Budapest ciudad de balnearios
Dicen que Budapest es una de las capitales más bonitas de Europa, y no les falta razón. La creación del Imperio austrohúngaro en 1867 y la posterior unión de las ciudades de Buda y Pest en 1873, hizo de la nueva urbe uno de los centros del continente. Su atractivo, además de las grandes avenidas, los lujosos palacios y los puentes sobre el Danubio, reside en los 118 manantiales de los que emanan 70 millones de litros de agua diarios en unas temperaturas que oscilan entre los 20 y los 78 °C.
La ciudad de los balnearios
Budapest es la capital que dispone de más pozos de agua medicinal y termal del mundo, por lo que en 1934 recibió el título de “Ciudad de Balnearios”. Sin embargo, las propiedades de esas aguas se conocen ya desde la antigüedad. Los romanos, al igual los turcos, construyeron complejos termales durante el tiempo que estuvieron asentados en la zona. Muestra de ellos son los baños otomanos que todavía se conservan y siguen trabajando a pleno rendimiento.
Pero cuando hubo realmente el boom de los balnearios fue a principios del siglo XX, con el auge de la ciudad y la visión de explotar la faceta de estas aguas para tratar todo tipo de enfermedades.
Planifica tu visita
Hoy son miles los budapenses y los turistas llegados de todas partes de Hungría y del mundo que quieren disfrutar de las propiedades de las aguas de la ciudad. Como es lógico, en verano es cuando más afluencia de gente hay, pero cualquier época del año es buena para darse un chapuzón.
Cada balneario tiene sus normas, aunque en la mayoría podréis alquilar toallas, una taquilla para guardar vuestras cosas y gorros de baño. Consultad las páginas web de cada establecimiento antes de vuestra visita, pues, aunque la mayoría son mixtos, algunos recintos admiten a hombres y mujeres en días y horarios distintos.
Estos son los cinco recintos termales que no te puedes perder:
Gellért
¿Quién no recuerda aquel famoso anuncio de Danone de principios de los 90 en el que cuerpos perfectos se bañaban en una piscina de ensueño? Pues bien, esa piscina es la principal del histórico balneario Gellért. Construido en 1918, es uno de los más elegantes de la ciudad. Con sus estatuas, mosaicos y vidrieras, dispone de 9 piscinas terapéuticas, una termal, otra de burbujas, piscina infantil e incluso piscina de olas.
También es uno de los más caros, con un precio de entrada que oscila entre los 3.800 y 4.200 florines (13,20 € y 14,60 €), pero no os podéis ir de la ciudad sin pasar por él.
Széchenyi
Es uno de los recintos termales más grandes de Europa. Inaugurado en 1913, es hoy el más turístico de Budapest, aunque no por ello ha perdido un ápice de su encanto. Bañarse en las grandes piscinas exteriores de agua termal de Széchenyi es una experiencia de ensueño. Además, al ser el único que se encuentra en la zona de Pest, podéis aprovechar para ir el día que visitéis esa parte de la ciudad.
El precio de entrada, dependiendo de los servicios que contrates, está entre los 2.900 y 3.750 florines húngaros (10,10 € y 13,05 €).
Rudas
De construcción otomana, el balneario Rudas fue edificado en 1550. Su piscina octogonal coronada con una cúpula es como viajar a un relato de Las mil y una noches. Este balneario está abierto los lunes, miércoles y jueves solo para hombres y el martes solo para mujeres (días en los que no es necesario llevar bañador). Los viernes, sábados y domingos es mixto.
Una buena opción para visitar este balneario es hacerlo el viernes o el sábado por la noche, ya que abre entre las 22h y las 4h y podéis continuar la noche en la discoteca Romkert (en los meses de verano), que es al aire libre y te permite bailar a los pies del Monte Géllert.
Király
Junto con Rudas, Király son los otros baños turcos más famosas. Inaugurados en 1565, son parecidos a los anteriores, aunque mucho más pequeños, por lo que es recomendable reservar y que llevéis vuestra toalla. Los lunes, miércoles y viernes están reservados a los hombres y se ha convertido en uno de los principales puntos de encuentro del público gay. Además, es uno de los más baratos de Budapest: 1.300 HUF (4,50€).
Lukács
Especializado en el tratamiento de trastornos digestivos, los baños Lukács son famosos por ser el punto de reunión de intelectuales durante los años 50, así como por ser unos de los menos frecuentados por turistas. Con siete piscinas rodeadas por un precioso parque, es uno de los mejores lugares para medir el pulso de los budapenses.
Ahora solo te queda meter el bañador en la maleta y prepararte para un buen chapuzón. Consulta nuestros vuelos aquí.
Texto de Aleix Palau para Los Viajes de ISABELYLUIS
+ infoBudapest Meca gastrohipster
Dónde se concentran los hipsters: Barrio Judío
Una de las zonas más animadas de Budapest, donde descubrir un local chulo a cada paso, ya sea de corte clásico o hipster. Uno de los restaurantes de cocina tradicional con más encanto es el Spinoza Café, de iluminación íntima e ilustracionesvintage decorando sus paredes. En su carta encontrarás especialidades judías como el hummus (puré de garbanzos condimentado) e imprescindibles húngaros como el goulash, el popular guiso de ternera generalmente acompañado despätzle, un tipo de pasta de forma irregular. Acaba la cena con uno de los licores más típicos del país: pálinka, un aguardiente potente pero digestivo que aquí exhiben en una botella gigante y preciosa sobre la barra.
Si prefieres algo más moderno, aquí no te faltarán opciones. Como Street Food Karaván, una concentración de foodtrucks y puestos callejeros especializados donde tomar algo informal en sus mesas para compartir al aire libre. Las hamburguesas caseras de Zing Food no decepcionan. Otras opciones bajo techo son Situ (Kazinczy, 32), con un toque afrancesado; Vintage Garden, femenino y romántico; |3| Három – Three (Kazinczy, 3), informal y cool; o Doblo, un simpático bar de vinos.
Acaba la noche tomando copas en uno de sus ruin bars, uno de los conceptos más peculiares de Budapest. Son edificios abandonados que han sido recuperados por gente joven para montar bares con un punto underground y mucha imaginación: donde no llega el dinero, llega la creatividad. El ruin bar más famoso: Szimpla Kert, ambientadísimo y divertido.
Dónde comer en Buda: Baltazár Grill
Aunque Pest sea más dinámica, no puedes dejar la ciudad sin visitar la zona del Castillo Buda, que ofrece vistas excepcionales. Aquí te recomendamos probar el Baltazár Grill, un bistrot hipster presidido por una pintura de Basquiat, con platos húngaros actualizados (muy bueno su pollo con paprika y la sopa goulash) y excelentes hamburguesas hechas en horno Josper. Al otro lado del restaurante tienen un acogedor wine bar, en el que probar excelentes vinos húngaros.
Dónde va la gente guapa: Menza
Es el restaurante de moda ahora mismo. Mezcla estética retro y futurista para proponer una carta ecléctica, contemporánea e internacional donde caben la pasta, los sándwiches, diversas opciones de carne e incluso alguna de pescado (debes saber que Budapest es una ciudad principalmente carnívora).
Dónde disfrutar de bistrots con encanto
La fórmula bistrot está de moda en la capital húngara. Después de Costes y Onyx, el tercer restaurante en obtener una estrella Michelin fue el bistrot Borkonyha, de ambiente relajado pero cocina impecable. Al lado del precioso Mercado Central -de visita imprescindible- encontrarás el estupendo Borbíróság con una moderna cocina de mercado y más de cien vinos húngaros de calidad por copas. Recomendables su pato con ragout de cerezas y patatas con queso cheddar y su ternera con foie gras con ratatouille y patatas rustidas. Otros bistrots que te gustarán: Terminál, ubicado en una antigua estación de autobuses y Zona (de hermoso interiorismo y toques internacionales en sus platos húngaros.
Dónde merendar: cafés con solera
La tradición se impone en una de las ciudades con mayor saber hacer pastelero. No abandones la ciudad sin merendar en el portentoso New York Café, un palacete neobarroco del siglo XIX que te hará difícil dejar de disparar la cámara... hasta que pruebes uno de sus magníficos dulces, claro. Clásica pero más sobria es una de las pastelerías con más fama de la ciudad: Gerbeaud donde deberías probar una de las especialidades locales que aquí hacen excepcionalmente bien: la tarta dobos, elaborada con finas capas de bizcocho, crema de chocolate y con una cobertura final de caramelo.
Dónde dormir: Eurostars Budapest Center
La cadena española cuenta con un cuatro estrellas de situación inmejorable, justo al lado del barrio judío y a dos pasos del Danubio. Emplazado en un edificio de la era comunista, las habitaciones son espaciosas, luminosas, funcionales y elegantes y a precio razonable. El desayuno -buffet libre- es abundante y variado, las zonas comunes, confortables... pero lo mejor es el servicio: son atentos, si necesitas alguna reserva, la hacen por ti, y ¡hablan español!
Texto y fotos: Isabel Loscertales (Gastronomistas)
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Los 7 must en Budapest
Recién aterrizados en Budapest, la perla del Danubio, nos adentramos en una de las ciudades más románticas del este de Europa y con una retahíla de oportunidades para disfrutar nuestra estancia. Si te preguntas por dónde empezar, a continuación te detallamos 7 paradas imprescindibles durante tu viaje:
1.- Contempla los monumentos más emblemáticos
La bella capital húngara está repleta de monumentos relevantes que no podemos dejar de visitar. El Parlamento, el monumento más simbólico de Budapest y el tercero más grande del mundo, se alza imponentemente en la plaza Kossuth, haciendo gala de un estilo neo-gótico. Este último conjunto con el Castillo de Buda, vieja residencia de los reyes de Hungría, y el Puente de las Cadenas, el más antiguo de Budapest, definen la personalidad de esta ciudad, que sin duda alguna, constituyó una gran potencia durante el Imperio Astrohúngaro.
2.- Descubre el Art-Nouveau
Budapest es conocida por sus numerosas muestras de arquitectura art-nouveau, un estilo muy peculiar que entrelaza elementos de la naturaleza, formas asimétricas y curvas sinuosas, que embellecen enormemente las fachadas de los edificios de sus calles. El mérito de tal ensalzamiento arquitectónico es atribuible en gran parte a Ödön Lechner, conocido como ''el Gaudí húngaro'', cuya obra más fastuosa corresponde a la Real Caja Postal de Ahorros, colmada de motivos florales, mosaicos de colores y componentes de la cultura popular. La Villa Balázs Sipeky y el Instituto de Geología Ödon Lechner son otras muestras destacables de la obra de este brillante arquitecto. Nuestro ejemplo de art-nouveau favorito es la Casa Walkó, en cuya fachada podemos encontrar hasta ocho motivos animales diferentes.
3.- Relaja tu cuerpo en el balneario Széchenyi
Budapest posee numerosas fuentes termales y balnearios, lo cuál es perfecto para tomarnos un día de descanso y revitalización después de largas caminatas por la ciudad. Széchenyi es el balneario más majestuoso y grande de Europa, contiene nada más y nada menos que 15 piscinas interiores, saunas y baños turcos y tres enormes piscinas exteriores. Es muy habitual en los lugareños disfrutar de sesiones de spa en estos centros de aguas termales medicinales, que también suponen un punto de encuentro para charlar.
4.- Sal a tomar algo a los bares de ruinas
Para sumergirte en la marcha húngara más underground y moderna, no puedes escapar de Budapest sin haber acudido a estos bares ubicados en viejos edificios y locales, con aspecto ruinoso y desgastado pero decorados de una forma tan kitch y vintage que los hace muy especiales. El mejor ambiente de la ciudad se halla sin duda en estos bares insólitos donde se encuentran todo tipo de muebles antiguos, cuadros extravagantes y objetos curiosos decorativos. Recomendamos el mítico Szimpla Kert de la calle Kazinczy; el bar Instant, ambientado en las películas del oeste o el caótico Púder, donde también se dan actuaciones teatrales y dj sets nocturnos.
5.- Ve al cine Muvesz Mozi
En Budapest hay mucha cultura cinematográfica y vale la pena pasarse por alguna de sus salas alternativas a ver algún film curioso. Los intelectuales y amantes de la gran pantalla que residen en la capital frecuentan Muvesz Mozi, en el que proyectan desde joyas antiguas y films olvidados de hace cinco años hasta películas independientes de directores noveles. Además, este original cine, dispone de una cafetería muy cool y está decorado con diversas ambientaciones por espacios que te hacen viajar a través de épocas y mundos diferentes.
6.- Visita el museo Sziklakorhaz, hospital-búnker secreto
Este espectacular museo ubicado en lo que fue un hospital contiguo al búnker nuclear de Budapest durante la Segunda Guerra Mundial muestra de forma muy real y espeluznante lo que se vivió entre aquellos muros bajo tierra. Las diferentes instalaciones y habitaciones para los heridos, maniquíes de cera, aparatos médicos e incluso la posibilidad de activar la alarma de emergencia al final del túnel consiguen hacerte una idea de lo que ocurrió por aquellos entonces, aunque sea a base de ponerte los pelos de punta.
7.- Prueba su gastronomía
El Mercado Central es uno de sus máximos referentes culinarios, donde se puede degustar el típico goulash o comprar sus productos tradicionales. Los dulces Kosher también son una de las especialidades hungaresas, que os animamos a probar en la confitería Fröhlich Cukrászda. Y sobretodo, es imprescindible pedir para picar pan de manteca de cerdo con paprika y cebolla en cualquiera de sus bares o restaurantes. Si os gusta el picante, Budapest es un lugar idóneo para vuestro paladar.7
Imagen de teofilo
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+ infoGastronomía y restaurantes de Budapest
Muy influenciada por la cultura de sus países vecinos, la gastronomía húngara se caracteriza principalmente por la intensidad de sus platos y sus sabores picantes. A partir de la carne (pollo, cerdo, vaca, oca), las verduras (patata, apio, judías, guisantes, col) y el paprika (pimentón hungaro) como elementos principales, podemos encontrar una gran variedad de platos típicos que vamos a conocer, así como algunos de los restaurantes más recomendables para probarlos.
PLATOS TÍPICOS
Gulash: Caldo con especias que contiene tacos de carne de reses, patatas y, a veces, dumplings. Sin duda el plato más famoso de la gastronomía húngara
Dobostorta: Tarta de origen húngaro, inventada por el pastelero Jozsef C. Dobos en 1884. Está compuesta por cinco capas esponjosas intercaladas con crema de chocolate y está cubierta de caramelo.
Újházi tyúkhúsleves: Una de las sopas más populares de la cocina de Budapest preparada a base de pasta, zanahorias, pollo y guisantes o champiñones.
Mákos rétes: Pastel típico y popular entre los estrudel (hay de requesón, de guindas, de cereza o de manazana). El pastel estrella en las pastelerías de Budapest.
Pörkölt: Cocido de carne con cebolla, chile y tomate que a veces se le considera una variante del gulash.
Dumplings: bolas de harina, patatas y pan rellenas de carne o pescado completado por el “cispetke”, pasta elaborada con harina y huevo que acompaña al caldo y la carne.
Paprikas csirke: Plato de tenedor que consiste en pollo frito en salsa de cebolla y pimiento paprika con un poco de tomate que se baña en una salsa de nata justo antes de servir.
Borjúkotlett magyaróvári módra: Chuleta de ternera adobada en salsa de tomate y hierbas que se coloca en el horno sobre una capa de setas y queso.
Halaszle: Sopa de pescado muy especiada con el paprika húngaro, un famoso pimentón picante
RESTAURANTES
Menza: Restaurante de moda de Budapest. Local con decoración de los años 70, público joven, comida mezcla de clásica y de vanguardia con precios económicos.
RemizRemiz: Conocido lugar que sirve generosas porciones de comida húngara. Frecuentado por lugareños y turistas, dispone de un magnífico comedor y una terraza exterior, ideales para disfrutar de una larga comida familiar un domingo o para celebrar un almuerzo de negocios.
Kőleves: Situado en el centro del barrio judío de Budapest, aquí podremos encontrar buenos precios cualquier hora del día. De lunes a viernes ofrecen dos menús, uno con carne y otro vegetariano. También vale la pena probar algún postre
Vadarspark Étterem: restaurante moderno, con terraza y un grupo de música folklórica que ameniza la velada. También se puede disfrutar de un show de danzas típicas húngaras mientras comes algunos de los platos más típicos de la ciudad.
Gundel: Legendario restaurante en Budapest que lleva desde mediados del siglo XIX sirviendo una estupenda comida a base de recetas típicas húngaras (con un toque moderno). Esencial que los hombres vistan con chaqueta.
Imagen de Sarah Stierch
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