, hay que caminar media hora o coger un taxi) y la otra es psicológica, ya que triunfa organizando banquetes y eso, no se sabe muy por qué, a muchos les genera cierto recelo. Pues no, De Labra merece la visita porque su cocina es sensacional y sus precios de escándalo para lo que sería una gran ciudad. El mejor ejemplo es el menú de temporada, con tres aperitivos y cuatro platos que, sin bebidas cuesta 25 euros y con maridaje 33. Igual hace tradicional con técnicas y presentaciones modernas que japonesa, ya que tiene una plancha de teppanyaki (fue el primer restaurante del noroeste de España que apostó por la gastronomía nipona, hace ya 12 años). Precio medio: 35 euros. Hay cuatro menús: ejecutivo mediodía laborable por 17,95 euros; de temporada (tres aperitivos y cuatro platos por 25 euros, 33 con cuatro vinos); degustación (seis platos, 42 euros; con 6 vinos, 55 euros); y japonés (7 platos, 45 euros, sin bebida).

Naguar

Naguar significa “hacerse la boca agua” en bable. ¿Hay mejor nombre para este restaurante de cocina asturiana moderna? "Sabor y raíces", proclama el chef Pedro Martino, a modo de lema sobre su trabajo en los fogones. Porque si algo tienen sus platos es intensidad, potencia, fuerza, siempre elegancia, nunca agresividad. Probad el jugo picante de callos con tuétano, el arroz cremoso de almejas y calamares de potera, y/o las llámpares (lapas) en su jugo y salivaréis hasta decir basta. Martino ganó en el 2013 el campeonato de España de pinchos con un coulant de cocido de garbanzos que también merece un bocado (se come así, entero) y tuvo una estrella Michelin del 2003 al 2009 por L'Alezna, en Oviedo, una garantía de que os hará naguar. Precio medio: 40 euros (hay un menú degustación de 35 euros y otro de 55, ambos sin bebidas).

Mestura

En todo viaje siempre hay un momento para darse un pequeño homenaje gastronómico. El restaurante Mestura, en el Gran Hotel España, es ideal para ello (aunque no es muy muy caro). Tanto por el escenario y el servicio señorial como por la elegante propuesta gastronómica del chef Javier Loya (una estrella Michelin por Real Balneario de Salinas): cocina asturiana con un punto refinado, con la técnica (magistral) justa y necesaria al servicio de unos productos de alto standing. Platos imbatibles como el rape braseado al carbón con tomillo limonero y tupinambo, y el tartar de calamar con ensalada de ruibarbo, tirabeques y caldo infusionado de estragón. Precio medio: de 35 a 45 euros. Hay un menú ejecutivo los mediodías de martes a viernes por 21,80 euros, el menú Fomento de la cocina asturiana (aperitivo, dos entrantes, plato principal y postre, sin bebidas) por 39, y el menú degustación por 60 euros sin bebidas.

Reserva tu Vueling a Oviedo y anímate a degustar todas estas maravillas gastronómicas.

Texto y fotos: Ferran Imedio de Gastronomistas.com

 

+ info

Bayona una ciudad con sabor a chocolate y a jamón

Bayona, la capital del País Vasco francés, es una de las ciudades más sorprendentes de la nueva región francesa de Aquitania-Lemosín-Poitou-Charentes. Vasca desde los pies a la cabeza, merece la pena pasear por las calles de esta localidad situada en la confluencia de losríos Nive y Adur y descubrir sus edificios que resaltan por sus coloridas fachadas y tradicionales entramados de madera. Tal es la influencia vascuence (Bayona pertenecía al territorio histórico de Labort, Lapurdi en euskera) que uno de los lugares más visitados de esta ciudad es el Museo Vasco, que aúna una de las colecciones etnográficas más importantes del sur de Francia. Esta cultura está presente en algunos de sus negocios (son muy típicas las tiendas de tejidos vascos), en algunos deportes como la pelota vasca, muy popular entre los bayoneses, y en el idioma, ya que en Bayona coexisten el euskera y el francés.

Bayona, en el departamento de los Pirineos Atlánticos, ha vivido eclipsada, injustamente por cierto, por la alcurnia y los baños de su vecina Biarritz, situada a menos de diez kilómetros de distancia. Tres son los barrios que forman el centro histórico de esta localidad de Aquitania: Grand Bayonne, Petit Bayonne y Saint-Esprit. En el primero de ellos destaca la Catedral de Santa María, con su maravilloso claustro del siglo XIII; el Château-Vieux (castillo viejo) construido en el siglo XII por los vizcondes de Lapurdi; o la Puerta de España por donde pasaba la antigua carretera que cruzaba la frontera. En el Grand Bayonne se pueden distinguir las tres murallas que envolvieron la ciudad a lo largo de los siglos: una primera de origen romano, una segunda de la época del rey Francisco I (principios del siglo XVI) y la última proyectada por Sébastien Le Prestre, más conocido como Vauban, en la segunda mitad del siglo XVII.

Por su parte, el Petit Bayonne es un barrio recoleto presidido por el Château-Neuf (castillo nuevo) construido en el siglo XV por Carlos IV. En esta zona se encuentra el anteriormente mencionado Museo Vasco, a orillas del río Nive, ubicado en la Maison Dagourette, un palacio del siglo XVI. Inaugurado en 1922, en él se guarda un verdadero tesoro etnográfico en el que se pueden ver desde tumbas típicas hasta casas, pasando por mobiliario del hogar o artesanía. Por último, al otro lado del río está el barrio de Saint-Esprit, con la ciudadela y la estación de tren como monumentos más insignes. Fue la zona en la que vivieron los judíos que emigraron desde España y Portugal cuando huían de la Inquisición.

Gastronomía de Bayona

El mercado de Bayona es un lugar excelente para probar los productos más típicos de la ciudad como el sabroso pastel vasco (gâteau Basque en francés), el jamón (curado, acompañado con pimientos de la cercana localidad de Espelette) y el chocolate, que trajeron los judíos que se instalaron en Bayona tras su salida de la Península Ibérica. Aparte del mercado, una de las calles preferidas por los amantes del derivado del cacao es la Rue Port Neuf en la que hay varios talleres artesanales como L’Atelier du Chocolat, donde hacen un riquísimo chocolate picante, y Chocolats Cazenave, una casa que lleva funcionando un siglo y medio y en el que sus especialidades son el chocolate al agua o el emulsionado.

Mini guía de Bayona

Puedes dormir en…

El Hôtel & Restaurant Des Basses Pyrénées, un establecimiento céntrico situado a escasos minutos de la catedral y de la Puerta de España.

Para comer no te pierdas…

La Karafe (25, Quai Jaureguiberry), con pinchos y embutidos típicos de la localidad.

Brasserie du Trinquet (4, Rue du Jeu de Paume), situado al lado de un trinquete donde cada jueves se juega a la pelota vasca.

Puedes comprar en…

Tissage de Luz (3, rue Port de Castets) donde veden manteles, bolsas o ropa de cama con el típico estampado vasco y otras versiones más modernas con colores vivos.

El aeropuerto de San Sebastián se encuentra a unos 40 kilómetros de distancia de Bayona. ¡Reserva tu Vueling aquí y anímate a conocerla!


Texto de Tus Destinos

Imágenes de B. BLOCH - CRTA y tuvemafoto-OT Bayonne 

+ info

De ruta por Granada y Almería con Joe Strummer

Hace ya más de 10 años que Joe Strummer nos abandonó. Un artista conocido por su etapa punk en los míticos The Clash, pero que entre otras cosas era un enamorado de Lorca, Granada y la costa almeriense, donde durante sus últimos años pasó largas temporadas. Algo que quizás a mucho puede sorprenderles pero que los que le conocieron tomando ron pálido con cola en el mítico Silbar -en la calle Pedro Antonio de Alarcón de Granada- o indagaron en su discografía bien lo saben.

Fue en la casa okupa en la que vivía en Londres – a pesar de ser una figura mundialmente reconocida- conviviendo con un navarro y dos malagueñas, donde Strummer soltó en una ocasión que quería montar una ferretería en Andalucía. De ahí el nombre del documental de Antonio Jesús García y Javi Navarrete que cuenta como el cantante se refugió en Granada y Almería en busca del anonimato, y que dirigió Carlos Prats bajo el título “Quiero tener una ferretería en Andalucía“. En el documental explican todo tipo de anécdotas su viuda Lucinda Garland, el vocalista de la banda 091 José Antonio García, ‘Pitos’, el batería de su primera banda Richard Dudanski y Jem Finer, componente de The Pogues.

Otro de los documentales sobre su estancia en España lo narra “I Need a Dodge!” del director británico Nick Hall, que indaga sobre la localización del coche que tanto amaba y que dejó olvidado en un garaje de Madrid. Al comprar este Dodge, quiso acercárse hasta Víznar, la población a 8 kilómetros de Granada donde fusilaron a Federico García Lorca, con la loca idea de comprar una pala en una ferretería, localizar su tumba y desenterrarlo.

Y es que Joe tenía gran interés por la Guerra Civil española y por Federico García Lorca. De este modo escribió en su honor uno de los temas más emblemáticos de The Clash “Spanish Bombs”. En 1984 se instaló en Granada y pasó largos períodos de tiempo en las tierras del sur de España buscándose a sí mismo y buscando también desconexión. Diez años después de su muerte, la ciudad que amó le ha puesto nombre a una pequeña plaza en el corazón del Realejo, la antigua judería de la ciudad.

El Realejo de Granada – Placeta Joe Strummer

Celebrando la vida y obra de uno de los frontmants más carismáticos y dado el vínculo del artista con Andalucía, os llevamos de ruta por algunos de sus lugares favoritos partiendo desde la plaza que lleva su nombre en el realejo de Granada.

Gracias a la petición popular a través de la que los fans pedían en Facebook que Joe formara parte de la ciudad, el Ayuntamiento de Granada ha acabado cediendo, dedicándole un pequeño espacio a los pies de la Alhambra. Además de su primera esposa, Gaby Slater, y su viuda, Lucina Garland, un emotivo concierto en acústico a recordado a la influyente figura del líder de The Clash. Los granaínos Jose Antonio García y Antonio Arias de 091 a los que Joe apadrinó para “Más de cien lobos”, Pablo Cook de The Mescaleros, Jem Finer de The Pogues o Richard Dudanski de The 101′ers han hecho un repaso por parte del repertorio del artista, sin olvidar clásicos como “Spanish Bombs” o “London Calling.

Las Gabias – Granada

En este pueblo a pocos kilómetros de la capital granadina estuvo alojado Joe Strummer, en la casa de Gaby Contreras, un radiólogo al que Joe apodaba ‘el médico loco’ y que también era amigo íntimo de Sid Vicious.

San José – Almería

Durante sus largas estancias en el sur de España, Joe Strummer se estableció un tiempo en el pequeño y pintoresco pueblo de San José, en el Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar. Adquirió una casa para pasar los verano y disfrutar de las playas de Mónsul y Genoveses. Pasaba las noches en el bar de Jo, el Pez Rojo -ahora convertido en el Pez Azul- y el Dagobah. Fan del cataor el Niño de Olivares, Strummer acudía con asiduidad a la peña flamenca de Fernán Pérez para asistir a sus actuaciones.

En verano, y coincidiendo con el cumpleaños de Joe el 21 de agosto continúan celebrandose conciertos en su memoria en el bar de Jo de San José a cargo del grupo Doghouse de Richard Dudanski -primer batería de The 101′ers con el que Joe Strummer hizo su primera incursión en el mundo de la música-.

Desierto de Tabernas – Rodaje de “Straight to Hell”

El desierto de Tabernas se encuentra a unos 30 kilómetros de Almería, en una zona desértica con una tasa tan baja de precipitaciones que la convierte en una de las más secas de Europa. A pesar de ello tiene un encanto turístico por haber sido escenario del rodaje de numerosos spaghetti westerns como La muerte tenía un precio o El Bueno, el Malo y el Feo y así hasta más de cien westerns.

Aquí se rodó la película Straight to Hell de Alex Cox en 1987, con Joe Strummer como protagonista y con los cameos de Dennis Hopper, Courtney Love, Grace Jones , Elvis Costello, Jim Jarmusch y miembros de las bandas de, Amazulu, The Circle Jerks y The Pogues. El viaje de los irlandeses The Pogues a Almería les inspiró en uno de sus temas más conocidos “Fiesta”. Straight to Hell es una parodia de los spaghetti westerns que se escribió en dos o tres días y se rodó en cuatro semanas.

I am Francisco Vasquez Garcia
I am welcome to Almeria
We have sin gas and con leche
We have fiesta and feria

Te han entrado ganas de ir a Almería? Consulta aquí nuestros vuelos!

+ info

6 planes para una segunda visita a Málaga

Málaga no es solo su vibrante capital; también es su gastronomía, los pueblos singulares o el Caminito del Rey.

+ info