Escapada a Rabat
Rabat es un destino poco conocido y escasamente frecuentado por los turistas que viajan a Marruecos. Y es aquí donde radica una de las principales ventajas a la hora de visitar esta ciudad, la posibilidad de disfrutar de sus monumentos y de espacios llenos de magia, sin el agobio de otras ciudades como Marrakech, Casablanca o Fez.
Situada en la desembocadura del río Bu Regreg, a orillas de la costa atlántica, la capital de Marruecos es una curiosa combinación de lo antiguo con lo moderno. La antigua medina y las murallas contrastan con la parte nueva de la ciudad dedicada a los aspectos administrativos del país. No es excesivamente grande, por lo que se puede visitar en un par de días. A continuación hemos hecho una selección de esas cosas que no debes perderte si visitas Rabat.
La Torre Hassan, el esplendor truncado
La Torre de Hassan es uno de los principales monumentos de Rabat, fruto inacabado de la época de mayor esplendor de la ciudad. En el siglo XII el Sultán Yacub Al-Mansur decidió construir la mezquita más grande de Occidente, y para ello contó con el mismo arquitecto de la Koutoubia de Marrakech y a la Giralda de Sevilla. Desgraciadamente el sultán falleció antes de que finalizase el proyecto y quedó inconclusa. Lo más destacado de este espacio es el minarete/torre con su decoración geométrica, que estaba previsto que midiese 86 metros, pero del que sólo se llegaron a construir 44 metros. El resto del conjunto lo forman las columnas sobre las que se sustentaban las 21 naves de las que se componía.
Justo al lado de esta antigua mezquita se encuentra el mausoleo de Mohammed V, donde descansan los monarcas alauís Mohamed V y Hassan II.Construido entre 1961 y 1971, es un destacado ejemplo de arquitectura contemporánea marroquí. El proyecto fue encargado al arquitecto vietnamita Vo Toan, que supo captar la esencia de la tradición arquitectónica y decorativa del país.
En busca de los orígenes: la necrópolis de Chellah
La Chellah es un espacio fortificado, que se encuentra situado a unos 2 kilómetros de la ciudad, en cuyo interior se encuentran, entre otras cosas, los restos de la ciudad romana, que tras los fenicios y los cartagineses fueron los primeros en asentarse en la zona. En este núcleo originario de Rabat se conservan los restos del foro y del templo de Júpiter. También hay restos de la primera época islámica. En el siglo XV este espacio fue convertido por los árabes en necrópolis, de la que quedan restos de las tumbas y la mezquita.
Kasbah des Oudaias, el rincón mágico de Rabat
Sólo por la visita de este barrio amurallado compuesto de laberínticas calles repletas de casas pintadas en tonos azules y blancos merece la pena viajar a Rabat. La Kasbah fue construida en el siglor XVII por los Udayas sobre un risco situado en el margen sur de la desembocadura del río para defender la costa de una posible invasión de los españoles. De ahí su aspecto de fortaleza y que cuente con numerosos miradores y atalayas en los que asomarse, y que en la actualidad permiten al visitante disfrutar de las vistas. Además de perderos por sus calles disfrutando de cada uno de sus rincones, debéis aprovechar para visitar el Museo de los Udayas, situado en el Jardín Andaluz, que contiene una de las mejores colecciones de joyas de Marruecos.
La ciudad de los jardines
Rabat también es conocida como la “ciudad de los jardines”, de ahí que sea imprescindible darse un paseo y relajarse en alguno de ellos. Los más destacados son el Jardín Nouzzah Hassan, situado frente a las murallas y diseñado por el general francés Lyautey; el Jardín Botánico de Les Essais, donde abundan los árboles de frutas exóticas, ornamentales y del Mediterráneo; El Jardín Zoológico, para aquellos que quieran ver además de plantas, animales.
De compras por el zoco
La palabra zoco y tranquilidad para un turista en Marruecos puede sonar a ciencia ficción, pero ese es el caso del de Rabat. Sin apenas ser incordiado por los vendedores podrás recorrerlo en busca de comida, especias, artesanía, ropa, alfombras y un largo etcétera.
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Texto de ISABELYLUIS Comunicación
Imágenes de Jacopo Romei, SnippyHolloW, Fr Maxim Massalitin, Mustapha Ennaimi, Julia Chapple, Shawn Allen
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Escapada de tres días a Roma
En Roma es tal el volumen de cosas a ver y a hacer que lo mejor es tomárselo con calma y viajar pensado en que habrá una segunda vuelta. Ante todo, lleva un buen calzado en la maleta, pues lo mejor es recorrerla a pie y perderse por sus calles. En cada rincón hay una imagen capaz de transportarte a múltiples épocas o una iglesia esperándote para que te adentres en ella para ver qué tesoro esconde en su interior. A continuación te explicamos cómo afrontar una escapada de tres días a esta bella ciudad.
Primera jornada: un paseo por la antigua Roma
¡Qué mejor manera de realizar la primera toma de contacto con la ciudad que con una visita a su parte más antigua! Te recomendamos empezar la visita desdeIl Vittoriano,monumento a Víctor Manuel II, que brinda una vistas estupendas del conjunto que conforma la antigua Roma: el Circo Massimo,el Foro Romano,el Coliseo, el Arco de Constantino, el Foro de Augusto y la siempre impresionante Columna de Trajano. Si buscas una experiencia un poco especial, te animamos a realizar un paseo por el foro romano coincidiendo justo con el atardecer, la magia está asegurada. Y si lo que buscas es algo de recogimiento, acércate hasta la pequeñaiglesia de San Bonaventura al Palatino,todo un remanso de paz.
Tras tantas emociones, lo mejor es acercarse al bello barrio del Trastevere y gozar de su amplia oferta gastronómica y de ocio nocturno. Primero se puede abrir apetito tomando un vino en el Ombre Rosse Caffe (Piazza S.Egidio 12,13), para acabar cenando auténtica comida italiana sin sofisticaciones en el Da Lucia (Vicolo del Mattonato 2).
Segunda jornada: Vaticano, plazas, palazzi, callejeo y muchas iglesias
Seas o no religioso, no puedes irte de Roma sin visitar la Basílica de San Pedro. Por mucho que la hayamos visto en fotografías y en la televisión, hasta que uno no se encuentra en la plaza de San Pedro no se percata de las dimensiones de este monumento. Una vez en el interior, todo resulta abrumador, desde la cúpula, diseñada por Miguel Ángel, la increíble decoración en mármol, el Baldaquino de Bernini culminando el altar mayor, y los conjuntos escultóricos como laPietàde Miguel Ángel o tumba de Urbano VIII de Bernini. Al que madruga Dios le ayuda, así que te recomendamos ir temprano para evitar colas.
Muy cerca de San Pedro se encuentran los Museos Vaticanos, que entre sus múltiples obras albergan otra de las joyas de la Historia del Arte,la Capilla Sixtina. Te recomendamos ir con reserva previa para evitar las esperas. Si lo que te va es la marcha, no dejes de ver lasStanze di Raffaello, cuatro estancias decoradas con frescos de Rafael por las que merece la pena alargar la visita.
Tras esta doble sesión, el cuerpo y la mente necesitarán de un buen respiro. Lo mejor, acercarse hasta Castel San Angelo, cruzar el río Tíber y retomar energías en alguno de los locales que encontrarás en la trendy Vía dei Coronari. Nuestra recomendación, probar las tablas de tablas de embutidos y quesos italianos de Fresco Coronari.
Una vez descansado, llega el momento de acercarse hasta laPiazza Navona,en la que se encuentra lo originalFontana dei Quattro Fiumide Bernini, y laChiesa de chiesa di Sant'Agnese in Agonede Borromini. No muy lejos te toparás con elPanteón de Agripa,otromustde la arquitectura romana. Construido entre los años 118 y 125 d.C., su cúpula no te dejará impasible. Por cierto, una vez en su interior no dudes en acercarte hasta la tumba de Rafael, que se encuentra en una de las capillas. Culminando este recorrido estaría otro de los clásicos de esta ciudad, laFontana de Trevi.
Una buena manera de acabar tan intensa jornada es dando un paseo hasta el Campo dei Fiori, y perderse por las calles que rodean la Piazza Farnese. Se puede aprovechar para hacer una pausa en el Caffé Perú, para acabar rematando la faena cenando en elCul de Sac (Piazza di Pasquino, 73).
Tercera jornada: de picnic con los Borghese
Los jardines de la Villa Borghese son un perfecto punto y final a una escapada a la capital italiana. Pero antes de llegar a ellos aprovecha para recorrer la Vía del Baduino, haciendo una parada en la Piazza de Spagna y otra en la Piazza dei Popolo. Desde ahí toma el camino de ascenso hacia los jardines de Villa Borghese y aprovecha para disfrutar de la panorámica que hay de Roma en su parte más elevada. Culminando el recorrido por este magnífico parque lleno de estatuas y de espacio para el ocio está el Museo Borghese. En su interior te esperan las últimas joyas del viaje: los frescos con los que está ornamentado, las escultura de Bernini y su colección de pintura.
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Texto e imágenes de ISABELYLUIS Comunicación
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Viaje vintage a Aranjuez
Entre las múltiples excursiones que se pueden realizar a los alrededores Madrid, está la visita a Aranjuez, que cuenta con un amplio conjunto patrimonial, en el que se unen lo artístico, lo cultural y lo ecológico. No en vano en 2001 fue declarado por la UNESCO Paisaje Cultural de la Humanidad.
El tren de la Fresa, una experiencia de otra época
Para aquellos que os vaya lo antiguo y las experiencias nuevas, existe una opción diferente y original para desplazarse desde Madrid hasta Aranjuez, y es hacerlo en el Tren de la Fresa. Pero, ¿qué tiene de especial este medio de transporte respecto a los demás? En primer lugar, recorre la que fue la segunda línea ferroviaria construida en España, inaugurada el 9 de febrero de 1851. La primera empezó a funcionar en 1948 y unía Barcelona con Mataró. El objetivo de esta nueva línea era abrir camino desde Madrid hasta el mar, teniendo como destino final Alicante. En su primera época tuvo un relevante papel en el transporte de los productos que se cultivaban en la huerta de Aranjuez a Madrid, de ahí que se le conozca como el Tren de la Fresa.
El otro gran atractivo es que el tren con el que se circula fue construido a principios del siglo XX, y ha sido restaurado para que podamos experimentar cómo se viajaba años atrás. El tren cuenta con una elegante locomotora de vapor y cuyos vagones son de madera. A esto hay que añadirle que durante el trayecto unas azafatas vestidas de época ofrecen fresones de Aranjuez a los viajeros. El Tren de la Fresa circula los fines de semana de los meses de mayo, junio, septiembre y octubre, partiendo del Museo del Ferrocarril. Podéis consultar los horarios aquí.
Aranjuez, espacio de recreo de la corte
A Aranjuez le cambió el destino en el momento en que Felipe II le concedió el título de Sitio Real. Convertida en residencia campestre de la monarquía española, se transformaría en un núcleo cortesano, sobre todo durante los reinados de Felipe V (s. XVII-XVIII) y Carlos III (s. XVIII). Precisamente estos últimos fueron los encargados de la construcción de los principales espacios por los que es imprescindible visitar esta ciudad. Guiados por el gusto imperante en la Ilustración, concibieron su casco antiguo con un trazado reticular, que se ha conservado hasta la actualidad y que no deja de sorprender al visitante.
Entre sus monumentos más destacados está el Palacio Real, cuya construcción es obra de los arquitectos Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera, y que cuenta con alguna ampliación posterior, como las alas que se añadieron en 1775. En su interior alberga curiosidades como el Gabinete de Porcelana, obra capital de la Real Fábrica de Porcelana del Buen Retiro de Madrid, y el Gabinete Árabe, inspirado en la sala de las Dos Hermanas de la Alhambra de Granada.
Tampoco hay que perderse la visita de la Real Casa del Labrador, situada en el Jardín del Príncipe, obra de Juan Villanueva y de Isidro González Velázquez. Por último cabe destacar la iglesia de San Antonio, construida por encargo de Fernando VI para homenajear a San Antonio de Padua.
Otro de los motivos por los que destaca Aranjuez es por sus Jardines Reales, cuatro en total, el del Parterre,el del Rey, el de la Isla y el del Príncipe, que están situados en la rivera del Tajo y en el Palacio Real. Todos ellos fueron creados como espacio de recreo de la corte, en el que se entremezclan los gustos franceses de los Borbones con las influencias italianas dando lugar a un espectacular resultado por el que bien merece pasear y disfrutar.
¡Y aún hay más!
Para los que no hayáis tenido suficiente con sus monumentos y los jardines, hay otro aspecto por lo que es popular Aranjuez, y es por su huerta, una de las más importantes de España. Situada entre los ríos Tajo y Jarama, cuenta con un rico terreno de entre cuyos productos sobresalen los espárragos, conocidos con el sobrenombre de “Pericos”, y las fresas, que fueron introducidas por los Borbones desde Francia. Precisamente fueron estos últimos los que potenciaron la experimentación y la investigación agraria en estos terrenos, de los que aún se conserva el diseño renacentista de las parcelas.
No dudéis en hacer una parada gastronómica para disfrutar de los frutos de estas tierras. Entre los clásicos está Casa José, uno de los restaurantes más famosos de la comunidad de Madrid.
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Textos de ISABELYLUIS Comunicación
Imágenes de Eric Titcombe, M a n u e l, Andrés Gómez - Club Ferroviario 241
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Festival de Cine de Cannes: una cita con la cultura y el glamour
Durante doce días, del 13 al 24 de mayo de 2015, productores, cineastas y estrellas del cine se congregarán en la ciudad de Cannes para competir por la codiciada Palma de Oro. El Festival de Cannes es uno de los más prestigiosos del mundo en cuanto a cine se refiere. Es por ello que, año tras año, acuden al festival grandes estrellas del panorama cinematográfico, mientras millones de cinéfilos en todo el mundo esperan con ansia a que se desvele su palmarés.
El festival se creó el 1 de septiembre de 1939 bajo la presidencia del mismísimo Louis Lumière, considerado el padre del cine, con la mala suerte de que justo un día después se iniciaba la II Guerra Mundial, motivo por el que fue cancelado hasta restablecerse en 1946. La idea del festival era rivalizar con la Mostra de Venecia, el certamen de cine más antiguo del mundo. Era una manera de mostrar su descontento a los italianos por no incluir en su festival algunas joyas francesas en favor de algunos títulos de carácter político y nacionalista.
Escaparate de famosos
Aunque el festival en sí está enfocado a profesionales, a Cannes acuden multitud de apasionados al cine y curiosos que anhelan encontrarse con algunos de sus ídolos. Si quieres verlos todos juntos, hazte un hueco a las puertas del Palais des Festivals et des Congrès en la ceremonia de apertura. El desfile de famosos en su ascenso por los 24 escalones es el momento de máxima expectación, al igual que ocurre en la gala de los Oscar en Hollywood.
Cómo disfrutar del festival
Las principales proyecciones se celebran en el Palacio de Festivales y, como decíamos, generalmente están reservadas a profesionales. Siempre tienes la opción de asistir a las proyecciones al aire libre -que son gratuitas- del Cinéma de la Plage -en la playa Macé-, que cada noche presenta una película dentro de una programación temática. Durante el certamen, Cannes se convierte en un hervidero artístico y cultural donde se organizan actividades por todas partes. La misma web del Festival de Cannes, publica una semana antes de su inicio un programa de actividades entorno a la Selección 2015, que incluye clases magistrales o ciclos de cine entre otras cosas.
¿Qué hacer en Cannes?
Cannes es una ciudad privilegiada. Se encuentra en pleno corazón de la Riviera francesa, a tan sólo 27 kilómetros del aeropuerto de Niza. Está rodeada de hermosos pueblos como Le Cannet, La Roquette-Sur-Siagne, Mougins y Vallauris y tiene al sur las idílicas playas de la Costa Azul.
Descubre el Suquet, el barrio antiguo
Encaramado sobre una colina se encuentra el barrio más antiguo de Cannes, el Suquet, un laberinto de callejuelas y escaleras entre las típicas casas provenzales de la Riviera. Se trata de un buen lugar para ir a comer porque toda la zona está llena de bistros y restaurantes de calidad, además de poseer las mejores vistas sobre la bahía, el puerto y las islas de Lérins.
El paseo de la Croisette
La Croisette es un paseo de tres kilómetros bajo las palmeras que va desde el famoso Casino Palm Beach hasta el Palais des Festivals. Junto al palacio hay un paseo de la fama al estilo hollywoodiense, con unas 400 huellas de las manos estrellas del cine como Charlie Chaplin, Julie Andrews, Sylvester Stallone, Catherine Deneuve, Liza Minelli o Meryl Streep.
Acércate hasta sus islas paradisíacas
Desde el puerto de Cannes se llega fácilmente a las islas Lérins, un archipiélago frente a la bahía de la ciudad compuesto por cuatro islas, de las cuales sólo dos se encuentran habitadas: la de Santa Margarita y la de San Honorato. La más visitada es la primera, con agradables zonas de bosques. Aquí se encuentra Fort Royal, la fortaleza en la que estuvo prisionero durante más de diez años el hombre de la máscara de hierro, el misterioso personaje cuya vida interpretó en una película Leonardo di Caprio.
Rodéate de lujo. Visita las grandes villas de Cannes
Envuélvete de lujo y visita la Villa Rothschild en el barrio de Croix des Gardes, un palacete de estilo neoclásico con magníficos jardines en el que habitó Lord Brougham. Su influencia sobre la nobleza de la época ayudó a que se construyeran más residencias y convirtió a Cannes en la próspera ciudad que es hoy. Otra de las más recomendables es la Villa Domergue, obra del arquitecto Jean-Gabriel Domergue con inspiración en los palacios venecianos. Sus jardines están decorados con las esculturas de su esposa.
Texto de Scanner FM
Imágenes de Pedro Szekely, Titem, Pietro Izzo, Pierre Le Bigot, Sam2907, Mathieu Lebreton
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