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Nos vamos de concierto

Y es que el circuito de salas en Londres es inabarcable para una ciudad con una superficie de 1.572 Km2 que acoge un total de 32.000 actuaciones cada año. Allí, la cultura del directo está mucho más arraigada que en cualquier rincón de Europa. Y es que en los pubs además de degustar una pinta de cerveza o comer fish & chips es habitual poder disfrutar del directo de una banda. Y no es nada novedoso. Llevan décadas haciéndolo y nunca han tenido que lidiar con ningún bando municipal de silencio que les hiciera restringir los decibelios de sonido con un limitador. Y es que la música en Londres está considerada como bien cultural, al mismo nivel que el teatro de Shakespeare o la pintura de Turner. Ni más ni menos. 

En Londres pues, las salas no te las acabas. Puedes salir cualquier día del año que seguro darás con un concierto interesante. Basta coger una revista musical, tipo Mojo, Uncut o NME –ahora es gratuita- para echar un vistazo a su agenda y ponernos los dientes largos. Y es que en una sola noche puedes ir a ver desde una banda de jazz emblemática de los años 60, a un combo de ska jamaicano procedente de Tokyo, pasando por la reunión de una banda heavy mítica de los 80, así como los next big thing de turno. O sea, que hay de todo, para todos.

Una ventaja que ofrece Londres respecto a otras ciudades, sobretodo del sur de Europa, es el horario de los conciertos. Allí comienzan más temprano, lo cual es de agradecer si se quiere llegar a una hora decente a casa en un día laboral. Los londinenses, antes de ir al concierto pasan por la casilla obligatoria de “salida”, que en este caso es el pub. Así que os aconsejamos refrescar –es un decir, ya que las cervezas inglesas suelen ser templadas- el gaznate en alguno de los pubs que suelen colindar con las salas de concierto.

Para todos los gustos

A continuación os hacemos una selección de los que nos han llamado más la atención de nuestras últimas visitas a Londres. ¡A ver si coincidimos!

1. Eventim Apollo

Clásico donde los haya es el mítico Eventim Apollo. Diseñado por Robert Cromie en Art Deco, abrió en 1932 como el Gaumont Palace, se rebautizó como Hammersmith Odeón en 1962. Y hasta hace poco se conocía como Hammersmith Apollo. Se encuentra al Oeste de Londres y cuenta con una acústica a la altura de los grandes odeones, por eso aquí muchos grupos han grabado su disco de directo, como Duran Duran, Dire Straits o Kate Bush. Desde el 2003 las localidades no son fijas, pudiéndose acoger un total de 5.000 personas para algunos conciertos.

2. O2 Academy Brixton

También conocido como Brixton Academy, es otro de los espacios con más movimiento actualmente en Londres. Para muchos músicos ésta es, sin duda, la mejor sala de conciertos del mundo. En 1929 se inauguró con el nombre de Astoria. Esta sala también pasará a la historia de la música por haber albergado el último concierto de The Smiths el 12 de diciembre de 1986. Actualmente también funciona como discoteca y club de la comedia. Próxima cita Faithless (18/8).

3. Bush Hall

No es de las salas más veteranas, abrió sus puertas en 2001, pero sin duda es una de las más atractivas de la ciudad. Ubicada en Hammersmith, Bush Hall es una sala muy pequeña; es casi un teatro privado de corte clásico. No solo ha servido de espacio para conciertos, aquí también se celebran cenas, se han hecho sesiones fotográficas, e incluso se ha visto desfilar a Kate Moss. Entre los artistas que han ofrecido conciertos aquí se encuentran los ilustres Mark Knopfler, Nick Cave o Amy Winehouse.

4. Electric Ballroom

Camden es uno de los barrios con un poso más consistente en cuanto a locales de ocio, sobretodo desde la década de los 60. Pero Electric Ballroom es anterior. De hecho el local lleva en funcionamiento desde la década de los años 30, aunque en un primer momento se llamó The Buffalo Club y funcionó como pub. De tamaño medio, se caracteriza por poseer una acústica muy buena. Por aquí han tocado figuras de la era dorada del punk como Sid Vicious o The Clash. Pero también grandes nombres como U2, Paul McCartney, The Killers, The Smiths o Red Hot Chili Peppers.

5. Koko Club

Sin salirnos de Camden, también pasamos por Koko, un antiguo teatro, sede de la programación teatral de la BBC tras la segunda guerra mundial, y reconvertido en sala de conciertos a partir de los 70.El edificio fue conocido como Camden Palace de 1982 hasta 2004, pero cambió al nombre actual cuando fue adquirido y completamente restaurado por Oliver Bengough y Mint Entertainment.

6. Jazz Café 

El Jazz Café, es sin duda una de las mecas de la música negra en Londres. Aquí encontrarás lo mejor en cuanto a jazz, hip hop o tendencias más novedosas como el grime o el trap. Atento a su programación porque es de órdago. En las próximas semanas pasarán por su escenario: Sugarhill Gang (3/9), Pete Rock & CL Smooth (5/9), The Real Thing (24/9), Imagination (30/9) y The Herbaliser (14/10). Poca broma.

7. Roundhouse

Este antiguo galpón de motores ferroviarios pasó a ser uno recinto para los conciertos y espectáculos escénicos más importantes de Londres. Ubicado en Chalk Farm, es un monumento clasificado con el Grado II, es decir, es considerado particularmente importante o de especial interés. Su construcción data nada menos que de 1847. Tras la II Guerra Mundial fue reconvertido en espacio para artes escénicas. Roundhouse pasará a la historia por haber sido el lugar de la única actuación de The Doors en el Reino Unido en 1968. 

8. Heaven

Actualmente Heaven, es uno de los clubs con más tirón de la noche londinense. Lo encontrarás bajo los arcos de Villiers Street en pleno centro de la ciudad. The Feeling, Hurts, John Grant o Miles Kane, son sólo algunos de los grupos que han pasado por este club. Heaven abrió las puertas en los 70, imbuido por la cultura disco procedente de los USA. Pronto se convirtió en una roller disco y luego en un club de música de baile. Dispone de varias salas, y actualmente son habituales las fiestas gay heterofriendly.

9. Union Chapel

Ubicada en Islington, Union Chapel es del todo sorprendente. Se trata de una iglesia reconvertida en multi espacio. La acústica es una pasada. Además de musicales aquí se programan también conciertos. Las actuaciones son estilísticamente mucho más abiertas. En las próximas semanas, lo mismo podrás ver a The AKA Trio (23/9) – con motivo de la African Music Festival-, que a Lloyd Cole (3/11) o a Billy Bragg & Joe Henry (7 y 8/11).

10. The Camden Assembly

El club se inaugurará en septiembre de este año. Estará ubicado en el mismo lugar donde permaneció durante años el mítico Barfly, un local oscuro y pequeño, en el que era habitual dejarse media suela de las zapatillas pegada al suelo. El nuevo espacio todavía no ha desvelado su afiliación estilística. Sin duda será una de las gratas sorpresas de la temporada.

¿Harto escuchar mal los concierto en los festivales al aire libre? No esperes más y consulta nuestros vuelos para Londres, la cuna de los espectáculos musicales en directo.

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de Wikipedia Commons, Ewan Munro, Jamie Barras

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Siete cosas a hacer en una escapada a Cádiz

Nacida de uno de los asentamientos fenicios más antiguos de occidente, la Tacita de Plata, que es como es conocida popularmente Cádiz, es el lugar perfecto para una breve escapada en la que darse buenos paseos, ver algún que otro monumento, broncearse en sus playas y deleitarse con sus magníficas tapas a base de pescaíto. A continuación te indicamos los siete imprescindibles en una visita rápida a esta bella, luminosa y simpática ciudad.

1. Perderse por las calles del centro histórico

Uno de los principales atractivos de Cádiz es su centro histórico, por el que bien merece la pena pasear, donde no dejarán de captar tu atención sus grandes casas que ocultan bellos patios interiores. El terremoto de Lisboa de 1755 destruyó parte de la ciudad, motivo por el cual buen número de los edificios que encontrarás por el camino datan del siglo XVIII. No olvides acercarte hasta la Torre Tavira, una torre vigía situada en la Casa-palacio de los marqueses de Recaño, cuyo principal reclamo es su famosa Cámara Oscura.

2. Recorrer el barrio del Pópulo en busca de su pasado

Situado entre el Ayuntamiento y la Catedral, el barrio del Pópulo constituye el área más antigua de la ciudad. Aquí se encuentra una de las pocas huellas de su pasado romano, el teatro romano. Descubierto en 1981 accidentalmente a raíz de un incendio en unos almacenes, nos permite recordar que en su momento Cádiz fue una de las ciudades más importantes del Imperio Romano. Destacan la Catedral Nueva, de estilo barroco y neoclásico, la Catedral Vieja, también conocida como la iglesia de Santa Cruz, el Ayuntamiento, y sus antiguas puertas de acceso, como el Arco de los Blancos y el Arco de la Rosa.

3. Rememorar a la Pepa

Cádiz puede jactarse de haber sido el escenario de la promulgación de la primera Constitución española, hecho que sucedió el 19 de marzo de 1812. En conmemoración de su primer centenario se construyó el monumento que se encuentra en la plaza de España.

4. Dar una vuelta por el parque del Genovés

Este jardín público, ubicado en el centro histórico, tocando con el mar, es el másimportante de la ciudad. En él encontrarás más de 100 especies de árboles y arbustos diferentes.

5. Recordar la figura de Manuel de Falla

Del compositor Manuel de Falla, nacido en Cádiz, se pueden visitar su casa natal, junto al Museo de Cádiz, su tumba, situada en la Catedral Nueva, y el Gran Teatro de Falla. Este último, del que destaca su fachada neomudéjar, es el escenario principal de los carnavales de Cádiz, donde concursan las diferentes agrupaciones. 

6. Disfrutar de la playa

En una ciudad que vive de cara al mar como lo hace Cádiz, no hay que privarse de asomarse a éste y de dejarse deslumbrar por las vistas. No dudes en acercarte a la playa de la Caleta, la más cercana al centro histórico y la más apreciada por los gaditanos, de la que destaca la presencia del Balneario de la Palma y del Real. Otra de las playas con las que cuenta y que no te debes perder es la de la Victoria, considerada la mejor playa urbana de Europa, y a la de Santa María del Mar o de las Mujeres, desde la que se aprecian unas preciosas vistas de la ciudad. 

7. Probar la tortilla de camarones

La gastronomía es otro de los atractivos de Cádiz.Como buena ciudad marinera, el pescado es uno de los principales protagonistas de su cocina, donde destacan platos como el pescadito frito, todo un clásico que roza la excelencia, la tortilla de camarones, un must en toda regla, las gambas, los chocos y el atún aliñado. Para aliviar el calor no dudéis en tomar un buen plato de gazpacho o de salmorejo.

Coge tu Vueling a Jerez de la Frontera, que es el aeropuerto más cercano a Cádiz -está a 35 km-, y déjate seducir por la magia y el buen rollo de esta ciudad.

 

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de Andrew Wilkinson, michimaya, Emilio J. Rodríguez-Posada, Hernán Piñera, Alfonso Jimenez

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Un paseo por Verona

Situada en la región del  Véneto, en el Norte de Italia, Verona es una ciudad de imprescindible visita si se viaja al norte de Italia. Sus monumentos y sus calles son capaces de transportarnos a las múltiples épocas vividas, desde la Roma Imperial (fue lugar de descanso de Julio César), pasando por la medieval, la renacentista, la de dominación francesa y austríaca, hasta llegar a la actualidad. Todo un pasado histórico que ha dejado huellas en forma de edificios, calles y plazas que bien le han valido ser considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Una ciudad ligada a un río

Verona se encuentra encajada en un meandro del río Adigio, atravesado por puentes como el de Pietra, el único de origen romano que queda en la ciudad, o el puente Scaligero, con sus características almenas. Precisamente este último forma parte de Castelvecchio, antiguo castillo medieval que en la actualidad acoge uno de los museos más importantes de la ciudad.

Verona y su pasado romano

Entre los vestigios  de la Verona romana destaca la Arena, anfiteatro construido en el siglo I para la realización de combates entre gladiadores. Desde 1913 acoge otro tipo de espectáculo más adecuado para nuestros tiempos, como es la ópera, que se programa entre los meses de junio y septiembre. Las grandes dimensiones de este espacio, con un aforo de 30.000 personas, permiten unas escenografías espectaculares, así que no perdáis la oportunidad de vivir esta experiencia. También os recomendamos la visita del teatro Romano, situado en el margen derecho del río Adigio, que en la actualidad forma parte del Museo Arqueológico Nacional. Igual que en la Arena, en verano se convierte en un espacio en el que se programan espectáculos, pero en este caso se trata de obras de teatro. 

Piazzas llenas de vida, amores imposibles y espacios para la oración

Presidiendo el centro histórico de la ciudad está la Piazza delle Erbe. Construida sobre el antiguo foro romano, con su características sombrillas blancas cubriendo los puestos del mercado, es un auténtico hervidero de gente y un espacio único. En ella se encuentran edificios tan relevantes como el Palazzo Maffei, de estilo barroco, la Torre dei Lamberti, desde cuya azotea se pueden obtener buenas vistas de la ciudad, o las fachadas de las Casas Mazzanti, decoradas con magníficos frescos. 

El Arco della Costa nos lleva a la Piazza dei Signori, también conocida como la Piazza Dante, que es donde tenía lugar la vida política de la ciudad durante el siglo XVI. En ella se conservan, entre otros, el Palazzo della Ragione y el Palazzo di Cansignorio, sede del poder político de los Scala y de los venecianos.

No muy lejos de estas magníficas plazas, en la Via  Capello, se encuentra uno de los lugares de visita obligada, cuyo encanto reside en formar parte de uno de los obras más populares de Shakespeare, y que ha convertido a Verona en destino para los más románticos. Sí, estamos hablando de el archiconocido drama protagonizado por Romeo y Julieta. La casa de Julieta bien merece la pena ser visto, aunque suponga una dificultad moverse por tan pequeño patio con tal volumen de turistas, pero como tal, tiene su encanto.

En el apartado religioso no hay que perderse la Basílica de San Zeno Maggiore, que es una de las obras maestras de la arquitectura románica del norte de Italia, y el Duomo, también de origen románico (del siglo XII), cuyo interior alberga la Ascensión de Tiziano.

Tiempo para la gastronomía

No todo va a ser caminar y ver monumentos, también hay que retomar fuerzas y disfrutar de la gastronomía de la zona. Os recomendamos probar la pastissada, un guiso realizado con carne de caballo, cuyos orígenes estarían en la antigua Roma.

Para los que prefiráis una pausa rápida y más refrescante podéis hacer una parada en la Gelateria Zeno Gelato e Cioccolato, situada en la Piazza San Zeno, y probar alguno de sus magníficos gelatos.

¿Listo para hacer una escapada a Verona? Anímate a conocer esta joya del Véneto, consulta nuestros vuelos aquí.

Texto de ISABELYLUIS Comunicación

Imágenes de Spencer Wright, Lorenzo Blangiardi, Elescir, Kosala Bandara, FotoCla., Jorge Cancela, Allie_Caulfield, Son of Groucho

 

 

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Versalles La casa del Rey Sol

Cuando uno llega a Versalles entiende por qué fue la joya del reinado de Luis XIV. Partiendo de una mansión de caza de su padre, el Rey Sol construyó el palacio más grande de Europa. Los opulentos interiores y los esplendidos jardines se prepararon para alojar hasta 20.000 personas. Se contó con los mejores arquitectos y artistas: Louis Le Vau y Hardouin-Mansart diseñaron el edificio, Charles Le Brun los interiores y André Le Nôtre reformó los jardines. Todo estaba listo para recibir a la corte.

El palacio más grande de Europa

Las estancias principales de la residencia están en la primera planta. Ahí se encuentran los Aposentos del Rey y de la Reina, que se ubican alrededor del Patio de Mármol que está tras la última reja en el acceso al Palacio desde la calle. Si has visto películas como Maria Antonieta de Sofia Coppola o la serie Versailles (recomendamos encarecidamente las dos), sabrás que sus habitaciones eran de todo menos privadas. Las reinas de Francia daban a luz a sus hijos ante la corte y los reyes amanecían diariamente con la curiosa ceremonia de le lever du Roi (el despertar del Rey) en la que nobles y familiares acudían para ver como el monarca se levantaba.

No obstante, el rey tenía lugares en los que poder trabajar, como el Gabinete del Consejo, donde recibía a los ministros y a su familia, o la conocida como Biblioteca de Luis XVI, que se caracteriza por el globo terrestre del soberano y por sus preciosos paneles neoclásicos. Conectando las estancias del rey con las de la reina, está la Antecámara del Oeil-de-Bouef (ojo de buey), llamada así por su gran ventanal. Se dice que la noche del 6 de octubre de 1789 la reina María Antonieta salió de la cama y huyó a través de esta sala hacia las estancias de su marido, donde logró ponerse a salvo, cuando un grupo de revolucionarios invadió el palacio en su búsqueda. Al día siguiente abandonarían por siempre el palacio.

También en el primer piso, en un extremo de la parte del palacio que da al jardín, se encuentran las estancias estatales. De ellas, la más famosa es el Salón de los Espejos, lugar en el que se celebraban las grandes ceremonias oficiales. Con 73 metros y vistas a los jardines, acogió en 1919 la firma del Tratado de Versalles, que puso fin a la I Guerra Mundial. Otras estancias que no te puedes perder son el Salón de la Guerra, contiguo al Salón de los Espejos, con un gran relieve de Luis XIV a caballo pisoteando a su enemigos, el Salón de Apolo y el Salón de Hércules, que alberga la monumental Cena en casa de Simón del pintor Veronés, regalado por la República de Venecia a Luis XIV.

Capilla y teatro de ópera dentro de casa

En la primera planta del palacio está el acceso a la tribuna de la Capilla Real, que utilizaba el monarca y su familia, y también la Galería de las Batallas, resultado de la reforma que Luis Felipe hizo de las antiguos estancias de los nobles, que convirtió en una galería de pinturas históricas y que acoge obras de autores como Delacroix o Gérard.

En la planta baja, son visita obligada los preciosos Aposentos de Mesdames Adelaida y Victoria, hijas de Luis XV, que nunca se casaron y vivieron aquí hasta la Revolución.

El otro gran edificio del Palacio de Versalles es la Ópera Real. Este teatro, construido en 1770 para el enlace entre Luis XVI y María Antonieta, no puede visitarse, pero tiene una interesante temporada lírica que es la excusa perfecta para que pases una velada en el lugar y te sientas como un miembro más de la corte.

Jardines, fuentes y palacios perdidos

Después de visitar el palacio, lo mejor es perderse por sus inmensos jardines y disfrutar de las fuentes. Dependiendo del día, se ofrecen distintos espectáculos, por lo que no está de más que eches un vistazo a la programación antes de planificar tu visita.

Los jardines tienen un trazado formal, con caminos geométricos repletos de arboledas, setos, flores, fuentes y estanques. Fuentes como la de Neptuno, Latona, la Columnata o la Fuente del Dragón son algunas de las que más te impresionarán.  Merece la pena que pasees entre ellas, dejándote llevar hasta el recinto del Trianón, una de las joyas del complejo de Versalles. Aquí encontrarás dos edificios: el Grand Trianón, palacete construido por Luis XIV para evitar la vida cortesana y disfrutar de sus amantes, y también el Petit Trianón, levantado por Luis XV y que terminó siendo el refugio predilecto de la reina María Antonieta, que le añadió un teatrito que es una monada. Además, no puedes perderte el Dominio de la Reina, donde la esposa de Luis XVI recreó un aldea de doce edificios de idealizada estética rural, con campesinos y una granja de animales, a la que acudía para olvidarse de las exigencias del mundo que le tocó vivir.

Coge tu Vueling a París y anímate a acercarte hasta Versalles –está a una media hora en tren- para conocer tan espléndido palacio y sentirte por unas horas como un rey.

 

Texto de Aleix Palau para Los Viajes de ISABELYLUIS

 

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