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¿Puedo llevar mis esquís o snowboard en el avión?

Si estás planeando una escapada a la nieve para esquiar y quieres llevar tu propio equipo de esquí, te contamos cómo tienes que hacerlo para viajar con él en avión.

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Consejos para viajar con tu tabla de snow en el avión

Ya tienes tus billetes de avión, el alojamiento y el forfait. Ahora solo falta llegar a tu destino y disfrutar de unos días de nieve, ¡que ya te toca! Si esta es la primera vez que vuelas con tu equipo de snow y no sabes muy bien cómo llevarlo, sigue leyendo, porque esto te interesa.

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Innsbruck el paraíso nevado

Innsbruck es el paraíso de los aficionados de los deportes de deslizamiento sobre nieve. A su favor tiene que las pistas están a un paso de la ciudad. Aquí todo se reduce a nieve blanca y cielo azul, o lo que es lo mismo, se trata del sueño hecho realidad de todo esquiador, freerider, snowboarder o excursionista que se precie. Las nueve estaciones de esquí de la Olympia SkiWorld Innsbruck, harán las delicias de los aficionados al esquí. No olvidemos que aquí se encuentra también la estación de Kühtai, que con 2.020 metros de altitud es el techo de los Alpes. Lo bueno de Innsbruck es que no todo se limita al ocio de nieve. Después de un día en las pistas o haciendo excursiones a pie por la montaña, se puede disfrutar de una ciudad con innumerables posibilidades, incluyendo sus mercadillos navideños. Aquí tienen nada menos que seis. Pero hoy nos vamos a centrar en sus estaciones.

Las nueve estaciones de esquí alrededor de la triple ciudad olímpica

Ni más ni menos que nueve estaciones de esquí y snowboard – desde pistas familiares hasta pistas acotadas para profesionales – forman parte de la Olympia SkiWorld Innsbruck. Aquí encontrarás tu pista, y además, el desplazamiento entre ellas es cómodo a través de su esquí-bus ecológico y gratuito.

1. Nordkette

Es una de las pistas más empinadas de toda Europa con una inclinación del 70 %. El descenso desde Hafelekar hasta la Seegrube es toda una experiencia adrenalínica. Una de las características de esta estación es que es muy accesible, ya que se encuentra a tan solo 20 minutos en teleférico y telecabina desde el centro de la ciudad. En Seegrube, además hay un área chill-out para los que prefieren lucir palmito. Se trata de una pista muy completa que incluye Kids-Arena para los más peques. Además en Nordketten Skylinepark incluye iluminación nocturna y un sistema de música allround de 2.000 vatios.

2. Patscherkofel

El “gigante dócil“ mira desde la cara sur de la ciudad hacía la cordillera Nordkette. Las pistas de la montaña de Patscherkofel han sido tres veces olímpicas (1964, 1976, 2012). El Olympia-Express y el teleférico Patscherkofelbahn llevan a los esquiadores cómodamente a las pistas, y en el snowpark Innsbruck los freeriders encuentran su particular edén invernal.

3. Glungezer

Situada a tan solo 12 quilómetros de Innsbruck, justo al lado del Patscherkofel, la estación de esquí de Glungezer ofrece pistas con vistas panorámicas sobre el valle del río Inn. Destaca por ser el descenso más largo del Tirol, con más de 15 km. Además al encontrarse más apartado del centro presume de no contar con tantas aglomeraciones.

4. Muttereralm

La estación de esquí Muttereralm es perfecta para ir en familia. Es fácilmente accesible desde Mutters y también desde Götzens. Sus atractivas y soleadas pistas ofrecen fantásticas vistas sobre los valles Inntal y Wipptal. Aquí se encuentra MAP 6020, o lo que es lo mismo el snowpark más largo de la región de Innsbruck.

5. Rangger Köpfl

A tan solo 15 minutos en coche desde Innsbruck, la estación de esquí de Rangger Köpfl ofrece pistas de nivel fácil a medio. Una telecabina de 8 plazas, 4 tele arrastres y un snowpark para principiantes completan la oferta a los amantes del esquí. Además el camino Höhenweg permite a los senderistas disfrutar del reparador aire alpino de invierno.

6. Axamer Lizum

La estación de Axamer Lizum destaca sobre todo por la calidad de sus pistas. Aquí se pueden desplazar hasta 12.000 personas por hora y prácticamente nunca hay tiempos de espera. Para los freeriders, esta estación, con sus laderas orientadas al norte, es un auténtico paraíso de la nieve polvo. Si vais os recomendamos que os quedéis a comer en el restaurante panorámico Hoadlhaus.

7. Kühtai

Se encuentra en lo más alto de los Alpes. Lejos de las multitudes de otras estaciones más cercanas a la ciudad, Kühtai cuenta con pistas anchas, nieve garantizada hasta bien entrada la primavera, numerosos remontes, refugios alpinos auténticos y esquí nocturno dos veces por semana. A todo esto hay que añadir el k-Park Kühtai, es una pasada ya que en éste losfreeriders pueden esquiar en una pista que se encuentra por encima del límite del bosque.

8. Schlick 2000

La estación de Schlick 2000 es sinónimo de deporte alpino a la última. Aquí, en el valle Stubaital, se puede practicar el esquí alpino, esquí nórdico, carving, snowboard y hacer bajadas en trineo, pasear por la nieve, volar con parapente... En la zona infantil de la escuela de esquí de Stubai los monitores cuidan de niños a partir de 3 meses de edad.

9. Stubai

La plataforma de la cima en el glaciar de Stubai garantiza vistas sobre 109 cumbres de tres mil metros incluyendo la del gigantesco glaciar. En la zona de esquí sobre el glaciar más grande de Austria a los esquiadores les esperan 110 km de pistas preparadas y 25 sistemas de remonte. El Stubai Zoo es uno de los mejores snowpark de Europa. La estación permanece abierta de octubre a junio.

Más información en Innsbruck Tourismus. ¿A qué esperas para tener la mejor experiencia sobre nieve del continente? Consulta nuestros vuelos aquí.

 

Texto de ISABELYLUIS Comunicación

Imágenes de Innsbruck Tourismus

 

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Vacaciones de invierno a los pies del Mont Blanc

Chamonix, estrella absoluta de los Alpes franceses, es el lugar perfecto para una escapada invernal en la que disfrutar al máximo de la nieve de todas las maneras posibles, con unas vistas más que privilegiadas al monte más elevado de Europa, el Mont Blanc. Situado a apenas 16 kilómetros de Suiza y 11 kilómetros de Italia, es un destino que reúne a gente venida de todas partes con ganas de practicar deportes de nieve, hacer excursiones por sus espléndidos parajes naturales, relajarse en un spa, e incluso ir de compras en la pequeña ciudad de Chamonix.

Las mejores pistas negras de Francia

En Chamonix todos aquellos aficionados a los deportes de nieve encontrarán un auténtico paraíso por el que deslizarse con unas espectaculares vistas, ya sea al Mont Blanc o ya sea al valle donde se encuentra ubicado Chamonix. Los 115 kilómetros de pistas, con 12 para principiantes, 26 azules, 20 rojas y 12 negras, harán las delicias de todo aficionado al esquí o al snowboard. Aunque destaca por contar con un elevado número de pistas de alta dificultad aptas solo para los más intrépidos, también cuenta con espacios donde los más pequeños o los que están en fase de aprendizaje puedan también disfrutar de estos deportes de nieve.

La Aiguille du Midi, con una altitud de 3.842 metros, es el objetivo favorito de los menos temerosos a las alturas y de los buscadores de bajadas de altísima envergadura solo aptas para auténticos expertos en la materia. Y es que solo por la estupenda panorámica que hay desde aquí a los Alpes franceses, italianos y suizos merece la pena subirse al teleférico y vencer al vértigo. Más accesibles son las pistas de Brévent-Flégère que también cuentan con unas magníficas vistas al Mont Blanc.  

Paisajes de vértigo

Los menos deportistas podéis estar tranquilos, ya que no es necesario esquiar para disfrutar de las vistas, a las que se puede acceder desde cómodos teleféricos. El Mont Blanc, con sus apabullantes 4810 metros de altura, y conocido por ser la cuna del alpinismo, es el principal foco de atención de todos los que se desplazan hasta aquí. Como ya hemos indicado en el punto anterior, Aiguille du Midi, y el pico de Le Brévent son perfectos miradores para su contemplación. Otras panorámicas a tener en cuenta en la zona son las proporcionadas por los glaciares allí presentes. Destaca el Mer de Glace, situado en la ladera norte del Mont Blanc, con 7 kilómetros de largo y 200 metros de profundidad, que lo convierten en el más largo de Francia.

Après ski de lujo

Tras una larga jornada de esquí o de recorrer la zona en busca de sensaciones, Chamonix, a diferencia de otras estaciones alpinas que solo cuentan con pequeños pueblos con una oferta muy limitada para el après sky, aquí encontrarás una pequeña ciudad repleta de servicios con los que rematar el día. Podrás desde ir de compras, a tomar unas copas acompañadas de música en directo, pasando por reponer energías probando clásicos de la gastronomía de la región de la Saboya, como la raclette o la fondue de queso. ¿Se puede pedir más?

Reserva tu Vueling a Ginebra, que está a tan solo 88 kilómetros de Chamonix, y aprovecha para darte una alta dosis de nieve ante la cumbre más elevada de Europa.

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de Christian Bertram

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