Viaja a Japón sin salir de Europa
Por Roger Ortuño
¿Sabías que el barrio Little Tokyo de Düsseldorf es, seguramente, lo más cerca que puedes estar de Japón sin salir de Europa?
Desde los años 50 los japoneses se instalaron en Düsseldorf para aprovisionarse de materiales y maquinaria para la reconstrucción de su país tras la II Guerra Mundial. Hoy en día, con más de 450 empresas niponas y 11.000 personas, supone la tercera mayor comunidad japonesa en Europa. Esto ha convertido a la ciudad en un destino de visita obligada para todos los amantes de la cultura y gastronomía japonesa.
Lo mejor de todo es que el barrio japonés de Düsseldorf, popularmente conocido como “Little Tokyo”, se concentra en el cruce de las calles Immermannstrasse con Oststrasse y sus aledaños y puede recorrerse a pie. Al deambular por sus calles es fácil perder la noción del espacio-tiempo e imaginarse recorriendo algún barrio de Tokyo, ya que está repleto de barras de ramen, teppanyaki, tascas al más puro estilo izakaya, supermercados y pastelerías japonesas donde podréis probar toda clase de bollos como el melon pan. A unos minutos en taxi también podréis visitar un par de jardines zen, en uno de los cuales se encuentra el único templo budista de estilo japonés que se ha construido en Europa (Ekô Haus, Brüggener Weg 6).
Si os apetece hacer un salto cuántico y aterrizar en Japón sin salir de Europa os propongo la siguiente ruta gastronómica. Como anécdota os contaré que en todos los sitios pude desenvolverme en japonés, sin necesidad de utilizar el inglés ni el alemán, y por unos instantes llegué a olvidar que me encontraba en Alemania.
Hotel Niko Düsseldorf
Immermannstrasse 41
Situado en el epicentro de Little Tokyo, este hotel 4 estrellas superior pertenece a un prestigioso grupo hotelero japonés. El Torii Bar en el lobby del hotel es ya todo un clásico como punto de encuentro de la comunidad nipona de la ciudad, ya que en el mismo edificio se ubica el centro Germano-Japonés. En el propio hotel también se encuentra el restaurante Benkay, aclamado por todos como el mejor teppanyaki de la ciudad, y el Fish Corner y su barra de sushi dirigidos por el maestro Hisato Mochizuki. A destacar su cuidada selección de sakes, donde podréis probar delicias como el Dassai 23, el sake más refinado que se produce, o el Shimeharitsuru “Jun” de la prefectura de Niigata.
Takumi y Takumi 2nd
Immermannstrasse 28
Justo enfrente del Hotel Nikko se encuentra Takumi, una singular barra de ramen con opciones vegetarianas. Posiblemente será uno de los únicos sitios del mundo donde podréis degustar ramen sentados en una terraza. A pocos metros se encuentra el Takumi 2nd (Ostrasse 51), del mismo grupo, donde también podréis probar tonkotsu miso ramen elaborado con caldo de cerdo y miso o sus deliciosas empanadillas gyoza caseras.
Naniwa
Ostrasse 55
Otra barra de ramen, con una carta mucho más extensa donde no debéis dejar escapar el Chashu tokusei miso ramen o el ramen “de lux” con miso y lonchas de cerdo adobado. Para rematar la jugada, podéis pedir que añadan unos wantan en el mismo cuenco. Otras curiosidades son el Chanpon, un cuenco de fideos con verdura crujiente, típico de Nagasaki, o el Tantan men, unos fideos picantes que no debéis dejar de probar. En la acera de enfrente se encuentra el Naniwa Sushi & More, donde, como su nombre indica, podréis pedir sushi y algún que otro plato.
Yabase
Klosterstrasse 70
Restaurante sencillo, donde muchas familias japonesas se dan cita para comer toda clase de platos auténticos como el takosu o pulpo aliñado con vinagre; la lengua de ternera a la parrilla o gyûtan, un plato típico de Sendai; alitas de pollo frito tebasaki; o pinchitos kushikatsu empanados, un plato muy típico en las tascas japonesas porque es muy fácil de compartir, donde los pinchos se sumergen en un tarro de salsa tonkatsu comunitaria. La regla no escrita es que sólo se puede sumergir una vez en la salsa antes de hincarle el diente.
Nagomi
Bismarckstrasse 53
Os confieso que no tuve tiempo de probar este establecimiento, pero su espaciosa barra de sushi hecha de madera y su diseño me cautivaron. La prueba definitiva fue que estaba repleto de clientes nipones y después los dueños de la librería japonesa Bon (Marienstrasse 41) me confirmaron que era uno de los últimos restaurantes que acababan de abrir en el barrio y que tenía mucho éxito. Otro sitio que dejé pendiente para mi próxima visita es la tasca Kagaya (Charlottenstrasse 60), un auténtico izakaya donde podéis probar algunos de los mejores sakes, junto a un cuenco de ramen y algún que otro platillo.
Nagaya
Klosterstrasse 42
El único restaurante japonés en Alemania con estrella Michelin. Su cocina japonesa combinada con platos europeos y sushi tradicional son de visita obligada para todo gourmet que se tercie. A escasos metros se encuentra Soba-an (Klosterstrasse 68) regentado por Reiko Miyashita y su esposo, quien elabora artesanalmente sus propios fideos soba. Una alternativa a la comida rápida que no hay que dejar escapar.
Si os habéis quedado con hambre y queréis llevaros un trocito de Japón en vuestro equipaje de mano, podéis acercaros por el supermercado Shochiku (Immermannstrasse 15), donde encontraréis toda clase de utensilios y productos como salsas, aliños, currys japoneses e, incluso, una pescadería donde os prepararán los cortes de pescado específicos para que podáis hacer sushi en casa.
Por Roger Ortuño
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Viaje vintage a Aranjuez
Entre las múltiples excursiones que se pueden realizar a los alrededores Madrid, está la visita a Aranjuez, que cuenta con un amplio conjunto patrimonial, en el que se unen lo artístico, lo cultural y lo ecológico. No en vano en 2001 fue declarado por la UNESCO Paisaje Cultural de la Humanidad.
El tren de la Fresa, una experiencia de otra época
Para aquellos que os vaya lo antiguo y las experiencias nuevas, existe una opción diferente y original para desplazarse desde Madrid hasta Aranjuez, y es hacerlo en el Tren de la Fresa. Pero, ¿qué tiene de especial este medio de transporte respecto a los demás? En primer lugar, recorre la que fue la segunda línea ferroviaria construida en España, inaugurada el 9 de febrero de 1851. La primera empezó a funcionar en 1948 y unía Barcelona con Mataró. El objetivo de esta nueva línea era abrir camino desde Madrid hasta el mar, teniendo como destino final Alicante. En su primera época tuvo un relevante papel en el transporte de los productos que se cultivaban en la huerta de Aranjuez a Madrid, de ahí que se le conozca como el Tren de la Fresa.
El otro gran atractivo es que el tren con el que se circula fue construido a principios del siglo XX, y ha sido restaurado para que podamos experimentar cómo se viajaba años atrás. El tren cuenta con una elegante locomotora de vapor y cuyos vagones son de madera. A esto hay que añadirle que durante el trayecto unas azafatas vestidas de época ofrecen fresones de Aranjuez a los viajeros. El Tren de la Fresa circula los fines de semana de los meses de mayo, junio, septiembre y octubre, partiendo del Museo del Ferrocarril. Podéis consultar los horarios aquí.
Aranjuez, espacio de recreo de la corte
A Aranjuez le cambió el destino en el momento en que Felipe II le concedió el título de Sitio Real. Convertida en residencia campestre de la monarquía española, se transformaría en un núcleo cortesano, sobre todo durante los reinados de Felipe V (s. XVII-XVIII) y Carlos III (s. XVIII). Precisamente estos últimos fueron los encargados de la construcción de los principales espacios por los que es imprescindible visitar esta ciudad. Guiados por el gusto imperante en la Ilustración, concibieron su casco antiguo con un trazado reticular, que se ha conservado hasta la actualidad y que no deja de sorprender al visitante.
Entre sus monumentos más destacados está el Palacio Real, cuya construcción es obra de los arquitectos Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera, y que cuenta con alguna ampliación posterior, como las alas que se añadieron en 1775. En su interior alberga curiosidades como el Gabinete de Porcelana, obra capital de la Real Fábrica de Porcelana del Buen Retiro de Madrid, y el Gabinete Árabe, inspirado en la sala de las Dos Hermanas de la Alhambra de Granada.
Tampoco hay que perderse la visita de la Real Casa del Labrador, situada en el Jardín del Príncipe, obra de Juan Villanueva y de Isidro González Velázquez. Por último cabe destacar la iglesia de San Antonio, construida por encargo de Fernando VI para homenajear a San Antonio de Padua.
Otro de los motivos por los que destaca Aranjuez es por sus Jardines Reales, cuatro en total, el del Parterre,el del Rey, el de la Isla y el del Príncipe, que están situados en la rivera del Tajo y en el Palacio Real. Todos ellos fueron creados como espacio de recreo de la corte, en el que se entremezclan los gustos franceses de los Borbones con las influencias italianas dando lugar a un espectacular resultado por el que bien merece pasear y disfrutar.
¡Y aún hay más!
Para los que no hayáis tenido suficiente con sus monumentos y los jardines, hay otro aspecto por lo que es popular Aranjuez, y es por su huerta, una de las más importantes de España. Situada entre los ríos Tajo y Jarama, cuenta con un rico terreno de entre cuyos productos sobresalen los espárragos, conocidos con el sobrenombre de “Pericos”, y las fresas, que fueron introducidas por los Borbones desde Francia. Precisamente fueron estos últimos los que potenciaron la experimentación y la investigación agraria en estos terrenos, de los que aún se conserva el diseño renacentista de las parcelas.
No dudéis en hacer una parada gastronómica para disfrutar de los frutos de estas tierras. Entre los clásicos está Casa José, uno de los restaurantes más famosos de la comunidad de Madrid.
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Textos de ISABELYLUIS Comunicación
Imágenes de Eric Titcombe, M a n u e l, Andrés Gómez - Club Ferroviario 241
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Londres a tus pies
Por Tensi Sánchez de actitudesmgz.com
Cuando te atrape la rutina y te apetezca un plan diferente Londres es la ciudad perfecta para cambiar de aires durante un fin de semana y volver renovado el lunes a la oficina. Una buena idea es coger un vuelo de ida el viernes por la mañana con vuelta el domingo por la tarde, así os dará más margen para recorrer la ciudad. Os proponemos un plan de viernes y sábado sin usar el transporte público y acceder a todos estos sitios andando.
FRIDAY
Aterrizamos sobre las diez treinta y en menos de cuarenta minutos llegamos al hotel, una buena elección es el hotel Doubletree Courthouse Hilton, situado en pleno Carnaby, además en verano puedes acceder a la terraza y disfrutar de buenas copas y todo el año de la piscina interior con centro de masajes incluido. Un hotel con mucha historia, ya que era un antiguo juzgado donde a día de hoy se pueden ver algunas de las celdas y el estrado.
Se acerca la hora del lunch y nos dirigimos al próximo destino, está a diez minutos andando desde el hotel atravesando míticas calles como Carnaby o Regent Street; y llegamos a Picadilly Circus donde está situado el recién inaugurado San Carlo Cicchetti, un concepto nuevo de tapas, comida tradicional italiana de calidad a buen precio y con una decoración muy moderna.
No muy lejos de aquí se encuentra la zona de Seven Dials, su nombre hace alusión al monumento, un dial que está en el centro de sus siete calles, que data del año 1700 que a día de hoy sigue en funcionamiento. En todas ellas hay infinidad de tiendas, galerías y bares donde te puedes perder durante horas. Toma nota de nuestras preferidas:
Magma Books si te apasionan el mundo de las revistas y libros de diseño esta librería es una auténtica joya y más adelante en la misma calle se complementa conMagma Design, aquí puedes adquirir todo tipo de objetos y demás curiosidades en torno al diseño. En la misma calle está The Vintage Showroom una curiosa tienda con sabor muy inglés que vende ropa de segunda mano para hombre.
Si te gustan los quesos no dudes en visitar Neal’s Yard Dairy, te quedarás impresionado por la variedad de quesos expuestos.
Oculta en Seven Dials existe una plaza llamada Neal’s Yard, un sitio mágico para tomarte algo en cualquiera de sus terrazas. El colorido de las fachadas y las flores colgando en las ventanas sirve de inspiración para muchas editoriales de moda, te encantará descubrirlo.
Atravesamos Neal’s Yard y al otro lado de la calle está una de las perfumerías de Miller Harris. Esta marca fue creada en el año 2000 por la perfumista Lyn Harrisen, entrarás en todo un mundo de emociones sensoriales. Aquí puedes adquirir fragancias, velas, jabones, cremas, etc; a destacar también sus papeles de pared con los diseños exclusivos de los propiospackaging de las fragancias.
En la misma calle se encuentra Coco de Mer una de las tiendas eróticas más famosas y peculiares de Londres, déjate llevar por tu alma más fetichista y regálate un capricho.
Para cerrar la tarde nada mejor que ir a cenar a Bill’s Restaurant en el área St Martins Courtyard el sitio perfecto para probar sus famosas Bill’s Burguer o la exquisita Fish Pie, además puedes comprar los productos de marca propia, como por ejemplo, la cerveza Bill’s Beer.
SATURDAY
Frente al hotel se encuentra Carnaby Street, una de las calles más carismáticas de Londres, donde siempre descubres tiendas diferentes. Toma buena nota de Cowshed, un espacio con una decoración exquisita que ofrece servicios de estética y cafetería, un perfecto punto de encuentro para charlar y mimar tu cuerpo.
Para los amantes del British Style, Peckman Rye, una pequeña tienda familiar que desde hace más de 200 años vende corbatas, pañuelos y pajaritas de seda.
Bottletop una curiosa tienda efímera de bolsos y accesorios diseñados con arandelas de latas con unos impecables diseños y, lo más importante, detrás de la marca hay una fundación que da trabajo a personas jóvenes en situaciones críticas. Lamuète Boutique, diseños franceses y italianos para mujer con estilo urban-chic. Y por último, haciendo esquina en Newburgh Street encontrarás Fourth & Main, moda de hombre funcional y elegante.
Una manera diferente y divertida de tomar un lunch en Londres es apuntarte a las clases de Sutra de la mano del cocinero Jay Morjaria, donde por menos de 15€ y durante una hora podrás aprender a realizar suculentos platos vegetarianos y luego disfrutar de ellos.
El lugar perfecto para el hombre se encuentra en la calle Brewer Street, donde conviven varias tiendas de reciente apertura, Wolsey, Jack Spade, Woolrich, Stone Island y nuestra favorita Rapha, una oda al mundo de la bicicleta y además con café-bar en el interior muy bien decorado. Y si te gustan los sombreros, visita Laird London en la calle Sherwood Street, y disfruta de su impresionante colección de borsalinos y panamás.
En la página de Regent Street se concentra toda la información, está muy bien organizado para el consumidor, y desde hace poco tiempo ofrecen nuevos servicios como la tarjeta Gift Card y el envío de las compras al domicilio o a tu hotel de manera gratuita.
Un imprescindible para cerrar el sábado noche es acudir a Sketch, el sitio de moda de la ciudad, donde puedes elegir entre su gran variedad de cócteles exclusivos; nosotros nos decantamos por su clásico Old Fashion, sin duda, este local te hace sentir una experiencia visual y sensorial alucinante difícil de describir.
SUNDAY
Un día dedicado por completo a los mercadillos londinenses, destacamos dos menos conocidos, hablamos de Spitalfields y Brick Lane; este último convertido en un símbolo multicultural y en continuo movimiento.
Cientos de puestos de ropa nueva y de segunda mano, obras de artistas emergentes y objetos de diseño a buenos precios, recomendamos también visitar las tiendas de las calles colindantes y fíjate en los graffiti que hay en por todo el área, si te gusta el arte urbano te puedes apuntar a rutas explicativas. Por último nada mejor que un break en cualquiera de los puestos de comida internacional.
Volvemos a nuestra ciudad después de tener Londres a nuestros pies durante tres días y lo más importante, con las pilas cargadas.
¿A qué esperas para reservar tu VUELING?
Por Tensi Sánchez de actitudesmgz.com
Imagen de Rubén Seco
¿POR QUÉ LA MAYORÍA DE AVIONES SON DE COLOR BLANCO?
Aunque cada aerolínea vinila y decora sus aviones según su imagen corporativa, diferenciarse de las aeronaves de la competencia no suele ser tarea fácil ya que, el color de base de casi todas ellas, suele ser el blanco.
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