En cada inicio de pista de vuelo hay un enorme número dibujado en el suelo. La señalización vertical también anuncia una cifra que puede ir desde el 01 al 36. ¿Qué quiere decir? ¿Puede un aeropuerto tener 36 pistas o responde a otra realidad?

Pongámonos en situación: estamos a bordo de un Airbus de Vueling. Las puertas se han cerrado y oímos por el sistema de megafonía las instrucciones y recomendaciones de seguridad. Por esos mismos altavoces también nos llega la voz de los pilotos comentando a los viajeros algunos datos del vuelo: velocidad, altura, hora prevista para el aterrizaje, algún detalle meteorológico y un dato curioso: “la pista por la que vamos a despegar será la 25 izquierda” o bien “aterrizaremos por la 07”.

Además, si vuelas en asiento de ventana, podrás efectivamente ver estos números: no solo aparecen en las cartas de vuelo, sino que existen en la realidad. Son grandes y se han pintado en blanco en los extremos de las pistas, para que puedan verse desde el aire.

El significado de los números en las pistas

¿Es una numeración aleatoria? ¿Establece un orden de prioridad? ¿Es una denominación acorde con el aeropuerto? ¿Enumera las pistas existentes? No exactamente.

Todas las pistas de aterrizaje están numeradas en función de su orientación magnética. Si lo vemos con una brújula, con su rosa de los vientos de 360 grados es aún más fácil: los números de pista se determinan redondeando el rumbo de la brújula de un extremo de la pista a los 10 grados más cercanos y truncando el último dígito, lo que significa que las pistas están numeradas de 01 a 36. Como una pista de vuelo es, lógicamente, recta, el extremo opuesto de la pista siempre difiere 180 grados, por lo que está numerado 18 más alto o más bajo. Por ejemplo, una pista 09-27 del aeropuerto de Sevilla-San Pablo está orientada de este a oeste. Así, si despegando de la pista 09 de Sevilla el avión siguiese en línea recta, iría en dirección al Mediterráneo; si lo hiciera por la pista contraria lo haría hacia el Atlántico, sobrevolando el sur de Portugal.

Los vientos también influyen

La construcción y orientación de las pistas de un aeropuerto no es aleatoria y responde a un estudio de vientos predominantes. En caso de no haber viento, el despegue o aterrizaje se puede hacer por cualquiera de ellas. De todas formas, cuando el tráfico aéreo es intenso, se suele utilizar de forma preferente una configuración. Si el viento fuera intenso, se haría obligatorio realizar las operaciones en dirección contraria a la habitual.

Los aeropuertos grandes suelen tener pistas paralelas. Así, de cara a distinguirlas, a los números de pista se les añade una letra L o R en función de si está a la izquierda o derecha (por Left o Right en inglés). Un ejemplo de esto son las pistas de Barcelona. La 07R – 25L es la paralela y más cercana al mar, se suele usar para despegues. Entre las terminales T1 y T2 está la 07L – 25R, algo más larga y usada preferentemente para aterrizajes.

Además de estas letras, en aeropuertos que tienen aún más pistas paralelas, a la que queda en el centro se le añade una C junto a las cifras, lo que la define como central. Si hay más de tres pistas paralelas, como por ejemplo en París-Charles de Gaulle, que ya es un caso muy especial, simplemente se le añade o quita un grado magnético para nombrarla.

Durante las operaciones del aeropuerto, las designaciones de los números de pista se pronuncian individualmente. Por ejemplo, la pista 25L-07R sería pronunciada por el control de tráfico aéreo como "Vueling 123, usted está autorizado a aterrizar en la pista dos-cinco izquierda" o alternativamente "... cero-siete derecha", si está despejado para aterrizar en la dirección opuesta. Este nivel de enunciación cifra por cifra asegura una comunicación clara y mejora la seguridad.