Un Berlín de cine
En una época donde eso de hacerel turista cuando se viaja está pasado de moda (el viajante leído, inteligentemente, intenta esquivar los lugares más concurridos para ir en busca del verdadero corazón de cada ciudad), ¿cómo no va a ser una buena idea buscar cines con encanto cuando uno visita otro país? En muchos lugares las salas de cine tradicionales han desaparecido. Esas que solo tienen una o dos salas de proyección y que no pertenecen a ningún conglomerado internacional. Edificios con una arquitectura particular que reivindican la liturgia de ir a ver películas a un sitio especial.
Berlín es ya de por sí una capital cinéfila. Directores como Rainer Werner Fassbinder y Wim Wenders la convirtieron en una de sus obsesiones. De hecho Wenders, la inmortalizó en El Cielo sobre Berlín y ¡Tan lejos, tan cerca!, un díptico que ha dado lugar a artículos y tours que repasan la importancia de la arquitectura berlinesa y las localizaciones reales de la película: la Columna de la Victoria, la puerta de Brandeburgo o la Staatsbibliothek de Hans Scharoun. Con esa tradición cinematográfica a sus espaldas, no es de extrañar que la oferta de cines sea generosa. Y más aún de salas que cuidan con mimo su apariencia y programación. A continuación elegimos cinco de las mejores que, además, presentan una peculiaridad que las hace más apetecibles: programan películas en inglés o subtituladas en ese mismo idioma. Así que si eres un amante del séptimo arte con nociones de inglés, o si simplemente quieres visitar los edificios y sus cafés, esta es tu lista.
Uno de los cines de versión original con más prestigio de la ciudad. Tres salas pequeñas pero bien equipadas, acompañadas también de un café-bar y una video-librería que posee una gran oferta de películas en DVD y Blu-ray. El aspecto interior es alucinante, y alguna de sus salas parece salida de una película de David Lynch. El Ladenkino se encuentra en el distrito de Friedrichshain, muy cercano a Boxhagener Platz, lugar donde cada domingo tiene lugar un célebre mercadillo al aire libre.
Situado en Schöneberg, una de las zonas con más solera de Berlín (Marlene Dietrich y Helmut Newton nacieron allí), famosa también por su atractiva oferta culinaria, el Odeon encandila desde su preciosa fachada. Un neón verde bien grande y una marquesina a la vieja escuela que muestra horarios, y frases y preguntas ingeniosas para poner en situación al personal. La oferta es primordialmente de películas de autor e independientes.
El cine más punk de esta lista, cien por cien acorde, en términos artísticos, con la imaginería industrial de Berlín. Tiene dos salas y una programación variadísima centrada en películas americanas e inglesas que escapan, menos en contadas ocasiones, de las grandes producciones de Hollywood. A unos metros solo de Hackescher, una hermosa plaza en el barrio de Mitte que también alberga un mercado. Kino Central es uno de los secret spots cinéfilos de la ciudad.
Cuna del movimiento punk berlinés, no dejes escapar la oportunidad de visitar el mítico club SO36 (Iggy Pop y David Bowie fueron clientes asiduos en los setenta), el barrio de Kreuzberg puede presumir de tener una sólida vida cultural. El cine Babylon es uno de sus centros neurálgicos, dos salas de proyección en un edificio de tres pisos con historia a sus espaldas, en las que se puede encontrar un poco de todo. Desde cine indie, a películas de terror (realizan una muestra del género cada mes de octubre) y reposiciones de clásicos.
Espectacular es la palabra que lo define, un palacete que parece salido de otra época (de hecho tiene varias décadas de historia a sus espaldas) que acoge una sala e instalaciones con regusto vintage. Un marco incomparable para elevar la experiencia cinematográfica otro nivel. Su localización no tiene pérdida, ya que está muy cercano a la legendaria Alexanderplatz, algo que lo convierte en parada obligada para el turista inquieto.
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Texto de Xavi Sánchez para Los Viajes de ISABELYLUIS
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Los diez imprescindibles de Jerusalén
Pensar que uno está pisando una de las ciudades más antiguas del mundo impone.He aquí diez claves para entender y disfrutar de esta fascinante pero compleja urbe, teniendo en cuenta que las referencias bíblicas, épicas, históricas, son inevitables en una metrópoli donde la religión late desde tiempos inmemoriales.
1. Para hacerse una idea de las dimensiones y distribución de Jerusalén empezamos la visita en el Monte de los Olivos, desde donde contemplaremos una de las mejores panorámicas. La ciudad vieja, la nueva, la muralla, las tumbas... Miles de años de historia en un simple vistazo.
2. Al bajar, merece la pena detenerse en Getsemaní y pasear por el huerto de olivos milenarios. Y visitar la iglesia de Todas las Naciones, levantada en la roca sobre la cual Jesús rezó antes de ser arrestado.
3. Para entender bien Jerusalén es clave tener claro que es tres veces santa, sagrada para las tres grandes religiones monoteístas. Judaísmo, Islam y Cristianismo ocultan parte de sus raíces en estas callejuelas. El Muro de las Lamentaciones, la mezquita de Al Aqsa y el Santo Sepulcro son tres hitos que no debes dejar de visitar, creas en lo que creas. Empezamos por el Muro de las Lamentaciones o Muro Occidental, único vestigio del Segundo Templo de Jerusalén destruido por los romanos en el s. I y lugar hebreo más sagrado. Para entrar hay que pasar varios controles de seguridad. Una vez dentro: hombres a un lado, mujeres a otro. Los hombres además, deben cubrirse la cabeza con un kipá - gorrito judío-. La escena es única. Ver como cientos de personas rezan mirando al muro cantando salmos y balanceándose impresiona. Basta mirar arriba para ver la explanada de las mezquitas, otro mirador privilegiado, con Jerusalén a sus pies. Aquí reinan la mezquita de Al Aqsa y la cúpula de la Roca, levantada donde se cree que Mahoma ascendió al cielo y cuya gigantesca cabeza dorada es un símbolo. La explanada es también lugar de referencia para cristianos y judíos, pues dicen que fue allí donde Abraham intentó sacrificar a su hijo Isaac.
Para los cristianos el lugar más mítico es la iglesia del Santo Sepulcro. Levantada en el monte Gólgota sobre el lugar donde estaba clavada la cruz en la que murió Jesús. Acoge también la cueva -o sepulcro- donde fue sepultado -y resucitó al tercer día-. Y se conserva también la piedra de la unción, sobre la cual reposó su cuerpo, ya sin vida. Muchos hitos y colas eternas. Conviene tener paciencia.
4. No todo es religión. En Jerusalén hay ejemplos de vanguardia y zonas para el shopping más selecto. Para ello ponemos rumbo aMamilla.Calle que, atendiendo a las marcas allí establecidas, podría estar en Londres o en París. Para llegar, salimos por lapuerta de Jaffa.Y ¡preparamos la visa!
5. El Mamilla es también el primer hotel de diseño de Jerusalén. Santuario para sibaritas que quieran dormir con las viejas murallas y la torre de David como telón de fondo.Mezcla de lo eterno con la vanguardia. Paredes de piedra milenaria y cabeceros de metal. Como complemento, un spa milagroso y un restaurante gourmet con vistas privilegiadas.
6. Los clásicos, quizá prefieran el King David, el gran hotel por excelencia. Construido sobre la antigua sede del Mandato Británico ahora reina como establecimiento de lujo donde han pernoctado los Reyes Felipe y Letizia, Carlos de Inglaterra, Barack Obama, Nicolas Sarkozy o Margaret Thatcher. También estrellas del espectáculo como Elizabeth Taylor y Richard Burton, Richard Gere o Madonna. Su sobria apariencia exterior contrasta con la elegancia y modernidad interior, y la confortabilidad de las habitaciones. Los precios están a la altura de sus prestigiosos inquilinos.
7. Volvemos a la ciudad vieja para recorrer los barrios judío, cristiano o musulmán o armenio. En todos, la oferta comercial es abundante: comida, recuerdos varios, perfumes, dulces, objetos religiosos, camisetas o ¡antigüedadesvaloradas en miles de euros! como monedas de la época romana, vasijas de los años de Jesucristo... Si no te lo puedes permitir no importa. El encanto de estas callejuelas radica en la mezcla de gentes de todas las religiones, razas y culturas. La ciudad vieja de Jerusalén es un crisol por donde circulan judíos ortodoxos, no ortodoxos, árabes, cristianos, occidentales, asiáticos… Donde suenan campanas o rezan almuédanos - el miembro de la mezquita responsable de convocar a viva voz a la oración-.
8. También colorista pero más local -y asequible- es el mercado Mahane Yehuda, al que ¡ojo!, no vayas en Shabat – o Sabbat – ya que es el día sagrado para judíos. La ciudad se paraliza desde que se pone el sol el viernes hasta que lo hace el sábado. Detalle importante que no debes olvidar a la hora de programar tu viaje.
9. No te vayas de Jerusalén sin visitar al menos dos de sus museos. El Yad Vashem, centro mundial de documentación, investigación, educación y conmemoración en memoria del Holocausto. Y el Museo de Israel, donde se exhiben los manuscritos del Mar Muerto - el documento bíblico más antiguo del mundo-, así como una fantástica maqueta del Jerusalén histórico que ayuda a entender la ciudad.
10. Para cerrar, despedida desde el Monte Scopus, desde donde además de contemplar la silueta de la vieja ciudad también se ven las aguas del Mar Muerto, otro de esos lugares que hay que visitar al menos una vez en la vida.
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Texto e imágenes de Nani Arenas
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El lado business de Milán
Por Belén Parra y Carme Gasull
Milán es el paradigma de esa Italia del Norte en constante contraste con el Sur del país. Ciudad cosmopolita que representa el empuje industrial y la modernidad como vías para abrirse y proyectarse al mundo. De la moda a la gastronomía y del arte al fútbol, pocos son los que no saben poner a esta capital en el mapa. Fuente y destino también de negocios, conviene conocer bien sus puntos fuertes.
Dónde alojarse
Hotel The Gray
Via San Raffaele, 6
www.sinahotels.com
No puede estar mejor ubicado. Desde la habitación tienes el centro de la ciudad a un paso y unas vistas envidiables. Tanto es así que, de tenerlo, desearás pasar más tiempo en él. Moderno, cool y elegante a la par que discreto… Un cinco estrellas con 21 espaciosas y equipadas habitaciones en las que apenas echarás en falta un detalle. Desayuno bufé variado con platos también a la carta y un servicio impecable. Se sirve en el restaurante Le Noir, donde también se puede cenar previa reserva. Wifi gratuito en todo el establecimiento (terraza ‘comunitaria’ incluida) con contraseña personalizada para cada dispositivo.
The Gray es uno de los 520 hoteles independientes integrados en Small Luxury Hotels of the World ™ (SLH), una selección de establecimientos con encanto en 70 países del mundo, desde hoteles de diseño de vanguardia a palaciegas mansiones del siglo XVII, desde santuarios en el centro de las ciudades a remotas islas privadas, desde casas históricas a idílicos resorts.
Dónde comer
Al Pont de Ferr
Ripa di Porta Ticinese 55
pontdeferr.it/
Tierra, fuego, agua y aire. Los cuatro elementos en el plato. El uruguayo Matías Perdomo y el argentino Simón Press han revolucionado esta osteria histórica propiedad de Maida Mercuri, la primera mujer sumiller de Italia. Un trío explosivo ubicado en el Naviglio Grande, una zona llena de vida y de visita obligada para tomar el pulso a la ciudad.
Rebelot del Pont
Ripa di Porta Ticinese, 55
Justo ahora hace un año de la apertura del local derivado precisamente de Al Pont de Ferr. Una propuesta más informal liderada por el joven cocinero Maurizio Zillo, un brasileño formado en diversas cocinas españolas. Cocina en miniatura o ‘tapas’ a la italiana (y copas) a buen precio.
Cracco
Via Victor Hugo, 4
www.ristorantecracco.it
Es el gran referente de la cocina de vanguardia en Milán. Dos estrellas Michelin. Su propietario y chef Carlo Cracco, junto a su jefe de cocina Lucca Sacchi ofrecen una carta que enmarca el territorio (Italia entera) en el plato y lo enaltecen con suma creatividad. Ubicado junto al Duomo y algunas de las direcciones gourmet de la ciudad como Peck o Ladurée. Un lujo.
Pisacco
Via Solferino, 48
www.pisacco.it
Desenfadado, informal y concurrido. Propiedad de varios socios, entre ellos, el chef Andrea Berton, con restaurante de autor propio en la misma ciudad. En la carta, platos ligeros y sabrosos: salmón marinado, vitello tonnato y una deliciosa hamburguesa de ternera que se acompaña con chips firmada por el cocinero. Free wifi.
Dónde comprar
Eataly
Milano Smeraldo Piazza XXV Aprile, 10
www.eataly.it
Inaugurado recientemente en las dependencias del antiguo Teatro Smeraldo, muestra tota la riqueza de la despensa italiana en varios pisos. Quesos, vinos, embutidos, dulces, pastas recién hechas, libros de cocina… Un lugar bellísimo, con piano incluido, para albergar conciertos prácticamente acústicos. También ofrece clases de cocina para amateurs e incluso para niños.
La Rinascente
Piazza Duomo, 10
www.rinascente.it Tés, café, conservas, dulces… En el último piso de este edificio podrás tomar y/o comprar cualquier producto gourmet que te apetezca. Córners de cocinas especializadas para optar por el sushi, las tapas o la pasta y disfrutar del Duomo desde las alturas. Lo notarás más cerca que nunca si te decides por comer en el exterior. Localización eminentemente turística, por lo que conviene evitar visitarla en fines de semana. Puerta con puerta, el magnífico hotel The Gray.
La Feltrinelli Red
Piazza Gae Aulenti, 20
www.lafeltrinelli.it
Read, eat, dream. Son muchas las sucursales de la librería más emblemática de Italia pero no encontrarás una más gastronómica que ésta. Su decoración respira cocina por los cuatro costados y se puede comer o tomar algo mientras te pierdes en su selección literaria. Para todos los públicos. En la zona más nueva de la ciudad.
10 Corso Como
Corso Como, 10
www.10corsocomo.com Un pequeño jardín da la bienvenida al visitante a un café-restaurante, tienda de ropa y de objetos de diseño y galería de arte. Situado en una calle peatonal que conecta el Milán antiguo con los nuevos rascacielos de la ciudad.
Dónde tomar una copa
Armani Bamboo Bar
Via Alessandro Manzoni, 31
milan.armanihotels.com
En la séptima planta del estiloso Armani Hotel y a dos pasos del Cuadrilátero de la Moda de la ciudad. Es el local idóneo para ver y dejarse ver, entablar una reunión distendida y tomarse el consabido Aperitivo.
Champagnerie
Corso Matteotti, 4/6
milano.boscolohotels.com
Como su nombre indica, es el rincón predilecto de cuantos disfrutan de una buena copa de champán y de quienes tienen algo que celebrar. Es uno de los reclamos del Boscolo Hotel, donde también podrás optar por riquísimos cócteles con vistas privilegiadas.
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+ info7 restaurantes para disfrutar aún más de Formentera
Formentera tiene fama de ser cara. Tan cierto es que la cuenta de algunos restaurantes es alta como que muchos más no resultan nada prohibitivos y merecen la visita. Esta es nuestra variada selección tras viajar a esta preciosa isla: frente al mar, en el interior de la isla, dentro de un hotel… ¿Cuál es tu favorito?
Casbah
Me alojé en Casbah, coqueto hostal de tres estrellas formado por pequeñas casitas en un bosque de pinos a cinco minutos de la playa de Migjorn. Su restaurante elabora platos de cocina tradicional con técnicas actuales. No es caro y hay platos reseñables, como las croquetas de pulpo, servidas con mayonesa de aceitunas negras, el tiernísimo pulpo a la parrilla y el pescado del día. Las carnes son apetecibles y no falta el arroz caldoso de bogavante. Su precio medio es de 40 euros y cuentan con un menú degustación de seis platos y postre por 60 euros sin bebidas, 80 con maridaje. Abren de marzo a diciembre.
Caminito
Referencia de la isla por su veteranía (36 años) y por sus carnes llegadas de Argentina, EEUU y Australia. Por eso este local argentino es una pasarela de estrellas (Medem, Ramazzotti, Mariscal, Custo, Iniesta, Messi, Buenafuente, Dalma, Guardiola…) en busca de platos del país sudamericano y propuestas mediterráneas como el delicado canelón de langostino y el huevo a baja temperatura con patata, bacalao y crema de ajos tiernos. Sorprende la piscina interior sobre la que hay varias mesas donde cenar. Abren de mayo a octubre y su precio medio es de 50 euros.
Fonda Platé
En Sant Francesc Xavier, pueblo del interior, está Fonda Platé, emblema que igual sirve para un 'barrido' (desayunar, comer, cenar platos sencillos, tipo burgers o ensaladas) que para un 'fregao' (cócteles, música). Su terraza con hojas de parra tiene encanto y su interior desprende un aire viejuno que recuerda la época en la que se fundó. En los 80, los actuales propietarios cambiaron su velero a los antiguos dueños por el establecimiento. Precio medio 20-25 euros.
Sol Post
El nombre lo sugiere: Sol Post, en el hotel Cala Saona, está en uno de los lugares más bonitos donde disfrutar de la puesta de sol. Durante los mediodías ofrece cocina tradicional balear (atención a los mejillones al vapor y a los arroces, como la insuperable paella delsenyoret, con pescado y marisco, nada caros para los precios de la isla). Por las noches elabora cocina mediterránea más moderna. De mayo a octubre con un precio medio de 30-35 euros (mediodías) y 45 euros (noches, con dos menús degustación sin bebidas por 32 y 58).
Es Jardí des Marès
Todo de buen gusto, sobrio y elegante, delHotel Marès(Sant Francesc Xavier), lleno de obras de arte en exposición, se traslada a su restaurante, con platos elaborados, innovadores y con productos de calidad, siempre con raíces en Formentera. La terraza, antiguo jardín del convento vecino, es el marco donde degustar platos con juego, diversión y modernidad bien entendida: carpaccio de potro, la renovada ensalada payesa, lubina con espárragos trigueros y aceituna kalamata y chips de boniato… Precio medio entre 35 y 40 euros (hay menú degustación de cinco platos, más postre, sin bebida, por 50).
Es Caló
Otra referencia de Formentera. Cocina tradicional de la isla (ensalada payesa,bullit de peix, arroces, bogavante frito con huevos…) con un producto excelente y en unas terrazas (una eschill out) con unas vistas maravillosas sobre el mar azul turquesa y el verde de la montaña de La Mola. El bogavante se fríe con patatas y pimientos verdes; cuando el cliente ha acabado se fríen huevos en el aceite que queda en la paella. Abren desde antes de Semana Santa hasta finales de octubre y su precio medio ronda los 35-40 euros.
Sa Sequi
Para disfrutar de una puesta de sol con vistas a Ibiza. En Sa Sequi se puede tomar una copa y platillos fríos y calientes en elchill outo platos más completos en la terraza del restaurante, que trabaja el pescado fresco con unos precios más contenidos que en la vecina zona de Ses Illetes. De mayo a noviembre. Precio medio 50 euros.
Texto y fotos de Ferran Imedio de Gastronomistas.com
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